EE.UU.: médicos participan en torturas a “sospechosos de terrorismo
04 de noviembre de 2013
PIA. - Profesionales de la salud participan en las torturas que se llevan adelante en
centros de detención de Estados Unidos, sobre “sospechosos de terrorismo”. Así
lo denunció un reciente informe confeccionado por 19 médicos, abogados y
militares estadounidenses, a partir de los “interrogatorios mejorados” que se
realizan en las cárceles de Guantánamo, Afganistán e Irak.
Este lunes se dio a conocer un informe del “Grupo de Trabajo para la Conservación
del Profesionalismo Médico en los Centros de Detención de Seguridad Nacional”
de Estados Unidos, que denuncia la participación de profesionales de la salud
en las torturas llevadas a cabo en centros de detención, a aquellos
“sospechosos de terrorismo”.
El grupo de investigación, conformado por médicos, abogados y militares
estadounidenses, llevó adelante una investigación de dos años sobre el
trato a los prisioneros en los centros de detención de Guantánamo, Afganistán e
Irak. La denuncia se centra en el Departamento de Defensa y la Agencia Central
de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) como responsables principales
de instar a los profesionales de la salud, considerados como “agentes de
seguridad”, a realizar o ser testigos de dichas prácticas.
“El Departamento de Defensa y la CIA obligaban ilegalmente al personal médico a
participar en los procedimientos para obtener información de tal manera que
esos profesionales causaban graves sufrimientos a los detenidos”, señala el
informe, al tiempo que indica cómo los convencían de violar el código ético
bajo el argumento de que no estaban tratando con personas enfermas.
Según destaca el diario británico “The Guardian”,
tras los atentados del 11 de septiembre, en el
marco de la política de “lucha contra el terrorismo” lanzada por el gobierno de
George W. Bush, los profesionales de la salud que trabajan con los servicios
militares y de inteligencia, “diseñaron y participaron en tratos crueles,
inhumanos y degradantes, y torturaron a los detenidos”.
El informe señala que las autoridades indicaron a los médicos, enfermeros y
psicólogos a violar el código ético de la práctica profesional en pos de la
recopilación de información y prácticas de seguridad, que incluyen todo tipo de
torturas como simulación de ahogamiento, privación del sueño y
alimentación forzada.
A su vez, la Oficina de Servicios Médicos de la CIA cumplió un rol fundamental en el
asesoramiento al Departamento de Justicia, según la cual, dichos métodos de
tortura, calificados como “interrogatorio mejorado”, eran médicamente
aceptables.
Desde el Pentágono, su portavoz el Todd Breasseale, calificó las acusaciones como “totalmente absurdas”. “Ninguno de
los integrantes de la comisión ha tenido acceso directo a los detenidos, sus
partes médicos o la descripción de los procedimientos”, argumentó el militar, y
señaló que el informe se basa en datos proveniente de los abogados de los
presos, por lo que no puede considerarse como objetivo. Asimismo, aseguró que
los presos reciben mejor atención médica que la de antes de ser defendidos.
Por su parte la CIA, aseguró que el informe “contiene inexactitudes graves y
conclusiones erróneas”. A su vez, afirmó, “es importante resaltar que la
CIA ya no tiene ningún preso y el presidente Obama decretó el cierre el
programa de detención e interrogatorio en 2009”.
Sin embargo, desde la comisión aseguran que las prácticas de tortura y la
participación de los profesionales de la salud permanecen hasta el día de hoy.
Un ejemplo de ello es la alimentación forzada aplicada sobre los presos de la
base naval de Guantánamo,
como método de tortura ante la masiva huelga de
hambre que iniciaron 166 detenidos a comienzos de febrero.
Fuente: PIA
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