El crimen de tortura queda impune.
Anastasia Gomes, 20 de junio de 2007
El presidente Bush y Donald Rumsfeld mintieron acerca de Abu Ghraib, dice el
general que dirigió la investigación militar de lo que pasó en la prisión
iraquí. El teniente general Antonio M. Taguba, en una entrevista exclusiva con
el periodista premiado de Pulitzer Seymour Hersh, por primera vez rompe su
silencio sobre el tema de Abu Ghraib; y su versión de los acontecimientos es una
irrefutable acusación de que el gobierno de Bush sabía de los crímenes de Abu
Ghraib y colaboraba en ellos.
En enero de 2006, las ahora infames fotos de Abu Ghraib llegaron a las
autoridades militares en manos de un soldado que las descubrió por casualidad al
examinar una colección de fotos que un compañero había tomado durante su
servicio en Irak.
Unos días después le seleccionaron a Taguba para investigar qué pasó en la
prisión. Recién jubilado después de 35 años de servicio, el teniente general
Antonio M. Taguba le ha asestado un gran golpe al gobierno, pues rechaza
tajantemente la afirmación de que la tortura en Abu Ghraib se debió a las
acciones de unos elementos malos y depravados.
Cuándo las fotos de Abu Ghraib se hicieron público en mayo, el presidente
Bush dijo que le habían ocultado la verdad acerca de la situación y que se
enteró de los abusos solo cuando los medios las sacaron a la luz. Rumsfeld había
dicho algo similar: que no le informaron del caso hasta hace poco. Taguba dice
que la idea de que tanto el Pentágono como Rumsfeld desconocían la situación es
una mentira descarada.
Según Taguba, ya en ENERO altos funcionarios de la oficina de Rumsfeld
estaban enterados de las fotos horrendas; Taguba aún tiene correos electrónicos
que respaldan su versión.
¿Qué actos les describieron en enero a dichos altos funcionarios? Por
ejemplo, actos sexuales obligatorios entre padre e hijo, actos de sodomía
realizados sobre detenidos – todo lo que hemos visto en esas fotos mil veces y
más. Taguba describió también fotos de abuso sexual de mujeres, aunque estas y
otras fotos no se han publicado.
Taguba dice que les había informado a oficiales militares decenas de veces
durante un período de semanas y que en marzo entregó al Pentágono un informe que
señaló "abusos sistémicos ilegales". Poco después, comenzó a observar que los
militares y los funcionarios más altos de la CIA le estaban contestando con
evasivas e intimidación.
Los que dicen que el juicio de destitución no está en el tapete, tanto en la
población general como en el Congreso, lo hacen con la excusa y el razonamiento
de que le queda muy poco tiempo a Bush. Pero el mundo no puede decir que es
ignorante ante la omnipresencia de esos actos y esas medidas, y debemos
responderle a nuestra PROPIA conciencia, de misma manera que lo hizo Taguba.
Durante su investigación, Taguba respondía a las órdenes del entonces jefe
del Comando Central en Irak, el general John Abizaid. Después de entregar el
informe que documenta lo que pasó en Abu Ghraib, Abizaid le dio esta
advertencia: "Se le investigará a usted y su informe".
Esa clase de intimidación "mafiosa" indudablemente se sigue haciendo hoy.
Abizaid, Bush, y Rumsfeld han operado con una impunidad completa. Rumsfeld no ha
tenido que rendir cuentas por los actos violentos y traumáticos de carácter
sexual. Sabemos ahora que la tortura de Abu Ghraib se hizo contra una población
prisionera de la cual el “90% [era] inocente" – una cifra de Janet Karpinsky, la
generala de brigada de Abu Ghraib durante el período de los abusos.
Imagínate a ti mismo como una persona inocente, arrebatada de tu familia y
arrojada en una de las muchas cárceles estadounidenses que actualmente recluyen
a decenas de millares de detenidos sin nombre. Imagínate horas y semanas de
tortura, de violación. Imagínate qué largos son 18 meses para una persona a
quien le obligan cometer actos sexuales con su propio padre. Entonces pregúntate
si hay necesidad moral en hacer que el gobierno de Bush responda por su papel en
todo eso. Pregúntate si hay algún lugar para ambigüedad moral aquí.
El tiempo ha llegado de confrontar la verdad: los actos repugnantes
representados en esas fotos de Abu Ghraib no fueron las acciones de unos cuantos
soldados malos, sino una documentación física de lo que sucede tras puertas
cerradas en Irak, Guantánamo y prisiones secretas por todo el mundo.
Los que cuestionan el propósito de hacerle un juicio de destitución a Bush
están diciendo, en esencia, que no vale la pena una investigación de esos
crímenes, ni para llegar a la verdad en retrospectiva, ni para poner fin a la
tortura y los crímenes brutales que ATERRORIZAN AHORA a la población iraquí.
Ahora que hemos visto las fotos de Abu Ghraib y tenemos pruebas contundentes
y versiones documentadas de múltiples fuentes creíbles --ex generales,
organizaciones de derechos humanos, comités de la O.N.U., la Cruz Roja, y
muchos, muchos más-- las únicas personas que parecen no prestar mucha atención
al asunto son los republicanos Y los demócratas, quienes saben que esto es lo
que está pasando y nos piden dar el visto bueno a que la tortura continúe por
unos 18 meses más. Aun así, quedamos con el hecho de que la Ley de Comisiones
Militares, promulgada de manera bipartidista, raramente se discute con seriedad
en los debates.
Si no se hace que Bush y los arquitectos de esa política rindan cuentas
ahora, ¿porqué pensar que en el futuro debe haber una oportunidad mejor para
anular esa ley, si la tortura habría entonces continuado por aún más tiempo ante
la ignorancia intencional, y algunos dirían, criminal, de los representantes de
ambos partidos en el Congreso?
Los psicólogos militares que han servido en Abu Ghraib han documentado casos
de tortura en que las víctimas – hasta jóvenes de16 años—se traumatizaron a tal
grado que ya no podían volver a la sociedad y funcionar como individuos. ¿Son
aceptables otros 18 meses más de eso?
Abu Ghraib se ha cerrado, pero la cárcel de Guantánamo está abierta todavía.
Hillary Clinton dijo hace poco en el debate [entre aspirantes presidenciales
demócratas] que hemos estado más seguros a raíz de “la guerra contra el
terrorismo" y el 11 de septiembre. ¿Pero quién es más seguro? ¿Los iraquíes?
¿Les importa que desde el inicio del "nuevo plan de seguridad" para Bagdad, la
cantidad de presos iraquíes se ha disparado? The New York Times describió
un aspecto de ese plan de "seguridad" --las redadas masivas bloque por bloque de
civiles iraquíes ordinarios-- como un intento de "reforzar a Bagdad".
El mes pasado el Washington Post informó que a los tres meses del
nuevo "plan de seguridad" de Bush, la cantidad de presos ha aumentado
dramáticamente. El plan se implementó en febrero, y para marzo 3,500 nuevos
presos habían entrado en las cárceles apretujadísimas de Bagdad.
En el mismo artículo, un funcionario de la O.N.U. de Bagdad dijo que los
presos se quejan de "palizas rutinarias, largos períodos de estar suspendidos
por las extremidades, choques eléctricos a partes sensibles del cuerpo, [y]
amenazas de maltratar a los parientes cercanos".
No olvidemos tampoco que Abu Ghraib, cuando se inauguró, recluía a 100 niños
de menos de 10 años de edad. ¿Hay alguna razón para creer que eso terminará
antes de que se repudie al gobierno de Bush por cometer abusos atroces de
derechos humanos?
Hace poco el New York Times publicó un artículo de Michael Gordon, el
mismísimo periodista que, junto con Judith Miller, ayudó a elaborar los
argumentos pro-guerra contra Irak, con el título "Washington: La bomba más
mortífera usada en Irak se fabricó en Irán"
En este artículo explica que la "evidencia" que utiliza el gobierno de
Estados Unidos para corroborar que Irán es una amenaza inminente, viene de
"informes de interrogatorio". Ahora que sabemos la verdadera naturaleza de esas
tácticas de interrogatorio y que dichas tácticas nunca se limitaron a Abu
Ghraib, debemos preguntarnos: ¿Qué clase de atrocidades permitiremos pasar en
los próximos 18 meses? y ¿Qué otras atrocidades y crímenes de lesa humanidad se
justificarán con información sacada mediante esas tácticas?
Si usted apoya a las tropas y el comandante en jefe está a favor de la
tortura, entonces explícitamente o tácita y pasivamente usted también está
apoyando la creación de monstruos, la clase de monstruo que Lindy England
personifica. ¿Nos perdonará la historia, sabiendo que sabíamos lo que sabemos?
Los gritos de las mujeres, los hermanos, los padres y niños torturados, las
víctimas de intimidación y juegos de guerra morbosos y depravados, no les quitan
el sueño a Bush ni a muchos de Washington. ¿Te quitan el sueño a ti? Los gritos
de Abu Ghraib son verdaderos, y sabiendo lo que sabemos, debemos actuar. El
disentimiento de la política de Bush mientras se festeja en 2007 al próximo
presidente de 2008 no significa nada para presos robados de la libertad y la
dignidad. Para los encogidos de dolor, cada aliento es pesado y cada momento es
una vida; para esas almas torturadas, esperar hasta el 2008 es esperar una
eternidad.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|