Dios bendiga a EE.UU, a sus bombas y sus crímenes contra la salud
William Blum Global Research 16 de junio de 2011 Rebelión.org Traducido
del inglés por Germán Leyens
Cuando bombardearon Corea, Vietnam, Laos, Camboya, El Salvador y Nicaragua no
dije nada por que no era comunista.
Cuando bombardearon China, Guatemala, Indonesia, Cuba, y el Congo no dije
nada porque no lo sabía.
Cuando bombardearon el Líbano y Granada no dije nada porque no lo
comprendía.
Cuando bombardearon Panamá no dije nada porque no era narcotraficante.
Cuando bombardearon Irak, Afganistán, Pakistán, Somalia, y Yemen no dije nada
porque no era terrorista.
Cuando bombardearon Yugoslavia y Libia por razones “humanitarias” no dije
nada porque sonaba muy honorable.
Luego bombardearon mi casa y no quedó nadie que dijera algo a mi favor. Pero
en realidad no importaba. Estaba muerto. (1)
Los objetivos
Se ha convertido en un lugar común que se acuse a EE.UU. de escoger como
objetivos de sus bombas solo a gente de color, del Tercer Mundo, o musulmanes.
Pero hay que recordar que una de las campañas estadounidenses de bombardeo más
continuas y feroces de EE.UU. en nuestros tiempos –78 días consecutivos– fue
contra la gente de la antigua Yugoslavia: blancos, europeos, cristianos. EE.UU.
es un bombardeados que garantiza igualdad de oportunidades. Las únicas
calificaciones que necesita un país para convertirse en objetivo son: (A) Que
represente un obstáculo –de cualquier tipo– para los deseos del Imperio
Estadounidense; (B) Que no posea armas nucleares; (C) Qué esté virtualmente
indefenso ante los ataques aéreos.
Los sobrevivientes
“Nunca vemos el humo y el fuego, nunca olemos la sangre, nunca vemos el
terror en los ojos de los niños, cuyas pesadillas ahora incluyen el aullido de
misiles de terroristas que no se ven, conocidos solo como estadounidenses”.
(2)
La NASA ha anunciado una audaz nueva misión, lanzar una nave espacial que
viajará cuatro años para descender en un asteroide, donde recogerá polvo de la
superficie y entregará su preciosa carga a la Tierra, donde los científicos
examinarán el material para encontrar indicios de cómo comenzó la vida. Una
verdadera historia de ciencia ficción. Sin embargo, personalmente, consideraría
que sería un logro mucho mayor de la humanidad si pudiéramos terminar todos los
bombardeos de EE.UU. y todas sus guerras, y enseñar un poco de humildad al
Triunvirato Sagrado –EE.UU., la Unión Europea y la OTAN– que no reconocen un
poder superior y que creen que literalmente pueden hacer lo que quieran en el
mundo, a quien deseen, durante todo el tiempo que quieran, y llamarlo como se
les ocurra, por ejemplo “humanitario”.
La caída del Imperio ofrecería al pueblo estadounidense que sufre desde hace
tanto tiempo, y al mundo, un nuevo comienzo.
Notas:
(1) Lista completa de bombardeos por EE.UU. desde la Segunda Guerra
Mundial
(2) Martin Kelly, editor de un sitio en la web por la no violencia
William Blum es autor de “Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions
Since World War II, Rogue State: a guide to the World's Only Super Power” y de
”West-Bloc Dissident: a Cold War Political Memoir” y es miembro de la junta
asesora de War Criminals Watch.
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