Matar a Julian Assange: Un informe revela el plan de la CIA para secuestrar y asesinar al fundador de WikiLeaks
Democracy Now! 28 DE SEPTIEMBRE DE 2021
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¿Planeó la CIA, durante el Gobierno de Trump, secuestrar y asesinar al fundador de WikiLeaks, Julian
Assange, en un tiroteo en Londres? Ese es uno de los hallazgos explosivos de un
nuevo informe publicado por Yahoo News. En el informe se detalla que la CIA
analizó la posibilidad de secuestrar y asesinar a
Assange cuando este se encontraba refugiado en la Embajada de Ecuador en
Londres para impedir que lo extraditaran a Suecia por una denuncia de
violación, causa que se cerró en 2017. Más de treinta exfuncionarios afirman
que el exdirector de la CIA Mike Pompeo aparentemente quería vengarse de WikiLeaks por la
publicación de herramientas de piratería confidenciales de la CIA. La agencia la consideró “la mayor pérdida de datos en
la historia de la CIA”. Michael Isikoff, principal periodista de investigación de Yahoo News, describe
sus hallazgos y cuenta que este plan de secuestro generó “uno de los debates de
inteligencia más polémicos de toda la era Trump”. Isikoff señala además que, en
última instancia, esta posibilidad hizo que el Departamento de Justicia
acelerara la causa judicial contra Assange. También hablamos con la asesora
legal de Assange Jennifer Robinson quien sostiene que las últimas revelaciones
deberían alarmar a la ciudadanía estadounidense, así como a periodistas de todo
el mundo. “Aquí vemos a la CIA hablando de conspirar para secuestrar y asesinar a un ciudadano
australiano, un periodista y editor reconocido que no hizo más que publicar
información veraz”.
Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el
informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman, con Juan González. ¿Planeó
la CIA, durante el Gobierno de Trump, secuestrar y asesinar al fundador de WikiLeaks, Julian
Assange, en un tiroteo en Londres? Ese es uno de los hallazgos explosivos de un
nuevo informe publicado por Yahoo! News. En el informe se detalla que la CIA analizó la posibilidad de secuestrar y asesinar a
Assange, cuando este se encontraba refugiado en la Embajada de Ecuador en
Londres para impedir que lo extraditaran a Suecia [por una denuncia de
violación], causa que se cerró en 2017. Más de treinta exfuncionarios afirman
que el entonces director de la CIA Mike Pompeo aparentemente buscaba vengarse de WikiLeaks por la
publicación de herramientas de piratería informática confidenciales de la
agencia, conocidas como “Vault 7”, lo cual se consideró “la mayor filtración de
datos en la historia de la CIA”. Un funcionario dijo que Pompeo y otros
directivos de la agencia “estaban completamente alejados de la realidad porque
estaban muy avergonzados por lo sucedido con Vault 7. Buscaban sangre”. Para
hablar sobre este tema, nos acompaña desde Washington D.C. uno de los tres
autores de este reporte: Michael Isikoff, jefe de investigación de Yahoo! News,
donde también es redactor jefe de reportajes e investigaciones. Michael
Isikoff, bienvenido de nuevo a Democracy Now!
MICHAEL ISIKOFF: Es un placer estar con ustedes.
AMY GOODMAN: Este es un reportaje explosivo. ¿Podría exponer sus
hallazgos? Usted y su equipo hablaron con muchas personas relacionadas con
agencias de inteligencia. Describa los hechos, desde antes de 2017 en adelante.
MICHAEL ISIKOFF: Claro. Este fue uno de los más polémicos debates
sobre inteligencia de toda la era Trump. Y comienza con la filtración de Vault
7. Como es bien sabido, WikiLeaks había estado en el radar de la inteligencia
estadounidense durante años por publicar las comunicaciones del Departamento de
Estado en 2010, los registros de las guerras de Afganistán e Irak, que habían
sido proporcionados por Chelsea Manning y, por supuesto, por el papel de
Assange en la publicación de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata
y de John Podesta, filtrados por Rusia, en el marco de las elecciones de 2016.
Lo que de verdad exasperó a Mike Pompeo, el entonces nuevo director de la CIA,
fue esa filtración de Vault 7. Esto sucedió durante su
mando. Esta era su agencia. Y aunque Pompeo se había mostrado algo indiferente
a las afirmaciones sobre Rusia y al papel de Assange en ello, la filtración de
Vault 7 hizo que volcara sus energías a perseguir a WikiLeaks y a Assange,
buscando desmantelar la organización. Yo estaba presente cuando Pompeo dio ese
discurso a principios de abril de 2017, donde describió por primera vez a
WikiLeaks como “un servicio de inteligencia hostil no estatal”. Como muchas
otras personas, yo supuse que solo era una forma retórica de hablar, una frase
provocativa que se le ocurrió a Pompeo. En realidad, internamente, esa
designación abrió las puertas para que la CIA planeara y ejecutara todo tipo de operativos que no
requerían una orden presidencial y que tampoco iban a ser revisados en el
Congreso. Eran actividades de contrainteligencia ofensiva. Había planes para
secuestrar a Assange, básicamente, un operativo para sacarlo a la fuerza de la
Embajada ecuatoriana. Se habló también de asesinato, aunque, para ser claros,
dichos planes nunca fueron remitidos a la Casa Blanca y permanecieron como
asuntos internos de la CIA. Los planes de secuestro eran parte de una ofensiva más amplia por parte
de la CIA contra múltiples frentes de WikiLeaks, que incluía apropiarse de ordenadores, espiar a
los asociados de la organización y sembrar discordia entre sus miembros. Los
abogados de la Casa Blanca de Trump expresaron su preocupación de que Pompeo
hubiera ido más lejos de lo que la ley autorizaba. Por un lado, en el momento
en que la CIA estaba desarrollando estos planes, no había aún una acusación formal contra Assange
por parte del Departamento de Justicia. Eso generó la pregunta: si lo
secuestran y hacen que se rinda, ¿a dónde lo llevarían? ¿Qué bases legales permitirían
mantenerlo bajo custodia sin una acusación formal? Esto hizo que la Casa Blanca
presionara al Departamento de Justicia para tratar de acelerar el proceso de
acusación contra Assange, la cual ocurrió a finales de 2017./p>
JUAN GONZÁLEZ: Michael, usted ha mencionado las diferencias entre
el Departamento de Justicia y la CIA con respecto a este caso. Asimismo, como usted ha dicho claramente,
esas diferencias tenían que ver con contextos determinados, porque los planes
nunca obtuvieron luz verde, ciertamente no por parte de la Casa Blanca de
Trump, ya que Trump había estado alabando a WikiLeaks por, prácticamente, ayudarlo…
MICHAEL ISIKOFF: Sí.
JUAN GONZÁLEZ: …en su campaña electoral con la filtración de documentos.
MICHAEL ISIKOFF: Por supuesto. Todos recordamos su “me encanta
WikiLeaks” durante la campaña de 2016. Una nota sobre eso: debo señalar que en
nuestro reportaje incluimos una declaración de Trump, porque teníamos una
fuente que dijo que, cuando finalmente se le informó a Trump sobre esto, él preguntó:
“¿se puede asesinar a Assange?”. En una declaración para Yahoo! News de la
semana pasada, incluida en nuestro artículo, Trump negó haber dicho eso, pero
luego dijo algo muy interesante. Dijo que “a Assange lo están tratando muy
mal”. Básicamente ha retomado su postura de 2016, cuando dijo “me encanta
WikiLeaks”, expresando simpatía, sin duda, por lo que Assange hizo durante las
elecciones de 2016.
AMY GOODMAN: Escuchemos ese famoso comentario del entonces
candidato Trump declarando que le encantaba WikiLeaks.
DONALD TRUMP: Esto acaba de salir a la luz. Acaba de salir a la luz. ¡WikiLeaks!
¡Me encanta WikiLeaks!
AMY GOODMAN: Y ahora pasemos a 2017, cuando Mike Pompeo era director de la CIA.
MIKE POMPEO: [WikiLeaks actúa como un servicio de inteligencia
hostil y] habla como un servicio de inteligencia hostil. Ha animado a sus
seguidores a buscar trabajo en la CIA para obtener [secretos de] inteligencia. Instruyó a Chelsea Manning
en su robo de información secreta específica. Se enfoca de manera abrumadora en
Estados Unidos, mientras busca apoyo de países y organizaciones
antidemocráticos. Es hora de llamar a WikiLeaks como lo que realmente es: un
servicio de inteligencia no estatal hostil, a menudo instigado por actores como Rusia.
AMY GOODMAN: Julian Assange respondió luego a las acusaciones en
una entrevista con Jeremy Scahill en su pódcast, Intercepted.
JULIAN ASSANGE: Pompeo ha declarado que WikiLeaks instruyó a
Chelsea Manning a buscar y revelar cierta información. Esa es una revelación
interesante. Y luego está su declaración de que esto, es decir, WikiLeaks y sus
publicaciones, termina ahora. Entonces, ¿cómo propone ponerle fin a esto? No lo
dijo. Pero sabemos que la CIA solo se dedica a recopilar información, y a secuestrar y asesinar
personas. Así que es una declaración bastante amenazante, la cual Pompeo
necesita aclarar.
AMY GOODMAN: Ese era Julian Assange, diciendo abiertamente que
la CIA se dedica a asesinar y a secuestrar a personas. Y antes de él, Pompeo diciendo:
“WikiLeaks actúa como un servicio de inteligencia hostil y habla como un
servicio de inteligencia hostil”. Esa es la parte clave. Quería preguntarle
sobre la escena que usted describe a las afueras de un lugar que hemos visitado
varias veces, donde entrevistamos a Julian Assange antes de ser llevado a
Belmarsh, la prisión en la que está detenido ahora a la espera de la decisión
del Gobierno británico, si determina extraditarlo a Estados Unidos. Hemos
entrevistado a Assange varias veces en la Embajada de Ecuador. Usted describe
una escena real y la gente cerca de la Embajada, la cual está justo al lado del
centro comercial Harrods en Londres. En un momento dado, prácticamente todas
las personas que se hacían pasar por transeúntes afuera de la Embajada
pertenecían a diferentes agencias de Inteligencia.
MICHAEL ISIKOFF: Sí. Todas las personas en un radio de tres
manzanas, según nos enteramos, probablemente pertenecían a algún servicio de
inteligencia. Hubo una especie de segunda fase en la que esto era evidente. Eso
fue más adelante… debo señalar que los planes para el secuestro y la rendición
de Assange nunca obtuvieron la aprobación de la Casa Blanca de Trump. Los
abogados de Trump en la Casa Blanca presentaron objeciones e incluso fueron
ante el Congreso para plantear sus preocupaciones sobre algunos de los planes
de Pompeo. Pero ciertos planes de Pompeo y de la CIA sí se llevaron a cabo, como el de mantener una
vigilancia audiovisual sobre los movimientos de Assange en la Embajada
ecuatoriana y el monitoreo de las comunicaciones y viajes de los socios de
Assange. Así que algunos aspectos de la guerra que Pompeo declaró contra
WikiLeaks sí fueron implementados. Es la primera vez que esto se confirma. Si
bien ha habido muchas aseveraciones al respecto, nuestro reportaje lo confirma
por primera vez. En 2017, las agencias de Inteligencia estadounidenses
obtuvieron lo que consideraron informes convincentes de que agentes de
Inteligencia rusa estaban en Londres preparándose para sacar a Assange a
escondidas de la Embajada, montarlo en un avión y llevarlo a Moscú. Ahí fue
cuando las cosas se pusieron serias de verdad. Altos funcionarios del Gobierno
de Trump participaron en la planificación y supervisión de todo tipo de
estrategias y escenarios para frustrar el temido plan ruso de sacar a Assange
de la Embajada. Se habló de provocar un posible tiroteo en las calles de
Londres, para lo cual consultaron con las autoridades británicas, quienes
dejaron claro que, de realizarse un tiroteo, ellos lo llevarían a cabo. También
había planes para impedir que el avión ruso despegara del Reino Unido, planes
de disparar a los neumáticos del avión y tener helicópteros listos para
sobrevolar la zona y evitar el despegue del avión. Había muchas ideas
descabelladas, al estilo de las películas de Jason Bourne, para prevenir lo que
los funcionarios estadounidenses temían que fuera un escape de la Embajada
asistido por Rusia.
JUAN GONZÁLEZ: Michael, las revelaciones en su artículo son
impactantes, pero no deberían ser sorprendentes, dado el historial de la CIA. Ya sea en relación a Patrice Lumumba o la persecución
del Che Guevara, dicha agencia siempre ha estado envuelta en este tipo de
asesinatos y entregas forzosas. ¿No le parece que dicho historial despeja
cualquier duda de que lo que le ha venido sucediendo a Julian Assange todos
estos años, desde los cargos de agresión sexual presentados en Suiza, ha sido
en realidad orquestado por EE.UU. en sus esfuerzos por capturarlo a causa de de
las publicaciones de WikiLeaks?
MICHAEL ISIKOFF: Bueno, ciertamente hay muchas preguntas para
plantear alrededor de esto. En cuanto a si esas acusaciones en Suiza pueden ser
atribuidas a la CIA debo decir que no tengo ninguna información que lo respalde. Pero estoy seguro de
que habrá peticiones para una investigación sobre eso y para que la CIA responda. Sin embargo, en este momento está
pendiente el caso de extradición ante los tribunales británicos y todo indica
que hay personas, incluido el equipo legal de Assange, que quieren presentar
algunos aspectos de estas revelaciones ante la justicia británica como base
para bloquear la extradición de Assange a un país del cual algunos funcionarios
habían considerado secuestrarlo y asesinarlo no hace muchos años. No estoy
seguro de si eso será fructuoso o no. Los tribunales británicos tienen un
argumento muy limitado sobre esto, el cual es que la sentencia de la jueza
británica que impidió la extradición tenía como base el riesgo de suicidio que
Assange enfrentaría si fuese puesto en prisión [en EE.UU.]. No está claro si la
apelación que presentó el Departamento de Justicia del Gobierno de Biden sobre
el fallo del tribunal británico puede ser usada para incluir algunas de estas
acusaciones, pero lo sabremos muy pronto.
AMY GOODMAN: Hable sobre Jeff Sessions, quien en ese entonces
era el fiscal general de EE.UU.
MICHAEL ISIKOFF: Sí.
AMY GOODMAN: Él era, por decir lo menos, extremadamente
anti-Julian Assange, aunque también muy opuesto a la CIA, ya que pensaba que dicha agencia comprometería los
esfuerzos por extraditarlo. Sessions lo comparó con Daniel Ellsberg.
MICHAEL ISIKOFF: Claro. Parte de esto es una especie de conflicto
institucional, burocrático y en cierta forma territorial. El Departamento de
Justicia no quiere que las agencias de Inteligencia se inmiscuyan en sus casos
de una manera que pueda perjudicar los procesos judiciales. Usted mencionó a
Daniel Ellsberg. Eso es interesante. Cuando hablé la semana pasada con Barry
Pollack, el abogado de Assange en EE.UU., esa fue una de las primeras cosas que
planteó, que si Assange es extraditado y llevado ante un tribunal
estadounidense, sus abogados en este país argumentarían que la conducta
irregular del Gobierno es suficiente para desestimar el caso. Y, tal como lo
señaló Pollack, los abogados de Daniel Ellsberg tuvieron éxito por ese mismo
motivo. Ellsberg estaba siendo procesado por filtrar los Papeles del Pentágono.
Y luego, cuando surgieron pruebas sobre algunas de las acciones que la Casa
Blanca de Nixon estaba planeando y que llevó a cabo, como por ejemplo el
allanamiento de la oficina de su psiquiatra, eso sentó la base para evitar una
acusación penal. Ahora bien, si esto es algo que pueda ser beneficioso para
Assange o no, está por verse. Claramente, algunas de estas medidas más extremas
no se implementaron, pero las que sí se llevaron a cabo, como vigilar a Assange
en el interior de la Embajada, cuando tal vez estaba hablando con sus abogados
o médicos u otras personas con quienes tenía el privilegio de la
confidencialidad, podrían servir de base para una moción sobre las
irregularidades del Gobierno.
AMY GOODMAN: Queremos hablar ahora con una de las asesoras
legales de Julian Assange, Jen Robinson, y también conocer su opinión sobre lo
que le respondió la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a la
corresponsal de Al Jazeera Kimberly Halkett sobre los cargos presentados contra
el fundador de WikiLeaks Julian Assange y por qué Biden persiste en ese caso.
KIMBERLY HALKETT: ¿Por qué el presidente Biden mantiene los cargos
del Gobierno de Trump contra Julian Assange? ¿Por qué permite que prosiga una
causa judicial derivada de publicar la verdad sobre violaciones a los derechos
humanos en Irak, Afganistán y Guantánamo? ¿Cree el presidente que la detención
en curso de Assange es razonable, incluso moral, dado su servicio a la transparencia
y al bien común?
SECRETARIA DE PRENSA JEN PSAKI: No tengo nada nuevo que decir sobre el caso de
Julian Assange. Esa sería una pregunta para el Departamento de Justicia. Yo
diría, sin embargo, que nosotros sí consideramos y abordamos este caso desde un
enfoque completamente diferente al de los últimos años en lo que se refiere a
la libertad de la prensa. Creo que las acciones del Departamento de Justicia en
relación con el enjuiciamiento de periodistas o con la forma en que analizamos
e investigamos los registros, sobre lo cual el fiscal general hizo un anuncio
hace poco y el presidente lo ha mencionado, es una evidencia muy clara de ese enfoque.
KIMBERLY HALKETT: ¿El presidente ve esto como un asunto de libertad
de prensa con respecto a Assange? ¿O él separa…
SECRETARIA DE PRENSA JEN PSAKI: De nuevo, no tengo nada nuevo que decir sobre
Julian Assange.
KIMBERLY HALKETT: Esto es algo sobre lo cual le envié un correo
electrónico hace meses, así que ha habido tiempo para discutirlo.
SECRETARIA DE PRENSA JEN PSAKI: Entiendo. Entiendo. Aún así no tengo…
KIMBERLY HALKETT: ¿Hay algo…
SECRETARIA DE PRENSA JEN PSAKI: No tengo nada nuevo que comentar.
AMY GOODMAN: Esa era Jen Psaki, la secretaria de Prensa de la
Casa Blanca respondiéndole a la corresponsal de Al Jazeera en la Casa Blanca
Kimberly Halkett. Desde Australia nos acompaña Jen Robinson, quien ha sido la
asesora legal y abogada de derechos humanos de Julian Assange por mucho tiempo.
¿Puede hablar sobre la nueva información que ha presentado Yahoo, este reporte
explosivo sobre la posibilidad de secuestrar o asesinar a Assange, algo que el
mismo Julian mencionó, y lo que esto significa ahora mismo para su caso
mientras continúa en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh?
JENNIFER ROBINSON: Gracias, Amy. Desde luego, las revelaciones de
Yahoo son increíblemente importantes, además de ser un brillante trabajo
periodístico. Pero esta es solo la revelación impactante más reciente. Esto
prueba que la CIA estuvo envuelta en una conspiración para secuestrar y asesinar a un ciudadano
australiano, un periodista y editor galardonado, quien no ha hecho nada más que
publicar información veraz sobre Estados Unidos y sobre crímenes de guerra,
violaciones a los derechos humanos y corrupción en todo el mundo. Cualquier
ciudadano estadounidense, además de periodistas y editores de todo el mundo,
deberían estar muy preocupados a raíz de estas revelaciones sobre la conducta
del FBI… perdón, de la CIA, y sus planes con respecto a WikiLeaks. Ahora bien, esto es algo que se había advertido
en 2017, tan pronto como Mike Pompeo hizo el anuncio de que WikiLeaks sería
considerado por la CIA como una agencia de inteligencia no estatal hostil. Estábamos muy preocupados y de
hecho yo advertí de inmediato que esto sentaría las bases para que la
CIA tomara medidas sin precedentes e ilícitas contra
WikiLeaks. Eso es precisamente lo que hemos visto y queda evidenciado en las
recientes revelaciones de Yahoo. Esto no es nada nuevo. Antes de la impugnación
a su extradición, ya habíamos presentado pruebas sobre el espionaje ilegal que
la Inteligencia estadounidense llevó a cabo en la Embajada de Ecuador contra
Julian, sus médicos y nosotros, sus abogados. Como resultado de este espionaje
se recopiló una cantidad de materiales de video de nuestras conversaciones
confidenciales con nuestro cliente, material privilegiado legalmente y que ha
sido compartido entre agencias de Inteligencia de EE.UU. Claramente, estas son
actividades ilegales y, como dijo mi colega en EE.UU. Barry Pollack, deberían
ser suficientes para cerrar este caso. Ahora bien, si el Gobierno de Biden
estuviera cambiando de verdad su postura sobre la Primera Enmienda en relación
con la protección a los periodistas, hay una razón de principios para cerrar
esta investigación por las consecuencias que representa para la libertad de
prensa. Pero, en definitiva, estas son pruebas de actividades ilícitas en el
contexto de esta investigación, que validan aún más el argumento de que el
Gobierno de Biden debe cerrar este caso. Y eso es precisamente lo que deben hacer.
AMY GOODMAN: Muchísimas gracias por estar con nosotros, Jennifer
Robinson, asesora legal de Julian Assange y de WikiLeaks, y también Michael
Isikoff, jefe de investigación de Yahoo! News. Vamos a enlazar a su reportaje,
titulado “Secuestro, asesinato y un tiroteo en Londres: los planes secretos de
guerra de la CIA contra WikiLeaks”. Luego de la pausa iremos a Chicago para averiguar por qué los
trabajadores de la fábrica El Milagro Tortillas organizaron un paro temporal.
Quédense con nosotros.
Traducido por Iván Hincapié. Editado por Igor Moreno Unanua.
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