¿Ayudando al enemigo?
Osama bin Laden, Bradley Manning y yo
William Blum CounterPunch 15 de marzo de 2013
Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens
Acusan a Bradley Manning de “ayudar al enemigo”. Eso podría significar una
sentencia a cadena perpetua. Hasta donde se pueda deducir, el gobierno cree que
los documentos y vídeos que Manning dio a Wikileaks, que Wikileaks
luego distribuyó ampliamente a los medios internacionales, ayudaron al enemigo
porque desacreditaron considerablemente la política exterior de EE.UU.
Los abogados de Manning han solicitado más de una vez que los fiscales
presenten ejemplos específicos de cómo “el enemigo” (sea quien sea al que se
refieren en un mundo lleno de gente terriblemente opuesta a EE.UU. por
cualquiera de los numerosos terribles actos cometidos por el gobierno de ese
país) ha sido “ayudado” por las revelaciones de Wikileaks. ¿Cómo,
exactamente, ha utilizado el enemigo el material publicado para dañar a EE.UU.?
El gobierno no ha suministrado ningún ejemplo, probablemente porque lo que
realmente molesta a los funcionarios en Washington es el embarazo que han
soportado ante el mundo como resultado de los documentos y videos; que por
cierto son extremadamente embarazosos incluso para genuinos criminales de
guerra; repletos de violaciones del derecho internacional, atrocidades,
múltiples mentiras a todo el mundo, revelaciones de extrema hipocresía, y mucho
más.
Por lo tanto nuestros espléndidos funcionarios consideran que se encarcele
eternamente a Bradley Manning simplemente porque están embarazados. Cuesta
imaginar qué tenga de malo.
Pero ahora los fiscales han anunciado que uno de los Seals de la Armada
involucrado en el asesinato de Osama bin Laden va a testificar en la corte
marcial que bin Laden poseía artículos sobre los documentos de Wikileaks
filtrados por Manning. Bueno, debe haber otros cien millones de personas en el
mundo que tienen material similar en sus ordenadores. La pregunta sigue siendo:
¿Qué uso le dio el enemigo?
El gobierno iraquí utilizó el material, que los indujo a negar la inmunidad a
las tropas de EE.UU. por crímenes cometidos en Irak, como ser los asesinatos a
sangre fría revelados por los vídeos de Wikileaks; esto, por su parte,
condujo a EE.UU. a terminar su actividad militar en Irak. Sin embargo, Manning
fue acusado en mayo de 2010, mucho antes de la decisión iraquí de terminar la
inmunidad.
En enero de 2006, bin Laden declaró en una banda de audio: “Si Bush decide
continuar sus mentiras y opresión, sería útil que leyerais el libro Rogue
State [de William Blum], que dice en su introducción…” Y pasa a citar el
comienzo de un párrafo que escribí (que en realidad aparece solo en la
Introducción de la edición británica, que fue posteriormente traducida al
árabe), que dice en su totalidad:
“Si yo fuera presidente, detendría los ataques terroristas contra EE.UU. en
unos pocos días. Permanentemente. Primero pediría perdón –muy pública y
sinceramente– a todas las viudas y huérfanos, a los empobrecidos y torturados, a
todos los muchos millones de otras víctimas del imperialismo estadounidense.
Luego anunciaría que las intervenciones globales de EE.UU. –incluidas los
terribles bombardeos– han llegado a su fin. E informaría a Israel que ya no es
el 51º Estado de la Unión sino –por extraño que parezca– un país extranjero. A
continuación reduciría el presupuesto militar en por lo menos un 90% y
utilizaría los ahorros para pagar reparaciones a las víctimas y reparar los
daños causados por los numerosos bombardeos e invasiones estadounidenses. El
dinero sería más que suficiente. ¿Sabéis a cuánto asciende un año del
presupuesto militar de EE.UU.? Un año. Es igual a 20.000 dólares por hora por
cada hora desde el nacimiento de Jesucristo.
“Es lo que yo haría durante mis primeros tres días en la Casa Blanca. El
cuarto día, sería asesinado.”
Por lo tanto, es evidente que Osama bin Laden estaba utilizando lo que
escribí, y todo el mundo lo oyó. Yo estaba obviamente “ayudando al enemigo”.
Pero no fui enjuiciado.
A EE.UU. le gustaría probar un uso directo por “el enemigo” y su beneficio
gracias al material publicado por Wikileaks; pero hasta ahora parece que
solo puede probar la posesión. En mi caso, el uso, y el presunto beneficio
propagandístico, fueron demostrados. El hecho de que yo haya escrito el
material, en lugar de “robarlo”, es irrelevante si se trata de ayudar al
enemigo. Yo sabía, o debiera haber sabido, que mis críticas de la política
exterior de EE.UU. serían utilizadas por los adversarios de esas políticas. Por
cierto, por eso escribo lo que escribo. Para suministrar munición a los
activistas contra la guerra y por otras causas.
William Blum es autor de Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions
Since World War II, Rogue State: a guide to the World’s Only Super
Power. Su último libro es: America’s Deadliest Export: Democracy.
Para contactos: BBlum6@aol.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/03/13/osama-bin-laden-bradley-manning-and-me/
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