La entrevista de Michael Slate a Ravi Ragbir, líder activista
inmigrante
“Hay guerra contra la comunidad
inmigrante”
14 de febrero de 2018 | Periódico Revolución |
revcom.us
Lo que sigue es parte de una entrevista a Ravi Ragbir, el director
ejecutivo de la Coalición Nuevo Santuario, realizada el 2 de febrero de 2018 en
el programa The Michael Slate Show de la emisora KPFK de radio
Pacifica. El programa The Michael Slate Show se transmite cada semana a
las 10 a.m. a través de la emisora KPFK 90.7 FM en Los Ángeles, una emisora de
la red Pacifica Network. El programa es archivado aquí.
Revcom.us/Revolución presenta entrevistas de The Michael
Slate Show para familiarizar a nuestros lectores con las opiniones de
figuras importantes del arte, el teatro, la música y la literatura, la ciencia,
los deportes y la política. Las opiniones expresadas por los entrevistados son,
por supuesto, las suyas; y ellos no son responsables de las opiniones publicadas
en otras partes por revcom.us/Revolución.
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31 de enero de 2018. Ravi Ragbir (arriba en el centro), director de la Coalición
Nuevo Santuario en la Ciudad de Nueva York, durante una rueda de prensa en la
Ciudad de Nueva York después de que lo liberaron de la carcel. Arrestaron a
Ragbir el 11 de enero cuando compareció a una entrevista programada con
funcionarios de inmigración. Foto: AP
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Michael Slate: En enero de este año, ICE
detuvo a Ravi Ragbir, líder pro derechos de los inmigrantes, cuando
compareció para una entrevista programada. La detención de Ravi es una
intensificación de la guerra de Trump contra el movimiento santuario y pro
derechos de los inmigrantes, y es una escalofriante intensificación de la
represión en general, el uso de ICE como policía política para perseguir a los
líderes de la resistencia. Ravi es director de la Coalición Nuevo Santuario un
grupo en Nueva York que defiende a los inmigrantes. La Coalición cuenta con unas
150 organizaciones de fe. Ravi se hizo residente en 1994. A principios de los
años 2000, el sistema le cayó encima y no deja de hostigarlo y amenazar con
deportarlo, contra lo cual él ha estado peleando desde entonces. Lo que es más,
Ravi no ha estado luchando por sí mismo sino por todos los inmigrantes. Ravi,
bienvenido al show.
Ravi Ragbir: Gracias.
Michael Slate: El 11 de enero entraste a una oficina de ICE
en Manhattan para una entrevista de rutina cuando te sorprendieron. ¿Qué es lo
que pasó?
Ravi Ragbir: Lo que pasó es que se suponía que esto sería,
una vez más, una entrevista rutinaria, y habíamos entablado una petición para
aplazar la expulsión, la que nos habían concedido en el pasado. En el pasado el
organismo hubiera considerado el valor de la persona en la comunidad,
considerado su valor comunitario y todas las cosas que la persona tiene a su
favor, y nos hubieran concedido el alto a la expulsión. En este caso, el sub
director nos llamó a su oficina, y eso en sí fue curioso porque por lo general
solo tratábamos con uno de los agentes regulares de deportación.
En su oficina, dijo a mi esposa, a mi abogada y a mí, “Bueno, vamos a hacer
cumplir esta orden de expulsión”. Mi abogada… todos nos quedamos en shock. De
hecho, ¿sabes qué? Me desmayé. Pero aun antes, mis abogadas preguntaron: “¿Por
qué están haciendo esto?” Porque todavía tenemos entablada una petición, y nos
quedaban opciones legales que estamos averiguando. Todo en vano. Su meta era
expulsarme de Estados Unidos de América.
Una cuestión de la humanidad de los inmigrantes
Michael Slate: Llevas 27 años aquí, y por buena parte de ese
tiempo has tenido que comparecer ante ICE en Manhattan a pesar de que en un
momento te concedieron la residencia, ¿correcto?
Ravi Ragbir: Si, tenía una tarjeta verde desde 1994 hasta
que me la quitaron en 2006. Y eso fue por una condena penal en 2000. No me gusta
hablar de la justeza de la condena porque hay mucha gente con condenas y han
criminalizado a la comunidad inmigrante con eso de “inmigrante bueno-inmigrante
malo”, y el uso del sistema judicial para castigar y redoblar el castigo a las
personas y exiliarlas permanentemente. Así que tengo una condena penal por lo
cual encaro la deportación — y eso en sí es un doble riesgo, un doble castigo.
Tenemos que hablar de la gente que el sistema los trata como si fueran animales,
menos que seres humanos. Porque al hacer eso ya hemos entrado en problemas. Lo
mismo va a pasar que ya pasó en Arizona en 2010. De repente todo inmigrante es
un criminal por el simple hecho de ser un inmigrante.
Michael Slate: Sí, eso es sumamente importante. Es una
cuestión de si a los inmigrantes los van a tratar como seres humanos o no.
Ravi Ragbir: Así es. Piénsalo. Nos dicen que estamos
“quitándole trabajos a la gente”. Entonces al mismo tiempo nos dicen que estamos
agotando los recursos sociales porque nos dan asistencia gubernamental y que nos
estamos “aprovechándonos del sistema”. ¿No te parece el colmo de la hipocresía?
Están usando argumentos contradictorios en la misma oración. Pero ni tiene que
ver con que se contradigan — lo que quieren es expulsar a la gente. Yo he venido
diciendo que es la limpieza étnica, pero me dijeron que dejara de hablar de la
limpieza étnica porque es muy, pero muy fuerte. Pero escuchaste a ellos hablar
de los países pozos de m-rda y de parar a las personas de esos países pozos de
m-rda — el Caribe, África. Y al mismo tiempo dirán que lo que se necesita es más
gente de Noruega por ejemplo. ¿Acaso eso no es un comentario indignante? ¿Y una
obvia declaración de lo que quiere hacer y lo que quieren hacer sus partidarios
populistas? Quieren que sea un Estados Unidos blanco. Los indígenas nunca eran
blancos. Los pioneros, los que llegaron acá, puede que ellos fueran blancos pero
los que ya estaban aquí no eran blancos.
Atacando a los líderes del movimiento pro derechos de los inmigrantes
Michael Slate: Ya llevas mucho tiempo compareciendo ante
ICE, y esta vez de repente deciden que te van a detener. ¿A qué se debió?
Ravi Ragbir: En ese momento no lo sabíamos. Estábamos
presenciando algo, pero no lo entendimos por completo. Tenía que ver con privar
al movimiento de inmigrantes de sus líderes. ICE ya tiene una declaración jurada
de ICE en respuesta a la petición de habeas que se presentó el lunes. Dijeron
que lo habían tratado como un “juego de guerra”, que se trataba de “juegos de
guerra”. Pusieron manos a la obra y formularon los detalles. Esto fue y sigue
siendo una guerra contra la comunidad de inmigrantes. Es guerra psicológica.
Quieren destruir cualquier esperanza que tenga la gente, y si les arrebatan sus
líderes lo lograrán. A medida que las personas lo vean y escuchen, pensarán:
“Mira lo que le pasó a Ravi. Ravi tiene todo este apoyo de la comunidad y sin
embargo lo deportaron. ¿Qué posibilidades tengo yo?”.
Y lo que va a pasar es lo que vemos que les está pasando a los haitianos. Les
están revocando su TPS [Estatus de Protección Temporal], y en vez de luchar, en
vez de darse cuenta que existe un proceso para luchar contra eso, se están
huyendo a Canadá. Unos se han ido en las noches más frías y han perdido dedos de
las manos y los pies, solo para llegar a un lugar seguro.
Hay una guerra contra las comunidad inmigrante, y eso de arrebatarles el
liderazgo es parte de la estrategia, como hicieron conmigo, Jean Montrevil, Maru
Mora-Villalpando y muchos más que han perseguido y detenido. Así que es a
propósito. Lo que vemos aquí es que la administración nos persigue a nosotros y
a las ciudades santuario porque nosotros somos lo que les impide llevar a cabo
su limpieza horrenda de las comunidades negras, latinas y otras de color que son
parte de Estados Unidos.
La importancia de que cientos de personas se opongan a la deportación de
Ravi
Michael Slate: Cuando fuiste a las oficinas de ICE, muchos
te acompañaron en solidaridad. Se congregaron afuera expresando su apoyo, y
cuando se enteraron de que te habían detenido trataron de impedirlo. Hablemos de
lo que pasó ya que es bastante significativo.
Ravi Ragbir: Sabíamos que algo estaba pasando porque una
semana antes la comunidad nos había dicho “Ojo, hay carros desconocidos afuera”.
Después de investigar nos enteramos de que ICE me buscaba y que me querían
llevar el 3 de enero aunque mi cita era para el 11 de enero. Encontrarás que
ahora esa es su estrategia. Te dan una fecha para presentarte, pero ellos mismos
no cumplen con eso. Violan su propio proceso al pillarte. Así que no estás
preparado, no has hecho las despedidas. Esa es parte de su modo de combate. “Lo
vamos a hacer de tal manera que les duela a las familias y a la comunidad de la
que te estamos arrebatando, y no puedas hacer nada”.
Así que estábamos preparados, lo anticipamos. Tenemos un programa de
acompañamiento en el que juntamos a ciudadanos estadounidenses con personas en
el proceso de ser deportados. Lo que vimos el 11 de enero era un acompañamiento
en esteroides, porque no aceptaremos que deporten a nadie. La comunidad misma se
movilizó. Lo que viste… los cientos de personas que acudieron a impedir mi
deportación. Se suponía que sería pacífico; siempre que he tenido que ir a
presentarme era un intercambio pacífico. Pero al ver la violencia contra los
individuos, contra el comité, estaba clarísimo. Se vio que le agarraron al
reverendo Ruiz de la garganta y lo tiraron al suelo. Se vio que le dieron una
paliza a un concejal municipal y lo tiraron sobre la capota de un carro. Un
policía le puso a otro concejal en una llave estranguladora. Lo que no se podía
ver fueron las abuelas ancianas tiradas, levantadas y tiradas de un lado a
otro.
Estábamos almorzando cuando llamaste y estábamos hablando de las personas que
estaban allí viéndolo — cómo maltrataron a las abuelas, personas frágiles, con
quiénes uno hubiera pensado que tendrían más cuidado. Pero le habían dicho a la
policía de Nueva York que esto tenía que parar. No van a permitir que ningún
comité pida que no deporten a Ravi. Tenían sangre en los ojos, y ese era su
objetivo, parar todo, ponerle fin. Eso es lo que se vio. Fue excesivo, más de lo
necesario, porque piensan que deberían tener el derecho de hacer lo que les dé
la gana. Eso es lo que pasa en una sociedad en la que los organismos
supuestamente de protección son los que te perjudicarán.
La brutalidad en el Centro de Detención Krome
Michael Slate: Ravi, te llevaron a Krome en Florida. Krome
equivale a un campo de concentración. En las últimas décadas han mandado a
muchos haitianos a Krome; en los años 90 mandaron a enormes cantidades de
haitianos a ese lugar, para vivir en las condiciones más horripilantes,
encerrados allí hasta ser deportados a Haití o hasta morir. Quiero que hablemos
de eso, de lo que viste ahí.
Ravi Ragbir: Lo más extraño fue que por lo normal me
hubieran procesado… y probablemente llevado a un lugar cerca de Nueva York o
Nueva Jersey. Pero no fue así. Cuando me desmayé me llevaron al hospital, donde
me vigilaban 20 agentes, 10 de ICE y 10 policías de Nueva York. Me tenían
encadenado a la camilla y me rodeaban 20 personas y era extraño. Para mí fue una
experiencia extracorporal — ¿qué carajo está pasando? Y del hospital me llevaron
directamente al aeropuerto, que también fue algo fuera de lo ordinario. Estuvo
una escolta de 10 vehículos — 10 vehículos me escoltaron al aeropuerto, solo
para mí, no había otros detenidos, no había otros inmigrantes, yo solo. Asombra
la cantidad de recursos que movilizaron para esto. En cuestión de horas —desde
el momento que me arrestaron, que me esposaron en la 26 de la Plaza Federal, que
fue como a las 11:00 a.m.— ya me tenían en un avión rumbo a Miami a las 4:00
p.m. Así de organizada y de bien planeada fue esta operación.
Y cuando me llevaron a Florida me iban a meter en Krome, pero al día
siguiente el objetivo, la intención, fue llevarme a un avión con destino a
Trinidad. A pesar de que la corte había emitido un aplazamiento de expulsión, yo
nomás sentado ahí escuchándoles mientras veían la computadora y los documentos
que decían que no pueden deportar a Ravi — y toda su intención fue la de hacer
caso omiso de esa orden de la corte. Afortunadamente no lo hicieron y por eso
estoy aquí.
Pero cuando estaba en Krome conocí a cientos de personas que literalmente han
perdido toda esperanza. Un ejemplo: supiste de los 82 somalís que pusieron en un
avión a Somalia, un avión alquilado, y cuando el gobierno somalí rehusó
aceptarlos, los dejaron en el avión por más de 48 horas. Sin poder ir al baño —
48 horas sin acceso al baño, 48 horas encadenados el uno al otro y al avión, 48
horas con migajas para comer.
Además de eso, los agentes de ICE abusaron físicamente de ellos, los dieron
palizas. Después de todo eso, después de regresarlos, uno hubiera pensado que
tendrían el sentido del decoro para ponerlos en libertad. Pero todavía los
tienen en Krome. Era para castigar a uno, para romperle el espíritu al estar
detenido. Te apartan de tu familia, y de tus seres queridos. Me mandaron a
Florida porque saben que aquí tengo comunidad. Sabían que aquí tengo abogados.
Pero la meta fue aislarme para que me diera por vencido.
Afortunadamente, no me doy por vencido. Cuando les hablé en Krome, les dije
que no se pueden dar por vencidos. Cada uno de ellos tiene que desafiar a este
organismo, y hay quienes les apoyarán. Ahí estarán para apoyarlos. Ya lograron
comunicarse con Nuevo Santuario de aquí, y ha podido ayudar a unos de los que
están en Krome y en el [Centro de Correcciones en Nueva York] Condado Orange a
donde me llevaron de Krome porque una juez les obligó a regresarme a Nueva
York.
Michael Slate: ¿Qué te pasó cuando regresaste a Nueva
York?
Ravi Ragbir: Intentaron mucho pedirle a la juez que me
retuviera en Florida. De hecho, dieron un paso más allá. Le decían a la juez que
anulara el aplazamiento de expulsión. Entonces, aunque estaba un caso pendiente
ante la corte, si la juez hubiera anulado el aplazamiento de expulsión, me
habrían subido a un avión de inmediato. Sin ninguna duda. Hubiera estado en un
avión y hubieran dicho: “Bueno, la juez no lo detuvo”.
Así que la juez los obligó a traerme de vuelta, y me llevaron al Centro de
Correcciones del Condado de Orange, a dos horas en auto de la Ciudad de Nueva
York. Aunque estaba tan lejos, todavía era mejor que Florida, porque mi familia
me visitaría, así como mis abogados. Recibía visitas todos los días de personas
de la comunidad. La gente venía allí porque conducir dos horas es mejor que
viajar en avión a Florida.
Mi esposa gastó cientos de dólares cada semana para que ella y yo pudiéramos
hablar por teléfono. ¡Cientos de dólares! Cuando te meten en estos lugares, lo
hacen lo más difícil posible para mantenerte en comunicación con la familia. Una
vez más, para romperles el espíritu, para destruirlos para que quieran darse por
vencidos. La comida en el Condado de Orange fue horrible. No puedes creer lo
poco que te alimentan. Dicen que está de acuerdo con las pautas nutricionales,
pero te mueres de hambre. No puedes sobrevivir con lo que te dan, porque no es
suficiente para alimentar a un hombre adulto todo el día.
Michael Slate: La Coalición Nuevo Santuario dice algo muy
importante, que es una verdadera necesidad que este movimiento crezca, se
expanda y luche.
Ravi Ragbir: El camino que ha tomado el Nuevo Santuario es,
como era de esperar, el camino de la no violencia. De la misma manera que
Mahatma Gandhi y el Rev. Martin Luther King, que hablan de la no violencia.
Seguimos la misma premisa, porque todo su objetivo es la violencia. Quieren
hacerte daño por medio de la violencia. Quieren imponerte violencia. Y si
respondes violentamente, justifica su acción. Lo que hemos hecho rompe ese ciclo
de violencia. Puede que parezca lo de un liberal blando de corazón, algo así,
pero es imperativo, es fundamental comprender que cuando los impides a actuar de
la manera en que han actuado, cuando eliminas ese elemento violento, no saben
qué hacer. Cuando se ven a estas abuelas y estos líderes religiosos
enfrentándose a estos oficiales, o hacen lo que pasó el 11 de enero, la
violencia demasiada entusiasta, pero cuando eso pasa, tienes lo que pasó en el
tribunal de habeas cuando la juez dice: “Estamos llegando a ser un país de esos
regímenes que injuriamos, y estamos muy cerca de eso debido a las políticas y la
forma en que se implementan las políticas”.
En el Nuevo Santuario, sabemos que tenemos que conectarnos unos a otros. Y
sí, podemos estar en las calles, y sí, queremos protestar, pero tenemos que dar
un paso más. De hecho, tenemos que entrarnos. Y lo que el Nuevo Santuario ha
hecho es enseñar a la gente a entrarse, a entrarse desafiándoles cuando dicen
que esta es un área aislada, solo se permiten a inmigrantes aquí. No. Somos
ciudadanos, ciudadanos estadounidenses, y tenemos derecho a estar allí y
asociarnos con los no ciudadanos porque son parte de nuestra comunidad.
Michael, escucha, estuve detenido el lunes. Y luego, el martes por la noche,
estuve en el Congreso para el [discurso del] Estado de la Unión. Estaba sentado
allí escuchando esas palabras crueles emitidas por la administración. Pero me
senté allí y lo hice como una forma de desafío: quieres deportarme, quieres
destruir a la comunidad. Te estamos mirando y diciendo que vamos a oponerte
resistencia.
Y eso es lo que hace el Nuevo Santuario. Opone resistencia a la violencia que
ocurre adentro. Entonces tenemos entrenamiento. Tenemos programas de
acompañamiento donde te entrenamos. Crees que lo sabes y lo has hecho, pero a
menos que te hayan capacitado en las formas creativas que las personas han
entendido para responder a la violencia, no estarás eficaz durante este
proceso.
Así que el Nuevo Santuario ha adoptado una estrategia muy única para hacer
frente físicamente a la entidad que intenta destruirnos. Verdaderamente, son los
ciudadanos los que se ponen de pie y necesitamos que cada vez más personas se
pongan de pie para detener esto.
La limpieza étnica de parte del régimen de Trump y Pence
Michael Slate: Recientemente, comparaste la manera en que
Trump ha atropellado a los inmigrantes últimamente con la limpieza étnica. Estos
ataques vienen todos los días, y están llegando cada vez más duros. El Nuevo
Santuario publicó un informe que dijo que ahora hay más personas en santuarios
que nunca antes, debido directamente a los ataques contra los inmigrantes.
Ravi Ragbir: Solo tienes que escuchar sus palabras. Sus
recientes palabras sobre los países africanos y los países caribeños, lenguaje
muy descriptivo. Y luego su invitación a los europeos, necesitamos tener más
europeos, como si el color de tu piel realmente te hiciera mejor que alguien más
oscuro.
Esas palabras por sí solas ya te hacen comprender lo que ha sucedido. Dirán,
se trata de la integración, se trata del derecho de decidir a quién queremos
permitir en el país. Pero no se trata solo de a quién quieren permitir en el
país. Se trata de lo que han venido haciendo para expulsar a personas que han
vivido aquí 20 años, y 30 años, o incluso 10 años. Cuando estaba en Krome,
conocí a un padre de familia que ha vivido aquí por 30 años. Él lleva 30 años en
este país. Cuando yo estaba en el Condado de Orange, estaba este padre de
familia que ha estado aquí durante 20 años y cuyo hijo está en la Marina en este
momento. Estas son las personas que están deportando, expulsando por la fuerza.
Si miras los números, verás que la mayoría de las personas que deportan son de
los países de un origen étnico particular, los países negros, latinos, de
color.
Y luego mira a sus caras. Quiero que dejes de mirar los números. Quiero que
comiences a mirar a las caras, las personas afectadas. Verás que son los
mexicanos, los colombianos, los caribeños, los africanos los que son deportados.
Y dirás, OK, simplemente está deportando a personas que no nacieron aquí. Pero
en realidad están tratando de obligar a la familia a irse. Uno de los jueces
dijo a los prisioneros: “Bueno, si extrañan a su familia, todo lo que tiene que
hacer es comunicarse con ellos por Skype o por teléfono”.
¡Qué falta de sensibilidad! ¿Cuándo crees que una llamada de Skype
reemplazará tu presencia como padre de familia? Esa es una falta sensibilidad,
pero la es con la intención de que estas personas no sean bienvenidas aquí, y
quieren dejarlo en claro. Y eso no es suficiente. Están persiguiendo a la
comunidad inmigrante. Has escuchado al director de ICE decir que está muy
contento de implementar el programa de la administración para expulsar a las
personas.
“Para ganar tenemos que unirnos”
Michael Slate: Tienes programada una audiencia en febrero.
Además de protegerte y luchar por ti, está la cuestión más grande de lo que está
por venir. Entonces, ¿cómo se puede saber más sobre lo que te pasa y sobre la
Coalición Nuevo Santuario?
Ravi Ragbir: Se puede visitar al sitio web. Se ha
actualizado el sitio web para que todo lo que ha pasado en las últimas tres
semanas se encuentre en el sitio web, newsanctuarynyc.org. Si te registras allí, recibirás
actualizaciones sobre lo que está sucediendo, lo que puedes hacer y cómo puedes
participar. Hay otros sitios web específicos para mi campaña.
No hice esto solo, Michael. Hay muchas personas que se unieron para detener
esta deportación: mis amigos, mi equipo legal, mi esposa, mi comunidad, el
personal, las iglesias, todos hicieron grandes esfuerzos, y participaron muy
agresivamente para detener mi deportación. Eso se manifestó en la decisión de la
corte donde nunca esperábamos esa decisión. Creo que va a tener un efecto dominó
a través de la comunidad legal porque están empezando a entender lo que el
régimen está haciendo aquí y que si no hacen grandes esfuerzos, es un deslice al
fascismo realmente peligroso, lo que tenemos que aplastar.
Entonces, si visitas www.newsanctuarynyc.org, podrás averiguarlo, y aunque
estés en California o en Michigan, puedes marcar una diferencia, puedes
participar, porque está conectado. A menos que hagamos esto como una comunidad
en todo el país, no ganaremos. Para ganar tenemos que unirnos.
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