Discurso principal de Rechazar el Fascismo en los mítines y marchas del 4 de noviembre:
¿Quiénes pondrán fin a esta pesadilla? NOSOTROS LO HAREMOS
5 de noviembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Hoy se puede y se debe decir que HAY personas en Estados
Unidos que SE NIEGAN A CALLARSE, QUE SE HAN PUESTO DE PIE con valor y
convicción, desafiando las mentiras e incluso las amenazas de violencia y
muerte de los troles fascistas. Hoy, nosotros, y otros al igual que nosotros en
las ciudades y pueblos de todo Estados Unidos, estamos superando el miedo y la
incertidumbre, en reconocimiento del grave peligro que representa el régimen de
Trump y Pence para toda la humanidad, A FIN DE TOMAR POSICIÓN JUNTOS Y DECIR:
¡ESTA PESADILLA TIENE QUE TERMINAR: EL RÉGIMEN DE TRUMP Y
PENCE TIENE QUE MARCHARSE!
En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un
Estados Unidos fascista.
Hoy nos reunimos y marchamos para INICIAR una
nueva fase de la lucha para lograr lo que millones de personas anhelan
ver: el fin de un régimen que pone en peligro la vida de millones de personas,
un régimen que les niega sus derechos básicos, su humanidad e incluso su propia
salud, y no obstante su peligro es aún mayor que eso. Sin exagerar, el futuro
de la humanidad y del planeta pende de un hilo debido al régimen de Trump y
Pence. Este régimen juega a la ruleta con armas nucleares y además está negando la ciencia y
el cambio climático a la vez que descarta las leyes de protección ambiental.
Millones de personas conocen y sienten este horror.
¿Quiénes pondrán fin a esta pesadilla? NOSOTROS. Sólo la
lucha decidida de millones de personas en acción, juntas, con valor y
convicción puede sacar del poder a este régimen. Hoy iniciamos un proceso
de protestas continuas para exigir que este régimen ilegítimo
en su conjunto sea sacado del poder. Nos conectaremos con todos los sectores de
la población, extendiendo el movimiento a todas partes, creciendo semana tras
semana y mes tras mes, a medida que crezcan el tamaño y la determinación del
movimiento. No nos disuadirán los detractores, los cínicos, los que normalizan,
se acomodan o se concilian con un régimen así. Tenemos razón en hacer esto y ya
es muy avanzada la hora. Nuestras acciones hoy en todo Estados Unidos reflejan
los valores y el respeto por toda la humanidad y el mundo que queremos, en
marcado contraste con el odio y la intolerancia del régimen de Trump y Pence.
El 4 de noviembre, Ciudad de Nueva York, la
marcha por Midtown.
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Tenemos lo que necesitamos para comenzar:
[1] Un entendimiento del propósito de nuestra lucha. Esta
no es una presidencia normal. Este es un régimen que trabaja a diario para
establecer un fascismo estadounidense —el destino manifiesto y el
excepcionalismo estadounidense— un fascismo envuelto en una interpretación
textual de la Biblia y la bandera estadounidense, empapado de racismo,
misoginia y xenofobia.
[2] Tenemos un plan para atraer e incorporar a cientos de
miles y finalmente millones de personas para crear una situación en que este
régimen sea expulsado del poder.
[3] Tenemos un plan para las próximas dos semanas que
será un trampolín, para que podamos trabajar para cambiar la consideración de
que quizás esto parezca imposible en este momento al crecimiento de un
movimiento que sacuda el terreno político.
Durante 11 meses un atropello tras otro del régimen de
Trump y Pence ha agredido la conciencia, amenaza al mundo y por su propio
carácter extremo, llena de angustia y furia a la gente. Esto es la base para
que millones de personas actúen de acuerdo a nuestra demanda.
¿En serio se puede negar que el régimen de Trump y Pence
esté trabajando para destripar radicalmente el estado de derecho, aporrear la
verdad, satanizar y aterrorizar a los inmigrantes, los refugiados y los
musulmanes? ¿Se puede negar que este es un régimen que estigmatiza a la gente
LBGTQ y a las personas con discapacidades; pisotea los derechos de los pueblos
indígenas, amenaza a los jóvenes negros y latinos con más brutalidad policial y
encarcelación en masa, amenaza el medio ambiente y amenaza con más guerras
incluso con armas nucleares? ¿Que este es un régimen que desprecia a las
mujeres, del depredador sexual en jefe a un vicepresidente y una buena parte
del gabinete que regresarían a las mujeres a la edad medieval sin derechos a
controlar su propio destino?
El 4 de noviembre, Chicago: “No a Trump y
Pence, No a una tercera guerra mundial”"
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Actuamos ahora porque el fascismo se está normalizando a
medida que cobre impulso. Mientras sataniza a un grupo tras otro, otros “se las
arreglan” y continúan con su vida cotidiana. Lo impensable se vuelve la rutina
y lo anormal se vuelve lo normal. Y, luego quizá solo se necesite un solo
incidente, intencional o no, para que caiga la mano de hierro. La historia ha
mostrado que hay que detener el fascismo antes de que sea demasiado tarde.
Para aquellos que pensaban que dejar que los generales de
Trump manejaran el espectáculo trajera “la supervisión de los adultos al
salón”, ahora ven que tienen a un presidente y un jefe de gabinete que niegan
el horror de la esclavitud y la necesidad de una guerra civil para ponerle fin.
Hoy, el 4 de noviembre, mientras Trump pisa fuerte en
Asia, siete mil millones de personas contienen la respiración por temor de lo
que él podría desatar, o poner en marcha, durante su estancia allá.... Todo
esto pone dolorosamente en claro que no podemos esperar. No podemos quedarnos
de brazos cruzados. Debemos luchar desde donde nos encontramos ahora. Debemos
unirnos y luchar juntos para expulsar a este monstruoso régimen.
El 4 de noviembre, Seattle.
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Algunas personas nos dirán que no podemos hacer esto.
Están equivocados. Esto SÍ que es posible. En 2016, el pueblo surcoreano se
tomó las calles en manifestaciones que se sostuvieron cada semana al principio,
y luego se multiplicaron durante unos cuantos meses hasta que envolvieran
políticamente a todo el país y obligaran la destitución de su presidenta.
Crearon una crisis de legitimidad y, sobre esa base, todo tipo de verdades
previamente ocultas comenzaron a salir a la luz. Las grietas que habían
existido en el aparato gobernante se convirtieron en fisuras por medio de las
cuales brotaron la verdad y la indignación de la gente. La legitimidad del
régimen comenzó a deshilacharse. Ante esa situación, los de arriba de alguna
manera encontraron el mecanismo para destituir a la presidenta debidamente
elegida, reemplazarla y convocar nuevas elecciones.
Algunas personas nos dirán que Estados Unidos no es Corea
del Sur. No cabe la menor duda. De hecho, el terrible peligro y horror del
régimen de Trump y Pence rebasa por mucho el de la ex presidenta de Corea del
Sur, y por lo tanto tiene un potencial mucho
mayor para suscitar una lucha amplia y decidida.
Nuestro objetivo es nada menos que crear el movimiento
desde abajo que obligue a que se saque al régimen de Trump y Pence. A partir de
hoy, estamos llamando a todas las personas, a todos los grupos, a formar parte
de un movimiento de protestas que cobre impulso. Donde la gente sale todos los
días, se conectan con otros y protestan en oleadas.
A diario salen nuevas atrocidades del régimen, y nuevas
divisiones y conflictos entre los de arriba. Algunos senadores republicanos
fueron obligados a salir de su partido y luego señalaron algunas de las
verdades del peligro de Trump. Denuncias. Escándalos. Riñas intestinas. Nuestro
Llamamiento a la Acción, que todos deben circular y firmar, dice:
“Nuestra determinación de persistir y no retroceder
obligará al mundo entero a prestar atención. Cada fuerza y facción en la
estructura del poder se verá obligada a responder a nuestra demanda. Las
grietas y divisiones entre los de arriba, que ya son evidentes hoy, se intensificarán
y ensancharán. A medida que atraigamos a más y más personas a ponerse de pie,
todo esto podría llevar a una situación en que este régimen ilegítimo sea
sacado del poder”.
El 4 de noviembre, San Francisco.
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¿Cómo llegar a donde tenemos que llegar? Comenzamos con
un plan de dos semanas a manera de un trampolín para ir hacia adelante a partir
de hoy.
Comenzamos hoy con nuestra Marcha que muestra a la gente
que ahora EXISTE una fuerza que se atreve a exigir que este régimen SE MARCHE
YA, coreando, diciendo y expresando en todas las formas a las personas con las
que nos encontramos: SÚMENSE A NOSOTROS, SÚMENSE A NOSOTROS, SÚMENSE A NOSOTROS.
Además, hay planes para diferentes protestas, mítines de
agravios, trabajo de divulgación y mítines casi todos los días en muchas
ciudades. En todo Estados Unidos estamos llamando a sostener tres
protestas coordinadas a nivel nacional
Primero, con motivo del aniversario de la elección de
Trump, el miércoles 8 de noviembre, ¡A tomarse las calles! Ya no es hora de
rememorar nuestra conmoción del año pasado. Vayan a las escuelas secundarias.
Únanse a las protestas de la noche y marchen. Hagamos que la gente cambie de
llevar los botones “No es mi presidente” a sumarse a nosotros para hacer que
este peligroso bufón en realidad NO SEA PRESIDENTE. Dondequiera que vayamos,
hagamos trabajo de divulgación y llevemos a las calles a cada vez más personas.
Segundo, el SÁBADO 11 de noviembre, el Día de los
Veteranos; al final del viaje de Trump a Asia: Asistan a las protestas
importantes contra la forma inadmisible en que este demente y sus generales han
puesto a toda la humanidad bajo el peligro directo del exterminio. Tomen las
calles el sábado 11 con la vida de nuestras hermanas y hermanos de todo el
mundo en el corazón, y dejen que sepan que este demente narcisista no destruirá
al mundo en nuestro nombre.
Tercero, a dos semanas de hoy, el 18 de noviembre: Tomen
las calles y multipliquen el tamaño de la marcha de hoy... más ciudades, más
gente, más organizaciones, en que todos dicen juntos: ¡Esta pesadilla tiene que terminar: El régimen de
Trump y Pence tiene que marcharse!
Durante toda la semana previa al 18 de noviembre habrá
diferentes protestas, mítines y formas de organizarse. De mayor importancia, lo
que cada uno de nosotros debe hacer es ir a la gente y correr la voz: con
volantes, marchas, presentaciones ante grupos. Esto es nuevo y fuera de lo
común para la mayoría de ustedes. Pero, este régimen no tiene nada de común. Ya
es hora de que la gente común haga lo extraordinario.
El 18 de noviembre es preciso que hayamos llegado a una
situación en que miles de personas adicionales, cada vez que se presente un
nuevo atropello de Trump, o sea, a diario, piensen en el movimiento “TIENE QUE MARCHARSE”…. Y que piensen: “En
realidad sí tengo que ser parte de eso”.
También hay algunas personas que nos dicen que no deberíamos hacer esto. Quienes
ven este régimen y su determinación de vilipendiar y reprimir a sus
oponentes... quienes ven la sed de sangre y la tosquedad e intolerancia en el
meollo mismo de esto... y quienes dicen, por sincera preocupación, que este
régimen es demasiado brutal y no tenemos más remedio que esperar para las
elecciones o luchar contra los ataques a medida que nos caigan y esperar que
resulte lo mejor. Nuestra respuesta: cada gran lucha en cualquier parte ha
exigido valor y a menudo ha exigido sacrificio. Pero no podemos rehuir ante
eso. No nos provocarán de modo que cometamos acciones estúpidas y alienantes.
Tampoco nos intimidarán las calumnias y la difamación en que se revuelca este
régimen, ni nos intimidarán los intentos de dividirnos y oponer unos a otros.
Hay demasiado en juego.
Recordamos las palabras de Martin Niemöller, el clérigo
alemán que terminó en los campos de exterminio de Hitler. Niemöller dijo:
“Primero vinieron por los comunistas, pero yo no era comunista, así que no dije
nada. Luego vinieron por los sindicalistas, pero yo no era sindicalista, así
que no dije nada. Luego vinieron por los judíos, pero yo no era judío, así que
no dije nada. Luego vinieron por mí... y no quedaba nadie para hablar”. Muchos
de los presentes hoy han escuchado esas palabras, y durante estas próximas dos
semanas a veces nos pedirán recordar y volver a aplicar esa lección.
Niemöller también dijo que si hubieran enfrentado a
Hitler desde el principio, en un momento en que el rumbo y la lógica de los
nazis eran obvios pero la carnicería aún no se había iniciado en toda su
extensión, a pesar del tremendo sacrificio que eso hubiera implicado, habría
valido la pena. Podría haber funcionado, dijo, y piensen en lo que habríamos
evitado si hubiera funcionado. Sin duda hoy enfrentamos una situación no menos grave.
Honramos la memoria de aquellos que se pusieron de pie
contra los nazis, y de todos los que contra viento y marea ha tomado posición
con la justicia a lo largo de la historia. No buscamos sacrificios innecesarios;
al contrario, haremos todo a nuestro alcance para impedir que alguien en este
movimiento resulte perjudicado, para protegernos unos y otros. Pero sabemos que
los sacrificios son necesarios en toda gran causa contra el poder atrincherado,
y sabemos esto: que no estamos actuando de forma aislada, sino que juntos con
muchos otros que reconocen este gran peligro y que son parte de esta gran
lucha, y que representamos los intereses de la humanidad en su conjunto.
La gente y el planeta están a la espera de nosotros. Esta
pesadilla tiene que terminar. Hay una manera de hacerlo, comenzando aquí y
comenzando ahora, y comenzando con cada uno de ustedes para hacer un comienzo
crucial en estas próximas dos semanas y luego continuar a partir de eso.
Súmense conmigo para prometer: En nombre de la humanidad, me NIEGO a aceptar a un
Estados Unidos fascista. ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!
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