Estados Unidos impone sanciones agobiantes a Irán: Una escalada grande,
peligrosa y completamente ilegítima
7 de noviembre de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción del 5 de noviembre. La reimposición de sanciones contra
Irán es una escalada muy amenazadora, peligrosa y completamente ilegítima de la
agresión del imperialismo estadounidense contra Irán. Esto está ocurriendo en
medio de la agudización de contradicciones y acontecimientos de mayor amplitud
en el Medio Oriente, incluyendo el creciente peligro de un ataque —o guerra—
contra Irán por Estados Unidos, Israel y/o Arabia Saudita. Lea más antecedentes
y el análisis en “Algunos
puntos básicos de orientación sobre el asesinato de Jamal Khashoggi y los
crecientes peligros a nivel internacional”, 29 de octubre, 2018.
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A las 12:01 del lunes 5 de noviembre, el gobierno de Estados Unidos reimpuso
severas sanciones económicas a Irán. El objetivo de las sanciones es bloquear a
que compañías por todo el mundo hagan negocios con Irán y castigar severamente a
quienes lo hacen.
Tienen en su mira a más de 700 empresas, individuos y otras organizaciones
involucradas en las industrias de petróleo, la banca, embarques, comercio
marítimo y de seguros con Irán. Lo que intentan es imponer un bloqueo a Irán e
impedir totalmente que venda petróleo, a quienquiera en cualquier parte del
mundo.
Estados Unidos quiere imponer este bloqueo al amenazar con castigos severos a
cualquier compañía o país que siga haciendo comercio o inversiones en Irán. Y si
lo hacen, Estados Unidos amenaza con impedir que hagan negocios en Estados
Unidos o con compañías estadounidenses. Debido a que Estados Unidos es la
potencia imperialista dominante del mundo, con la mayor economía del mundo y un
sistema de finanzas y moneda que domina a nivel internacional (el dólar es la
divisa más usada en transacciones), un bloqueo al acceso a los mercados en
Estados Unidos o a su sistema financiero perjudicaría severamente a la mayoría
de los países del mundo.
Sanciones de Estados Unidos: Acoso y castigo colectivo de Estados Unidos a
80 millones de iraníes
Irán, con 80 millones de habitantes y vastos yacimientos petrolíferos y de
gas, es uno de los países más grandes y estratégicos del Medio Oriente. Pero no
por eso deja de ser un país oprimido del tercer mundo dependiente del
imperialismo, para la tecnología y otros bienes y especialmente para mercados
para su petróleo. Debido a esa dependencia, estas sanciones podrían estrangular
y arruinar a la economía de Irán.
Las agobiantes sanciones de Estados Unidos perjudicarán y hundirán en la
pobreza a los iraníes del común, especialmente los que necesitan tratamiento
médico. (Ahora muchos medicamentos y equipo médico de importación serán
bloqueados o resultarán muy caros para la mayoría de la población.) Un escritor
iraní describió el impacto de sanciones similares impuestas por Estados Unidos
bajo Obama y otras potencias mundiales entre 2010 y 2015:
Nuestras ciudades, aldeas y hospitales se han vuelto regiones embargadas…
Al adoptar el lenguaje aparentemente neutral de la economía y el derecho, las
sanciones avalan la deshumanización. Se vuelve aceptable privarle a un pueblo
de tecnología, medicina y ayuda… Las y los enfermeros y personal hospitalario
mandaban a los padres con hijos enfermos de cáncer, a que compraran
medicamentos, muy conscientes de que iban a regresar con las manos vacías… Los
medicamentos estaban disponibles únicamente en el mercado negro a altísimos
precios.
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El régimen de Trump y Pence ha venido acosando y amenazando a Irán desde que
asumió el poder. En mayo de 2018, Estados Unidos anunció que iba a retirarse del
acuerdo nuclear que, junto con otras potencias mundiales, había firmado con
Irán, y que iba a imponer sanciones de nuevo. Pero desde ese entonces, el valor
de la moneda iraní cayó dos tercios y su petróleo de exportación ha caído en un
40 por ciento o un millón de barriles al día. Debido a que el petróleo
constituye el 70% de las utilidades por concepto de exportaciones de Irán, estas
nuevas sanciones podrían impedir que Irán comprara necesarios productos de
importación y llevar a una crisis económica severa, incluso devastadora, que
resultara en el sufrimiento y empobrecimiento generalizados en Irán.
Estas sanciones de Estados Unidos son un acto de acoso imperialista contra un
país oprimido del tercer mundo. Representan un esfuerzo por dictar el futuro de
Irán, tal como Estados Unidos ha hecho muchas veces en el pasado1, y por pisotear su soberanía. Este es un castigo colectivo a
una población entera. Y es una manifestación fea de la naturaleza vampiresa del
imperialismo estadounidense: está usando su posición mundial como explotador
dominante de la fuerza de trabajo y saqueador de los recursos planetarios para
exprimirle más sangre al pueblo iraní. Y sus acciones amenazan con derramar más
sangre, poniendo en posible riesgo a millones de personas.
Como si para recalcar la bárbara realidad, Trump tuiteó un meme, con su foto
y las palabras “Las sanciones vienen el 5 de noviembre” con el tipo de letra del
programa Juego de tronos inscritas sobre su pecho. El New York
Times informó: “Estas palabras son un juego de palabras con respecto a la
muy conocida frase del show: ‘viene el invierno’, que se refiere a un profundo
congelamiento inminente cuando un ejército de los guerreros mágicos descendería
desde el norte para aniquilar a todos los reinos”.
Trasfondo: ¿Qué motiva esta escalada peligrosa e ilegítima de Estados
Unidos?
La agresión de Estados Unidos NO está motivada por
su preocupación por el pueblo iraní. En el sentido más fundamental el
imperialismo estadounidense está motivado por su necesidad de competir de manera
despiadada con otras potencias por la mano de obra barata, recursos, mercados y
el control de regiones importantes como el Medio Oriente.
El control del Medio Oriente, con sus vastas reservas de petróleo y su
ubicación en un cruce estratégico y comercial entre Europa, África y Asia, ha
sido indispensable para el poderío, el dominio y el funcionamiento del imperio
estadounidense desde hace 70 años. Pero en las últimas dos décadas su dominio ha
sido sacudido. Sus guerras en Irak y Afganistán no han logrado consolidar su
control en la región, y al contrario han contribuido a prender más crisis,
trastornos y propagación del yihadismo islámico reaccionario. En 2011,
levantamientos de masas desbancaron a los tiranos pro Estados Unidos en Túnez y
Egipto, y condujeron a una salvaje guerra de sustitutos en Siria que ha durado
siete años. Hoy, la guerra saudita en Yemen respaldada por Estados Unidos ha
causado la peor crisis humanitaria del mundo.
Ante la agresión de Estados Unidos, incluida su invasión de Irak en 2003 y el
apoyo a Arabia Saudita, y estos cambios y trastornos, las propias necesidades
percibidas, y ambiciones de la opresiva, teocrática República Islámica de Irán
(RII) la han impulsado a extender su reaccionario alcance e influencia hacia
Irak, Siria, El Líbano, Afganistán y ahora posiblemente Yemen. Desde la
perspectiva de los gobernantes de Estados Unidos, la creciente influencia de
Irán es la principal amenaza en la región a su yugo sobre el Medio Oriente y sus
salvajes aliados, especialmente Israel y Arabia Saudita.
La administración de Obama creía que la mejor manera de lidiar con Irán y
mantener el dominio de Estados Unidos era por medio del acuerdo nuclear de 2015
que firmó con Irán y otras potencias mundiales. Bajo el acuerdo, Irán acordó
limitar fuertemente su programa de enriquecimiento nuclear (algo que ya ha
hecho) y a cambio Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra, China, Rusia y
la Unión Europea acordaron terminar las castigadoras sanciones que había
impuesto. Las metas de Obama eran impedir que Irán desarrollara su capacidad de
fabricar armas nucleares, impedir otra posible guerra (lo que al parecer de
Obama, perjudicaría más a Estados Unidos que le ayudaría), e intentar atraer a
Irán hacia la telaraña de la dominación de Estados Unidos.
Sin embargo, otras facciones de la clase dominante de Estados Unidos, así
como Israel y Arabia Saudita, se opusieron con vehemencia al acuerdo. Dijeron
que el acuerdo no logró resolver el problema del creciente poder de Irán en la
región, y de hecho, lo legitimó. Estas fuerzas ahora están agrupadas en torno al
régimen de Trump y Pence y por eso es que en mayo de 2018, se retiraron
unilateralmente del acuerdo y anunciaron la reimposición de sanciones2.
La escalada amenazadora y completamente ilegítima del régimen de Trump y
Pence
Trump y otros imperialistas condenan a la República Islámica de Irán por ser
una “dictadura corrupta” que ha estado propagando el “caos, muerte y
destrucción”. La reaccionaria República Islámica sí ha propagado su
reaccionaria ideología, programa y agenda, lo que ha causado muerte y
destrucción.
¡Pero lo que la RII ha hecho ni se asemeja a lo que Estados Unidos ha hecho
en el Medio Oriente durante más de 70 años! Nadie ha respaldado a más
torturadores chupasangres o regado más muerte y destrucción a lo ancho y largo
del Medio Oriente que Estados Unidos. Ha fraguado golpes de estado, ha amenazado
con usar armas nucleares y ha atacado e invadido a un país tras otro. Durante la
década de los 1990 sus sanciones mataron a 500.000 niños iraquíes. Su invasión
de Irak en 2003 resultó en más de un millón de muertes. Hoy apoya a Israel
cuando éste masacra a palestinos no armados que protestan en Gaza, y a Arabia
Saudita que usa la inanición y hambruna en masa como armas en su guerra salvaje
en Yemen.
Y ahora los gobernantes de Estados Unidos están amenazando con causar aún más
sufrimiento y regar más sangre. La meta de sus sanciones es debilitar y
desestabilizar a la RII al profundizar las divisiones dentro de sus círculos
dominantes. Esto podría provocar levantamientos de masas en Irán que amenazaran
al régimen o que lo provocaran para reanudar su programa de desarrollo nuclear.
Esto a su vez podría aislar a Irán en el ámbito internacional y darle a Estados
Unidos una justificación o pretexto para lanzar un ataque. Como dijimos la
semana pasada: “La reanudación de un programa [nuclear por Irán] es solamente
uno de los detonadores que realzan de manera importante el peligro de una
guerra, con alguna combinación de Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita que
potencialmente utilicen esto como pretexto para atacar a Irán, o que conduzca a
circunstancias que podrían poner en marcha un camino de mayor agresión y
hostilidades abiertas, con el peligro de que se convierta en una guerra más
grande en la región”.
Estas sanciones de Estados Unidos también representan una maniobra de gran
potencia contra las otras potencias mundiales que tienen relaciones comerciales
con Irán: las sanciones podrían impedir que hicieran negocios o transacciones
financieras con Estados Unidos, lo cual les podría causar severos daños
económicos3.
Para China, Rusia, Inglaterra, Francia, Alemania (quienes firmaron el acuerdo
nuclear de 2015) y otras potencias, estas sanciones de Estados Unidos son una
importante amenaza a sus intereses mundiales y han anunciado esfuerzos para
circunvenir o desafiar este bloqueo estadounidense. Al cierre de esta edición,
no está claro si estas contramedidas serán eficaces o no, lo que incluye, en
adición, porque varias importantes corporaciones europeas ya se han salido de
Irán. Mientras tanto, Estados Unidos les ha dado a unos países que dependen del
petróleo iraní exenciones provisionales de las sanciones. Así que por estas y
otras razones, la situación permanece muy tensa y en flujo.
¿Dónde están los intereses de la gente?
Como dijimos en “Algunos
puntos básicos de orientación sobre el asesinato de Jamal Khashoggi y los
crecientes peligros a nivel internacional” (29 de octubre):
¿Dónde están los intereses de las masas? Definitivamente NO están con
Estados Unidos: las sanciones que están programadas para entrar en vigor como
las demás maniobras agresivas contra Irán son y serían una afirmación de la
dominación imperialista, y no solo tiene que haber oposición en su contra por
parte de la gente en Estados Unidos, sino también hay que impulsar un espíritu
de bienvenida a la derrota de estas maniobras. Al mismo tiempo, la República
Islámica de Irán (RII) es una teocracia reaccionaria en la que la gente se ha
rebelado en varias ocasiones en los últimos años y en la que hay un partido
comunista que se está adhiriendo al nuevo comunismo desarrollado por Bob
Avakian. Así que, además de mantenerse firmes en contra de todas las maniobras
del imperialismo estadounidense en la región y darle la bienvenida a su
derrota, si se produjeran levantamientos en Irán provocados por el aumento del
sufrimiento y el caos impuesto por Estados Unidos, la gente en Estados Unidos
también debería oponerse a todos sus esfuerzos por maniobrar y apoyar a las
fuerzas reaccionarias en tales levantamientos y debería apoyar a las fuerzas
revolucionarias auténticas en Irán y sus esfuerzos por aplicar el nuevo
comunismo a la situación, mediante participación en la defensa del país de
Irán contra las agresiones de Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita
y/o apoyo a aquellos levantamientos de las masas cuyo aspecto
principal es una lucha justa contra la opresión.
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