Arrestan a hijos de activista en Temecula
Lideres temen represalias de las autoridades
Tres menores de edad hijos de un activista comunitario de Temecula esperaban
ayer tras las rejas en un centro de detención de San Diego después de haber sido
arrestados por autoridades migratorias en las inmediaciones de su departamento,
una situación que según lideres comunitarios de la zona pudiera obedecer a un
intento de intimidación y represalias.
El padre de los menores, José Antonio Valente, fue el encargado de seguridad
durante una marcha realizada el pasado 29 de abril en Temecula para pedir un
alto a las redadas, informó Jennaya Dunlap, portavoz de la Coalición por la
Justicia de los Inmigrantes de Inland Empire.
"Es inusual que agentes de la patrulla fronteriza se presenten y toquen a la
puerta de una casa sólo porque si. Para nosotros es un acto total de
intimidación", declaró Dunlap.
Antonieta Ramírez Palma, madre de los tres menores arrestados, narró a La
Opinión que la noche del sábado presenció cuando los agentes de la Patrulla
Fronteriza arribaron a su domicilio y comenzaron a insultar y golpear a los
menores, todo esto, mientras ella permanecía escondida y abrazada al más pequeño
de sus hijos en una de las recámaras.
"Les gritaban majaderías, a mi niña me le arañaron toda su carita y si yo no
me hubiera quedado con mi niñito chiquito, a los dos también nos hubieran
llevado", explicó la madre.
Durante el incidente el padre de los menores se encontraba fuera del
domicilio.
Emilio Amaya, especialista en inmigración quien actualmente está colaborando
con el Consulado Mexicano en San Bernardino para resolver el caso, apuntó que la
explicación de las autoridades federales es que los menores se encontraban en
una gasolinera y al ver camionetas con el logotipo de migración salieron huyendo
del lugar, por lo que los oficiales procedieron a su persecución y posterior
arresto.
"Según la madre ese informe es totalmente falso. La familia entera estaba
viendo televisión cuando llegaron los guardias", recalcó Amaya.
Para Amaya el arrestó es un eslabón más de una política de persecución que ha
emprendido el sector de la Patrulla Fronteriza en Temecula, que continúa
realizando redadas en las paradas de autobuses fronterizos aún contra mexicanos
que van de regreso a su país.
"La forma en que están actuando los agentes y el trato que se les dio a los
menores son indicios del estado de miedo que están ejerciendo en la zona",
aseveró Amaya.
Cuestionado sobre los detalles de la detención, un portavoz de la Patrulla
Fronteriza —que solo quiso que se le identificara por su apelllido Jiménez—
indicó que no está autorizado a revelar los pormenores de los arrestos, pero
destacó que los agentes federales pueden incurrir en la detención de una persona
no sólo en la franja fronteriza también en domicilios particulares siempre y
cuando tengan una orden de detención.
Ayer el agente Jimenez no pudo indicar si existía dicho documento en el caso
de la familia Valente.
De acuerdo a la madre de los menores, dos de sus sobrinos que estaban en la
casa al momento del arresto y que son ciudadanos de EEUU también fueron puestos
bajo custodia durante casi tres horas hasta que se confirmó su estatus
migratorio.
"Mis hijos no son unos criminales. ¿Porqué vinieron a nuestra casa, qué les
hicimos? Nosotros somos una familia que trabaja, que aporta a este país", dijo
la madre entre lagrimas.
Cifras oficiales del sector de El Centro de la Patrulla Fronteriza —que
comprende las estaciones de Riverside, Indio, El Centro y Calexico— indican que
en promedio los 1,100 agentes que operan en esa zona llegan a arrestar entre
1,600 y 2,600 indocumentados por mes.
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