Un juicio de Guantánamo que tendrá lugar en Nueva York
Amy Goodman Democracy Now! 8 de abril de 2011
El mismo día en que el Presidente Obama lanzó oficialmente su campaña para la
reelección, el fiscal general de su gobierno, Eric Holder, anunció que el juicio
de los principales sospechosos de los ataques del 11/S no tendrá lugar en
tribunales federales, sino mediante polémicas comisiones militares en
Guantánamo. Holder culpó a los miembros del Congreso, quienes, según afirmó,
“han intervenido e impuesto limitaciones que impiden al gobierno llevar a
juicio, en Estados Unidos, a un prisionero de Guantánamo.” Sin embargo, un caso
de Guantánamo será juzgado en Nueva York. No, no se trata del juicio contra
Khalid Sheikh Mohammed, ni de ninguno de sus presuntos cómplices. Esta semana,
se expondrán ante la Corte Suprema del estado de Nueva York los argumentos
contra John Leso, un psicólogo acusado de participar en procedimientos de
tortura llevados a cabo en la prisión de Guantánamo, que Obama prometió
clausurar, pero no cumplió.
La causa fue presentada por la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York
y el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA, por sus siglas en inglés) en
representación de Steven Reisner, psicólogo de Nueva York y asesor de Médicos
por los Derechos Humanos. En torno a Reisner se agrupa una creciente cantidad de
psicólogos que se manifiestan contra la participación de psicólogos en los
programas de interrogatorios del gobierno de Estados Unidos, los cuales, en su
opinión, equivalen a la tortura. A diferencia de la Asociación Médica
Estadounidense y de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense, la Asociación
Estadounidense de Psicología, la mayor asociación de psicólogos del mundo, se ha
negado a implementar una resolución aprobada por sus miembros que prohíbe a los
mismos participar de interrogatorios en lugares donde se viola el derecho
internacional o la Convención de Ginebra. El Dr. Reisner es hijo de
sobrevivientes del holocausto y se postula a presidente de la Asociación
Estadounidense de Psicología, en parte para obligar al cumplimiento de esta
resolución.
El Dr. John Francis Leso es comandante del Ejército de Estados Unidos y ex
jefe del servicio de psicología clínica del Centro Médico Walter Reed de
Washington D.C. Según el comité de Justicia y Responsabilidad, CJA, el Dr. Leso
“dirigió el primer Equipo de Asesoramiento en Ciencias del Comportamiento (BSCT,
por sus siglas en inglés) en Guantánamo, entre junio de 2002 y enero de 2003.”
Allí fue “coautor de un memorando de políticas de interrogatorio que
incorporaban técnicas ilegales adaptadas a partir de métodos utilizados por los
gobiernos de China y Corea del Norte contra los prisioneros de guerra de Estados
Unidos.”
Reisner entabló una demanda ante el organismo del Estado de Nueva York
encargado de otorgar la habilitación a los psicólogos, la Oficina de Disciplina
Profesional de Nueva York (OPD, por sus siglas en inglés), por la que solicita
se lleve a cabo una investigación y se tomen las medidas disciplinarias que
correspondan. Reisner explicó por qué optó por este camino: “Los profesionales
de la salud están sujetos a valores morales más altos aún que los interrogadores
o los hombres y mujeres del ejército. Están sujetos a un código de ética y este
código de ética surge del hecho de que las personas somos más vulnerables ante
los profesionales de la salud porque ellos están al tanto de información
privada, de debilidades, de problemas psicológicos y físicos, y están al tanto
de esa información porque juran no abusar de ella para causar daño. Por lo
tanto, cuando profesionales de la salud utilizan esa información y su
conocimiento para causar daño, hay que someterlos a sus obligaciones éticas y
asegurarse de que esas personas rindan cuentas de sus acciones y se les revoque
su licencia de ser necesario.”
La Oficina de Disciplina Profesional de Nueva York se negó a investigar y por
ese motivo, Reisner procura obtener una orden judicial que obligue a ese
organismo a llevar a cabo una investigación.
El Comandante Leso recomendó tres categorías de intensidad para los
interrogatorios en Guantánamo en función de la capacidad de resistencia del
prisionero. La “Categoría III” incluye “20 horas de interrogatorio a diario,
estricto aislamiento sin derecho a visitas de profesionales de la salud
tratantes o del Comité Internacional de la Cruz Roja, restricciones alimenticias
durante 24 horas una vez a la semana, escenarios diseñados para convencer al
prisionero de que podría pasar por una experiencia dolorosa o fatal,
consecuencias físicas no consideradas lesiones, quita de vestimenta y exposición
a clima frío o agua fría hasta el momento en que el prisionero comience a
temblar.”
Se cree que Leso habría participado en el interrogatorio de Mohammed
al-Qahtani, un hombre joven detenido en Afganistán al que llaman el “20º
secuestrador.” El interrogatorio de Al-Qahtani fue tan severo que luego fueron
retirados los cargos en su contra. Al-Qahtani es representado por el Centro por
los Derechos Constitucionales, el cual, en respuesta al anuncio del Fiscal
General Holder, afirmó: “El gobierno de Obama ha admitido su fracaso político
hoy al anunciar que juzgará a los acusados de los ataques del 11/S mediante el
profundamente viciado sistema de comisiones militares en lugar de hacerlo en
tribunales civiles según el Artículo III como se había previsto inicialmente. Al
mismo tiempo que Estados Unidos exhorta a la aplicación del Estado de derecho en
Medio Oriente, lo subvierte en su propia casa.”
Es larga la lista de nombres de funcionarios estadounidenses implicados en la
tortura, sin embargo, ni uno solo de ellos ha enfrentado cargos: George W. Bush,
Donald Rumsfeld, John Yoo, Alberto Gonzales y los psicólogos Coronel Larry James
y John Leso, entre otros. Al tiempo que en todo el mundo se celebra la
“primavera árabe”, en Estados Unidos deberíamos dar vuelta otra página y
celebrar también una “primavera estadounidense”, una que rechace la tortura y no
tenga miedo de hacer uso de su sistema judicial para juzgar terroristas o
torturadores.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2011 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Fernanda Gerpe y Democracy Now! en español,
spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional
que se emite diariamente en más de 600 emisoras de radio y televisión en inglés
y en más de 300 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra el
sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos",
editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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