Un “libro de jugadas” para asesinatos
Los ataques de drones de la CIA forman parte de
nuevo manual de contraterrorismo
Greg Miller, Ellen Nakashima y Karen DeYoung The Washington Post 27 de
enero de 2013
Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens
El gobierno de Obama está cerca de completar un detallado manual de
contraterrorismo hecho para establecer reglas claras para operaciones de
asesinatos selectivos, pero deja abierta una importante dispensa para la campaña
de ataques de aviones no tripulados (drones) de la CIA en Pakistán, dijeron
funcionarios estadounidenses.
La exención permitiría que la CIA siga atacando objetivos de al Qaida y de
los talibanes durante un año o más antes que la agencia sea obligada a cumplir
con reglas más estrictas descritas en un documento clasificado que ha sido
descrito por funcionarios como un “libro de jugadas” de contraterrorismo.
El documento, que se espera sea sometido al presidente Obama para su
aprobación definitiva dentro de algunas semanas, marca la culminación de un
esfuerzo de un año de duración de la Casa Blanca por codificar sus políticas de
contraterrorismo y crear una guía para operaciones letales durante el segundo
período de Obama.
Un alto funcionario estadounidense involucrado en la redacción del documento
dijo que algunos temas siguen sin ser resueltos, pero los describió como
menores. El alto funcionario dijo que el ‘libro de jugadas’ “será completado
dentro de poco”
La adopción de una guía formal para asesinatos selectivos marca un hito
significativo –e incómodo para algunos–: la institucionalización de una práctica
que hubiera parecido un anatema para muchos antes de los ataques terroristas del
11 de septiembre de 2001.
Entre los temas cubiertos en el “libro de jugadas” está el proceso para
agregar nombres a las listas de asesinatos, los principios legales que rigen
cuando ciudadanos de EE.UU. pueden ser atacados en el extranjero y la secuencia
de aprobaciones requerida cuando la CIA o los militares de EE.UU. realizan
ataques de drones fuera de las zonas de guerra.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el esfuerzo por redactar el “libro
de jugadas” fue casi desbaratado a fines del año pasado por desacuerdos entre el
Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono sobre los criterios a utilizar
para ataques letales y otros temas. El que se otorgara una exención temporal a
la CIA para sus operaciones paquistaníes fue descrito como un compromiso que
permitió a los funcionarios que siguieran adelante con otras partes del
manual.
La decisión de permitir que los ataques de la CIA continuaran fue impulsada
en parte por la preocupación de que el plazo para debilitar a al Qaida y los
talibanes en Pakistán comienza a terminar, con los planes de sacar la mayor
parte de las tropas estadounidenses del vecino Afganistán durante los próximos
dos años. Los drones de la CIA vuelan desde bases en Afganistán.
“Existe un sentido de que hay que acelerar ahora, especialmente en vista de
la inminente” retirada, dijo un ex funcionario de EE.UU. involucrado en
discusiones del “libro de jugadas”. Se espera que la excepción para la CIA quede
en efecto durante “menos de dos años pero más de uno”, dijo el ex funcionario,
aunque señaló que cualquier decisión de terminar la exención “indudablemente se
basará en los hechos en el terreno”.
El ex funcionario y otros funcionarios, actuales y antiguos, entrevistados
para este artículo, hablaron bajo condición de anonimato, porque se trataba de
asuntos confidenciales.
El equipo nacional de seguridad de Obama aceptó el compromiso con la CIA a
fines del pasado mes durante una reunión del “comité de poderdantes”, que
incluía a altos funcionarios de la seguridad nacional, dirigido por el consejero
de contraterrorismo de la Casa Blanca, John O. Brennan, quien posteriormente fue
nombrado para servir como director de la CIA.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron que el comité volverá a revisar el
documento antes de que sea presentado al presidente. Subrayaron que no entrará
en vigor hasta que Obama lo haya firmado. La CIA rechazó los pedidos de
comentario.
El resultado refleja las dificultades del gobierno en la resolución de un
conflicto fundamental en su enfoque del contraterrorismo. Altos funcionarios del
gobierno han expresado su malestar ante la escala y autonomía de la misión letal
de la CIA en Pakistán. Pero se han mostrado renuentes a alterar las reglas
debido a los resultados de la campaña de drones.
El esfuerzo por crear un “libro de jugadas” fue revelado el año pasado por
The Washington Post. El objetivo de Brennan al desarrollarlo, dijeron los
funcionarios en aquel entonces, era imponer controles más consistentes y
rigurosos sobre programas de contraterrorismo que fueron en gran parte ad hoc
después de los ataques del 11 de septiembre.
Críticos ven el manual como símbolo de la medida en la cual el programa de
asesinatos selectivos ha sido institucionalizado, parte de un aparato montado
por el gobierno de Obama para mantener una guerra al parecer permanente.
El manual es “un paso exactamente en la dirección equivocada, una mayor
burocratización del programa paramilitar de asesinatos de la CIA” por sobre las
objeciones legales y morales de los grupos por las libertades civiles, dijo Hina
Shamsi, directora del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Estadounidense
por las Libertades Civiles.
Algunos funcionarios del gobierno también han expresado su preocupación por
la duración de la campaña de drones, que ha sido ampliada de Pakistán a Yemen y
Somalia, donde involucra ataques de la CIA y militares. En un reciente discurso
antes de renunciar como abogado general del Pentágono, Jeh Johnson advirtió que
“no debemos aceptar el actual conflicto y todo lo que involucra, como “la nueva
norma”.
Las discusiones en relación con el desarrollo del “libro de jugadas” se
concentraron en consideraciones prácticas, dijeron los funcionarios. Uno de los
principales puntos de discordia, dijeron, fue el tema de los “ataques por
firma”.
El término se refiere a la práctica de la CIA de aprobar ataques en Pakistán
sobre la base de conducta sospechosa –transporte de almacenamiento de armas, por
ejemplo– incluso cuando la agencia no tiene información evidente sobre las
identidades de los objetivos.
Funcionarios de la CIA han atribuido este procedimiento el éxito en el
exterminio de los altos rangos de al Qaida en ese país, resultando
paradójicamente en las muertes de más altos agentes terroristas que en los
ataques realizados cuando la agencia conocía por adelantado la identidad y
ubicación de un objetivo.
Los “ataques por firma” contribuyeron a un aumento en la campaña de drones en
2010, cuando la agencia realizó una cantidad récord de 117 ataques en Pakistán.
El ritmo de los ataques se redujo poco a poco durante los últimos dos años antes
de acelerar de nuevo en las semanas recientes.
A pesar de las afirmaciones de la CIA sobre la efectividad de los “ataques
por firma”, Obama no ha otorgado una autoridad similar a la CIA o a los
militares en Yemen, Somalia, u otros países patrullados por drones armados
estadounidenses. La limitación no ha aplacado a algunos críticos, quienes dicen
que el secreto que rodea los ataques en Yemen y Somalia significa que no hay
forma de evaluar quién está siendo asesinado.
En Yemen, dijeron los funcionarios, los ataques han sido permitidos solo
cuando la información indica una amenaza específica para estadounidenses. Eso
podría incluir a “individuos que están involucrados personalmente en el intento
de asesinar a estadounidenses”, dijo un alto funcionario del gobierno, o
“información de que… [por ejemplo] un camión ha sido configurado a fin de atacar
nuestra embajada en Sanaa.”
El “libro de jugadas” ha adoptado ese estándar más ajustado e impone otras
reglas más estrictas. Entre ellas hay requerimientos de aprobación por la Casa
Blanca de ataques de drones y la participación de múltiples agencias –incluido
el Departamento de Estado– en la identificación de nuevos nombres para listas de
asesinatos.
Ninguna de esas reglas se aplica a la campaña de drones de la CIA en
Pakistán, que comenzó bajo el presidente George W. Bush. Se espera que la
agencia dé aviso anticipado sobre los ataques al embajador de EE.UU. en
Pakistán. Pero en la práctica, dijeron los funcionarios, la agencia ejerce un
control casi completo sobre los nombres en su lista de objetivos y en las
decisiones sobre ataques.
La imposición de los estándares del “libro de jugadas” a la campaña de la CIA
en Pakistán llevaría probablemente a una fuerte reducción en la cantidad de
ataques mientras Obama se prepara para anunciar una disminución de las fuerzas
de EE.UU. en Afganistán que dejaría a solo 2.500 soldados en el lugar después de
2014.
Los funcionarios dijeron que preocupaciones sobre la exención de la CIA
fueron aquietadas en cierta medida por la decisión de Obama de nombrar a
Brennan, el principal autor del manual, para que dirija la CIA.
Brennan pasó 25 años en la agencia antes de servir como consejero jefe de
contraterrorismo de Obama durante los últimos cuatro años. Durante ese período
en la Casa Blanca, dirigió esfuerzos por imponer un estudio más riguroso de
operaciones de asesinatos selectivos. Pero también dirigió una mayor expansión
en la cantidad de ataques.
El ex funcionario del gobierno dijo que es probable que los funcionarios de
la CIA estén “bastante dispuestos, bastante ansiosos de acoger” el “libro de
jugadas” desarrollado por su presunto futuro director. “Es su obra”.
La audiencia de confirmación de Brennan ante el Comité de Inteligencia del
Senado está programada para el 7 de febrero.
Peter Finn contribuyó a este informe.
Fuente: http://www.washingtonpost.com/world/national-security/cia-drone-strikes-will-get-pass-in-counterterrorism-playbook-officials-say/2013/01/19/ca169a20-618d-11e2-9940-6fc488f3fecd_story_2.html
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