¿El militarismo de EE.UU. en el extranjero alimenta la violencia dentro
del país? : Analizamos los ataques perpetrados en Año Nuevo por un miembro de
las “Boinas Verdes” y un militar retirado
03 de enero de 2025
Democracy Now!
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Repasamos lo que sabemos sobre dos incidentes mortales ocurridos en Estados Unidos el día de Año Nuevo:
el atentado con un camión en Nueva Orleans, en el que un conductor mató al
menos a 14 personas antes de ser abatido por la policía, y la explosión de un
cibercamión Tesla frente a un hotel Trump en Las Vegas, en el marco de un
aparente suicidio. El FBI ha identificado al sospechoso de Nueva Orleans como
Shamsud-Din Jabbar, veterano del ejército estadounidense de 42 años, que había
publicado vídeos en las redes sociales antes del atentado en los que juraba
lealtad al grupo militante Estado Islámico. En el caso de Las Vegas, el
conductor era Matthew Livelsberger, de 37 años, de Colorado, boina verde del
ejército en servicio activo, que se cree que se disparó antes de la explosión.
Los investigadores afirman que no han encontrado una relación entre los dos
incidentes a pesar de que ambos hombres están relacionados con el ejército,
pero el veterano del ejército y organizador antibelicista Mike Prysner afirma
que "el servicio militar es ahora el predictor número uno de convertirse
en lo que se denomina un agresor de víctimas en masa, superando incluso a los
problemas de salud mental." Prysner afirma que el ejército estadounidense
depende de problemas sociales como la alienación y la desigualdad para
conseguir nuevos reclutas, y luego "los escupe de vuelta" a menudo en
peor estado, con personas expuestas a la violencia que a veces se vuelven extremistas.
"Tenemos estos problemas profundamente arraigados en nuestra sociedad que
dan lugar a estos incidentes de violencia masiva. Los miembros de las fuerzas
armadas y los veteranos... pueden contribuir a cambiar la sociedad, llegar a la
raíz de esos problemas y hacer que la sociedad avance", afirma, citando
como ejemplo la resistencia de los uniformados a las guerras de Vietnam e Irak.
AMY GOODMAN: Comenzamos el programa de hoy con lo que sabemos sobre los dos aparentes
atentados que se produjeron en Estados Unidos el día de Año Nuevo y la
respuesta hasta el momento.
El FBI ha identificado al conductor del cibercamión Tesla que explotó frente al Trump International Hotel
de Las Vegas el miércoles por la mañana como Matthew Livelsberger, de 37 años y
natural de Colorado Springs. Murió de una herida de bala autoinfligida en la
cabeza momentos antes de que su coche alquilado, repleto de fuegos artificiales
y bidones de combustible, estallara en llamas hiriendo a siete personas.
Livelsberger era militar en activo. Era boina verde y sargento principal de las
Fuerzas Especiales. De 2017 a 2019, cumplió tres misiones en Afganistán. Antes
de eso, se desplegó en la República del Congo, Ucrania y Tayikistán.
Livelsberger estaba de permiso en su base de Alemania. El agente especial del
FBI Spencer Evans dijo el jueves que los investigadores siguen buscando un motivo.
SPENCER EVANS: Sabemos que tenemos un atentado, absolutamente. Y es un atentado que
ciertamente tiene factores que generan preocupación. No se nos escapa que es en
frente de, ya sabes, del edificio Trump, que es un vehículo Tesla. Pero no
tenemos información en este momento que definitivamente nos dice o sugiere que
fue a causa de esta ideología en particular o que - usted sabe, cualquiera de
los razonamientos detrás de él.
AMY GOODMAN: El FBI dice que no ha encontrado ningún vínculo entre el hombre de Las Vegas y
el sospechoso del ataque de Nueva Orleans, apenas unas horas antes, el día de
Año Nuevo. Ambos hombres sirvieron en el Ejército de EE.UU., incluidas las asignaciones
coincidentes en Fort Bragg en Carolina del Norte - lo que solía ser llamado -
pero no hay pruebas de que se conocían.
El Presidente Biden dijo el miércoles que el FBI había identificado a Shamsud-Din Jabbar, ciudadano
estadounidense de 42 años nacido en Texas y veterano del ejército de Estados
Unidos, como el sospechoso de embestir con su camioneta a una multitud de
juerguistas en Bourbon Street a primera hora del miércoles, matando a 14 personas.
PRESIDENTE JOE BIDEN: Les he ordenado que sigan buscando. El individuo que alquiló el camión para
explotar - que explotó en Las Vegas también sirvió como servicio activo del
Ejército de EE.UU.. Y el FBI está trabajando con el Departamento de Defensa en
la investigación, incluyendo los posibles motivos del miembro del servicio y
todos aquellos con los que trabajó.
AMY GOODMAN: Jabbar había publicado cinco vídeos en las redes sociales en las últimas horas
antes del atentado, en los que juraba lealtad al ISIS y hablaba de planes para
matar a su familia.
Tanto Jabbar como Livelsberger estaban divorciados. La CNN informa
de que la segunda esposa de Jabbar tenía una orden de alejamiento contra él
durante su proceso de divorcio. Mientras tanto, en los últimos meses,
Livelsberger habría eliminado de Facebook fotos suyas en las que pedía
matrimonio a su pareja y acunaba a su bebé recién nacido en brazos.
El jueves, el presidente electo Donald Trump culpó a lo que llamó la "Política de Fronteras
Abiertas" de Biden de, cito, "Terrorismo Islámico Radical" en
una aparente referencia al ataque de Nueva Orleans. El presidente Trump volvió
a decir que las personas que vienen de fuera del país son más peligrosas que
las que están en casa. Poco después, el presidente Biden dijo que el hombre de
Texas era un veterano del ejército nacido en Estados Unidos.
Mientras tanto, el nuevo director principal de contraterrorismo de Trump, Sebastian Gorka, también
respondió al ataque de Nueva Orleans. Gorka asesoró a Trump en su primer
mandato, pero fue expulsado después de que The Forward revelara que una
vez tuvo vínculos con un grupo húngaro de extrema derecha, aliado de los nazis,
y que apoyó a una milicia paramilitar antisemita y racista en Hungría mientras
se desempeñaba como político húngaro. Gorka habló en el canal de noticias de
derechas Newsmax.
SEBASTIAN GORKA: Tenéis que entender -cada uno de nuestros espectadores de Newsmax- que estáis
en primera línea de la guerra contra el yihadismo global. No son sólo nuestros
operadores de nivel 1. No se trata sólo de los chicos de Dam Neck, los SEAL o
los de Bragg. Tú, como la gente de Bourbon Street, estás en primera línea. Así
que esté alerta. Mantén la cabeza bien alta. Y si oyes a gente haciendo cosas
raras y actuando de forma peculiar -al parecer, este individuo se convirtió al
islam el año pasado-, también tienes que compartir esa información.
AMY GOODMAN: Para más información, nos acompaña Mike Prysner, un veterano de la guerra de
Irak que ha seguido de cerca estos acontecimientos. Anteriormente fue
cofundador de March Forward, un grupo antibélico de veteranos y miembros en
activo, y trabajó con Veteranos por la Paz y otro grupo llamado About Face.
Sigue trabajando como organizador de GI. Michael Prysner se alistó en el
ejército estadounidense en 2001, cuando tenía 17 años, y lo abandonó en 2005.
Participó en la invasión estadounidense de Irak en 2003, donde sirvió durante
un año. Presenta un podcast para
militares llamado Eyes Left. En junio, su reportaje
para _The Empire Files se titulaba "Decenas de militares estadounidenses
abandonan Gaza en protesta: Voces del malestar oculto en las filas".
Mike Prysner, ¡bienvenido a Democracy Now! Gracias por unirse a nosotros desde Portland, Oregón. ¿Si puede empezar respondiendo a
estos dos ataques? Ahora, de nuevo, las autoridades dicen que no ven conexión
entre los dos. Creen que ambos hombres actuaron solos. Usaron la misma
aplicación para alquilar sus coches. Livelsberger alquiló en Denver un EV, uno
de esos Tesla Cybertrucks, que parece un tanque. Y tienes a Jabbar, que lanzó
este ataque en Nueva Orleans, usó su coche como arma, su camioneta EV. Pero
ambos hombres eran militares. Tienes a Livelsberger, un Boina Verde, y tienes a
Jabbar, que estuvo en el ejército durante más de una década, ahora un veterano
militar. Háblanos de lo que pasó en Año Nuevo, Mike.
MIKE PRYSNER: Correcto. Bueno, ambos incidentes e individuos parecen bastante diferentes,
aparte del hecho de que ambos parecen estar desencadenados por problemas de
pareja. Pero lo principal que los relaciona es el hecho de que el servicio
militar es ahora el factor predictivo número uno para convertirse en lo que se
denomina un agresor de víctimas en masa, superando incluso a los problemas de
salud mental como perfilador.
Hay muchas consecuencias de tener un imperio militar masivo, el mayor que la humanidad haya visto jamás,
tanto por su tamaño como por su extensión por todo el mundo, un imperio que
participa constantemente en guerras interminables y moralmente indefendibles en
todo el mundo. Y una de esas consecuencias es que la violencia en el extranjero
se vuelve contra la gente en casa. Livelsberger, por supuesto, su carrera fue
una de matar. Y luego, ya sabes, el atacante de Nueva Orleans dice que se
inspiró en ISIS, la ideología de asesinato en masa de ISIS. ISIS no existiría
si no fuera por la completa destrucción de Irak y la matanza masiva de
inocentes por parte del ejército estadounidense.
Ya sabes, América, en general, por supuesto, tiene un problema de violencia masiva. Los tiroteos
masivos ocurren con bastante regularidad, más de una vez al día en promedio. Y
las razones de ello están vinculadas al militarismo estadounidense, tanto en el
tipo de dominación cultural de un país que glorifica la violencia y la exporta,
pero sobre todo de un gobierno que preside un país con profundos y extremos
problemas sociales, que se niega a abordar mientras tiene un cheque en blanco e
interminable para el militarismo en el extranjero y un presupuesto cada vez
mayor para el complejo militar-industrial.
Y así, esto da lugar a una cantidad extrema de problemas sociales en nuestra sociedad que tienen sus
raíces en cosas como la alienación y la desigualdad y la desesperación y la
desesperanza. Y entonces, el ejército de EE.UU. entra y, a efectos de
reclutamiento, debe centrarse en las personas que están más afectadas por esos
problemas sociales. Los traen a una institución donde los entrenan para matar.
Los entrenan para que matar sea realmente honorable y genial, y envían a muchas
de esas personas a matar al extranjero, ya sabes, y tiene una notoria - muy
notoria por arruinar la salud mental de las personas, en un sistema de salud
mental que empeora aún más los problemas de salud mental de las personas, y
luego los escupe de vuelta a una sociedad donde las personas encuentran sus
vidas más difíciles que cuando se unieron. Es por eso que creo que se ha
convertido en un predictor número uno de convertirse en un delincuente de
víctimas en masa, son todas esas consecuencias.
Y, ya sabe, si nos fijamos en Fort Bragg en particular - has mencionado que estas dos personas pasaron por
Fort Bragg - ya sabes, Fort Bragg fue, durante dos décadas, el centro de la
"guerra global contra el terror", en particular la fábrica de
Operaciones Especiales, que hace algunas cosas bastante oscuras en todo el
mundo. Por lo tanto, no es ninguna sorpresa que dos de estas personas hayan
pasado por esta base y que se unan a un gran número de militares que acaban
llevando a cabo actos de violencia contra otras personas.
Muchos de ellos se repliegan sobre sí mismos, y hay, por supuesto, una epidemia de suicidios y
drogadicción y alcoholismo y sobredosis y cosas por el estilo. Pero, por
supuesto, cuando se tiene un escenario como ese en nuestra sociedad, algunas de
esas personas, en lugar de la autodestrucción, se moverán a la destrucción de
los demás, que es lo que hemos visto con estos dos individuos.
AMY GOODMAN:
Y de nuevo, Fort Bragg se llama ahora Fort Liberty, porque Bragg fue un general
confederado esclavizador, Braxton Bragg, un oficial confederado en la Guerra
Civil de EE.UU., y como varias bases, se le ha cambiado el nombre. Usted habla
de la violencia. También hay una epidemia de violencia contra las mujeres en
estas bases. Y siempre es interesante, en estos sucesos con víctimas masivas,
ya se trate de un tirador en masa en una escuela como Sandy Hook, analizar la
relación de los atacantes con las mujeres en el pasado. Quiero decir, el
tirador de Sandy Hook mató a su madre antes. Pero a menudo cuando la violencia
doméstica no va - no se toma en serio, ves lo que - la escalada de la violencia, Mike.
MIKE PRYSNER: Absolutamente. Quiero decir, ya sabes, y este es un problema endémico de los
militares, también. Quiero decir, ya sabes, Fort Liberty, tiene altas tasas de
violencia doméstica, de asesinatos incluso. Ya sabes, Seth Harp, que es otro veterano
de la guerra contra Irak, también ha hecho un trabajo muy importante sobre
esto. Y así, sí, quiero decir, hay, por supuesto, muchos indicadores.
Vuelve a la idea de que tenemos un problema de violencia masiva. Hay muchas formas en las que el gobierno
podría detener esto, podría tomar medidas para llegar a la raíz de estas cosas.
Pero en lugar de eso, sólo las exacerba. Y, por supuesto, el ejército de EE.UU.
es - ya sabes, hay tantos cócteles en nuestra sociedad que permiten que estas
cosas burbujeen en la violencia contra otras personas. El ejército es sólo, ya
sabes, uno de los cócteles más fuertes que existen.
AMY GOODMAN: Y hablemos de Livelsberger, lo que ahora entendemos que pasó. Es el boina verde
que conducía el cibercamión que explotó frente al hotel Trump en Las Vegas.
Aparentemente, murió de una herida de bala autoinfligida. ¿Puede hablar de
suicidios de soldados?
MIKE PRYSNER: Bueno, quiero decir, es una epidemia, y lo ha sido durante mucho tiempo. Y es
algo que se agravó especialmente cuando empezaron las guerras de Irak y
Afganistán. Tienes gente como Livelsberger que desplegó muchas, muchas, muchas
veces. En Operaciones Especiales, él, sin duda, estuvo involucrado en cosas
que... involucrado en asesinatos por todo el mundo.
Pero, sabes, la forma en que el ejército históricamente y, sabes, desde mi propia experiencia al estar
en contacto con tantos miembros del servicio que estaban luchando contra esto,
sabes, la política del ejército cuando se trata de salud mental y suicidio y
cosas por el estilo son mantener la fuerza de combate. Y así, el objetivo de
las fuerzas armadas de EE.UU. cuando se enfrentan a esta epidemia entre las
filas es mantener la fuerza de combate activa y mantener a la gente desplegada
y cosas por el estilo. Y eso es lo que vimos durante las guerras de Irak y Afganistán.
Y así, por supuesto, hay mucho de esto, mucho de esto en la sociedad en general, pero en el ejército en
particular. Livelsberger, que hirió a mucha gente y podría haber matado a
algunas personas, también, y así, ya sabes, a primera vista, parece que era
sólo otra estadística de alguno de Operaciones Especiales o los militares en
general que se suicidó, pero lo hizo de esta manera espectacular, ya sabes, se
fue con una explosión, que, ya sabes, con nuestros medios de comunicación
corporativos que sensacionaliza tantos de estos incidentes, tal vez se inspiró
para hacer algo que hizo una escena o algo así. Pero creo que el suicidio es,
por supuesto, un problema importante en el ejército y en nuestra sociedad, por
las razones que he mencionado antes, y que, por supuesto, va a haber alguna
capa de esas personas que quieren convertir esa violencia en otras personas,
así como a sí mismos.
AMY GOODMAN: Un artículo
en The Washington Post de hace, oh, un mes se titula "Trump podría
entorpecer la renovada lucha contra el terrorismo doméstico, advierten los
analistas". Ahora, esto es realmente interesante. Recuerdo cuando Obama
llegó al cargo y había un informe sobre el terrorismo interno, especialmente el
terrorismo de derecha en el ejército. Se le presionó para que no publicara ese
informe. Se trata de un asunto en curso. Entonces usted tiene la desinformación
que Fox sacó el día de Año Nuevo diciendo que el camión que fue alquilado vino
- este es el camión en Nueva Orleans que Jabbar utilizó - vino a través de la
frontera en los últimos dos días. No fue minutos más tarde que Trump no publicó
en Truth Social que finalmente la gente tiene que aceptar que las personas que
vienen de fuera de este país son más de una amenaza que las personas que han
nacido aquí. Y atribuyó la minimización de la amenaza extranjera a los
demócratas y a los medios de noticias falsas. Por supuesto, se equivocó al
respecto, y Jabbar era un ciudadano estadounidense nacido en Estados Unidos,
que sirvió en el ejército durante más de 10 años. ¿Mike?
MIKE PRYSNER: Por supuesto. Bueno, ya sabes, la administración Trump va a utilizar al
atacante de Nueva Orleans para alimentar su agenda de derechas. La realidad es
que cuando nos fijamos en los ataques extremistas o la violencia de las
personas que han estado en el ejército o todavía están en el ejército, un
número muy, muy pequeño de esas personas, se podría decir, fueron inspirados
por el extremismo islámico. Pero el extremismo de derechas es, de hecho, algo
muy frecuente y común, y lo ha sido a lo largo de toda la historia del ejército
estadounidense. Quiero decir, el Ku Klux Klan, la principal organización
terrorista nacional de Estados Unidos, fue fundada por veteranos militares. Y a
lo largo de toda la historia de las fuerzas armadas estadounidenses, las
organizaciones supremacistas blancas y de derechas han reclutado y han sido dirigidas
en gran medida por militares y veteranos militares.
Todo esto llegó a un punto crítico en los años 90, cuando el atentado de Oklahoma City, pero también había
neonazis miembros del servicio
–
AMY GOODMAN: Servido - derecha. Timothy...
MIKE PRYSNER: - en los Marines cometen un linchamiento de una pareja negra en Fayetteville,
Carolina del Norte. Y entonces, así, hubo este breve período de represión de
los militares contra el extremismo de derecha. Pero cuando la guerra de Irak
empezó a ir muy mal y necesitaron personal para seguir yendo a la guerra de
Irak, eliminaron por completo las restricciones sobre este tipo de cosas y
entonces -ya sabes, lo que ha sido expuesto por muchos periodistas- estaban
incorporando a sabiendas a extremistas de derechas. Algunos de ellos entraban
en el ejército específicamente para recibir entrenamiento y volver a sus organizaciones.
Y así, hoy tenemos muchas organizaciones de extrema derecha, como Atomwaffen Division, Identity Evropa, Patriot Front,
algunas de esas organizaciones fundadas por veteranos, pero que también
reclutan en gran medida a militares y veteranos. Por ejemplo, documentos
filtrados de Patriot Front muestran que más del 20% de sus solicitantes son
jóvenes veteranos o personas que todavía están en el ejército. Ya sabes, esto
es un verdadero - esto es un peligro real. Usted sabe, los Oath Keepers,
después del 6 de enero, se reveló que muchos de los participantes eran
veteranos militares. De hecho, muchos de las Operaciones Especiales fueron
realmente el liderazgo táctico de ese asalto, y muchos de los cuales habían
escondido gran cantidad de rifles de asalto y municiones en habitaciones de
hotel que estaban muy cerca del asalto al Capitolio.
Y así, por supuesto, esto es algo que debería preocupar a todos. Es obviamente el peligro real claro y
presente cuando estamos hablando de extremismo desde dentro del ejército. Pero
la administración Trump ha indicado que el problema en el ejército es, de
hecho, el wokeismo. Y puede que vayan a por generales woke o cosas así, lo que
en realidad significa que irán a por personas trans. Pero también, creo que es
muy preocupante cuando hablamos de lo que debemos esperar de la administración
Trump, cómo van a combatir el extremismo desde el ejército. Ya sabes, una de
las principales plataformas del programa de Trump - en su programa de 20 puntos
para su presidencia, uno de ellos era deportar a los terroristas pro-Hamas. Y
así, por supuesto, sabemos que la administración Trump, cuando dicen
"pro-Hamas", en realidad sola quieren decir pro-Palestina.
Y, ya sabes, esto, supongo, me lleva al punto de que, ya sabes, el ejército, como hemos estado discutiendo,
realmente transforma a la gente de muchas maneras, que puede tender a
transformar a la gente de maneras extremadamente negativas. Pero muchas veces
la experiencia militar de la gente les lleva en una dirección positiva y les
hace rechazar la violencia de la que formaban parte, que es lo que hemos visto
el año pasado con el genocidio de Gaza, donde un gran número de miembros del servicio
han abandonado el ejército, tanto pública como privadamente, han participado en
manifestaciones para tratar de protestar contra el papel de Estados Unidos en
ello, y han tomado otras medidas realmente dramáticas y heroicas en ese
sentido. Y esos son los tipos de personas que Donald Trump y Hegseth y otros
que van a formar parte de la administración identifican como extremistas,
cuando la amenaza real del extremismo de derechas va a ser, por supuesto,
completamente ignorada, porque esa es realmente la base de la administración entrante.
AMY GOODMAN: Por último, Mike Prysner, un reciente informe
de The Guardian titulado "La elección de Trump es una amenaza para la
lucha contra el extremismo en el ejército de EE.UU., advierten los
expertos", cita: "Pete Hegseth, la asediada elección de Donald Trump
para secretario de Defensa, tendrá dificultades para manejar el grave problema
del extremismo en el ejército de EE.UU. debido a sus propias opiniones
políticas de extrema derecha, han advertido expertos en el tema". El
artículo cita a Kristofer Goldsmith, veterano de la guerra de Irak, director
general de la organización de vigilancia sin ánimo de lucro Task Force Butler,
que afirma: "Creo que va a ser un desastre absoluto. Pete Hegseth es un
extremista doméstico", afirmó. Hegseth, veterano de las guerras de Irak y
Afganistán, no pudo asistir a la toma de posesión de Joe Biden en 2021 después
de que un compañero de la guardia nacional le acusara de ser una "amenaza
interna" y un extremista con tatuajes problemáticos". Mike Prysner,
¿sus comentarios finales?
MIKE PRYSNER: Sí, buenos, estamos en un momento tumultuoso en Estados Unidos, tanto en un
momento de mayor violencia política como en un momento de creciente
desesperación y creciente desigualdad en este país. Ya sabes, los militares, al
ser una muestra representativa de esa sociedad estadounidense, también
experimentan esas cosas. Y en ese momento, va a haber un número de personas en
el ejército y los veteranos que van a gravitar hacia las organizaciones de
derecha y seguir el camino que Hegseth fue. Habrá gente que haga lo contrario,
y habrá gente que simplemente se encierre en sí misma en la autodestrucción y
la desesperación.
Por eso creo que es muy importante que las personas de mentalidad progresista se den cuenta de que
podemos desempeñar un papel para llegar a los militares que pueden seguir un
camino diferente y seguir el camino de los muchos miembros heroicos del
servicio que han adoptado una postura, que han abandonado el ejército y que han
utilizado sus experiencias como una fuerza para el bien en este mundo.
Y, volviendo a la cuestión principal, tenemos estos problemas profundamente arraigados en nuestra sociedad
que dan lugar a estos incidentes de violencia masiva. Los miembros de las
fuerzas armadas y los veteranos, en lugar de ser los principales responsables
de las víctimas, pueden contribuir a cambiar la sociedad, a llegar a la raíz de
esos problemas y a hacer avanzar la sociedad, como han hecho históricamente en
el pasado: los veteranos de Vietnam lideraron la lucha contra la guerra de
Vietnam, los veteranos de Irak lideraron la lucha contra la guerra de Irak, y
en ambos casos fueron factores decisivos para que esas guerras llegaran a su
fin. Tenemos problemas mucho mayores que abordar en la sociedad. Los miembros
del servicio pueden ser y los veteranos pueden ser en gran medida parte de la
solución de ellos. Y es muy necesario que fomentemos eso entre la gente
progresista, porque está claro que hay una facción en el ala derecha que ya lo
está haciendo y se está aprovechando de ello, y, por supuesto, está entrando en
las más altas esferas del poder, con gente como Hegseth.
AMY GOODMAN: Mike Prysner, queremos darle las gracias por estar con nosotros. Mike fue
veterano del ejército en la guerra de Irak, organizador de la IG durante mucho
tiempo, anteriormente cofundó March Forward, un grupo antibélico de veteranos y
miembros del servicio activo. Tenía 17 años cuando se alistó en el ejército en
2001. Su compañía participó en la invasión estadounidense de Irak en 2003.
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