Cerrar Guantánamo YA /Los médicos del lado ocuro
LibbyLiberal
12 DE ENERO, 2014
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 14 de febrero de 2014
Mientras subía el jueves pasado los escalones de piedra que conducen a través de un
bonito patio a la entrada lateral de la Iglesia Unitaria de Todas las Almas, en
la parte alta del este de Nueva York, lancé una bocanada en el aire frío de la
noche y me preparé para lo que iba a escuchar y ver esa noche.
Estaba contento con el acto y con la oportunidad de aprender algo sobre la actual
situación de los detenidos en Guantánamo, pero el recuerdo sombrío de los
horrores pasados inflingidos y el conocimiento de los nuevos, sabía que me iban
a enfurecer y a deprimir. Sin embargo, quizá encontrara algo de esperanza y
alguna inspiración.
Me sentía culpable por no estar al día sobre la situación de los prisioneros.
Había leído en algún lado el anuncio de que Obama había liberado a once
detenidos desde agosto, pero no si esto significaba un impulso prometedor para
nuevas liberaciones. Era una noticia edificante, pero crítica. ¿Qué ocurría con
los aproximadamente 150 personas que todavía quedaban? ¿Qué situación existía
con la intrépida huelga de hambre en la que participaron cerca de 100 personas
y que había comenzado hacía un año y que había supuesto un retroceso violento y
chocante de las autoridades militares? Un correo reciente de El Mundo No Puede
Esperar me recordaba que era el 12º aniversario del gulag de Guantánamo. ¡Doce
años!
Tenía garantizada una exhaustiva toma de conciencia de la situación. Debra Sweet,
directora de El Mundo No Puede Esperar, estaría hablando junto con Andy
Worthington, activista por los prisioneros de Guantánamo, en visita desde Reino
Unido por quinto año. También había la proyección de un nuevo documental, Doctors of the Dark Side (Los médicos
del lado oscuro) sobre el escándalo tras el escándalo de torturas, dirigido por
la psicóloga Martha Davis, también presente. Varios profesionales médicos han
participado en estos largos doce años orwellianos en las inmorales detenciones
de EE.UU. y en los programas de tortura, sin ningún tipo de responsabilidad
ética o legal.
Otros dos invitados que presentaron información sobre los programas de tortura en Guantánamo y en
otros centros de detención ilegales fueron Todd Pierce, un antiguo abogado
militar para prisioneros en Guantánamo, y Steven Reisner, psicólogo, miembro de
la Asociación Americana de Psicología y consultor de Médicos por los Derechos
Humanos. Reisner ha lanzado una cruzada a causa del desinterés de los
psicólogos de la participación en tortura y la responsabilidad ética y legal de
dicha complicidad.
Todd Pierce comentó en algún momento que los profesionales, abogados o médicos, enduceren sus
corazones cuando se enfrentan directamente con el mal institucionalizado cuyas
demandas ignoran o desafían su ética personal y profesional; o por otro lado,
sus corazones se abren enormente y deciden combatir con coraje dicho mal.
Pierce hizo hincapié en como nuestra sociedad espera y asume altos estándares
de las clases profesionales. Por desgracia los profesionales médicos y legales
nos han engañado durante un largo tiempo implementando y/o cooperando con
políticas inmorales del gobierno o de los militares, tales como la tortura u
otros crímenes de guerra, desafiando los códigos morales y legales de justicia
y decencia.
Descubrí en el documental que el hecho de tener personal médico de servicio
durante los llamados “interrogatorios mejorados” les daba al personal militar
mayor motivación para elevar la tortura a la enésima potencia. También descubrí
que a veces se tenían que realizar traqueotomías de emergencia en los
prisioneros a los que se les había aplicado la técnica del “submarino”. A pesar de la presencia de personal médico,
se ha sabido que por lo menos 100 prisioneros fueron torturados “sin darse
cuenta” hasta la muerte. El personal médico fue presionado para falsificar certificados
de muerte que cubrieran estos errores.
Me reconfortó escuchar que Debra Sweet y su incansable tropa de activistas de El Mundo No Puede Esperar, junto con
Andy Worthington, están embarcados en una gira nacional que se llama “Cerrar Guantánamo YA”.
Después del acto en Nueva York, iban a Washington DC y poco
después a San Francisco. El convincente documental de la psicóloga Martha Davis
Doctors of the Dark Side (Los médicos del lado oscuro), rodado durante 4 años y con la voz de Mercedes Ruehl, se
proyectará durante la gira.
Andy Worthington nos recordó que era el sexto año desde la promesa de Obama de que
terminaría con el campo de prisioneros de Guantánamo. La hizo antes y durante
su segundo día en el cargo y, desde entonces, de forma periódica. Worthington
aseguró que esto se ha convertido en la broma más cruel del mundo. Para mí, es
lo más cruel de “Lucy y el fútbol”, el juego favorito de Obama. ¿Qué clase de
gobierno, preguntó Worthington, no solo encarcela y expone a seres humanos a
horrorosas condiciones de tortura (al principio 800 hombres, tres de ellos
entre 13 y 15 años, la gran mayoría inocentes que estaban en el lugar
equivocado en el momento equivocado al ser raptados,“desaparecidos”, la mayoría
de ellos capturados por exhorbitantes y valiosas mentiras con recompensas de
5000 dólares) sino que decide no liberar, AÑO TRAS AÑO, a los que están
oficialmente sin cargos? ¿Estamos en el 12º año de la prisión? El personal y
las condiciones de tortura que soportaron estos hombres día a día son una cosa,
pero ¿y el daño por la sensación de esperanza de esas promesas ejecutivas? Tal
nivel sostenido de crueldad espiritual en masa es difícil de comprender u
olvidar.
Aparentemente una de las motivaciones de la huelga de hambre del año pasado fue el supuesto
suicidio por desesperación de Adnan Latif, considerado apto para ser liberado,
que murió en septiembre de 2012 después de años esperando justicia.
Worthington reconoce que Obama se enfrenta a un Congreso con una histeria profundamente
cruel de “guerra contra el terror”. A un Pentágono que emite propaganda falsa
sobre la reincidencia de los presos en Oriente Medio que retoman la lucha
terrorista. Pero señala que Obama no tiene miedo de la limitación de su
autoridad en otras cuestiones, y desafía la aprobación del Congreso cuando se
refiere, por ejemplo, a su programa de asesinatos selectivos con drones.
Worthington comentó que John Bellinger, el asesor de Bush que justificó los
asesinatos sin autorización, asegura que el gobierno de Obama ha decidido
asesinar a gente con drones en vez de encarcelarlas.
Después del acto busqué en Google la página de El
Mundo No Puede Esperar y descubrí un convincente artículo de Dennis Loo titulado “Why is
Guantanamo Still Open?” (“¿Por qué está todavía abierto Guantánamo?”). Loo
recoge las palabras de Obama antes de su elección referidas a Guantánamo.
“Vamos a liderar la observancia de los derechos humanos, el estado de derecho, los derechos civiles, el debido
proceso, y por esto cerraré Guantánamo y restauraré el habeas corpus y diré no a
la tortura. Porque si me elegís, habréis elegido a un presidente que ha enseñado
derecho constitucional, que cree en la Constitución y que restaurará y
obedecerá la Constitución de los Estados Unidos de América.”
Loo continúa para explicar la realpolitik del gobierno de Obama y el último
protocolo sobre la prisión;
(Obama) cerró la oficina responsable de las liberaciones de los prisioneros. Complicó a los abogados los encuentros con sus
clientes al prohibir recientemente los vuelos comerciales a la prisión y al
restringir las llamadas de emergencia de los abogados a los detenidos. Ordenó
alimentar forzosamente, por medios atroces y atando a los prisioneros (nota:
reteniéndolos con anestesias locales y lubricantes) (una violación de la ética
médica y una forma de tortura). Autorizó un asalto el 13 de abril de 2013 en el
que los guardias dispararon bolas de goma a los que realizaban la huelga de
hambre. Obama no necestia la aprobación del Congreso: como comandante en jefe,
tiene el la capacidad de cerrar la prisión ahora mismo.
Mientras que Obama cita la interferencia del Congreso para la imposibilidad de cerrar
Guantánamo, no ha dejado que la interferencia u oposición del Congreso a su
programa de asesinatos con drones le impida usar drones para asesinar a miles
de personas. ¿Por qué es el Presidente de EE.UU. tan débil para actuar en
contra de la oposición del Congreso en el primer ejemplo y tan poderoso en el
segundo, también con la oposición del Congreso?
Debra Sweet revela en su página web que la prisión ilegal tiene una nueva
infraestructura añadida con más personal que nunca. Hay 78 prisioneros sin
cargos aptos para ser liberados desde hace años. Hay 45 prisioneros de los que
Obama dice que nunca serán acusados o liberados y 30 que tienen que pasar por
juicios con “comisiones militares” que son utilizados para tapar la realidad de
la tortura inflingida a los prisioneros y para privarles de los derechos
judiciales del sistema judicial estadounidense.
Debra Sweet también señala el tema de la falsedad de muchos de los arrestos actuales
y del pasado de los prisioneros en Guantánamo. Compartió una anécdota sobre un
profesor de instituto en Chicago que al preguntar a sus alumnos sobre la
prisión de Guantánamo uno le contestó que era lo mismo que los “linchamientos”
en el viejo Sur. Explicó que al igual que los linchamientos, no importa la
inocencia o culpabilidad de la víctima, sino el terror general que los
linchamiento provocaban en el resto de la población negra. El terror en
Guantánamo y en otras bases ilegales de la OTAN/EE.UU. tienen un impacto
similar en las poblaciones de Oriente Medio. Aparentemente la “batalla por los
corazones y las mentes” de los extranjeros se ha convertido en traumatizar y
aterrorizar sus corazones y mentes antes que racionalizar con ellas y
recompensarlas.
Había una impresionante variedad de métodos desgarradores y enfurecidos de tortura
física y psicológica. Algunos han sido cancelados durante el gobierno de Obama
(¡¡Y OTROS NO!!), según revelaron durante el acto los participantes.
Temperaturas extremas, privación sensorial, alimentación forzada agresiva,
mutilación genital, degradación sexual, amenazas de matar a miembros de la
familia de los prisioneros, manipulación con drogas, posiciones forzadas, daños
en los órganos, encadenamiento sostenido rompe-huesos, suspensión de las partes
del cuerpo más vulnerables, retención de la ayuda médica apropiada y a tiempo,
el infame “submarino”, etc. ¡ETCÉTERA!
¿Qué consigue la tortura además de horribles infiernos para sus desmoralizadas víctimas
y el mal comportamiento de unas tropas que solo siguen órdenes? Confesiones
FALSAS. Seres humanos psicológica y físicamente dañados dispuestos a confesar
CUALQUIER COSA. El gobierno de Bush utilizó en parte tales confesiones para
intentar justificar su “guerra total contra el terror”. ¿Qué provocan las supuestamente
“menores” condiciones de tortura engrendradas por Obama además de conversiones
a un intenso antiamericanismo de los amigos, familiares y compatriotas de los
prisioneros? La continua y profunda alienación de muchos de los ciudadanos
americanos de nuestro gobierno orwelliano.
La contrarreacción a nuestra crueldad e imprudencia militar ante tanta victimas
extranjeras, es una radicalización de las poblaciones de Oriente Medio. Esto
afianza los peligrosos extremismos tales como el fundamentalismo islámico, que
es particularmente duro con las mujeres.
En el plano interno nuestro obsceno exceso de inversión de dólares de los impuestos y
tropas nos cuesta no solo mutilados o vidas humanas perdidas de forma gratuita,
sino grandes sacrificios en educación, empleo, salud, casas, cultura,
infraestructuras y demás programas para el ciudadano de a pie. Pero por
supuesto, hay beneficios gigantes para los oportunistas contratistas de las
guerras.
Volviendo a la política de tortura de EE.UU., los dos psicólogos que diseñaron revertir
el programa SERE para crear un programa de interrogatorios avanzados
promoviendo la “desubicación psicológica” y el dolor físico severo, eran James
Mitchell y Bruce Jessen. Worthington reveló que estos dos hombres están
cubiertos por un fondo de defensa de 5 millones de dólares que les ha dado la
CIA contra cualquier intento de culparles o hacerles responsables. El propio
Mitchell reveló durane el documental que a un prisionero se le hizo el
submarino ¡83 veces!
Worthington dice que de los 153 prisioneros que todavía están en Guantánamo, solo un par de
docenas podrían ser realmente culpables de terrorismo. Aparentemente algunos
eran soldados rasos de los talibanes en Afganistán, pero muchos sirvieron
bastante antes de que los EE.UU. se convirtieran oficialmente en enemigos de
los talibanes.
Voy a terminar con una declaración que también encontré en la página de El Mundo No Puede Esperar hecho
por Shaker Aamer el 11 de enero
de 2014. Es un prisionero que ha estado retenido al menos 12 años y que ha sido
declarado apto para ser liberado tanto con el gobierno Bush como con el
gobierno Obama.
Hoy es el 12º aniversario del centro en la bahía de Guantánamo. Ha sido una mancha en la
reputación de EE.UU. y permanecerá así hasta que, primero, sea cerrado, y
segundo, se aprendan las lecciones que puedan ayudar a prevenir cualquier tipo
de repetición en las próximas décadas.
Pronto hará 12 años que estoy en Guantánamo. Llegué el día que nació mi hijo pequeño Faris
(14 de febrero). Incluso entonces, yo ya había pasado dos meses como prisionero
de los EE.UU. soportando terribles malos tratos. Son 12 años que he perdido
para siempre.
Lo que más he echado de menos ha sido la oportunidad de llenar el depósito de amor de mis 4
hijos. Los primeros años de la niñez son la mejor oportunidad para enseñarles
lo que es el amor antes de que se vuelvan más distantes al acercarse a la edad
adulta. Perder esta oportunidad y obligación es mi mayor dolor.
Sin embargo tenemos que mirar hacia adelante antes que hacia atrás. Incluso aunque hubo agentes
británicos que ayudaron durante los abusos a los estadounidenses, no les deseo
ningún mal. Ni siquiera quiero verles castigdos. Solo quiero volver a casa con
mi familia para que pueda hacer por ellos lo que no pude hacer todos estos
años.
Estoy de nuevo haciendo una huelga de hambre. Los militares estadounidenses quieren
reprimir la verdad sobre Guantánamo, pero la verdad siempre sale a la luz.
Otras personas han sufrido más de lo que yo lo he hecho. Todos los que han
hecho huelga de hambre en el Campo VI son llevados para una dosis de la peor
medicina que los militares pueden darnos aquí, el Campo V Echo, el Alcatraz de
la bahía de Guantánamo. Las celdas son de acero y el metal hace temblar los
huesos como si estuvieras intentando dormir en un refrigerador. Nos castigan
con alimentación forzada y con hipotermia, simplemente porque pedimos justicia.
Sin embargo, la justicia se restaurará. Tiene que ser restaurada.
Tengo que decir una cosa a la gente acerca del 11 de enero. Mi mayor miedo es que alguien
haga algo estúpido en el aniversario. Cuando alguien hace algo mal fuera,
nosotros pagamos el precio dentro. Cuando hubo el incidente en Yemen, los
EE.UU. prohibieron a los yemeníes volver a casa, aunque no tenía nada que ver
con los yemeníes que estaban en la bahía de Guantánamo. Estoy agradecido a los
que nos apoyan. Pero si alguien quiere manifestarse en nuestro nombre contra el
“agujero negro” que es Guantánamo, por favor, hacedlo con buena fe y buen humor
y, sobre todo, no practiquen la violencia.
¿Cuántos de nosotros podríamos tener tanto razocinio, buena voluntad y buenos deseos
después de pasar por una insondable pesadilla real de una docena de años y lo
que queda?
Martha Davis:
Debra Sweet:
Todd Pierce, Andy Worthington y Steven Reisner:
[Publicado en correntewire]
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