Los drones estadounidenses siembran terror y muerte en Yemen
Los ataques con drones de EEUU han matado al padre y a dos hermanos de Meqdad Tuaiman, y el pequeño de la
familia repite: "Yo seré el siguiente en morir"
Con Trump, los bombardeos en Oriente Medio han aumentado hasta romper el récord de Obama de noviembre de 2015
Spencer Ackerman
eldiario.es/The Guardian
02 de abril de 2017
Meqdad Tuaiman junto a sus hijos. Su padre y su hermano de 17 años murieron en un
ataque estadounidense en 2011 tras ir a buscar unos camellos perdidos en el
desierto. REPRIEVE / NODV (NATIONAL ORGANIZATION OF DRONE VICTIMS, IN YEMEN) |
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Todos los días, cuando escuchan el ruido de los drones sobre sus cabezas,
la familia Tuaiman espera que Trump termine de matarlos.
Los drones solían sobrevolar su aldea, al Rawdah, una vez a la semana y
ellos ponían a los niños a cubierto. Ahora, de acuerdo con Meqdad Tuaiman, los
drones vienen todos los días, a veces hasta en tres o cuatro ocasiones. A veces
llegan por la tarde. Otras llegan tras el atardecer y se quedan merodeando
hasta el amanecer.
Los aviones no tripulados no han disparado sus armas en cuatro meses, pero
sus patrullas se han intensificado desde finales de enero, cuando Trump asumió
la presidencia. Meqdad, un joven de 24 años vendedor de coches usados y
esporádico vigilante de oleoductos, cree que no es coincidencia.
En octubre de 2011, el padre de Meqdad, Saleh, y su hermano Jalal, de 17
años, murieron en un ataque de un dron cuando conducían por el desierto en
búsqueda de unos camellos perdidos. Otro hermano que estaba con ellos,
Ezzaldeen, de 14 años, escapó de la explosión y se escondió hasta la mañana
siguiente, cuando encontró los cuerpos destrozados.
En 2014, the Guardian dio al hermano de Meqdad de 13 años
una cámara para grabar su día a día. En enero de 2015, él también murió en un ataque de un dron.
Los ataques estadounidenses con aviones no tripulados en Yemen son una
parte fundamental de la campaña contra al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP),
pero la familia Tuaiman niega cualquier vínculo con el terrorismo y afirma que
nunca ha recibido una explicación ni de las autoridades estadounidenses ni de
los aliados del gobierno yemení.
De acuerdo con Meqdad, su hermano Ezzaldeen ha empezado a decir que él será
el próximo: "Soy el siguiente que van a matar".
Ezzaldeen Tuaiman junto a su hijo. REPRIEVE / NODV
(NATIONAL ORGANIZATION OF DRONE VICTIMS, IN YEMEN)
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Atrapados entre dos guerras
Bajo la Administración de Trump, los bombardeos aéreos en Siria e Irak
han aumentado considerablemente, disparando las denuncias de muertes
civiles. Los bombardeos también han aumentado en Yemen, donde la campaña
estadounidense contra los islamistas se desarrolla junto a una complicada guerra civil que ya ha
atraído a los grandes enemigos de la región: Arabia Saudí e Irán.
El Gobierno está contemplando planes para una mayor participación de Estados Unidos en la guerra civil, que enfrenta a los
rebeldes huzíes apoyados por Irán y a los Estados del Golfo Pérsico que
defienden al presidente exiliado Abd Rabu Mansur Hadi.
La familia Tuaiman se siente maniatada por las dos campaña. Su apoyo a Hadi
los sitúa junto a Estados Unidos, incluso a pesar de que temen morir por los
bombardeos de drones estadounidenses.
En Washington, Obama fue criticado desde la derecha por no asumir riesgos,
incluso a pesar de que las organizaciones de derechos humanos denunciaron que
sus directivas para evitar muertes civiles eran demasiado laxas. Y con Trump,
estos criterios son papel mojado, según señaló recientemente a the Guardian un
miembro de la Administración.
"Con Obama, los republicanos expresaron constantemente su preocupación
porque el excesivo control de la Casa Blanca, según ellos, sobre cómo y dónde
se desplegaban los drones —y sobre las normas poco realistas para los
bombardeos— dificultaba la estrategia antiterrorista estadounidense. Incluso
sin una directriz formal, Trump puede revertir esto delegando la autoridad de
atacar en autoridades de nivel más bajo y mostrándose a favor de que
haya más ataques y, por tanto, más víctimas civiles", explica Micah
Zenko, que lleva temas de antiterrorismo en el think tank Council on
Foreign Relations.
Meqdad teme que Trump intente cumplir la promesa que realizó en 2015:
"Cuando coges a estos terroristas, tienes que llevarte también a sus
familias".
Autoridades estadounidenses niegan que haya planes para implementar esta
política, que para los expertos constituiría un crimen de guerra. Pero, con
tres familiares muertos, Meqdad no lo descarta.
Trump: récord de bombardeos
"Creemos que [Trump] no tiene respeto por la vida humana. Tenemos
mucho miedo", cuenta Meqdad durante una entrevista telefónica organizada
por el grupo de derechos humanos Reprieve. Meqdad pide que si Estados Unidos
tiene alguna prueba contra su familia que "por favor" la presente en
un tribunal. "Estamos preparados para explicarnos en cualquier tribunal
estadounidense".
Estados Unidos ha incrementado el ritmo de sus bombardeos en las últimas
semanas en Yemen, Irak y Siria. El mando militar de EEUU en Oriente
Medio ha negado que se hayan relajado las normas para entrar en combate.
Sin embargo, ha reconocido una descentralización de la toma de decisiones que
facilita solicitar bombardeos a los "asesores" militares de EEUU que
luchan junto a las fuerzas iraquíes en Mosul.
"Creo que el presidente, razonadamente, ha dejado muy claro que quiere
dar a los mandos sobre el terreno mucha más flexibilidad para llevar a
cabo sus misiones, especialmente a la hora de derrotar al ISIS", afirmó
este lunes el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Las estadísticas de la Fuerza Aérea estadounidense muestran que desde
diciembre EEUU ha lanzado muchas más bombas en Irak y Siria que en ningún otro
momento de los dos años y medio de guerra contra ISIS.
En enero, los aviones de combate lanzaron 3.600 bombas, seguido en
febrero por otras 3.440. Las estadísticas de marzo aún no
están disponibles. Estas cifras pulverizan el récord anterior de lanzamientos
mensuales: 3.242 en noviembre de 2015.
Número de ataques con víctimas civiles de Estados Unidos y de Rusia. The
Guardian.
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El grupo Airwars, radicado en Reino Unido, afirma que las
denuncias de muertes civiles provocadas por Estados Unidos y sus aliados han
aumentado tanto que no tiene los recursos para seguir haciendo un seguimiento
de las supuestas muertes provocadas por Rusia, a quien EEUU ha criticado por
bombardear de forma indiscriminada.
Solo en marzo de 2017, Airwars ha rastreado acusaciones
por la muerte de 1.000 civiles muertos en Irak y Siria a manos de la
coalición liderada por Estados Unidos. El Pentágono ha confirmado que está
investigando información creíble de muertes de civiles. Pero en Mosul, el gran número de muertes causado por un bombardeo estadounidense el 17 de marzo
ha provocado la indignación internacional.
En Yemen, la tendencia es similar. Hasta el pasado
miércoles, el 69º día de Trump en la presidencia, Estados Unidos había llevado
a cabo 37 ataques con drones más allá de los campos de batalla declarados, a un
ritmo de un ataque cada 1,8 días, señala Zenko. Estos ataques se han centrado
en su inmensa mayoría en Yemen. El más reciente se produjo el pasado miércoles
en la provincia septentrional de Abyan. Zenko detalla que Obama autorizó ataques cada 5,4 días.
Al Qaeda, en búsqueda del apoyo popular
Al final de la Administración de Obama, el Pentágono empezó a preocuparse por la capacidad de
adaptación de AQAP, un temor que ha continuado durante la administración
Trump. El Mando Central de EEUU señaló a en febrero que la administración Trump está considerando designar a
Yemen como zona de guerra, lo que reduciría las restricciones a los
ataques –pensadas para proteger a la población civil–, colocando a Yemen en una
situación comparable a la de Siria e Irak.
Meqdad señala a the Guardian que Al Qaeda se aprovecha
directamente de los ataques con drones. "Al Qaeda siempre intenta
contactar con los miembros de la familia, los vecinos y los amigos después de
cada ataque", señala.
" Cuando
nuestro propio Gobierno no nos protege, cuando sentimos que es irresponsable o
que pone la relación con EEUU por encima de la protección de sus propios
ciudadanos, entonces el mensaje de Al Qaeda empieza a calar. Es fácil sacar
partido de estos incidentes".
El Mando Central de EEUU y la CIA han rechazado comentar
el caso de la familia Tuaiman. Un portavoz del Pentágono afirmó que Yemen no
había sido designado todavía zona de guerra. "Las operaciones
estadounidenses cotidianas en Yemen están autorizadas por el jefe del Mando
Central en base a autoridades garantizadas por el presidente y el secretario de
Defensa", explica Christopher Sherwood, del Departamento de Defensa.
Kate Higham, que dirige el proyecto de ataques del grupo
Reprieve, denuncia que es una "grave injusticia" para los civiles
yemeníes como la familia Tuaiman vivir con miedo a los ataques de drones.
"Esta familia y otras muchas en Oriente Medio están aterradas por la cada vez mayor
cifra de civiles muertos y temen ser los siguientes en la fila. El presidente
Trump debe revisar urgentemente todo el programa de ataques e investigar el
inmenso número de muertes civiles causado hasta ahora", afirma Higham.
Meqdad teme que ni al Qaeda ni Estados Unidos hayan
terminado con su familia. Con tres familiares muertos, no tiene respuestas,
solo preguntas y presagios. "Cuando murió Mohammed en 2015, nos dimos
cuenta que no era un incidente aleatorio. Toda la familia podría ser atacada",
explica. "Puede que estemos acusados de algo que nadie nos ha comunicado
oficialmente. Ahora mismo pregunto a Estados Unidos: denme la razón para matar
a mi familia".
Traducido por Javier Biosca Azcoiti
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