El discurso de Obama en el Desayuno Nacional de Oración, la reacción y lo que Estados Unidos en efecto
lleva al mundo
Larry Everest | 23 de febrero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El intensificado choque entre el fundamentalismo islámico por un lado y Estados
Unidos y otras potencias imperialistas occidentales bajo el estandarte de la
democracia ilustrada por el otro viene convirtiendo a vastas extensiones de
África del Norte, el Medio Oriente y gran parte de Asia central —Irak, Siria,
Palestina, Libia, Nigeria, Yemen, Afganistán, Pakistán y otras partes— en
calderas infernales de terror y sufrimiento inimaginables. Algunos
comentaristas le han llamado a ese creciente conflicto ideológico, político y
militar Jihad vs. McMundo o Jihad vs. McCruzada, y es un elemento importante,
horrible y definitorio del mundo de hoy.
Mientras Obama pronunciaba las frases tranquilizadoras
sobre “la humildad”, “la paz” y “el amor”, su gobierno preparaba una nueva
autorización para la guerra —supuestamente por tres años pero sin límites
geográficos. Despliega de nuevo a miles de soldados estadounidenses a Irak,
donde Estados Unidos ya ha causado la muerte y desplazamiento de millones de
personas y una vez más lanza cientos de ataques aéreos. Miles de soldados
estadounidenses están apostados en Afganistán de forma indefinida, y siguen
aterrorizando a la población con ataques de aviones no tripulados y redadas
nocturnas. Mientras tanto, las mazmorras en Guantánamo, Jordania, Egipto,
Marruecos y Arabia Saudita, manejadas o apoyadas por Estados Unidos, siguen
llevando a cabo torturas bárbaras. Foto: AP
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Por un lado, los islamistas secuestran a cientos de niñas escolares, masacran a la
población de aldeas enteras, decapitan y queman a prisioneros vivos, masacran a
minorías religiosas, matan al personal de una revista de parodia francesa,
prohíben la música, destruyen tesoros históricos irremplazables e imponen la
cruel esclavización de la mujer. Por otro lado, Estados Unidos y sus aliados
emprenden guerras que matan, lisian o desplazan a millones de personas, ocupan
a países e instauran gobiernos cuyo dominio se refuerza por medio de la tortura
y terror en masa y atacan con aviones sin tripulación que matan a familias
enteras, con el fin de proteger imperios capitalistas mundiales de explotación
en maquiladoras, de saqueo de recursos naturales y de devastación ambiental.
Ambos lados representan la opresión violenta, la esclavización con saña y la
destrucción del espíritu humano de una forma u otra y su choque tóxico
contribuye a impulsar el planeta hacia horrores más oscuros y más muerte y
sufrimiento innecesarios.
El escándalo que suscitó Obama al criticar al cristianismo
El 5 de febrero, en el Desayuno Nacional de Oración, el presidente Obama se metió en
la batalla ideológica mundial que arde para ganarse el corazón y la mente de la
gente. Su misión era la de justificar y legitimar las guerras e intervenciones
del imperialismo estadounidense en el mundo, pero fue su crítica pasajera a la
historia del cristianismo la que suscitó una reacción ampliamente cubierta en
la prensa de parte de los comentaristas derechistas y los fundamentalistas
cristianos quienes lo denunciaron por no reconocer la superioridad inherente al
cristianismo sobre el islam, por hacer alguna crítica a Estados Unidos y al
cristianismo ante las atrocidades islamistas y por no declarar de plano que
Estados Unidos está en guerra con una corriente al interior de la fe islámica.
He aquí lo que Obama dijo que suscitó toda la indignación:
Antes de ponernos a pontificar y de creer que este fenómeno sea exclusivo de otro lugar, recordemos que durante las
Cruzadas y la Inquisición, la gente cometió hechos terribles en nombre de
Cristo. En nuestro país, la esclavitud y el Jim Crow solían justificarse a
menudo en nombre de Cristo.
Obama incluyó este pasaje en su discurso en el contexto de insistir en la
superioridad del sistema de Estados Unidos sobre las teocracias islámicas de la
Edad del Oscurantismo y para argumentar que los mecanismos para corregir cosas
como la esclavitud y el Jim Crow —según la Constitución de Estados Unidos—
representan una gran parte de lo que hace que Estados Unidos sea especial y lo
distinga del fundamentalismo de la Edad del Oscurantismo de los islamistas. (El
discurso de Obama también tuvo por objeto acarrear apoyo para el imperialismo
estadounidense y sus aliados en los países en los que el islam es la religión
dominante, en momentos de gran trastorno y conflicto, con el argumento de que
Estados Unidos no libra una guerra religiosa contra el islam, tal como
sostienen los islamistas, sino una guerra contra los jihadíes radicales.
Señalar esa diferencia “es vital para nuestro éxito en la guerra contra el
terrorismo”, argumentó un comentarista de la clase dominante.)
Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada por
el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y
oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema
imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se
refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará
fortaleciendo a los dos.
Esta es una formulación muy importante y crucial para entender muchas dinámicas que
impulsan el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de “los
dos sectores históricamente anticuados” ha causado más daño y representa la
mayor amenaza a la humanidad: los sectores dominantes históricamente anticuados
del sistema imperialista, y en particular los imperialistas estadounidenses.
Lo BAsico 1:28
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Independientemente del contexto, el hecho de que Obama siquiera hizo ese comentario desató a
poderosas fuerzas de la clase dominante que inundaron con ira los medios de
comunicación porque Obama se atreviera a comparar la Inquisición (una campaña
de persecución por parte de la iglesia católica en España, Portugal y otros
países europeos que se inició en el siglo 12 y duró cientos de años e incluyó
la tortura generalizada de los musulmanes y judíos a fin de obligarlos a
convertirse al cristianismo) y las Cruzadas (una serie de guerras santas del
cristianismo contra el islam que duró unos 200 años, de 1095 a 1291), con los
crímenes cometidos en nombre del islam. El que su mera mención de esos sucesos
suscitar tal furia recalca por qué no es ninguna exageración decir que estas
fuerzas son fascistas cristianos y reconocer qué tan influyentes que lo son en
los pasillos del poder.
Se podría escribir resmas acerca de por qué Barack Obama se sintió impelido a
hacer una breve mención de la Inquisición, la esclavitud y el Jim Crow, pues si
no los hubiera mencionado, se habría desacreditado el discurso ante la gente de
otros países y muchas personas en Estados Unidos. Y la lista de Obama dista de
ser completa. En esos años, se invocó la Biblia cristiana no sólo para
justificar la esclavitud sino el linchamiento. Se justificó el genocidio de los
pueblos indígenas al tacharlos de “paganos incultos”. George Bush calificó como
una “cruzada” la llamada “guerra contra el terrorismo”, la que llevó el
sufrimiento a una parte tan grande del mundo.
El mensaje de Obama: lo mejor a lo que la humanidad puede aspirar es lo que Estados Unidos es, representa y hace
alrededor del mundo
Aunque los comentaristas atacaron una crítica pasajera al cristianismo en el discurso,
el tema general de Obama NO era el de criticar al cristianismo ni menos a
Estados Unidos, sino promover la idea de que lo mejor a lo que la humanidad
puede aspirar es lo que Estados Unidos es, representa y hace alrededor del el mundo:
<>En esos documentos que contribuyeron a fundar esta nación nuestros fundadores tuvieron
la sabiduría al incluir la noción de la libertad de religión, porque
entendieron que hace falta la humildad. Asimismo entendieron la necesidad de
defender la libertad de expresión, que existe una conexión entre la libertad de
expresión y la libertad de religión....
La segunda cosa que necesitamos es mantener la diferencia entre nuestra fe y nuestros
gobiernos. Entre la iglesia y el estado. Estados Unidos es uno de los países
más religiosos del mundo — es mucho más religioso que la mayoría de los países
desarrollados occidentales. Por eso, entre otras razones, nuestros fundadores
adoptaron con sabiduría la separación entre la iglesia y el estado.... Y el
resultado es una cultura en la que la gente de todos los orígenes y creencias
puede rendir culto de manera libre y con orgulloso, sin miedo o coacción....
En realidad, la esclavitud y el Jim Crow evolucionaron hacia el Nuevo Jim Crow; la
brutalidad y asesinato policial reemplazó a los linchamientos del Ku Klux Klan
y el encarcelamiento en masa es una forma de genocidio. Las instituciones que
promueve Obama eran y siguen siendo vehículos idóneos para reforzar nuevas
formas de opresión.
Y consideremos la realidad de la manera en que Estados Unidos opera alrededor del
mundo. Para los gobernantes, es cuestión de gustos el que respalden a los
brutalmente represivos regímenes seculares (como Egipto), a las juntas
militares brutalmente represivas (de nuevo, como Egipto) o a las teocracias
islámicas brutalmente represivas (como Arabia Saudita). El reino de Arabia
Saudita, uno de los aliados más íntimos de Estados Unidos, impone —y promueve—
una forma sumamente reaccionaria de gobierno islámico fundamentalista por medio
de decapitaciones públicas, azotes y amputaciones.
Cuando el imperialismo estadounidense y sus aliados respaldan a democracias (más o
menos) seculares, eso simplemente implica que esa es la forma mediante la cual
llevan a cabo sus objetivos — los que incluyen horrendos crímenes. Israel es un
excelente ejemplo: la tan cacareada “única democracia del Oriente Medio” se
construyó sobre la limpieza étnica terrorista, lleva a cabo ataques genocidas
contra el pueblo palestino y mantiene un arsenal de armas nucleares que
mantiene a la región entera bajo la amenaza de un ataque nuclear.
Algunos liberales argumentan que si bien “en teoría” es posible que los fascistas
cristianos sean tan malos como los fundamentalistas islámicos, no representan
un peligro del mismo tipo porque en Estados Unidos y el Occidente los
principios democráticos seculares de los que Obama habló limitan las acciones
de los fascistas cristianos.
En primer lugar, las fuerzas fascistas cristianas sí llevan
a cabo ataques terroristas — tal como el asesinato de los médicos que practican
abortos y el bombardeo de las clínicas de aborto en Estados Unidos o la masacre
de 65 socialdemócratas en Noruega en 2011.
Pero en la actualidad, estas fuerzas fascistas cristianas
realizan la abrumadora mayoría de sus fines y objetivos EN EL MARCO de las
estructuras del gobierno de Estados Unidos. Por ejemplo, Chris
Kyle, glorificado en la película Francotirador. (Vea la reseña de francotirador en
revcom.us.) Kyle era un febril homicida fundamentalista cristiano
emperrado en masacrar a los no cristianos — a mujeres, niños y cualquiera que
consideraba “inculto”. Pero para poder matar, no era necesario que Chris Kyle
operara fuera de las estructuras formales existentes del estado. Simplemente se
alistó en el ejército de Estados Unidos, lo que es esencialmente el lugar
idóneo para los asesinos en masa homicidas fundamentalistas cristianos.
Estados Unidos: ¿Instrumento de la paz, la luz y el amor?
He aquí la moraleja del discurso de Obama en el Desayuno de Oración:
Cualesquiera que sean nuestras creencias, cualesquiera que sean nuestras tradiciones, debemos tratar de ser
instrumentos de la paz y llevar la luz a donde existe la oscuridad y sembrar el
amor donde existe el odio.
¿¡La paz, la luz y el amor!? La verdad es todo lo contrario. Mientras Obama
pronunciaba las frases tranquilizadoras sobre “la humildad”, “la paz” y “el
amor”, su gobierno preparaba una nueva autorización para la guerra
—supuestamente por tres años pero sin límites geográficos. Despliega de nuevo a
miles de soldados estadounidenses a Irak, donde Estados Unidos ya ha causado la
muerte y desplazamiento de millones de personas y una vez más lanza cientos de
ataques aéreos. Miles de soldados estadounidenses están apostados en Afganistán
de forma indefinida, y siguen aterrorizando a la población con ataques de
aviones no tripulados y redadas nocturnas. Mientras tanto, las mazmorras en
Guantánamo, Jordania, Egipto, Marruecos y Arabia Saudita, manejadas o apoyadas
por Estados Unidos, siguen llevando a cabo torturas bárbaras.
NINGÚN bando en el choque mundial entre McCruzada y Jihad tiene derecho de hablar de
la luz o el amor, de la libertad o la justicia. Ambos son intolerables. Ambos
se refuerzan mutuamente, a la vez que chocan. Pero EXISTE otro camino, existe
una manera de emancipar en concreto a la humanidad, y su base existe en las
condiciones en el mundo y en las profundas aspiraciones de la gente desde El
Cairo hasta Ferguson, Misuri... y nos toca a nosotros hacer el trabajo para
realizarlo.
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