CHARLA IMPARTIDA POR WILLIAM BLUM EN
UNA CONFERENCIA SOBRE LA POLÍTICA EXTERIOR DE EE.UU. EFECTUADA EN LA AMERICAN
UNIVERSITY, WASHINGTON, DC, DE FECHA 06 DE SEPTIEMBRE 2014.
17 de septiembre de 2014
Cada uno de ustedes estoy seguro de que ha conocido a muchas personas que
apoyan la política exterior de los Estados Unidos, gente con los que hemos
discutido y argumentado sobre esto. Si uno les señala un horror tras otro
cometido por el gobierno de EE.UU. desde Vietnam hasta Irak, desde los
atentados espantosos e invasiones hasta las violaciones del derecho
internacional y la tortura, ¡nada ayuda!. ¡Nada cambia a estas personas!.
Ahora ¿A que se debe esto? ¿Estas personas son simplemente estúpidas o que les
sucede? Creo que una mejor respuesta es que tienen ciertas ideas preconcebidas
en su mente. Consciente o inconscientemente, tienen ciertas creencias básicas
acerca de los Estados Unidos y su política exterior, y si no se ocupan de
analizar estas creencias básicas pueden parecer que se está hablando con una
pared de piedra.
La principal de estas creencias básicas, creo, es una profunda convicción de
que no importa lo que Estados Unidos haga en el extranjero, no importa lo malo
que parezcan sus acciones, no importa el horror que pueda producir; el gobierno
de los Estados Unidos siempre tiene buenas intenciones . Los líderes
estadounidenses pueden cometer errores, pueden cometer un error, pueden mentir,
pueden incluso en alguna ocasión causar más daño que bien, pero para muchos
ellos tienen buenas intenciones. Sus intenciones son siempre honorables,
incluso noble. De eso es de lo que la gran mayoría de los estadounidenses están
seguros.
Frances Fitzgerald, en su famoso estudio sobre los libros de texto escolares de
Estados Unidos de América, resumió el mensaje que ofrecen estos libros a los
estudiantes: "Estados Unidos ha sido una especie de Ejército de Salvación
para el resto del mundo: a lo largo de la historia se había hecho muy poco,
pero se han dado beneficios a los pobres, a los ignorantes, y a los países
enfermos. Los EE.UU. siempre actuamos de una manera desinteresada, siempre
desde el más alto de los motivos; lo dio todo y nunca tuvo nada a cambio".
Y los estadounidenses realmente se preguntan por qué el resto del mundo no
puede ver cómo hemos sido de benevolentes y sacrificados. Incluso muchas
personas que participan en el movimiento contra la guerra les es difícil
sacudirse de algunos de estos conceptos; marchan para estimular a Estados
Unidos - les encanta y la adoración y la confianza en su país – tanto, que
marchan para impulsar esta noble América de nuevo en su pasado camino de
bondad.
Muchos de los ciudadanos son víctimas de la propaganda gubernamental del
gobierno que justifica sus acciones militares tan a menudo de un modo tan
simple e ingenuo como cuando Charlie Brown cae en las trampas del fútbol de Lucy.
El pueblo estadounidense se parece mucho a los hijos de un jefe de la mafia que
no sabe lo que hace su padre para ganarse la vida, y no lo quiere saber, pero
luego se preguntan por qué alguien acaba de lanzar una bomba incendiaria a
través de la ventana de la sala.
Esta creencia básica en las buenas intenciones de los Estados Unidos a menudo
se vincula a la "excepcionalidad de la nación estadounidense".
Echemos un vistazo a cómo ha sido de excepcional la política exterior de
Estados Unidos. Desde el final de la 2 ª Guerra Mundial, los Estados Unidos
tienen el siguiente prontuario:
Ha habido intentos de derrocar a más de 50 gobiernos extranjeros, la mayoría de
los cuales fueron elegidos democráticamente. Han lanzado bombas sobre la
población de más de 30 países. Han intentado asesinar a más de 50 líderes
extranjeros. Han intentado suprimir movimientos populistas o nacionalistas en
más de 20 países. Han interferido de manera abierta en las elecciones
democráticas de al menos 30 países. Estados Unidos tiene el liderazgo en el uso
de la tortura a nivel mundial; no sólo la tortura realizada directamente por
los organismos de seguridad estadounidenses a los extranjeros, sino también en
el suministro de equipos de tortura, manuales de tortura, listas de las
personas a ser torturados, y orientación en persona por profesores americanos a
organismos de seguridad represivos, especialmente en América Latina. Este es de
hecho excepcional. Ningún otro país en toda la historia tiene en cualquier
lugar del mundo un registro como éste.
Así que la próxima vez que usted esté enfrente de una persona alienada por la
propaganda de EEUU y sienta que está argumentando en contra de una pared de
piedra ... pregúntele a esa persona lo que Estados Unidos tendría que hacer en
su política exterior para perder su apoyo. Pregúntele a esa persona, que apoya
al gobierno de Estados Unidos, que es lo que para ella finalmente sería
demasiado malo para dejar de apoyar al gobierno de EE. UU. Si la persona
menciona algo realmente malo, es muy probable que los Estados Unidos ya lo ha
hecho, y tal vez, no una, sino varias veces.
Tenga en cuenta que nuestra querida patria, por encima de todo, busca dominar
el mundo. Por razones económicas, por razones nacionalistas, quizás, en
resumen, para imponer su ideológica cristiana, ó por otras razones, la
hegemonía mundial ha sido el motor del gobierno de Estados Unidos durante mucho
tiempo. Y no nos olvidemos de los poderosos funcionarios del Poder Ejecutivo,
cuyos salarios, promociones, presupuestos de las agencias y los futuros puestos
de trabajo bien remunerados del sector privado dependerán de un estado de
guerra perpetua y constante. Estos líderes no están especialmente preocupados por
las consecuencias de sus guerras para el mundo. No son necesariamente malas
personas; pero son amorales, son algo así como los sociópatas.
Tomemos el caso del Oriente Medio y Asia del Sur. La gente en esas áreas ha
sufrido terriblemente a causa de fundamentalismo islámico. Lo que necesitan
desesperadamente son gobiernos laicos, que tengan respeto por las diferentes
religiones. Y esos gobiernos estaban constituidos y gobernando en la realidad
en el pasado reciente. Pero ¿cuál ha sido el destino de esos gobiernos?
Bueno, a finales de 1970 y a través de gran parte de la década de 1980,
Afganistán tenía un gobierno laico, secular, que era relativamente progresista,
con plenos derechos para las mujeres, lo que es difícil de creer, ¿no es
cierto? Incluso un informe del Pentágono de la época dio testimonio favorable
de la realidad de los derechos de las mujeres en Afganistán. ¿Y qué pasó con
ese gobierno? Los Estados Unidos lo derrocó, lo que permitió a los talibanes
llegar al poder. Así que ténganlo en cuenta la próxima vez que escuche a un
funcionario estadounidense decir que tenemos que permanecer en Afganistán por
el bien de los derechos de las mujeres.
Después de lo de Afganistán llegó el turno a Irak, otra sociedad secular,
laica, bajo el gobierno del régimen de Saddam Hussein. Pero los Estados Unidos
derrocaron a ese gobierno también, y ahora el país está invadido por yihadistas
y fundamentalistas enloquecidos y sangrientos de todo tipo; y las mujeres que
no lleven su cabeza cubierta corren un grave riesgo de muerte.
Luego vino Libia; de nuevo, otro país secular, laico, bajo el régimen de
Muammar Gaddafi, quien, al igual que Saddam Hussein, era un tirano, pero que
podía de manera importante ser benevolente y hacer cosas maravillosas para
Libia y África. Para nombrar sólo un ejemplo, Libia tenía un alto rango en el
Índice de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Humano. Así que, por supuesto,
los Estados Unidos también derrocaron a ese gobierno. En 2011, con la ayuda de
la OTAN bombardearon al pueblo de Libia casi todos los días durante más de seis
meses. Y, una vez más, esto llevó a los yihadistas mesiánicos a ganar terreno
como si hubiesen tenido un día de campo. ¿Cómo todo va a salir el pueblo de
Libia de este enredo?, sólo Dios lo sabe, o tal vez Allah.
Y durante los últimos tres años, Estados Unidos ha estado haciendo todo lo
posible para derrocar al gobierno secular y laico de Siria. Y ¿adivinen qué?
Siria es ahora un parque infantil y un campo de batalla para toda clase de
militantes ultra fundamentalistas, incluyendo el nuevo favorito del mundo, es
decir, el Estado Islámico. El crecimiento de la IS se debe mucho a lo que los
EE.UU. hicieron en Irak, Libia, y Siria en los últimos años.
Podemos añadir a esta lista maravillosa el caso de la antigua Yugoslavia, otro
gobierno secular que fue derrocado por los Estados Unidos, utilizando a la
OTAN, en 1999, dando lugar a la creación del estado en gran parte musulmán de
Kosovo y administrado por el Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). El ELK
había sido considerado como una organización terrorista por los EE.UU., el
Reino Unido y Francia desde hace años, con la existencia de numerosos informes
de que el ELK estaba siendo armado y entrenado por al-Qaeda, en los campamentos
de al-Qaeda en Pakistán, e incluso con miembros de al-Qaeda en las filas del
ELK luchando contra los serbios en Yugoslavia. La principal preocupación de
Washington era dar un golpe a Serbia, ampliamente conocido como "el último
gobierno comunista en Europa".
El ELK se hizo famoso por el uso de la tortura, el tráfico de mujeres, de
heroína, y de órganos humanos; ¡otro cliente encantador del imperio
estadounidense!.
Si existiera alguien mirando todo esto desde el espacio exterior podría ser
perdonado por pensar que los Estados Unidos es un poder islámico que está
haciendo todo lo posible para difundir la palabra ¡Allah Akbar! (¡Alá es el más
grande!)
Pero, ¿qué, podríamos preguntarnos, qué tienen en común cada uno de estos
gobiernos laicos derrocados que los hizo convertirse en blanco de la ira de
Washington? La respuesta es que no podían ser fácilmente controlados por el
imperio; se negaron a ser estados clientes; que eran nacionalistas; en una
palabra, eran independientes; un delito grave a los ojos del imperio.
Así que al hablar de todo esto, preguntemos a nuestro hipotético partidario de
la política exterior del gobierno de Estados Unidos para saber si él todavía
cree que Estados Unidos tiene buenas intenciones en su política exterior. Si
este partidario de la política exterior del gobierno les preguntara ¡cuánto
tiempo han sido así las cosas?, señalen que sería muy difícil nombrar una sola
dictadura brutal de la segunda mitad del siglo 20 que no fuera apoyada por los
Estados Unidos; y no sólo apoyo, sino que a menudo puesto en el poder por
EE.UU. y ayudado a mantenerse en el poder en contra de los deseos de la
población. Solo en los últimos años, Washington ha apoyado a los gobiernos más
represivos, como el de Arabia Saudita, Honduras, Indonesia, Egipto, Colombia,
Qatar e Israel.
Y ¿qué piensan los líderes estadounidenses de su propio registro de los hechos?
La ex secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, fue probablemente
muy clara hablando para todo el club privado de nuestro liderazgo en política
exterior, cuando escribió en el año 2.000 que en la búsqueda de su seguridad
nacional los Estados Unidos ya no sentían la necesidad de dejarse guiar por
"nociones de las leyes y normas internacionales "o"
instituciones como las Naciones Unidas "porque Estados Unidos estaba"
en el lado correcto de la historia. "
Permítanme recordarles de la conclusión de Daniel Ellsberg sobre los EE.UU. en
Vietnam: "No es que estábamos en el lado equivocado; éramos el lado
equivocado”.
Bueno, lejos de estar en el lado correcto de la historia, hemos estado luchado
- quiero decir en realidad participando en la guerra del mismo lado de Al Qaeda
y sus retoños en varias ocasiones, empezando por Afganistán en la década de
1980 y 1990 en apoyo de la Moujahedeen islámica, o guerreros “santos”.
Luego dimos asistencia militar, incluyendo el bombardeo de apoyo, a Bosnia y
Kosovo, ambos de los cuales estaban siendo apoyado por Al Qaeda en los
conflictos yugoslavos de la década de 1990.
En Libia, en 2011, Washington y los yihadistas comparten un enemigo común,
Gaddafi, y como se ha mencionado, los EE.UU. bombardearon el pueblo de Libia
durante más de seis meses, permitiendo que los yihadistas se hicieran cargo de
una parte del país; y ahora están luchando por la parte restante. Estos aliados
de guerra mostraron su agradecimiento a Washington asesinando al embajador de
Estados Unidos y otros tres estadounidenses, al parecer, agentes de la CIA, en
la ciudad de Benghazi.
Entonces, desde hace algunos años a mediados y finales de la década de 2000,
Estados Unidos apoyó los militantes islámicos en la región del Cáucaso de
Rusia, un área que ha visto más terror religioso que el que se remonta a las
acciones de los chechenos en la década de 1990.
Por último, en Siria, en el intento de derrocar al gobierno de Assad, los
EE.UU. han luchado en el mismo lado que diversas variedades de militantes
islámicos. Con esto ya son seis las ocasiones en las que los EE.UU. son aliados
de guerra de las fuerzas jihadistas.
Me doy cuenta de que yo les indigesté con una gran cantidad de negatividad
sobre lo que Estados Unidos ha hecho al mundo, y tal vez ha sido un poco
difícil tragárselo para algunos de ustedes. Pero mi intención ha sido la de
tratar de desafiar el poder de sus intelectos y sus emociones que le han
resurgido para aflojar ese enganche – ese enganche que le asegura que su amado
Estados Unidos de América tiene muy buenas intenciones. La política exterior de
Estados Unidos no tendrá mucho sentido para ustedes, siempre y cuando usted
crean que sus intenciones son nobles; siempre y cuando se ignore el cuadro
persistente de búsqueda de la dominación del mundo, que es una obligación
nacional de muy larga data, conocido anteriormente con otros nombres, como el
Destino Manifiesto, el Siglo Americano, el Excepcionalismo Estadounidense, la
Globalización, o, como Madeleine Albright dijo, "la Nación
Indispensable" ... mientras que otros menos amables han utilizado el
término "Imperialismo".
En este contexto, no puedo resistirme a dar el ejemplo de Bill Clinton, quien mientras fue presidente, en 1995, fue
obligado a decir: "Cualquier cosa que podamos pensar en las decisiones
políticas de la era de Vietnam, los estadounidenses valientes que lucharon y
murieron allí tenían motivos nobles. Ellos lucharon por la libertad y la independencia
del pueblo vietnamita”. Sí, eso es realmente la forma en que nuestros líderes
hablan. Pero, ¿quién sabe lo que realmente ellos piensan?
Tengo la esperanza de que muchos de ustedes que no son ahora activistas contra
el imperio y sus guerras se unan al movimiento contra la guerra como yo lo hice
en 1965 contra la guerra de Vietnam. Es fue lo que me radicalizó a mí y a
tantos otros. Cuando oigo a la gente de cierta edad sobre como comenzó su
proceso de perder su creencia en que los Estados Unidos tenían buenas
intenciones, de lejos se da como sentado la guerra de Vietnam como la causa
principal. Creo que si los estadounidenses hubieran sabido de antemano cómo su
"Oh what a lovely war" iba a terminar, tal vez no hubieran cometido
su error histórico. La invasión de Irak en 2003 indica que no hubo aprendizaje
de ninguna lección de Vietnam en ese punto, pero nuestra protesta continuará
contra la guerra y la amenaza de guerra en Afganistán, Irán, Siria, ¡y en otros
lugares donde pueda ocurrir! - Finalmente esto ha hecho mella en la mentalidad
de la gente y se ha transmitido el mensaje que la guerra es horrible. Los
invito a todos a unirse a nuestro movimiento. Gracias.
William Blum
Fuente: Sitio oficial de W. Blum http://williamblum.org/aer/read/132
Link: http://l.wazzia.com/wB
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