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Ex detenidos de Guantánamo fueron deportados a Kazajstán, Emiratos Árabes Unidos

Después de habersido liberados de Guantánamo por el gobierno estadounidense, varios ex detenidos fueron deportados a ‘terceros países’ para continua detención arbitraria en lugar de ser enviados a casa.

Por Mansa Musa
The Real News Network
31 de julio del 2023

Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 2 de septiembre de 2023


Un grupo de detenidos se arrodillan durante los rezos islámicos matutinos en su campo en la prisión militar estadounidense para “enemigos combatientes” el 28 de octubre del 2009 en la bahía de Guantánamo, Cuba (Foto de John Moore/Getty Images)

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Las revelaciones de tortura extendida de detenidos en la base naval ilegal de Estados unidos en Guantánamo Cuba, agitaron la conciencia estadounidense durante la administración de Bush. Dos décadas después, detenidos continúan en Guantánamo, pero el público ya lo superó. Sin embargo, para varios ex detenidos de Guantánamo, la liberación de su prisión previa sólo abrió un nuevo capítulo de horrores. Un reciente reporte de Elise Swain de The Intercept revela que, en lugar de ser enviados a casa, varios ex detenidos de Guantánamo fueron deportados a un tercer país como Kazajstán, los Emiratos Árabes Unidos y otros. A pesar de ser liberados de Guantánamo, estos ex detenidos continúan experimentando detención arbitraria bajo esos gobiernos mientras que tienen prohibido reunirse con sus familias. Elise Swain se une a Rattling the Bars para explicar estas nuevas revelaciones.

Elise Swain es editora de fotografía para The Intercept.

Pre-Producción: Maximillian Alvarez
Producción de estudio: David Hebden, Cameron Granadino
Post-Producción: Cameron Granadino


TRANSCIPCIÓN

Mansa Musa: Bienvenidos a esta edición de Rattling the Bars. Soy su anfitriona Mansa Musa. La prisión militar estadounidense en la bahía de Guantánamo continúa siendo una mancha sobre nuestra humanidad y lo que llamamos civilización. Un sitio negro de operaciones, sancionado por el Estado, en donde los derechos humanos funcionalmente no existen, en donde la tortura es rutina, Amnistía Internacional nombró a Guantánamo el Gulag de nuestros tiempos.

Ahora imagina si hubieras sobrevivido de alguna manera los horrores de Guantánamo como un prisionero político, sólo para que te aventaran en la orilla de un camino en un país que no conoces, sin papeles de identificación, sin pasaporte, dinero o manera de contactar o ver a tu familia, sin existir legalmente. En un reporte reciente para The Intercept, en donde la periodista editora de fotografía Elise Swain escribió, “La vida detrás de la bahía de Guantánamo para algunos hombres es sólo otro Guantánamo. Aquellos que no pueden ser repatriados son enviados a un tercer país, como Kazajstán, en donde ex detenidos han encontrado más detención arbitraria”. Para hablar de esto, hoy nos acompaña Elise Swain. Bienvenida a Rattling the Bars, Elise.

Elise Swain: Gracias por invitarme.

Mansa Musa: Vamos a empezar asegurándonos que quienes nos escuchan sepan lo que le está sucediendo a estos prisioneros en Guantánamo cuando son liberados en países extranjeros.

Elise Swain: Correcto. Estamos en una situación en Guantánamo por los últimos 20 años, en donde 779 hombres llegaron y fueron, o liberados o los pocos que quedan, 30, siguen ahí. Así que, lo que pasó con muchos de estos hombres, cientos fueron yemeníes, hombres de Yemen y la situación ahí se ha deteriorado. El gobierno no existía. El país estaba en guerra civil.

Cuando el gobierno estadounidense no puede procesarlos y no tiene evidencia alguna para acusarlos y continúa deteniendo a estos prisioneros de la ley, los detenidos inconstitucionalmente, tuvieron que liberarlos. Y entonces lo que terminó sucediendo fue que no todos pudieron regresar a países como Yemen porque se creía inestable y Estados Unidos estaba preocupado por su seguridad y porque estos hombres fueran a reconectarse con terrorismo y extremismo.

Lo que terminaron hacienda fue crear unos acuerdos de reubicación con terceros países y eso es lo que quiero reportar, lo que he hecho últimamente para The Intercept. Estamos hablando, específicamente, acerca de países en los que esto ha salido muy mal. Existen varias historias exitosas de reubicación, en donde los hombres han podido vivir, esencialmente, vidas normales: trabajar, viajar, casarse, obtener sus documentos. Pero lo que me interesa hoy son los asuntos que estamos viendo desarrollarse en países como Kazajstán, los Emiratos Árabes Unidos, en donde estos hombres no tienen derechos humanos fundamentales básicos.

Mansa Musa: Correcto.

Elise Swain: Así que hablemos de eso.

Mansa Musa: Estuviste mucho tiempo reportando la historia de Sabri al-Qurashi. Cuéntanos acerca de Sabri y lo que ha sido hablar directamente con él.

Elise Swain: Sabri se ha convertido en un amigo. Es una persona increíble. Soy afortunada de poderle llamar amigo. Es una de las personas más nobles, atentas, consideradas y chistosas con las que he hablado. Su lenguaje nativo es árabe. Fue aventado en Kazajstán hace nueve años cuando hablaban kazajo y ruso, así que aprendió inglés y ahora ruso y está atrapado entre estos tres lenguajes distintos. Pero, mientras pasábamos meses hablando, su inglés mejoró e hicimos algunos reportajes de árabe a inglés y pude entender y contar su historia por primera vez. Porque muchos de estos hombres, como dije, habían 770 de ellos, jamás han tenido sus historias contadas.

Sabri estuvo doce años en Guantánamo. No fue uno de los prisioneros de sitio negro. Fue considerado de bajo valor de inteligencia porque fue recogido en Pakistán en donde trabajaba con mercancía. Estaba ahí en una fábrica de perfumes, comprando por mayoreo, tratando de hacer dinero, de ser un hombre rico y enorgullecer a mi familia. Era joven y estuvo ahí el 11/9 y había panfletos que ofrecían recompensas de hasta $5,000 y caudillos en Pakistán y Afganistán estaban vendiéndole gente al gobierno estadounidense. Esto sucedió con casi el 86% de los hombres que estaban en Guantánamo.

Y, entonces, sin poder regresar a Yemen después de Guantánamo, Sabri estaba muy entusiasmado de haber recibido una oferta de una vida en Kazajstán. Es un país musulmán. Le dijeron que viviría bajo algunas restricciones por los primeros dos años, pero esencialmente iba a ser un hombre libre; tendría todos los derechos de los ciudadanos kazajos. Le dijeron que lo iban a tratar como un miembro de la sociedad. Y por los últimos ocho años no ha tenido ni siquiera las necesidades más básicas cumplidas. Me ha dicho, verdaderamente mi vida ahora es tan mala como cuando estaba en Guantánamo y, en muchos aspectos, es incluso peor. Por lo menos ahí, yo sabía que estaba en prisión que saldría algún día. Ahora prácticamente vive en una prisión al aire libre en donde le dicen que es libre, pero vive en lo que yo considero lo opuesto a la libertad.

Sus movimientos son monitoreados. Desmotivan a las personas para que le hablen y sean sus amigos. A ellos los monitorean. Está mantenido en aislamiento debido a esto, por el estigma de ser etiquetado como terrorista en Kazajstán. No tiene identificación, no tiene asilo. Vive en este país sin tener un país. No puede recibir dinero ni correo. No puede manejar, no puede viajar y el Comité Internacional de la Cruz Roja es el que paga para que tenga un departamento y viva ahí. No recibe ningún tipo de apoyo del gobierno kazajo.

Mansa Musa: Qué dice la situación actual de Sabri acerca de lo que otros ex detenidos de Guantánamo están viviendo y por qué están yéndose a países como Kazajstán?

Elise Swain: Estos tratados de reubicación vienen de una oficina del Departamento de Estado. Tenemos una rama diplomática del gobierno tomando control e intentando limpiar el caos posterior al 11/9 con Guantánamo y el lío de la CIA y de toda la tortura ocurrida ahí. Así que, básicamente ahora, con una oficina dentro del Departamento de Estado creada por Obama para transferir a los hombres fuera de Guantánamo durante el gobierno que quería cerrar Guantánamo. Esa era una prioridad. Por supuesto, luego vino Trump y disolvió esta oficina del Departamento de Estado, detuvo las transferencias fuera de Guantánamo e hizo que los hombres aprobados para liberación se quedaran ahí esperando cuatro años más para poderse ir.

Personas como Sabri y Mohammed, los dos que quedan en Kazajstán, terminan en lugares como ese porque son peones en un juego geopolítico. Lo que está haciendo el Departamento de Estado es usar la diplomacia para forzar a estos hombres en países que son anfitriones renuentes. Así que nadie quiere ser responsable por hombres que Estados Unidos ha dicho que son lo peor de lo peor: terroristas, extremistas, gente que asesinó a civiles inocentes y cometieron crímenes de guerra. Por supuesto, tenemos un muy pequeño porcentaje de hombres en Guantánamo contra quienes pudieron presentar evidencia de estar involucrados en un crimen de guerra contra Estados Unidos. La mayoría de estos hombres no podían ser acusados, pero cumplieron tiempo por eso de cualquier manera.

Así que nadie se quiere hacer responsable por ellos, pero algunos países están aceptándolos en estos acuerdos con el Departamento de Estado porque refuerza su relación con Estados Unidos; hay un quid pro quo aquí, tal vez te da beneficios de su parte más adelante en el camino o están siendo pagados por recibirlos. He escuchado que, no en todos los casos, pero en algunos, literalmente les estamos pagando a los países que nos quiten a estos hombres de las manos. Así que muestra gran negligencia de los EE. UU tener una política atenta en lugar para qué hacer con estos hombres una vez que puedan ser liberados. Lo que ha sucedido aquí con esta situación de reubicación, o incluso con los hombres que regresan a sus países de origen, es que hay exoneración para ellos. No se van de Guantánamo con una palmada y un apretón de manos diciendo sentimos mucho lo que te hicimos. Aquí tienes reparaciones. Compensación. Aquí tienes rehabilitación por lo que atravesaste durante la detención arbitraria que es equivale a tortura.

Para algunos de los hombres, estuvieron en el programa de interrogación de sitios negros. Otros, tortura militar. Teníamos a dos partes del gobierno torturando. Interrogatorios que fueron más allá de lo razonable, con las llamadas posiciones de estrés, interrogación mejorada. No, es tortura. Lo que hizo la CIA y lo que hizo el gobierno estadounidense en Guantánamo fue más que tortura. Y no ha habido una rendición de cuentas significativa por lo que se les hizo a esos hombres y no ha habido acusaciones para quienes cometieron eso.

Así que, por ahora, estos hombres que serán liberados de Guantánamo serán atados a más décadas de tonterías burocráticas, en donde están sin derechos y el Departamento de Estado dice acerca de la situación de Kazajstán, mira, no es una prioridad ahorita. Y eso es lo que tenemos en este momento. Es un lodazal diplomático en el que estos hombres han estado atados por décadas de líos legales creados por Estados Unidos al entregarlos a otro país sin seguimiento importante, sin seguimiento con el acuerdo diplomático al que se llegó. ¿Qué sucede después de dos años? A Estados Unidos no le podría importar menos.

Así que, a menos que estos hombres aboquen por sí mismos, a menos que hablen con los medios, a menos que escriban un libro o estén en redes sociales y se conviertan en activistas, estos hombres siguen siendo víctimas sin nombre de la guerra contra el terror, y viven al margen de la sociedad, pobres, deliberadamente, porque no se les permite trabajar y no han sido exonerados y están rotos.

Mansa Musa: Citaste en tu artículo acerca de la investigación de la ONU de Guantánamo y básicamente dijiste que no se había revelado nada que nos supiéramos y que, en realidad, era demasiado tarde para ayudar a personas como Sabri. Y, de manera más importante, desentrañar, en tu investigación, ¿concluyeron que las repatriaciones deben ser otorgadas apersonas como Sabri?

Elise Swain: Este reporte de la relatora especial en derechos humanos para las Naciones Unidas fue importante en muchas maneras. Esta fue la primera vez que una investigadora independiente de la ONU pudo tener acceso y cooperación completa de parte de EE.UU. para ir a la prisión. Ella pudo entrevistar a los hombres que siguen detenidos ahí. Habló con los que han sido liberados. Sé que habló con Sabri y con Mansoor Adayfi y otros que han sido liberados, para esta investigación.

Así que, es un entendimiento crítico y mucho de esto nos lo estamos perdiendo porque los medios no han podido hacer su trabajo. No nos permiten hablar con estos hombres. Están incomunicados y siempre lo estarán porque fueron víctimas de tortura de la CIA. Y, por lo tanto, mientras más controlen la narrativa, más podrán voltear al público estadounidense, asegurándose de que hagamos de la vista gorda a los horribles abusos internacionales de derechos humanos que se cometieron en nuestro nombre, mejor. Lo que significó este reporte para mí fue la reafirmación de que el centro de esta problemática es la arbitrariedad. Hay detención indefinida inexplicable que no termina y, por la falta de interés público, porque los medios voltearon el foco de atención en la situación, hemos permitido una situación en la que, como escribe la relatora especial de la ONU, la vida después de Guantánamo para algunos hombres es otro Guantánamo.

Y son todas estas razones que mencioné que hacen este caso. Si hubiera interés público, si la narrativa cambiara, dios mío, mira lo que hemos hecho, estos hombres no estaban involucrados en el 11/9 o en el bombardeo del USS Cole. No, estos hombres no estuvieron involucrados en planes violentos en contra de los Estados Unidos. Estaban viviendo sus vidas. Algunos de ellos, sí, por supuesto, entrenaron con al-Qaeda o los talibanes. Ese no fue el crimen. El crimen fueron los crímenes contra los Estados Unidos. Pero Estados Unidos nunca admite fallas, nunca dijeron que estos hombres eran inocentes en el modo en el que nuestro propio sistema criminal de justicia definiría inocencia.

Así que lo que ahora sucede es que tenemos una prensa negligencia que no está cubriendo esto en el mismo modo y tenemos este reporte publicado 20 años demasiado tarde.

Mansa Musa: Cierto, cierto. Sí, exacto.

Elise Swain: ¿Qué hacemos acerca de eso ahora? Todo esto ya está en progreso. Todos los asuntos burocráticos y la tortura de la CIA ya pasaron. No hay cambio al menos que cambiemos completamente la narrativa pública acerca de cómo estos asuntos son vistos y cuál es nuestro entendimiento de justicia. ¿Cuál es la definición de inocencia para Estados Unidos? Si continuamos a llamarles terroristas una y otra y otra vez, esto es lo que significa vivir después de Guantánamo. Es otro Guantánamo.

Así que lo que señala de manera específica en este reporte que fue de mi interés fue destacar Kazajstán y los Emiratos Árabes Unidos, en donde ella señala que los abusos sobre los detenidos son atroces. Ahora, esa es una palabra poderosa para que alguien de la ONU utilice. No creo que pueda ser más serio que tener una preocupación de atrocidad.

Así que escribió que “En Kazajstán, ex detenidos permanecen de manera efectiva bajo arresto domiciliario y son incapaces de vivir una vida normal y digna dadas las medidas de seguridad secundarias puestas post transferencia”. Ahora, nuevamente, ¿qué hacemos acerca de esta situación? El Departamento de Estado dice que, pues bueno, le toca a Kazajstán decidir cuáles son las medidas de seguridad. Kazajstán es responsable por ellos y la relatora especial no está de acuerdo, principalmente, con eso.

Ella dice que “existe una obligación moral y legal para que Estados Unidos utilice todos sus recursos diplomáticos y legales con el fin de facilitar la re transferencia de estos hombres con garantías significativas y apoyo de otros países”. Lo que esto significa es que ella está diciendo que estos hombres tienen que salir de Kazajstán, de los Emiratos Árabes Unidos porque están siendo fundamentalmente torturados y mantenidos en detención arbitraria nuevamente, y es moralmente imprescindible que Estados Unidos se haga cargo y se involucre.

Y en mi reportaje, me di cuenta que, fundamentalmente, el gobierno estadounidense está en desacuerdo con esto. Desde un punto de vista legal, dicen no, no, teníamos un trato. El trato se terminó. Kazajstán tiene control legal de estos hombres y no queremos tener nada que ver con eso. Diplomáticamente, esta sería la parte de obligación moral.

Mansa Musa: Te entiendo.

Elise Swain: Moralmente, también dicen, no, no nos toca decidir la moralidad de lo que les ha sucedido a estos hombres. Me dijeron en una cita del Departamento de Estado, una vez que las garantías de seguridad caducaron y, a la espera de cualquier renegociación específica de garantías, recae principalmente en la discreción del país anfitrión determinar qué membresía de seguridad continúan a implementar. Dicen que sus manos se encuentran atadas, no tenemos interés. Esto es, oh, claro, en un nivel personal, puedo decir que es terrible que esto haya pasado, pero verdaderamente no se algo que tengamos que lidiar con aquí en el Departamento de Estado.

Y ella dice, no, absolutamente existe una obligación legal y moral. Y, así, es crítico. No he visto, en realidad, un llamado tan poderoso a que Estados Unidos tome acción. Esto ha azotado al gobierno estadounidense. La ONU de verdad, en serio, nos señaló por lo que se les ha hecho a estos hombres en Guantánamo de manera actualmente y, sobre todo, en los países en los que han sido detenidos arbitrariamente.

También descubrió que este reporte fue importante para darse cuenta de un estudio mucho más grande que se había realizado por primera vez, que ella revisó tantos casos de a dónde habían sido enviados estos detenidos. Lo que estoy diciendo es que es la primera vez que alguien ha visto lo grande de la situación y entrevistado a tantos ex detenidos que han sido puestos en el mundo porque en realidad no ha habido, nadie ha mantenido un registro de eso.

Y así se dio cuenta de que, a estos hombres liberados de Guantánamo con acuerdos de reubicación, de hecho, no les han dado un estatus legal apropiado por sus países anfitriones en 30% de los casos documentados. Y esos son únicamente los casos documentados. No pudo entrevistar a todos los 700 hombres que estuvieron ahí. Y, perdón, no todos los 700, por supuesto, están en países de reubicación. Sin embargo, cientos lo están y el 30% es muy alto, el 30% es inaceptable.

Mansa Musa: Y el problema con todo este reporte, en términos de cómo es el problema para EE.UU.: OK, ustedes crearon el problema. Ustedes detuvieron gente fingiendo que ellos representaban una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos. Los capturas, los llevas a Guantánamo. Luego, después de detenerlos por 20 años o más, o menos, entonces dices, oh, no, ya no eres una amenaza. Ya no eres el problema. Ya no eres una amenaza para los Estados Unidos, sin embargo, no tienes la humanidad o no sientes la obligación de decir, oh, por lo que te hicimos ahora te vamos a enviar de vuelta a tu país y a compensarte. No. Como le vamos a hacer, es vamos a pasar la cubeta. Vamos a llegar a un acuerdo con los Emiratos Árabes Unidos y Kazajstán y decir que nos los quites de las manos, que son tu responsabilidad. Te vamos a pagar, pero en términos de que nosotros tengamos algo que ver con ellos, ya no estamos obligados y no vamos a hacer algo con ellos.

Pero, mientras llegamos al cierre, quiero hacer una observación: lo que pasó con el 11/9, yo estaba cumpliendo tiempo en el sistema de prisión de Maryland. Hice 48 años antes de ser libre, pero durante ese tiempo estuve en una prisión de máxima seguridad cuando fue el 11/9. Y estaba caminando y viendo mi celular. Vi cómo se cayeron las torres gemelas. Fui al celular de otra persona y le dije, ¿sabes qué? Se acaban de caer las torres gemelas. Dije, Estados Unidos va a encontrar alguien a quién culpar y cuando encuentren a quién culpar, se van a asegurar de hacer todo lo humanamente posible para erradicarlos como personas, erradicaros como seres humanos. Y eso es lo que le hicieron a Sabri.

Siguiendo adelante, ¿qué quisieras que quienes nos escuchan supieran y qué debería ser el aporte de todo este asunto? ¿Cómo crees que los americanos deberían de responder a lo que está sucediendo con hombres como Sabri y otros que están esperando u otros que ya están en estas situaciones?

Elise Swain: Lo que necesita cambiar en el pensamiento acerca de Guantánamo es lo que hablábamos antes y algo que mencionaste aquí. ¿Por qué a estos hombres no les dan la repatriación? ¿Por qué no los rehabilitan o les dan compensación? Porque no queremos reconocer que son víctimas de tortura y que nos equivocamos.

Existe un sesgo de confirmación con estos hombres que es persistente y que está entendida de manera uniforme como la verdad. Y lo que quiero decir por parcialidad de confirmación es que no podemos comenzar a admitir que agarramos a las personas equivocadas, que estos hombres no fueron responsables por el 11/9. Así que Khalid Sheikh Mohammed y los acusados del 11/9 siguen en Guantánamo. El juicio ni siquiera ha sucedido. Hemos estado atorados en audiencias previas. La gente en EE. UU no sabe esto. No saben que existe un sistema roto de comisiones en las cuales el ejército es el juez en estos casos.

Guantánamo ha sido una historia en las noticias por 23 años ya y es una historia que la gente cree que se sabe y están cansados de. La abrumadora narrativa es, si, ahí es a donde enviamos a los terroristas después del 11/9. Los agarramos. Ahí es a donde fueron los hombres malos. Y, en realidad, la increíblemente jodida parte que Guantánamo no es entendida realmente. Mark Fallon, quien era una de las cabezas de los Servicios de Investigación Criminal Naval, marca un gran punto acerca de esto en su libro Unjustifiable Means (“Medios injustificables”). Mucha gente de liderazgo en el ejército ha podido decir, cometimos muchos errores. Estos hombres no deberían estar aquí. Son don nadies. No era Osama bin Laden en Guantánamo. Pero eso es muy extraño. Es muy extraño que la gente del gobierno admita, nos equivocamos terriblemente con esto.

Para que Obama haya hecho lo que hizo, no sancionar la tortura. Dijo, vamos hacia adelante, no hacia atrás. Perdimos un momento fundamental en entender lo que se hizo post 11/9. Barrieron la tortura abajo del tapete. Permitieron que esta pesadilla legal de sobre clasificación y falta de justicia tanto para las víctimas, miembros de la familia, las víctimas del 11/9 y de otros incidentes y el público estadounidense.

No ha habido justicia para nosotros, para las víctimas del 11/9. No ha habido justicia para el, tal vez, millón de iraquíes inocentes que fueron masacrados en las secuelas del 11/9, sin haber tenido nada que ver con eso. No ha habido justicia por el bombardeo de Afganistán, Libia, Somalia, los ataques de drones en esos países, así como en Pakistán, y así y así y así. Desencadenamos la caja de Pandora -

Mansa Musa: Del terrorismo.

Elise Swain: - Del terrorismo en otros países que no merecían ataques islamófóbos y embrutecimiento y asesinatos absolutos de su gente.

Mansa Musa: Elise, mientras hacemos un cierre, le puedes decir a la audiencia cómo pueden ponerse en contacto contigo cómo pueden leer algo que hayas escrito o estar al corriente de estos reportajes. Porque, como dijiste, el público está desensibilizado por Guantánamo porque esa es la narrativa que los fascistas están empujando ahora: ahí viven terroristas. Si tienes alguna actitud hacia eso, entonces apoyas el terrorismo, así que deberías estar feliz de que los terroristas están aislados y que se están haciendo cargo de ellos, para detener otro 11/9. ¿Cómo puede nuestra gente, nuestros espectadores y escuchas estar al corriente de lo que está sucediendo?

Elise Swain: Acabo de regresar, de hecho, de Guantánamo. Estuve ahí para reportar y tendré algunas historias pronto en TheIntercept.com. Ahí tengo una página de staff. Si pones Elise Swain en Google, The Intercept, puedes ver todo el reportaje y lo que he escrito ahí en mi página de staff. Estoy en Twitter, en Instagram y diría que revisen en The Intercept, porque tengo grandes historias aproximándose.

Mansa Musa: OK, ahí la tienen. Elise Swain, golpeando las rejas.


 

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