Entrevista a Noam Chomsky
Los cables de WikiLeaks revelan “profundo odio a la democracia por parte de
nuestra dirigencia política”
Amy Goodman Democracy Now 2 de diciembre de 2010
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Vídeo de la entrevista de Amy Goodman con Noam Chomsky (en inglés)
al final de este artículo.
Transcripción no editada
AMY GOODMAN: Nos reunimos con el distinguido disidente político y
lingüista de reputación mundial, Noam Chomsky, profesor emérito del
Massachusetts Institute of Technology, y autor de más de cien libros incluido su
último, Esperanzas y realidades, para obtener su reacción a los
documentos de WikiLeaks. Hace cuarenta años, Noam y Howard Zinn ayudaron
al denunciante del gobierno, Daniel Ellsberg, a editar y publicar los Papeles
del Pentágono la historia interna de máximo secreto de EE.UU. de la Guerra
de Vietnam.
Noam Chomsky nos habla desde Boston… Antes de que hablemos sobre
WikiLeaks, ¿cuál fue su participación en los Papeles del
Pentágono? No creo que la mayoría de la gente esté informada al
respecto.
NOAM CHOMSKY: Dan y yo éramos amigos. Tony Russo, quien también los
preparó y ayudó a filtrarlos. Yo recibí copias por adelantado de Dan y Tony y
varias personas los distribuyeron a la prensa. Yo fui una de ellas. Luego yo
–junto con Howard Zinn como usted dijo– editamos un volumen de ensayos e
indexamos los papeles.
AMY GOODMAN: Explique cómo funcionó. Siempre pienso que es importante
–contar esa historia– especialmente para los jóvenes. Dan Ellsberg –funcionario
del Pentágono, con aprobación de máximo secreto– saca de su caja de fondos esa
historia de la intervención de EE.UU. en Vietnam, la fotocopia y luego ¿cómo
llegó a tenerla en sus manos? ¿se la dio directamente a usted?
NOAM CHOMSKY: De Dan Ellsberg y Tony Russo, que había hecho sus
fotocopias y preparado el material.
AMY GOODMAN: ¿Cuánto editó usted?
NOAM CHOMSKY: Bueno, no modificamos nada. Los papeles no fueron
corregidos. Quedaron en su forma original. Lo que hicimos Howard Zinn y yo fue
–aparecieron en cuatro volúmenes– fue preparar un quinto volumen, que contenía
ensayos críticos de muchos expertos sobre los papeles, lo que significan, su
significado, etc. Y un índice, que es casi indispensable para utilizarlos
seriamente. Es el quinto volumen de la serie de Beacon Press.
AMY GOODMAN: ¿De modo que fue uno de los primeros en ver los
Papeles del Pentágono?
NOAM CHOMSKY: Fuera de Dan Ellsberg y Tony Russo, sí. Quiero decir,
hubo algunos periodistas que pueden haberlos visto. No estoy seguro.
AMY GOODMAN: ¿Qué piensa actualmente? Por ejemplo, acabamos de
reproducir este clip del miembro republicano del Congreso, Peter King, quien
dice que WikiLeaks debería ser declarado una organización terrorista
extranjera.
NOAM CHOMSKY: Pienso que es estrambótico. Debemos comprender –y los
Papeles del Pentágono son otro ejemplo claro– que una de las principales
razones para el secreto gubernamental es proteger al gobierno contra su propia
población. En los Papeles del Pentágono, por ejemplo, hubo un volumen –el
volumen de las negociaciones– que podría haber tenido influencia sobre
actividades en curso y Daniel Ellsberg lo retuvo. Apareció un poco después. Si
se consideran los papeles en sí, hay cosas que los estadounidenses debieran
haber sabido y que otros no querían que supieran. Y que yo sepa, por lo que he
visto en este caso, ahora vale lo mismo. De hecho, las actuales filtraciones
–las que he visto por lo menos– son interesantes, primordialmente por lo que nos
dicen sobre cómo funciona el servicio diplomático.
AMY GOODMAN: Las revelaciones de los documentos respecto a Irán
aparecen justo cuando el gobierno iraní ha aceptado una nueva vuelta de
conversaciones nucleares para principios del próximo mes. El lunes, el primer
ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que los cables vindican la posición
israelí de que Irán plantea una amenaza nuclear. Netanyahu dijo: “Nuestra región
ha sido cautiva de una narrativa que es el resultado de sesenta años de
propaganda, que presenta a Israel como la mayor amenaza. En realidad, los
dirigentes comprenden que ese punto de vista está en bancarrota. Por primera vez
en la historia, existe acuerdo en que Irán es la amenaza. Si los dirigentes
comienzan a decir abiertamente lo que han estado diciendo tras puertas cerradas,
podemos realizar un verdadero cambio radical en el camino hacia la paz.” La
secretaria de Estado Hillary Clinton también habló de Irán en su conferencia de
prensa en Washington. Dijo lo siguiente:
HILARY CLINTON: Pienso que no debiera ser una sorpresa para nadie que
Irán es una fuente de gran preocupación, no sólo en EE.UU. Lo que aparece en
cada reunión que tengo –en cualquier sitio del mundo– es la preocupación por las
acciones e intenciones de Irán. Por ello, en todo caso, cualquiera de los
comentarios de los que supuestamente se habla en los cables confirma que Irán
plantea una amenaza muy seria desde el punto de vista de muchos de sus vecinos y
una preocupación seria mucho más allá de su región. Por eso la comunidad
internacional se juntó para aprobar las sanciones más fuertes posibles contra
Irán. No sucedió porque EE.UU. haya dicho: “Por favor, ¡hagan esto para
nosotros!” Sucedió porque los países –una vez que evaluaron la evidencia
respecto a las acciones e intenciones de Irán– llegaron a la misma conclusión
que EE.UU.: que debemos hacer lo que podamos a fin de agrupar a la comunidad
internacional para que actúe para impedir que Irán se convierta en un Estado con
armas nucleares. De modo que si alguien que lea las historias sobre estos, uh,
supuestos cables piensa cuidadosamente, lo que concluirá es que la preocupación
sobre Irán está bien fundada, es ampliamente compartida, y seguirá siendo la
fuente de la política que mantenemos con naciones de la misma opinión para
impedir que Irán adquiera armas nucleares.”
AMY GOODMAN: Era la secretaria Hillary Clinton, ayer, en una
conferencia de prensa. Quería obtener su comentario sobre Clinton, el comentario
de Netanyahu, y el hecho de que Abdullah de Arabia Saudí –el rey al que están
operando de la espalda ahora en Nueva York– llamó a EE.UU. a atacar Irán. ¿Noam
Chomsky?
NOAM CHOMSKY: Eso refuerza esencialmente lo que dije anteriormente,
que el significado principal de los cables que están siendo publicados hasta
ahora es lo que nos dicen sobre el liderazgo occidental. Hillary Clinton y
Benjamin Netanyahu seguramente conocen los cuidadosos sondeos de la opinión
pública árabe. El Brookings Institute publicó hace sólo algunos meses amplios
sondeos de lo que los árabes piensan sobre Irán. Los resultados son bastante
impresionantes. Muestran que la opinión árabe considera que la mayor amenaza en
la región es Israel –es 80%. La segunda mayor amenaza es EE.UU. – 77%. Irán es
mencionado como amenaza por un 10%.
Respecto a armas nucleares, de un modo bastante notable, una mayoría –en los
hechos, un 57%– dice que la posesión de armas nucleares por Irán tendría un
efecto positivo para la región. Ahora bien, no se trata de cifras pequeñas. Un
80%, un 77%, dicen que EE.UU. e Israel constituyen la mayor amenaza. Un 10% dice
que Irán es la mayor amenaza. Puede que los periódicos no informen al respecto
aquí –aparece en Inglaterra– pero es ciertamente algo familiar para los
gobiernos de Israel y EE.UU., y los embajadores. Pero no aparece una palabra al
respecto en ninguna parte. Lo que eso revela es el profundo odio a la democracia
por parte de nuestra dirigencia política y la dirigencia política israelí. Esas
cosas ni siquiera deben ser mencionadas. Eso impregna todo el servicio
diplomático. Los cables no incluyen ninguna referencia a eso.
Cuando hablan de los árabes, quieren decir los dictadores árabes, no la
población que se opone de modo abrumador a las conclusiones que han sacado los
analistas en este caso – Clinton y los medios. También existe un problema menor;
es el problema mayor. El problema menor es que los cables no nos dicen lo que
piensan y dicen los dirigentes árabes. Sabemos lo que fue seleccionado de la
diversidad de lo que dijeron. De modo que hay un proceso de filtración. No
sabemos cuánto distorsiona la información. Pero no cabe duda de que lo que es
una distorsión radical –o ni siquiera una distorsión, un reflejo – es la
preocupación de que lo que importan son los dictadores. La población no importa,
incluso si se opone abrumadoramente a la política estadounidense.
Hay cosas semejantes en otros sitios, como las que tienen que ver con esa
región. Uno de los cables más interesantes fue un cable del embajador de EE.UU.
en Israel a Hillary Clinton, que describió el ataque contra Gaza –que debiéramos
llamar el ataque estadounidense/israelí contra Gaza- en diciembre de 2008.
Indica correctamente que había habido una tregua. No agrega que durante la
tregua –que en realidad no fue respetada por Israel– pero que durante la tregua,
Hamás la respetó escrupulosamente según el propio gobierno israelí, no se
disparó un solo cohete. Es una omisión. Pero luego viene una mentira directa:
dice que en diciembre de 2008, Hamás reanudó el disparo de cohetes y que por
ello Israel tuvo que atacar en autodefensa. Ahora bien, el embajador seguramente
sabe que debe haber alguien en la embajada de EE.UU. que lea la prensa israelí
–la prensa israelí dominante– en cuyo caso la embajada seguramente sabe que es
exactamente lo contrario: Hamás estaba pidiendo una renovación del cese al
fuego. Israel consideró la oferta, la rechazó, y prefirió bombardear en lugar de
tener seguridad. También omitió que mientras Israel nunca respetó el cese al
fuego –mantuvo el sitio en violación del acuerdo de tregua– el 4 de noviembre,
el día de la elección de 2008 en EE.UU., el ejército israelí invadió Gaza, y
mató a media docena de militantes de Hamás, lo que condujo a un intercambio de
fuego en el cual todas las víctimas, como de costumbre, fueron palestinas. Luego
en diciembre, Hamás –cuando terminó oficialmente la tregua– Hamás pidió que se
renovara. Israel rehusó, y EE.UU. e Israel prefirieron lanzar la guerra. Lo que
informó la embajada es una burda falsificación, y es muy significativa ya que
–ya que tenía que ver con la justificación del ataque asesino– lo que significa
que o la embajada no tenía idea de lo que estaba sucediendo o de otra manera,
que estaba mintiendo directamente.
AMY GOODMAN: ¿Y el último informe que acaba de aparecer –de Oxfam, de
Amnistía Internacional, y de otros grupos – sobre los efectos del sitio en Gaza?
¿Qué pasa ahora mismo?
NOAM CHOMSKY: Un sitio es un acto de guerra. Si alguien insiste en
eso, es Israel. Israel lanzó dos guerras –1956 y 1967– en parte sobre la base de
que su acceso al mundo exterior estaba muy parcialmente restringido. Ese mismo
sitio parcial que consideraron un acto de guerra y justificación para –bueno,
una de varias justificaciones– para lo que llamaron guerra “preventiva” –o si se
quiere, profiláctica. De modo que lo entienden perfectamente y el argumento es
correcto. El sitio es un acto criminal, para comenzar. El Consejo de Seguridad
ha llamado a Israel a levantarlo, y otros también lo han hecho. Tiene el
propósito –como lo han declarado funcionarios israelíes– de mantener al pueblo
de Gaza a un nivel mínimo de existencia. No quieren matarlos a todos porque no
se vería bien ante la opinión internacional. Como dicen, “mantenerlos a dieta”.
Esta justificación, comenzó poco después de la retirada oficial israelí. Hubo
una elección en enero de 2006, la única elección libre en el mundo árabe
–cuidadosamente monitoreada, reconocida como libre– pero tuvo un defecto.
Ganaron los que no debían hacerlo. Es decir Hamás, los que no quería EE.UU., e
Israel no quería. Instantáneamente, dentro de días, EE.UU. e Israel impusieron
duras medidas para castigar al pueblo de Gaza por haber votado de manera
equivocada en una elección libre.
El próximo paso fue que ellos –EE.UU. e Israel– trataron, junto con la
Autoridad Palestina, de realizar un golpe militar en Gaza para derrocar el
gobierno elegido. Fracasó – Hamás derrotó el intento de golpe. Fue en julio de
2007. Entonces, el sitio fue endurecido considerablemente. Mientras tanto
ocurrieron numerosos actos de violencia, bombardeos, invasiones, etc., etc. Pero
básicamente, Israel afirma que cuando la tregua fue establecida en el verano de
2008, el motivo para que Israel no lo observara y levantara el sitio fue que un
soldado israelí –Gilad Shalit– fue capturado en la frontera. El comentario
internacional lo considera un crimen terrible. Bueno, piénsese como se quiera,
la captura de un soldado de un ejército atacante –y el ejército estaba atacando
Gaza– no se aproxima en nada al nivel del crimen de secuestrar civiles. Justo un
día antes de la captura de Gilad Shalit en la frontera, tropas israelíes habían
entrado en Gaza, secuestrado a dos civiles –los Hermanos Muammar– y se los
habían llevado al otro lado de la frontera. Desaparecieron en algún sitio del
sistema carcelario de Israel, donde cientos de, tal vez algo como mil, personas
son mantenidas a veces durante años sin ser acusadas. También hay prisiones
secretas. No sabemos lo que pasa en ellas.
Esto es de por sí un crimen mucho peor que el secuestro de Shalit. De hecho,
se podría argumentar que fue un motivo por el cual apenas se informó al
respecto: Israel lo ha estado haciendo hace años, de hecho, decenios. Raptos,
capturas de gente, secuestros de barcos, asesinatos, llevarlos a Israel, a veces
como rehenes durante muchos años. De modo que esto es una práctica regular;
Israel puede hacer lo que quiere. Pero la reacción aquí y en el resto del mundo
al secuestro de Shalit, bueno, no secuestro, no se secuestra a soldados –la
captura de un soldado, como un crimen inconfesable, justificación para mantener
el sitio y asesinar… es una desgracia.
AMY GOODMAN: Por lo tanto Amnistía Internacional, Oxfam, Save the
Children, y otros dieciocho grupos de ayuda llaman a que Israel levante
incondicionalmente el bloqueo de Gaza. Y en Wikileaks publican un cable
diplomático estadounidense –suministrado a The Guardian por
Wikileaks– que describe: “Directiva nacional de recolección de
inteligencia humana: Solicita a personal de EE.UU. para que obtenga detalles de
planes de viaje, como ser rutas y vehículos utilizados por dirigentes de la
Autoridad Palestina y miembros de Hamás”. El cable pide: “Información
biográfica, financiera, biométrica sobre dirigentes y representantes clave de la
AP y de Hamás, que incluyen a la Joven Guardia, dentro de Gaza, Cisjordania, y
fuera,” dice.
NOAM CHOMSKY: No debiera constituir una gran sorpresa. Contrariamente
a la imagen que se proyecta en este país, EE.UU. no es un intermediario honesto.
Es un participante, un participante directo y crucial de los crímenes israelíes,
tanto en Cisjordania como en Gaza. El ataque en Gaza fue un caso claro:
utilizaron armas estadounidenses, EE.UU. bloqueó esfuerzos de cese al fuego,
dieron apoyo diplomático. Lo mismo vale para los crímenes diarios en
Cisjordania, y no hay que olvidarlos. En realidad, Save The Children ha
informado que en el Área C –el área de Cisjordania controlada por Israel– las
condiciones son peores que en Gaza. De nuevo, todo esto tiene lugar sobre la
base del apoyo crucial, decisivo, de EE.UU., militar, diplomático, económico; y
también del apoyo ideológico – lo que quiere decir la distorsión de la
situación, como ha sido hecho de nuevo, dramáticamente, en los cables.
El sitio en sí es simplemente criminal. No solo bloquea ayuda
desesperadamente necesitada, también aleja a los palestinos de la frontera. Gaza
es un sitio pequeño, fuerte y densamente superpoblado. Y el fuego y los ataques
israelíes alejan a los palestinos de la tierra árabe en la frontera, y también
limita a los pescadores de Gaza a las aguas territoriales. Son obligados por
cañoneras israelíes –todo es igual, claro está– a pescar cerca de la costa donde
la pesca es casi imposible porque Israel ha destruido los sistemas eléctricos y
de alcantarillado y la contaminación es terrible. Es sólo un estrangulamiento
para castigar a la gente por estar allí y por insistir en votar de la manera no
deseada. Israel decidió: “Ya no queremos esto. Librémonos de ellos.”
También debiéramos recordar que la política estadounidense/israelí –desde
Oslo, desde inicios de los años noventa– ha sido separar Gaza de Cisjordania. Es
una violación directa de los acuerdos de Oslo, pero ha sido implementada
sistemáticamente, y ha tenido mucho efecto. Significa que casi la mitad de la
población palestina sería separada de cualquier posible arreglo político al que
se pudiera llegar. También significa que Palestina pierde su acceso al mundo
exterior. Gaza debería tener y puede tener aeropuertos y puertos marítimos.
Ahora mismo, Israel se ha apoderado de cerca de un 40% de Cisjordania. Las
últimas ofertas de Obama han otorgado aún más, y ciertamente planifican
apoderarse de más. Lo que queda es sólo santificado. Es lo que el planificador,
Ariel Sharon, llamó bantustanes. Y también están en prisión, mientras Israel se
apodera del Valle del Jordán y expulsa a los palestinos. Son todos crímenes de
la misma pieza.
El sitio de Gaza es particularmente grotesco por las condiciones bajo las
cuales se obliga a vivir a la gente. Quiero decir, si una persona joven en Gaza
–estudiante en Gaza, digamos– quiere estudiar en una universidad de Cisjordania,
no puede hacerlo. Si una persona en Gaza necesita un entrenamiento o tratamiento
médico avanzado de un hospital en Jerusalén este, donde hay entrenamiento, ¡no
puede ir! Se retienen las medicinas. Es un crimen escandaloso, en general.
AMY GOODMAN: ¿Qué piensa que EE.UU. debiera hacer en este caso?
NOAM CHOMSKY: Lo que EE.UU. debiera hacer es muy simple: debiera
unirse al mundo. Quiero decir que supuestamente existen negociaciones. Tal como
son presentadas aquí, el cuadro estándar es que EE.UU. es un intermediario
honesto que trata de juntar a dos oponentes recalcitrantes – Israel y la
Autoridad Palestino. No es más que una farsa.
Si hubiera negociaciones serias, serían organizadas por alguna parte neutral
y EE.UU. e Israel estarían de un lado y el mundo estaría del otro. Y no es una
exageración. No debiera ser un secreto que desde hace tiempo ha habido un
consenso internacional abrumador sobre una solución diplomática, política. Todos
conocen las líneas básicas: se podrá discutir sobre algunos de los detalles.
Incluye a todos con la excepción de EE.UU. e Israel. EE.UU. ha estado bloqueando
la solución durante 35 años, con interrupciones ocasionales – breves. Incluye a
la Liga Árabe. Incluye a la Organización de Estados Islámicos, que incluye a
Irán. Incluye a todo protagonista relevante con la excepción de EE.UU. e Israel,
los dos Estados que la rechazan. De modo que si llegara a haber negociaciones
que fueran serias, es la manera como serían organizadas. Las negociaciones
reales apenas llegan al nivel de comedia. El tema que está siendo discutido es
una nota al pié, una nota al pié menor: expansión de los asentamientos. Claro
que es ilegal. De hecho, todo lo que Israel está haciendo en Cisjordania y Gaza
es ilegal. Ni siquiera ha sido controversial desde 1967…
AMY GOODMAN: Quiero leerle ahora lo que ha twitteado Sarah Palin –la
ex gobernadora de Alaska, por supuesto, y candidata republicana a la
vicepresidencia. Es lo que ha twitteado sobre Wikileaks. Más bien, lo
colocó en Facebook. Dijo: “Primero y ante todo, ¿qué pasos se han tomado
para impedir que el director de WikiLeaks Julian Assange distribuya este
material confidencial altamente delicado, especialmente después que ya había
publicado material, no una vez sino dos veces, en los meses anteriores? Assange
no es un periodista, no más que un editor de la nueva revista “Inspire” en
idioma inglés de al-Qaida es un periodista. Es un agente anti-estadounidense con
sangre sobre sus manos. Su publicación pasada de documentos clasificados reveló
la identidad de más de 100 fuentes afganas a los talibanes. ¿Por qué no ha sido
perseguido con la misma urgencia con la que perseguimos a dirigentes de al-Qaida
y de los talibanes?” Noam Chomsky, ¿su respuesta?
NOAM CHOMSKY: Es exactamente lo que esperaría de Sarah Palin. No sé
cuanto entiende, pero pienso que debemos prestar atención a lo que nos dicen las
filtraciones… Tal vez la más dramática revelación, o mención, es el amargo odio
a la democracia que revela tanto el gobierno de EE.UU. –Hillary Clinton, y
otros– como el servicio diplomático.
Decir al mundo –bueno están hablando entre ellos– pretender los unos a los
otros que el mundo árabe considera Irán como la principal amenaza y que quiere
que EE.UU. bombardee Irán, es extremadamente revelador, siendo que saben que
aproximadamente un 80% de la opinión árabe considera a EE.UU. y a Israel como la
mayor amenaza, un 10% considera a Irán como la mayor amenaza, y que una mayoría,
57%, piensa que a la región le iría mejor con armas nucleares iraníes como una
especie de disuasivo. Eso ni siquiera lo mencionan. Todo lo que mencionan es lo
que ellos afirman que han dicho los dictadores árabes – brutales dictadores
árabes. Es lo que cuenta.
No sabemos hasta qué punto es representativo de lo que dicen, porque no
sabemos cuál es el filtro. Pero es un aspecto menor. El aspecto más importante
es que la población es irrelevante. Todo lo que importa son las opiniones de los
dictadores que apoyamos. Si nos respaldaran, eso sería el mundo árabe. Es un
cuadro muy revelador de la mentalidad de la dirigencia política de EE.UU. y,
presumiblemente, la opinión principal, a juzgar por el comentario que ha
aparecido aquí, es la manera como también ha sido presentada en la prensa. No
importa lo que piensen los árabes.
AMY GOODMAN: Su artículo, Outrage Misguided. De vuelta a las
elecciones de mitad de período y lo que vamos a presenciar ahora. ¿Puede hablar
sobre el movimiento Tea Party?
NOAM CHOMSKY: El movimiento Tea Party es, tal vez un 15 o 20% del
electorado. Es relativamente acaudalado, blanco, nativista, ya sabe, tiene
características más bien tradicionales nativistas. Pero lo que es mucho más
importante, pienso, es la indignación. Más de la mitad de la población dice que
más o menos lo apoyaron, o apoyan su mensaje. Lo que la gente piensa es
extremadamente interesante. Quiero decir, los sondeos revelan abrumadoramente
que la gente está extremadamente amargada, molesta, hostil, opuesta a todo.
La causa primordial es indudablemente el desastre económico. No es sólo la
catástrofe financiera, es un desastre económico. Quiero decir, en la industria
manufacturera, por ejemplo, los niveles de desempleo están al nivel de la Gran
Depresión. Y a diferencia de la Gran Depresión, esos puestos de trabajo no
volverán. Los propietarios y administradores estadounidenses han tomado hace
tiempo la decisión de que pueden obtener más beneficios con complicados negocios
financieros que mediante la producción. De modo que las finanzas –y esto data de
los años setenta, sobre todo Reagan lo aumentó, y después– La economía ha sido
financializada.
Las instituciones financieras han crecido enormemente en su parte de los
beneficios corporativos. Podrá ser algo como un tercio, o algo semejante, en la
actualidad. Al mismo tiempo, correspondientemente, la producción ha sido
exportada. Si se compra algún artefacto electrónico es chino. China es una
planta de montaje para un centro de producción del noreste asiático. Las partes
y componentes llegan de los países más avanzados – y de EE.UU., así como la
tecnología. Por lo tanto, sí, es un sitio barato para ensamblar cosas y
venderlas de vuelta aquí. Bastante similar en México, ahora Vietnam, etc. Es la
manera de lograr beneficios.
Destruye a la sociedad en este país, pero eso no preocupa a la clase
propietaria y a la clase gerencial. Su preocupación son los beneficios. Es lo
que impulsa la economía. El resto es una consecuencia. La gente está
extremadamente amargada por ello, pero no parece comprenderlo. De modo que la
misma gente, que constituye una mayoría, que dice que Wall Street tiene la culpa
por la actual crisis, vota republicano. Los dos partidos están profundamente
metidos en los bolsillos de Wall Street, pero los republicanos mucho más que los
demócratas.
Lo mismo vale para un tema tras el otro. El antagonismo a todos es
extremadamente elevado –verdadero antagonismo, a la población no le gustan los
demócratas, pero odia aún más a los republicanos. Está contra el gran dinero.
Está contra el gobierno. Está contra el Congreso. Está contra la ciencia –
AMY GOODMAN: Noam, quisiera preguntarle: si fuera el principal asesor
del presidente Obama: ¿qué le aconsejaría que hiciera ahora mismo?
NOAM CHOMSKY: Le diría que hiciera lo que Franklin Delano Roosevelt
hizo ante la oposición del gran dinero: Ayudar a organizar, estimular la
oposición pública e introducir un serio programa populista, lo que es posible.
Estimular la economía. No regalar todo a los financistas. Imponer una verdadera
reforma al sistema de salud. La reforma de la salud que fue introducida podrá
ser una ligera mejora pero deja sin tocar algunos importantes problemas. Si le
preocupa el déficit, preste atención al hecho de que es casi totalmente
atribuible a los gastos militares y a este programa de salud totalmente
disfuncional.
AMY GOODMAN: Noam, continuamos con su receta – el consejo que le daría
hoy en día al presidente Obama.
NOAM CHOMSKY: Bueno, la economía es un desastre. Hay un 10% de
desempleo oficial, probablemente el doble en desempleo real. Mucha gente
desempleada desde hace años –es una inmensa tragedia humana, pero también es una
tragedia económica. Son recursos no utilizados que podrían estar produciendo
para producir las cosas que este país necesita. EE.UU. se está convirtiendo en
una especie de país del tercer mundo.
El otro día, tomé un tren de Boston a Nueva York – es la estrella del sistema
ferroviario de Amtrak. Duró aproximadamente, tal vez veinte minutos menos que el
tren que mi esposa y yo tomábamos hace sesenta años de Boston a Nueva York. En
cualquier país europeo, o realmente, en cualquier país industrial hubiese durado
la mitad. Muchos países no industriales; tampoco España es un país súper rico,
está introduciendo un tren de 300 kilómetros por hora. Es sólo un ejemplo.
EE.UU. necesita desesperadamente muchas cosas: una infraestructura decente, un
sistema educacional decente, más paga y apoyo para los maestros, toda clase de
cosas. Y las políticas que son realizadas han sido diseñadas para enriquecer
sobre todo a las instituciones financieras; y hay que recordar que muchas de las
principales corporaciones como, digamos, General Electric y General Motors son
también instituciones financieras, constituyen gran parte de sus actividades. Es
muy poco claro que esas instituciones hagan algo por la economía. Algunos
economistas en este país –de la tendencia dominante– comienzan a plantear este
tema. Podrían dañar a la economía, en realidad. Lo que hacen es enriquecer a los
ricos, y es el propósito de las políticas.
Una alternativa sería estimular la economía. La demanda es muy baja – esas
corporaciones están inundadas de dinero, obtienen inmensos beneficios. Pero no
quieren gastarlo, no quieren invertirlo. Más bien quieren obtener ganancias con
él. Las instituciones financieras no producen nada, sólo mueven el dinero y
ganan dinero con diversos negocios. El público tiene demanda de consumo, pero es
muy ligera. Hay que recordar que hubo una burbuja de la vivienda de 8 billones
[millones de millones] de dólares que estalló, destruyendo los activos de la
mayoría de la gente. Ahora trata desesperadamente de conservar un poco para
salvarse. La única fuente de demanda ahora mismo serían los gastos del gobierno.
Ni siquiera tienen que afectar al déficit –pueden ser realizados mediante
préstamos de la Reserva Federal que envía los intereses directamente al Tesoro–
si a alguien le preocupa el déficit, que en realidad es un tema menor,
pienso.
Debería haber un gasto masivo en la infraestructura, debería haber gastos en
cosas simples como ambientalización. Deberíamos tener un programa sustancial
para reducir la gravísima amenaza del calentamiento global. Pero por desgracia
es poco probable con las nuevas legislaturas republicanas y los efectos de la
masiva propaganda corporativa para tratar de convencer a la gente de que es un
engaño liberal. Los últimos sondeos muestran que cerca de un tercio de los
estadounidenses cree en el calentamiento global antropogénico – ya sabe, la
contribución humana al calentamiento global. Es casi un golpe mortal para la
especie. Si EE.UU. no hace nada, nadie lo hará.
AMY GOODMAN: ¿Qué piensa de la cumbre global del cambio climático que
tiene lugar en Cancún?
NOAM CHOMSKY: Bueno, la Cumbre de Copenhague fue un desastre – no pasó
nada. Ésta en Cancún ha fijado objetivos mucho menores en la esperar de lograr
por lo menos algo. Pero supongamos que logran todos sus objetivos, lo que es muy
poco probable; será un mondadientes en una montaña. Hay muchos otros problemas
serios al respecto.
Ahora enfrentamos una situación en la cual los negacionistas del cambio
climático se están apoderando de los comités relevantes de la Cámara de
Representantes –ciencia, tecnología, etc. De hecho, uno de ellos dijo
recientemente: “No tenemos que preocuparnos por el tema porque Dios se hará
cargo”. Es increíble que esto esté sucediendo en el país más rico, más poderoso
del mundo. Es un área importante en la cual debería haber un cambio sustancial y
mejoras. Si no, no habrá mucho más de qué hablar en una generación o dos.
Otros incluyen la simple reconstrucción de la economía en este país para que
la gente pueda volver al trabajo, para que pueda producir cosas que el país
necesita, para que pueda vivir vidas decentes. Todo eso puede ser hecho. Los
recursos existen, pero no las políticas.
AMY GOODMAN: Noam, cuando uno observa el nuevo Congreso, estoy leyendo
en The New Yorker: "Darrell Issa, un representante republicano de
California, es uno de los hombres más ricos del Congreso. Ganó su dinero
vendiendo alarmas para coches, lo que es interesante, porque ha sido acusado dos
veces de robo de coches. Dijo que tuvo “una juventud pintoresca”. Ahora, cuando
los republicanos están a punto de tomar el control de la Cámara, Issa se prepara
para llegar a ser presidente del Comité de Supervisión. El puesto viene
acompañado de amplios poderes de orden de comparecencia, e Issa ya ha indicado
cómo piensa emplearlos. No le interesa, aseguró a un grupo de republicanos de
Pensilvania durante el verano, andar escarbando a la busca del tipo de
información que podría embarazar a otros multimillonarios: ‘no los utilizaré
para hacer que EE.UU. corporativo viva atemorizado’. En su lugar quiere llegar a
donde ve la verdadera maldad. Quiere investigar a los climatólogos. Arriba en su
lista están los pacientes investigadores sufridos cuyos correos electrónicos
fueron pirateados el año pasado desde el sistema informático de la Universidad
de East Anglia en Gran Bretaña. Aunque su trabajo ha sido tema de tres
investigaciones separadas de ‘Climagate’ –todas las cuales establecieron que las
afirmaciones de manipulación de datos carecían de fundamento– Issa no está
satisfecho. Dijo recientemente: “Vamos querer tener otra oportunidad”.
NOAM CHOMSKY: Sí. Forma parte de la masiva ofensiva –básicamente una
ofensiva corporativa– Y no han guardado silencio al respecto. La Cámara de
Comercio –el mayor lobby empresarial– el Instituto Estadounidense del Petróleo y
otros han dijo, de manera bastante pública, que están realizando una masiva
“campaña educacional” para convencer a la población que el calentamiento global
no es real. Y tiene efecto. Se ve incluso en la manera como los medios lo
presentan: se lee, digamos, en una discusión en el New York Times sobre
el cambio climático. Tienen que ser objetivos –presentar los dos lados– de modo
que un lado está formado por un 98% de científicos calificados y el otro es Issa
y un par de escépticos respecto al cambio climático. Les falta, si os dais
cuenta, una tercera parte – es decir una cantidad muy sustancial de destacados
científicos quienes dicen que el consenso no está ni cera de ser suficientemente
alarmista y que en realidad la situación es mucho peor. EE.UU. ha estado dando
largas al asunto desde hace mucho tiempo, y ahora es mucho peor.
Hace sólo un par de días, hubo un informe sobre un análisis de la producción
de tecnología verde. Resulta que China va adelante, seguida por Alemania, España
va muy avanzada, y EE.UU. es uno de los más atrasados. De hecho, la inversión de
EE.UU. en tecnología verde es mayor en China –creo que dos veces mayor en China–
que en EE.UU. y Europa en conjunto. Son verdaderas patologías sociales,
exacerbadas por la última elección, pero sólo un aspecto en el cual la política
se mueve totalmente en la dirección equivocada. Hay alternativas significativas,
y si no son consideradas podría ser un verdadero desastre. Podría estar bastante
cerca.
AMY GOODMAN: Quisiera cambiar de tema por un minuto, Noam Chomsky, y
hablar sobre las elecciones que acaban de tener lugar en Haití.
NOAM CHOMSKY: “Elecciones” debiera ser colocado entre comillas. Si
tuviéramos elecciones en EE.UU. en las cuales los partidos Demócrata y
Republicano estuvieran excluidos y sus dirigentes políticos exiliados en
Sudáfrica y no se les permitiera volver a EE.UU., no serían consideradas
elecciones serias. Pero es exactamente lo que ocurrió en Haití. Los principales
partidos políticos prohibidos – como sabemos EE.UU. y Francia invadieron
esencialmente Haití en 2004, secuestraron al presidente y lo enviaron a África
central. Su partido está prohibido. La mayoría de los analistas supone que, como
en el pasado, si se le permitiera presentarse como candidato probablemente
ganaría la elección. El ex presidente Aristide es, según toda la información
disponible, la personalidad política más popular en Haití. No sólo no han
permitido que se presente –esencialmente, EE.UU.– sino no se permite su retorno.
Han tratado de mantenerlo fuera del hemisferio. Seguro, no puede volver a Haití,
pero EE.UU. ha estado tratando de mantenerlo fuera del hemisferio en su
totalidad. Lo que ha tenido lugar es una especie de farsa –no es nada, sabe, los
haitianos tratan de expresarse, y deberíamos respetarlo. Pero las principales
alternativas que podrían tener son excluidas por el poder extranjero, el poder
de EE.UU. y de Francia, que es el segundo de dos torturadores históricos de
Haití.
AMY GOODMAN: Honduras. Es interesante que entre estos cables que han
salido a la luz mediante la publicación de WikiLeaks se encuentra el
cable diplomático de EE.UU. de 2008 que dice exactamente lo que el gobierno de
EE.UU. no estuvo dispuesto a decir en público: que el golpe contra Manuel Zelaya
fue totalmente ilegal. ¿Su reacción, Noam Chomsky?
NOAM CHOMSKY: Así es. Es un análisis de la embajada en Tegucigalpa,
Honduras, que dice que han hecho un cuidadoso análisis de los antecedentes
legales y constitucionales y que concluyen –puede leer su resumen, que está en
la conclusión– que no cabe duda de que el golpe fue ilegal e inconstitucional.
El gobierno de Washington, como usted señala, no estuvo dispuesto a decirlo. Y
de hecho, después de algunas dudas, Obama terminó esencialmente por reconocer la
legitimidad del golpe. Apoyó que se realizara la elección bajo el régimen
golpista, que la mayor parte de Latinoamérica y Europa se negó a reconocer. Pero
EE.UU. lo hizo.
De hecho, el embajador de EE.UU. acusó públicamente a los latinoamericanos
que no estuvieron de acuerdo de ser ‘seducidos por el realismo mágico’, como en
las novelas de García Márquez o algo así, sólo una declaración de desdén.
Deberían estar de acuerdo con nosotros y apoyar el golpe militar – que es ilegal
e inconstitucional. Y tiene muchos efectos. Uno de los efectos es que preserva
para EE.UU. una gran base aérea – la Base Aérea Palmerola, una de las últimas
que quedan en Latinoamérica. Ha sido expulsado de todas las otras.
AMY GOODMAN: Tengo dos preguntas y sólo nos quedan dos minutos. Una es
sobre Corea del Norte. Los documentos de WikiLeaks muestran a
diplomáticos chinos que dicen que responsables chinos “dudan cada vez de la
utilidad de la vecina Corea del Norte” y apoyarían la reunificación. ¿Qué
significa esto?
NOAM CHOMSKY: Soy muy escéptico sobre esa declaración. No existe
ninguna señal de que China esté dispuesta a tener tropas de EE.UU. en su
frontera, y ésa sería una consecuencia muy probable de una Corea reunificada.
Pero ha estado objetando amargamente a las maniobras navales de EE.UU. en el Mar
Amarillo, no lejos de su costa – que ellos llaman sus “Aguas Económicas
Territoriales”. Lo último que quieren es la expansión de fuerzas militares de
EE.UU. cerca de sus fronteras. Pueden pensar –no lo sé– que Corea del Norte
simplemente no es viable, y que tendrá que derrumbarse, y ese es un problema
terrible desde muchos puntos de vista, pero eso no lo sé. Pero soy muy escéptico
sobre esa filtración.
AMY GOODMAN: Finalmente, Noam, sobre su último libro Esperanzas y
perspectivas. ¿Qué le da esperanza?
NOAM CHOMSKY: Bueno, la parte de las Esperanzas de ese libre tiene que
ver sobre todo con Suramérica donde realmente ha habido algunos cambios
significativos y dramáticos en la última década. Por primera vez en 500 años,
los países suramericanos se han estado moviendo hacia la integración, que es un
requisito previo para la independencia, y han comenzado a enfrentar algunos de
sus problemas internos realmente desesperados. Existe una inmensa disparidad
entre islas de extrema riqueza y de pobreza masiva. Una cantidad de países –
incluido el más destacado, Brasil, han dado pasos en ese sentido. Bolivia ha
sido bastante dramática, con la victoria de la población indígena en una
importante elección democrática. Son hechos importantes.
AMY GOODMAN: Noam Chomsky, gracias por haber estado con nosotros. Oh,
y feliz cumpleaños.
NOAM CHOMSKY: Gracias.
Fuentes: http://www.alternet.org/rights/149032/noam_chomsky:_wikileaks_cables_reveal_%22profound_
hatred_for_democracy_on_the_part_of_our_political_leadership%22?page=entire
http://www.democracynow.org/blog/2010/11/30/noam_chomsky_on_the_
economy_us_midterm_elections_climate_change_haiti_and_more
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