Ya se declaró culpable por 10 delitos que implican unos 20 años de cárcel
Se inicia en Estados Unidos la corte marcial
contra el soldado Manning
Fiscales del ejército buscarán imponerle cadena perpetua por filtrar
documentos a Wikileaks
Entre los cargos más graves que enfrenta están ayudar al enemigo y violar la
ley de espionaje
Llegada del soldado Bradley Manning a la corte en el Fuerte Meade, en
Maryland, el pasado 21 de mayo Foto Reuters |
Daniel Ellsberg, quien filtró los papeles del Pentágono, información
clasificada sobre la guerra de Vietnam, antier en una manifestación de apoyo al
soldado Manning, en el Fuerte Meade Foto
Reuters |
David Brooks Corresponsal Periódico La Jornada Lunes 3 de junio de
2013, p. 25
Nueva York, 2 de junio.
El soldado Bradley Mannning enfrenta una corte marcial, que dará inicio este
lunes, por la mayor filtración de documentos oficiales clasificados en la
historia de Estados Unidos que fueron difundidos por Wikileaks
–incluida evidencia de crímenes de guerra en Irak y Afganistán, operaciones
diplomáticas en decenas de países como México, y condiciones de presos en
Guantánamo, entre otras cosas– que sacudieron los ámbitos militares y
diplomáticos estadounidenses y las relaciones internacionales de la
superpotencia.
De entrada, Manning ya aceptó su responsabilidad por la filtración de
documentos y se declaró culpable de 10 de los 21 cargos que enfrenta, algo que
puede significarle hasta 20 años de cárcel, pero el gobierno de Barack Obama
también lo acusa de delitos mucho más graves, como el de ayudar al enemigo que
podrían implicar cadena perpetua para el joven de 25 años.
Este proceso judicial se realizará ante un tribunal militar en el Fuerte
Meade, en Maryland, entre estrictas medidas de seguridad. El proceso estará
marcado por limitaciones en cuanto a transparencia y en algunos casos habrá
testimonios secretos con el argumento de que se abordarán asuntos delicados de
seguridad nacional.
La juez, coronel Denise Lind, ya ha indicado que parte del testimonio de 24
testigos podría realizarse a puertas cerradas para evitar la difusión de
información clasificada. Se espera que unos 150 testigos se presenten a declarar
durante un juicio que se calcula durará unos tres meses.
Los fiscales del ejército buscarán comprobar que Manning es responsable no
sólo de filtrar documentos, sino de ayudar al enemigo, incluida la red Al Qaeda,
de violar la Ley de Espionaje y poner en peligro la seguridad nacional. Pero
para ello tendrán que probar que Manning sabía que el material que filtró sería
visto por Al Qaeda y otros enemigos de Estados Unidos.
Manning y su abogado defensor David Coombs, intentarán refutar esos cargos.
Al reconocer que entregó más de medio millón de documentos militares y otros 250
mil documentos del Departamento de Estado, Manning, en testimonio preliminar al
juicio, dijo que su motivación fue, exclusivamente, dar a conocer al público
estadounidense lo que hacía su gobierno. “Yo creí que si el público,
especialmente el estadounidense, tenía acceso a la información… esto podría
detonar un debate doméstico sobre el papel de los militares y nuestra política
exterior en general, así como en cuanto a Irak y Afganistán”, afirmó ante este
tribunal a finales de febrero. Sentí que era algo que me permitiría tener una
conciencia clara, agregó.
Entre esos documentos estaban los cables diplomáticos que Wikileaks
entregó a La Jornada y que revelaron las evaluaciones, reuniones e
iniciativas de Washington respecto de México.
Michael Ratner, presidente emérito del Centro de Derechos Constitucionales
(Center for Constitutional Rights), y parte del equipo de defensa de
Wikileaks y su fundador Julian Assange, declaró que “el juicio de
Manning ocurre en el contexto tal vez más represivo para la libre prensa en
tiempos recientes. Ya era suficientemente malo que el gobierno de Obama hubiera
fiscalizado el doble de whistleblowers (funcionarios o empleados que
filtran información de actos que consideraban ilegales y/o inmorales) que el
total combinado de todos los gobiernos anteriores”, pero ahora hay evidencia de
que espió a periodistas.
Ratner agregó que el juicio de Manning es una mezcla atroz de secretismo,
persecución y represión. Ya ha aceptado cargos con penas hasta de 20 años. ¿Qué
tipo de gobierno inhumano tenemos que continúa un proceso penal con el objetivo
de imponer cadena perpetua a este héroe estadounidense que reveló la
criminalidad y venalidad de la maquinaria de guerra y diplomacia de Estados
Unidos?... Los que dicen las verdades están pagando un alto costo por enfrentar
los secretos de la dominación e imperio estadounidense.
Este fin de semana se realizaron manifestaciones y foros en defensa de
Manning. En las afueras del Fuerte Meade, el sábado se realizó una manifestación
de apoyo para el soldado, con más de dos mil participantes, según los
organizadores. Entre los oradores se presentó Daniel Ellsberg, famoso por haber
filtrado los papeles del Pentágono, información clasificada sobre la guerra de
Vietnam que se publicó en The New York Times y The Washington
Post, y que fue de relevancia para el fin de esa guerra.
Ellsberg ha sido un feroz defensor de Manning y otros perseguidos del
gobierno de Obama, como antes lo fueron del gobierno de George W. Bush, por
filtrar información que revelaba medidas y acciones ilegales del gobierno.
Participó, junto con Ratner y otros, en diversos foros este domingo.
Piden su liberación
Entre otros participantes estaban Veteranos por la paz, que anunciaron que
tomarán parte en una vigilia a la entrada del Fuerte Meade durante todo el
juicio. Gerry Condon, de esta agrupación, recordó que lo que Manning divulgó a
través de Wikileaks fue la matanza rutinaria de civiles por fuerzas
estadounidenses en Irak y Afganistán, y el encubrimiento rutinario de estos
crímenes de guerra. También hablaron ahí reconocidas figuras militares
retiradas, como la coronel Ann Wright y el teniente Dan Choi, que han tenido un
alto perfil durante los últimos años por denunciar las guerras.
En la manifestación se escucharon gritos por la liberación del soldado con la
consigna: todos somos Bradley Manning.
El acusado, quien trabajaba como analista de inteligencia en una base militar
en Irak, de donde logró bajar los cientos de miles de documentos diplomáticos y
militares con el propósito de entregarlos a los medios estadounidenses, fue
arrestado el 29 de mayo de 2010. Durante sus primeros 11 meses de
encarcelamiento militar en Estados Unidos estuvo sujeto a condiciones que fueron
denunciadas como crueles, inhumanas y degradantes por Juan Méndez, el relator
especial sobre tortura de la Organización de Naciones Unidas.
Para más información ver Wikileaks en La Jornada.
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