Estados Unidos: Guantánamo sigue siendo
una opción para los prisioneros de ISIS en Siria que no pueden regresar a casa
Por Carol Rosenberg
McClatchy | artículo original
6 de febrero de 2019
Traducido del inglés para El Mundo no Puede Esperar 8 de marzo de 2019
Detener a sospechosos del Estado Islámico en Guantánamo sigue siendo una opción viable, dicen las autoridades de la
administración de Trump en los talones de la apelación por parte del gobierno
estadounidense a otros países para que se lleven a sus ciudadanos, que son
parte de los 700 guerreros sospechosos prisioneros de una milicia aliada en Siria.
Los comentarios vienen dos semanas después de que los senadores Tom Cotton de Arkansas, John Cornyn y Ted Cruz de Texas, y Marco
Rubio de Florida le escribieran al presidente Donald Trump que las fuerzas
democráticas de siria, aliadas de los Estados Unidos, tenían detenidos a más de
700 “terroristas de batalla endurecida en el noreste de Siria”. Le pidieron al
presidente que “considerara transferir a los peores de estos combatientes del
Estado Islámico a las instalaciones de detención de la bahía de Guantánamo, en
donde enfrentarán a la justicia”.
No está claro qué podría constituir “justicia” para estos combatientes. La mayoría de los 40 detenidos hoy en Guantánamo, son esencialmente
prisioneros eternos de la llamada guerra contra el terror. Solo nueve de ellos
han sido acusados por crímenes de guerra y el resto se encuentra detenido sin
cargos ni juicios.
El pasado lunes, el representante del Departamento de Estado y portavoz Robert Palladino emitió un comunicado declarando que la necesidad de las naciones
de repatriar y enjuiciar a los cautivos foráneos era un “reto internacional
compartido de seguridad”. Los Estados Unidos han apodado a sus detenidos de
ISIS “FTF”s por “foreign terrorist fighters” o “combatientes terroristas extranjeros”. Intencionalmente omitió
mencionar Guantánamo.
En el Pentágono, la comandante naval Candice Tresch, portavoz del Política de Detención, dijo que Guantánamo continúa siendo una
alternativa para repatriar cautivos detenidos por las fuerzas democráticas
sirias, un aliado kurdo de los EE. UU. Es política del gobierno de Estados
Unidos “alentar a otros países a que tomen responsabilidad por sus FTFs a
través del enjuiciamiento, programas de rehabilitación o a través de otras
medidas que impidan a los detenidos cometer de nuevo actos terroristas”.
Para aquellos que no pueden regresar a casa, dijo, “el presidente Trump dejó claro
que GTMO es una de las opciones que se podrían considerar si es apropiada”.
Una declaración del Departamento de Estado duplicó lo
dicho por el Departamento de Defensa. “La estrategia nacional para el contraterrorismo de la
administración deja muy claro que la detención bajo la ley de conflicto armado,
incluida en Guantánamo, sigue siendo una importante y efectiva herramienta
contra el terrorismo”.
Sin embargo, sin la división del Pentágono de asuntos de detenidos (Pentagon’s Detainee Affairs division) ni el buró de
contraterrorismo del Departamento de Estado dijeron si la administración de
Trump ha obtenido una opinión legal sobre la autoridad que tiene Estados Unidos
para detener o enjuiciar a prisioneros de ISIS en Guantánamo usando la ley del
2009 de comisiones militares del congreso.
Tampoco dijeron cuántos de los setecientos prisioneros que Palladino mencionó serían
candidatos para Guantánamo.
La prisión que abrió en enero del 2002 solamente ha tenido sospechosos de al-Qaida y talibanes y las comisiones militares creadas
por el congreso, antes de emergiera ISIS, se limitan a ciudadanos no
estadounidenses que han sido acusados de ser parte de al-Qaida. Ningún cautivo
nuevo ha sido enviado desde marzo del 2008.
La apelación de esta semana por parte del Departamento
de Estado para ayudar a las FDS (SDF por sus siglas en inglés) a disminuir la
cantidad de detenidos no es nueva. El febrero pasado, el todavía Secretario de
Defensa, Jim Mattis, hizo una petición similar de aliados de Estados Unidos en una
reunión de ministros de defensa en Roma acerca de cómo derrotar a ISIS. “Hemos
reunidos cientos de detenidos”, dijo a los reporteros. “Mi punto de vista es
que el país de origen de los ciudadanos tiene algún tipo de responsabilidad”.
Mattis se refirió a esto como un “problema internacional”, declarando que no estaba dentro de los intereses de nadie
liberar a los combatientes foráneos, específicamente señalando que ellos no
deberían estar en las calles de Afganistán, Bélgica, Francia, India, Malasia,
Arabia Saudita, Túnez o Turquía. Estaba esencialmente llamando a las naciones a
aceptar repatriación de sus ciudadanos sospechosos de pertenecer a ISIS. En
febrero 13 del año pasado, Mattis rechazó decir si enviar a los cautivos a
Guantánamo sería una solución.
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