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El estado de la libertad de prensa se obscurece al ser aprobada la extradición de assange por parte del gobierno del reino unido

17 DE JUNIO 2022
KEVIN GOSZTOLA
The Dissenter Newsletter

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Traducido por El Mundo no Puede Esperar 25 de junio de 2022

La ministra de Interior del Reino Unido, Priti Patel, aprobó la extradición del fundador de WikiLeaks Julian Assange a los Estados Unidos.

La decisión de Patel de entregar a un periodista al gobierno estadounidense para procesamiento criminal fue inmediatamente condenada por organizaciones de derechos humanos y libertad de prensa. El equipo legal de Assange planea presentar una apelación al Alto Tribunal argumentando la naturaleza política del caso y cómo la ley de extradición fue interpretada.

Describiéndolo como “vergonzoso” la directora de campañas internacionales de Reporteros Sin Fronteras, Rebecca Vincent, dijo que la decisión representó “otro fracaso por parte del Reino Unido para proteger el periodismo y la libertad de prensa, acercando a Julian Assange a la extradición”.

La organización global de derechos humanos Amnistía Internacional renovó su posición. “Permitir que Julian Assange sea extraditado a los Estados Unidos lo pondría en grave riesgo y envía un mensaje escalofriante a los periodistas alrededor del mundo”.

Don’t Extradite Assange , una campaña que movilizó oposición al caso en el Reino Unido, declaró que “Este es un día obscuro para la libertad de prensa y la democracia británica. Cualquiera en este país a quien le importe la libertad de expresión debería estar profundamente avergonzado que la Ministra de Interior haya aprobado la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, el país que planeó su asesinato”.

Assange enfrenta 18 cargos en su contra presentados por el Departamento de Justicia estadounidense, 17 de los cuales pertenecen a la Ley de Espionaje (Espionage Act). Todos los cargos están relacionados con los documentos que WikiLeaks publicó en el 2010 y 2011, mismos que fueron proporcionados por la denunciante (whistleblower) del ejército estadounidense Chelsea Manning.

Más de 300 doctores, psiquiatras y psicólogos organizados bajo el lema “Doctors for Assange”, enviaron una carta a Patel el 10 de junio para recordarle las “serias preocupaciones” relacionadas con la “salud deteriorada” del fundador de WikiLeaks, que ha empeorado en custodia.

“Bajo las condiciones en las que el sistema legal británico ha fracasado para tomar en cuenta el estado actual de la salud del Sr. Assange”, declararon los doctores, “ninguna decisión válida para aprobar su extradición puede ser tomada por Usted o por alguien más”. Los doctores dejaron claro que extraditar a una persona con un estado de salud tan comprometido era “médica y éticamente inaceptable”.

Añadieron que “Si llega a sufrir daño en Estados Unidos bajo estas circunstancias, es culpa suya, ministra, quien será responsable de ese resultado negligente”. Diecinueve organizaciones comprometidas con la libertad de expresión y de prensa escribieron una carta a Patel el 22 de abril, después de que el tribunal de distrito ordenara la extradición de Assange y la enviara a revisión al Ministerio de Interior.

“Assange probablemente estará detenido (en EE.UU.) en condiciones de aislamiento o de confinamiento solitario a pesar de las garantías del gobierno estadounidense, que pueden exacerbar severamente el riesgo de suicidio”, advirtieron las organizaciones. “Él no podría defenderse de manera adecuada en los tribunales estadounidenses, ya que la Ley de Espionaje no tiene defensa de interés público. Su enjuiciamiento establecería un precedente peligroso que podría ser aplicado a cualquier medio informativo que publique historias basadas en información filtrada o a cualquier periodista, editor o fuente en cualquier parte del mundo”.

“Le pedimos, ministra de Interior, honrar el compromiso del gobierno británico de proteger y promover la libertad de los medios y rechazar la solicitud de extradición. Le pedimos que libere al Sr. Assange de la prisión de Belmarsh y le permita regresar a su familia después de años de aislamiento. Finalmente, le pedimos que públicamente se comprometa en asegurar que ningún editor, periodista o fuente jamás enfrentará detención en el Reino Unido por publicar información de interés público”.

Las organizaciones exigieron una reunión con Patel, pero parece que jamás la otorgaron, para que las organizaciones pudieran continuar expresando sus preocupaciones.

El 10 de mayo Dunja Mijatović, comisionado para el Consejo de Europa apeló a Patel “Es mi punto de vista que la acusación de parte de Estados Unidos en contra del Sr. Assange levanta importantes preguntas acerca de la protección de aquellos que publican información clasificada en interés del público, incluyendo información que expone violaciones de derechos humanos”.

“La naturaleza general y vaga de los alegatos en contra del Sr. Assange y las ofensas en listadas en la acusación son preocupantes ya que muchas son actividades que son parte del periodismo de investigación en Europa y más allá”, argumentó Mijatović.

“Por consiguiente, permitir la extradición del Sr. Assange en base a esto, tendría un efecto escalofriante en la libertad de prensa y podría dificultar que la prensa haga su trabajo como suministradora de información y guardián público en sociedades democráticas”.

Todas las propuestas anteriores a Patel fueron aparentemente puestas a un lado. No hay evidencia de que alguna de las quejas acerca del caso de Assange fueran alguna vez consideradas por Patel.

La noticia de la decisión ni siquiera vino de Patel. Un vocero del Ministerio de Interior, anónimo, dio la información que circuló en los medios británicos.

“Bajo la Ley de Espionaje 2003, el Secretario de Estado debe firmar la orden de extradición si no existen fundamentos para prohibir que se haga la orden. Las solicitudes de extradición sólo son envidas al Ministro de Interior una vez que el juez puede proceder después de considerar varios aspectos del caso”.

“El 17 de junio, después de la consideración de los magistrados de la corte y la corte alta, se ordenó la extradición del Sr. Assange. El Sr. Assange tiene derecho a apelar en 14 días hábiles”.

“En este caso, los tribunales británicos no creen que sería opresivo, injusto o un proceso abusivo extraditar al Sr. Assange”, dijo el vocero anónimo. “Ni tampoco creen que la extradición pueda ser incompatible con sus derechos humanos, incluyendo su derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión”. Dijeron, posteriormente, que en Estados Unidos su salud sería tratada apropiadamente.

Pero esa no era una declaración fresca de parte de un departamento dispuesto a tomar responsabilidad pública por aprobar la solicitud. Fue un tipo de parafraseo vulgar del criterio legal utilizado para tapar o justificar la acción del Ministerio de Interior.

El vocero repitió fielmente las “garantías” que fueron puestas en las notas diplomáticas del Ministerio de Exterior británico por el Departamento de Estado estadounidense, que intervino después de que el Servicio Fiscal de la Corona y el gobierno estadounidense perdieran el caso a nivel de tribunal de distrito el 4 de enero del 2021.

La intervención del Departamento de Estado estadounidense jugó un rol crítico en salvar la solicitud de extradición. El Tribunal Supremo se basó en las garantías cuando revocó la decisión del tribunal de distrito en diciembre del 2021.

Al final, Patel y el gobierno británico pusieron el rol del Reino Unido como cliente del gobierno de Estados Unidos en este caso tan complicado. Este es un papel que el Reino Unido ha jugado consiste y diligentemente desde que apoyó la invasión de Irak en el 2003.

Los Estados Unidos y el Reino Unido acordaron a una alarmante solicitud de extradición sin precedentes que criminaliza a alguien por participar en actividades estándar de recopilación de noticias no sólo porque comparten el desprecio del gobierno estadounidense por Assange sino porque los oficiales británicos valoran la sociedad Estados Unidos-Reino Unido más que los derechos humanos.

Patel y el Ministerio de Interior apoyaron la expansión de la Oficina de Leyes Secretas (Official Secrets Laws) en el Reino Unido mientras la solicitud de extradición se movía en tribunales británicos. Como reportó Mohamed Elmaazi para The Dissenter, la expansión propuesta haría posible que el gobierno británico encarcelara a “filtradores, receptores de información y editores secundarios – incluyendo periodistas- de los actuales dos años hasta catorce años de prisión”.

El Ministerio de Interior sostuvo que no había mucha diferencia por hacer entre “espionaje y divulgación no autorizada”. El Departamento se refirió al periodismo como un acto capaz de “hacer daño más serio” que el espionaje tradicional.

La Operación Pelícano (Operation Pelican), nombre de la campaña de presión para sacar a Assange de la embajada de Ecuador en Londres, fue apoyada por el Ministerio de Interior. El investigador en jefe de Declassified UK, Matt Kennard reportó que Patel fue la consejera del grupo de derecha vinculado con la CIA llamado Henry Jackson Society, que atacó a Assange varias veces desde el 2010.

Sin ninguna objeción significative del interior del gobierno británico, si Assange es, eventualmente, puesto en un avión y traído a los Estados Unidos para enfrentar juicio, junto con el gobierno estadounidense, cargará con la responsabilidad de cualquier tragedia que ocurra mientras se encuentre en una cárcel o prisión estadounidense.


 

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