Sr. Netanyahu: ¡Abajo el muro!
Alan Goodman 23 de mayo de 2011
Surca y zigzaguea a través de 640 kilómetros millas de Cisjordania, o sea,
cuatro veces más largo que el Muro de Berlín. Cercena un territorio que es el
hogar de 2.500.000 palestinos.
Alcanza ocho metros de altura. Está construido de grueso hormigón gris con
torres de vigilancia al estilo de prisión, sensores electrónicos, aparatos de
captación de imágenes térmicas, cámaras de video y torres de francotiradores.
Separa unos vecinos de otros, a los agricultores de sus parcelas, a las personas
de las escuelas, los hospitales o el trabajo. Soldados ocupantes lo patrullan y
aviones sin tripulación lo monitorean y ellos refuerzan una zona “prohibida” de
25 metros en contra de la población civil. Proteja a los ilegales colonos
fanáticos y religiosos, los cuales tienen muchas armas.
Se trata del Muro, lo que los palestinos llaman (con razón) el Muro del
Apartheid de Israel, invocando la segregación brutal del racista régimen de
apartheid de Sudáfrica. Protege y hace respetar el dominio de un país
construidos sobre las tierras robadas a los palestinos y que desempeña un papel
único y terrible como sicario y agente de la opresión, en el Medio Oriente y más
allá.
En toda la cobertura de los medios informativos establecidos sobre la visita
del primer ministro israelí Netanyahu a Estados Unidos, han tapado, negado y
mentido acerca del Muro.
Vivir a la sombra del Muro
A las 5:00 de la mañana del 21 de agosto de 2003, 15 buldózeres y muchas
tropas israelíes atacaron la aldea palestina de Nazlat y demolieron más de 100
tiendas y cinco casas para dejar espacio construir El Muro. Destruyeron la mitad
de las tiendas del mercado de la aldea, el centro comercial de toda la región en
la Cisjordania ocupada por Israel. (Vea “Largest demolition in years: Israel
destroys entire commercial market in one day”, The Palestinian Environment NGO
Network (PENGON) Anti-Apartheid Wall Campaign/La Red Palestina de ONG
Ambientalistas (PENGON) — La campaña Detengan el Muro del Apartheid).
Es correcto llamarlo el Muro del Apartheid de Israel porque refuerza una vil
sociedad de dos escalones que definen todo aspecto de la vida en la Palestina
ocupada por Israel, de dónde uno puede conducir e ir a la escuela a si uno puede
recibir servicios médicos o no. Un relato habla de “informes regulares de la
muerte de personas gravemente enfermas en ambulancias detenidas en los retenes
mientras interrogan, registran, amenazan, humillan y agreden a los conductores y
paramédicos. Toman a los hombres heridos en las ambulancias a los retenes y los
mandaron directamente a la prisión. Había casos en que obligan a los conductores
de las ambulancias a servir de escudos humanos contra los lanzapiedras. [Nota de
la redacción: Durante décadas, los manifestantes palestinos han lanzado piedras
contra el aparato militar israelí, oponiéndose a los soldados fuertemente
armados que disparan balas reales.] En otras ocasiones, los soldados israelíes
han requisado ambulancias para transporte. Los disparos de las IDF [Israel llama
a su ejército “Fuerzas de Defensa Israelíes”] siguen dándole en las ambulancias”
(palestinemonitor.org).
El Muro es un icono, un símbolo y una concentración del encarcelamiento de un
pueblo entero, cuyas tierras han sido robadas y cuyas protestas se topan con la
respuesta de prisiones y fusiles. (Ver las páginas centrales de este número de
Revolución.) Y la manera en que El Muro aísla y divide a este pueblo,
refuerza la deshumanización y denigración de este pueblo y se combina con la
detención y la represión violenta es un fuerte recordatorio de los ghettos
amurallados en que los nazis encerraron a los judíos de Europa oriental.
La lógica que motiva El Muro
Israel fue construido encima de las aldeas, las granjas y los huesos del
pueblo palestino, que dentro de sus fronteras y en el exilio, jamás ha aceptado
el robo de su tierra natal. Por eso, Israel mantiene un agresivo reino de
brutalidad y terror en constante expansión. El Muro es un elemento clave de todo
eso.
Más del 80% del Muro serpentea por comunidades palestinas y las rodea. Como
tal, Israel aprovecha El Muro para expandir el territorio que ha tomado
y para hacer insostenible la vida para la población palestina y expulsarla.
De la mano con El Muro, Israel ha instado a los colonos dentro de Israel y de
otras partes a dividir y ocupar regiones de Cisjordania. Estas comunidades
fortificadas de colonos, junto con zonas de separación militarizadas, carreteras
exclusivamente para los colonos y El Muro, han creado una situación en que los
palestinos no pueden acceder a casi el 40% de Cisjordania, lo que está sofocando
la agricultura y el comercio palestinos (cifras: Monitor Palestino).
Una sombra sobre el Medio Oriente
La existencia del estado de Israel proyecta una terrible sombra sobre todo el
Medio Oriente. Israel siempre se ha adjudicado el “derecho” de invadir,
bombardear, bloquear, llevar a cabo asesinatos y en general sembrar terror en
los países y territorios más allá de sus fronteras formales. Israel ha estado en
un estado de guerra con sus “vecinos” casi desde su fundación: por ejemplo,
invadiendo al Líbano en 1978 para expulsar a las fuerzas de la resistencia
palestina; de nuevo en 1982, cuando Israel orquestó la masacre de civiles en los
campamentos de refugiados de Sabra y Chatila; otra vez, de 1982 a 2000; y de
nuevo en 2006.
Más allá de eso, como esbozan las páginas centrales del número actual de
Revolución, Israel sirve de perro de ataque para los intereses del
imperialismo estadounidense en todo el mundo, apuntalando al régimen de
apartheid de Sudáfrica, jugando un papel central en la matanza genocida de casi
200.000 campesinos guatemaltecos y su ominoso e imponente arsenal nuclear. Por
eso, Estados Unidos, desde el comienzo de los levantamientos en el Medio Oriente
y el norte de África, ha sermoneado severamente a los pueblos de la región que
no aceptará a ningún régimen nuevo que no apoye a Israel y que esa condición no
es negociable, lo que da un mensaje de que cualquier régimen nuevo debe observar
esas reglas, porque si no....
Hasta ahora, al menos, se ha perdido de vista la naturaleza y rol de Israel
en los levantamientos muy positivos que han sacudido al Medio Oriente y al norte
de África. Pero no existe ninguna forma de “evitar” la presencia de Israel por
lo que se refiere a liberar al pueblo de la región o del mundo. Por ejemplo, el
hecho de que el “nuevo” régimen egipcio ha continuado la vergonzosa traición de
los palestinos y que atacó, detuvo y arrestó a los manifestantes ante la
embajada israelí el 15 de mayo, demuestra qué tan poco ha cambiado overall en
Egipto en general desde la caída de Mubarak.
“¿Dónde están los millones?”
Un acontecimiento muy inspirador sucedió el 15 de mayo cuando decenas de
miles de manifestantes se congregaron en la frontera israelí y en algunos casos
la cruzaron heroicamente, desde Siria, el Líbano, Cisjordania y Gaza para
conmemorar con protestas valerosas la Nakba (la limpieza étnica sobre la cual se
fundó Israel en 1948). Las tropas israelíes abrieron fuego contra esos
manifestantes no armados y mataron por lo menos doce de ellos en las fronteras
libanesa, gazana y siria.
Al escribir sobre la confrontación en la frontera libanesa, donde las fuerzas
israelíes mataron al menos diez personas, un participante dijo:
“Yo crecí en el Líbano durante la guerra civil y la ocupación israelí del
sur. Durante ese tiempo se oía constantemente una canción revolucionaria de
Julia Butros ‘Wayn al-Malayeen?’ (¿Donde están los millones?). Pero de niño
nunca entendí lo que quería decir ella cuando cantaba “¿Dónde están los
millones? ¿Dónde está el pueblo árabe?.... El pasado domingo, de camino a la
frontera, el conductor del autobús puso esa canción. A la luz de las
revoluciones árabes que están tomando lugar ahora, millones de árabes se han
tomado las calles en demanda de su libertad, de sus derechos y de expresar su
opinión por primera vez (al menos desde que estoy con vida). El 15 de mayo esos
mismos millones se tomaron las calles, esta vez solamente para exigir la
liberación de Palestina: su libertad y sus derechos” (“Thousands at the border”,
de Moe Alí Nayel, The Electronic Intifada, 17 de mayo de 2011).
En las valientes movilizaciones en la frontera de Israel, se puede ver la
semilla de esos “millones”, la fuerza potencial de los pueblos del mundo.
Además, en esas protestas y levantamientos sin precedentes en todo el Medio
Oriente y el norte de África, se puede ver cómo es posible desafiar en efecto el
orden “incuestionable” de ayer, incluso cuando el resultado final de esas luchas
y levantamientos está por definirse.
Para que haya un cambio real en la región, tiene que haber un
liderato que esté basado en un análisis profundo de los orígenes de la opresión
y una solución real y que le ofrezca ese análisis y solución al pueblo. Una
parte importante de este desafío es darle a la gente un análisis integral del
rol histórico y actual que desempeña Israel como sumamente importante “puntal” y
agente armado de la dominación imperialista de Estados Unidos sobre el pueblo en
toda la región (y en el mundo). Israel no está separado de alguna manera de la
opresión de las masas populares en todo el Medio Oriente y el norte de África.
Todo lo contrario: la opresión de los palestinos es un aspecto central de todo
el sistema que mantiene a los pueblos de la región (y de otras partes)
empobrecidos, oprimidos y brutalmente reprimidos. Un criterio esencial para
evaluar los objetivos y los logros de los levantamientos en la región es el
grado en que se alineen con el pueblo palestino y verdaderamente le ayuden.
Sr. Netanyahu: ¡Abajo el muro!
Un comentario de Revolución sobre el Muro que Estados Unidos está
construyendo en la frontera mexicana observa: “¡La actual frontera entre Estados
Unidos y México no tiene nada de sagrado ni permanente y no tiene nada que
respetarle!”
Y señaló: “En la guerra fría de la década de 1980, el presidente Ronald
Reagan fue al Muro de Berlín, símbolo de la aguda contienda de la época (con la
amenaza de guerra nuclear) entre los bloques rivales de gángsteres imperialistas
encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética. Como representante del
gobierno estadounidense, Reagan lanzó un reto al jefe soviético: ‘Sr. Gorbachov:
derribe el muro’. Unos años después, los imperialistas estadounidenses salieron
triunfantes de esa contienda.
“Desde una perspectiva de clase diametralmente opuesta y con una misión
histórica completamente distinta, contra la mortífera ofensiva anti-inmigrante
de Bush y su clase, el proletariado revolucionario declara: ‘¡Abajo el
muro!’”.
El Muro del Apartheid erigido por Israel y la continua e intensificada
opresión del pueblo palestino que éste expresa y defiende tampoco tienen nada de
“sagrado” ni permanente. Todo eso está del lado equivocado de la
moralidad y del lado equivocado de la historia. Y desde la perspectiva de
alcanzar un mundo sin explotación y opresión, los pueblos del mundo deben
declarar: Sr. Netanyahu, ¡Abajo el muro!
Fuente: Revolución
#234, 29 de mayo de 2011
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