Extranjeros sienten el rigor de la ley antiinmigrante de Arizona
Por Valeria Fernández IPS 27 de mayo de 2010
PHOENIX, Estados Unidos - La ley contra los inmigrantes aprobada en el
sudoccidental estado estadounidense de Arizona aún no está vigente, pero para
indocumentados como el mexicano Ismael Palafox y su familia ya es una
realidad.
La polémica ley SB 1070, que comenzará a regir a fines de julio, acaparó los
titulares internacionales porque, por primera vez en la historia de este país,
penaliza a los inmigrantes indocumentados habilitando detenciones sin orden
judicial.
La policía de la localidad de Apache Junction interrogó a Palafox, de 41
años, porque habría arrojado basura en un lugar indebido. Luego lo entregó a las
autoridades migratorias y ahora está retenido en el Centro de Detención
Florence, y posiblemente sea deportado a México.
"No puedo creer que esto nos suceda", dijo Socorro, su esposa, de 40 años, a
IPS. "¿Por qué están aplicando la ley si aún no está vigente? Es un abuso de
poder".
La pesadilla comenzó el sábado 22. Palafox realizaba un trabajo de jardinería
en la residencia de Stephen Welker, un conocido suyo que vive en una zona remota
de las montañas de Arizona. Su esposa e hijo de 13 años lo ayudaban en las
tareas, ya que Palafox sufrió un accidente laboral en octubre que le impide
mover el brazo derecho.
Welker, de 57 años, pidió a Palafox que lo acompañara a una zona baldía
cercana para arrojar los residuos. A su vuelta, la policía los esperaba para
interrogarlos sobre la basura.
"Yo reconocí que la había arrojado. Lo he hecho decenas de veces, siempre con
artículos orgánicos", explicó Welker.
"Dijeron que sólo me darían una advertencia, pero que tendrían que hablar con
mis ayudantes. Yo les dije que ellos no tenían nada que ver con esto. ‘Si
quieren multar a alguien, pueden multarme a mí’", declaró Welker a la
policía.
El agente respondió que se sospechaba que Palafox se encontraba en el país de
manera ilegal.
Ina, esposa de Welker, dijo que el hijo de Palafox ofició de intérprete entre
su padre y la policía. El agente preguntó si Palafox tenía una licencia de
conducir de Arizona, a lo cual éste respondió que no, y si se encontraba en el
país de manera ilegal. El muchacho lloraba mientras traducía el diálogo.
"Lo presionaban mucho para que dijera algo", afirmó Socorro. "No tienen
corazón. Veían que mi hijo lloraba y no les importó".
Palafox fue llevado a la estación de policía en una patrulla, y su esposa e
hijo en otra.
Las autoridades de la Oficina de Inmigración y Aduanas dejaron en libertad a
su esposa e hijo por razones humanitarias, dijo Socorro. "A diferencia de la
policía, mostraron compasión", comentó.
Pero Ismael fue trasladado al Centro de Detención de Florence.
La policía no multó a Welker por la basura ni presentó cargos contra Palafox.
Los agentes tampoco redactaron un informe policial sobre el incidente, lo cual
dificulta saber qué pasó exactamente, sostuvo el capitán Thomas Kelly.
La ley SB1070 facultaría a la policía interrogar a una persona por su
situación migratoria en relación con una infracción menor, como lo es arrojar
basura a la calle.
Actualmente, la policía de Apache Junction sólo pregunta sobre la situación
migratoria de una persona si esta es interrogada por un crimen, señaló Nelly. El
capitán agregó que se investigará si el agente que indagó a Palafox había
violado la política actual de la institución.
Kelly asegura que Ismael informó que era indocumentado y accedió a la
interrogación de las autoridades migratorias de manera voluntaria. Pero su
esposa y quienes lo contrataron para la tarea de jardinería discrepan con esa
versión.
"¿De manera voluntara?", pregunta Socorro. "Yo estaba ahí. Nos dijeron que
teníamos que ir con ellos y que la autoridad migratoria iba a decidir".
Welker y su esposa creen que el arresto fue injusto, producto de un clima
contra los inmigrantes causado por la ley SB 1070.
"Ni siquiera vieron si arrojaba residuos o no", dijo Ina Welker. "Siento
vergüenza por cómo se desarrolló esto, que esto tenga que pasarle a la gente",
agregó.
Welker, contraria a la ley, es judía y vincula esta situación a la
persecución que padeció su familia en la Alemania nacionalsocialista.
La cooperación entre la policía de Arizona y las autoridades migratorias para
detener a los inmigrantes indocumentados ya lleva años. Pero la mayoría de los
organismos policiales procuran cuestionar sobre su situación migratoria sólo a
aquellos vinculados con actividades criminales.
El Departamento de Policía de Phoenix, el mayor del estado, impide que las
víctimas y testigos de un crimen sean interrogadas sobre su situación
migratoria. No se espera que los agentes cuestionen a un inmigrante al respecto
por una infracción o delito menor. Y antes de llamar a las autoridades
migratorias deben solicitar la autorización de un supervisor.
La diputada demócrata Kyrsten Sinema, contraria a la ley SB 1070, recibió
varias denuncias sobre casos similares al de Palafox. Algunas se referían a
ciudadanos estadounidenses interrogados acerca de su situación migratoria por la
policía, o acosados por otras personas que creían que se encontraban ilegalmente
en el país.
"Sabemos que esto es consecuencia directa de la SB 1070. La gente se siente
envalentonada para actuar así", opinó.
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