Acercándonos, escuchando fuertemente
Por Frida Berrigan, Witness Against Torture, 12 de enero, 2023
Traducido por El Mundo no Puede Esperar 22 de marzo de 2023
Andy Worthington hablando a través de Zoom para los activistas de
Witness Against Torture en Washington, D.C. el 10 de enero del 2023 (Foto:
Maria Oswalt).
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La cara de Andy Worthington era tan grande como la
pared, cuando se acercaba para enfatizar uno de sus muchos puntos, sus lentes
llenaban la pantalla. Nosotros, activistas en ayuno de Witness Against Torture,
sentados en la oscuridad, con nuestras máscaras, juntos y acercándonos para
escuchar, agarrando cada palabra mientras él recorría dos décadas de historia
en menos de una hora.
Aquí es lo que rápidamente anoté mientras él hablaba:
– 779 hombres han estado en la prisión desde su apertura el 11 de enero del 2002
– Durante el gobierno de George W. Bush, 532 hombres fueron liberados
– El gobierno de Obama liberó a 196
– Un hombre fue transferido de Guantánamo a pesar de la obstrucción y la
islamofobia de Trump durante su tiempo detrás del escritorio Resolute en la Oficina Oval
– Hasta ahora, en casi dos años de gobierno de Biden 5 hombres han salido de
Guantánamo
– “No es suficiente”, dijo Worthington.
Después de todos los números y la información y la
prisa en el recuento de la infinidad de maneras en las que el gobierno de Bush,
Obama, Trump Y Biden le han fallado a los hombres en Guantánamo, a sus familias
y al estado de derecho, Worthington dijo esta cosa sabia: al escoger establecer
la prisión de la “guerra contra el terror” en la base naval estadounidense en
Guantánamo hace 21 años, “los Estados Unidos creó una categoría de humanos que
NO tienen derechos”.
Quiso decir que muchos de los cientos de hombres
liberados de Guantánamo enfrentan todo un nuevo conjunto de problemas una vez
que salen. Para muchos, es una libertad frágil, salir de Guantánamo para
futuros inciertos y difíciles en terceros países en donde son vistos — a lo
mucho — como objetos de miedo y escrutinio. Muchos viven lejos de sus familias,
sin pasaportes o medios para ganar su sustento. Y no hay nadie en Estados
Unidos que sea responsable de salva guardar sus derechos o de resolver los
varios asuntos que surgen para ellos en los países nuevos y extraños.
Este asunto ha sido recientemente reportado por The Intercept y otros medios. Mansoor Adayfi, un yemení que estuvo
encarcelado en Guantánamo por más de 14 años, ahora vive en Serbia. Es el autor
del libro Don’t Forget
Us Here recientemente publicado. Dijo que “todo se va al estigma de la vida después de Guantánamo. Así
que Guantánamo no se de ti cuando dices: ‘hola, adiós’. No, no ha terminado
contigo. Así que seguimos viviendo en Guantánamo 2.0”.
En todos estos años ha habido suficiente culpa. Pero,
ahora, al comienzo del 2023, Worthington le da responsabilidad de cerrar
Guantánamo y trasferir a los hombres aprobados para ser liberados fuera de la
prisión de la isla, al actual presidente Joe Biden. “Biden y Blinken
(Secretario de Estado) necesitan aceptar la responsabilidad”, dijo Worthington,
“tienen dos años más para lograr esto”.
Hizo un llamado a los activistas a enfocarse en los
casos de Moath Al-Alwi y Khalid Qasim en particular, dos artistas que han sido
aprobados para ser liberados. Necesitan que los Estados Unidos arreglen una
reubicación segura a nuevos países, ya que la ley estadounidense prohíbe su
regreso a Yemen.
Al-Alwi fue uno de los primeros hombres en llegar a Guantánamo.
Un artista talentoso y auto didacta, que hace modelos elegantes de
embarcaciones, su trabajo ha
sido expuesto en el ohn Jay College of Criminal Justice, apareció en un
artículo de opinión en el New York Times Op-Doc y otros lugares. En el 2015, redactó una carta
publicada en Al Jazeera:
“Esta guerra supuestamente es la razón por la cual
quedé atrapado, pudriéndome en el horror sin fin en Guantánamo. Escribo esta
carta el día de hoy para preguntar, si esta guerra terminó, ¿por qué sigo aquí?
¿Por qué no ha cambiado nada?”
Qasim tenía sólo 25 años cuando fue capturado en su
primer viaje fuera de casa y terminó en Guantánamo. Ahí pinta escenas de mar
vívidas y abstractas que expresan su profunda frustración por su
encarcelamiento. Ha estado en la prisión la mitad de su vida y siete años en
huelga de hambre en protesta.
Aprobados para ser liberados, estos hombres podrían ser libres mañana si el gobierno fuera serio acerca de cerrar este triste
capítulo de nuestra historia.
Andy Worthington mantiene el reloj de GITMO, que nos recuerda cada minute hasta
hoy en el que la prisión ha estado abierta, 7,670 días, 22 horas, 11 minutos
and 7 segundos [ahora 7,692 días].
Seguíamos acercándonos, escuchando fuertemente,
mientras Andy Worthington hablaba, hambrientos no sólo por comida, sino por
magnitud y profundo conocimiento. ¡Gracias por todo lo que haces, Andy!
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