Policías podrán interrogar y detener a cualquier sospechoso de no tener
papeles
Aprueban en Arizona ley que criminaliza a indocumentados
Prevén que la gobernadora republicana no vete la iniciativa sancionada en el
Congreso estatal
Grupos defensores de inmigrantes planean movilizaciones en caso de que sea
promulgada
Los ánimos se encendieron ayer afuera de la sede del Senado de Arizona luego
de la aprobación de una nueva ley de inmigración que criminaliza a
indocumentados. Críticos denuncian que esto podría generar abusos raciales. En
la imagen, un cartel del senador y ex candidato presidencial, John McCain, uno
de los firmantes en favor de la iniciativa, con el letrero Arizona, última línea
de defensa. ¡Tienes que estar bromeando! Foto Ap |
David Brooks Corresponsal Periódico La Jornada Martes 20 de abril de
2010, p. 27
Nueva York, 19 de abril. El odio contra los inmigrantes se manifestó hoy de
Arizona a Nueva York.
La legislatura estatal de Arizona aprobó una versión final de lo que se
considera el proyecto de ley más antimigrante del país: criminaliza a nivel
estatal a todo indocumentado y permite a la policía local amplia discreción para
detener a toda persona que sospechen es inmigrante sin papeles.
Con ello, sólo falta la decisión de la gobernadora republicana Jan Brewer,
quien hasta el momento no ha expresado su opinión sobre la iniciativa. A partir
de hoy Brewer cuenta con cinco días para anular la iniciativa con un veto,
promulgarla o no hacer nada, en cuyo caso automáticamente se convierte en
ley.
La iniciativa obliga a funcionarios y agencias estatales, incluida la
policía, a aplicar las leyes federales de inmigración y tipifica como crimen la
no obtención de documentos migratorios, o sea, no tener documentación legal.
También criminaliza la contratación y la solicitud de trabajo de indocumentados,
y transportar o dar albergue a éstos. Pero el elemento más extremo, y más
criticado por opositores es la medida que obliga a la policía a interrogar a
cualquier persona que considere potencialmente sospechosa de su estado legal
migratorio.
La zona cero
Y ésta es sólo la iniciativa más reciente en Arizona, estado que se ha
convertido en la zona cero de la guerra contra los inmigrantes en el
país. El estado adoptó una ley en 2005 que criminaliza el tráfico de personas y
otra en 2007 que prohíbe la contratación intencional de indocumentados. Los
legisladores afirman que su intención es expulsar a los inmigrantes sin papeles
y desincentivar su ingreso al estado. Se calcula que Arizona tiene medio millón
de indocumentados y es el punto de cruce más activo para el flujo de personas
sin papeles.
Los promotores afirman que esto es resultado de la falta de acción efectiva
del gobierno federal para controlar las fronteras. El senador federal y ex
candidato presidencial John McCain endosó hoy la iniciativa, y declaró que los
habitantes de su estado están frustrados y enojados, ya que el gobierno federal
no ha cumplido con sus responsabilidades constitucionales para asegurar nuestras
fronteras.
Este comentario refleja el clima político, ya que antes McCain había
repudiado este tipo de medidas por su carácter antihispano, y fue
promotor de las medidas federales para una reforma migratoria integral. Ahora
enfrenta el reto de un ultraconservador, quien lo critica por no hacer lo
suficiente para asegurar la frontera en las elecciones primarias del Partido
Republicano por la candidatura al Senado federal, lo que amenaza la relección de
veterano político.
La gobernadora republicana Brewer enfrenta las mismas fuerzas que McCain al
buscar su relección este año, y se supone que no empleará su poder de veto para
anular esta legislación. Su antecesora y ahora secretaria de Seguridad Interna
del gobierno de Barack Obama, Janet Napolitano, sí descarriló iniciativas
parecidas cuando era gobernadora, pero ahora todos culpan a Washington por no
hacer lo suficiente en este rubro.
Más guardias, más muros
A la vez, McCain y su colega, el senador federal Jon Kyl, reiteraron su
llamado al envío de tres mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera de
Arizona con México, y por la construcción de más muros y mayores medidas para
castigar a inmigrantes que cruzan la frontera sin documentos.
Organizaciones de inmigrantes, agrupaciones latinas, líderes religiosos y
sindicalistas condenaron la legislación en Arizona y advirtieron que si es
promulgada, todo latino o cualquier persona que las autoridades sospechen como
posible extranjero ilegal, será sujeto a interrogatorio y arresto sólo por su
apariencia.
El arzobispo de Los Ángeles, cardenal Roger Mahoney, denunció que la
legislatura de Arizona ha aprobado una de las leyes antimigrantes más
retrógradas, mezquinas e inútiles del país. Pablo Alvarado, director de la Red
Nacional de Jornaleros, pidió una expresión nacional de repudio al odio e
intolerancia que amenaza a nuestra comunidad.
Danny Ortega, presidente de la junta del Consejo Nacional de la Raza, dijo
que Arizona ha sido incubador de la legislación del odio, y advirtió que su
impacto violará derechos civiles, derechos humanos y tal vez la Constitución, en
entrevista con USA Today. El Fondo Mexicano Americano de Defensa Legal
y Educación (MALDEF) adelantó que retará la constitucionalidad de la ley ante
los tribunales federales si llega a ser promulgada.
Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración, advirtió
que esta legislación creará un clima de temor y pánico y sujetará a inocentes en
Arizona a ser perfilados por su raza.
Crimen de odio
En Nueva York se emitió hoy el veredicto contra un joven que mató a un
ecuatoriano cuando junto con amigos salió a cazar mexicanos en el
pueblo de Patchogue, en Long Island. El caso provocó olas a nivel nacional al
enfocar el asunto en el incremento de crímenes de odio contra inmigrantes por
todo el país, y ahora el Departamento de Justicia evalúa crímenes de odio a
nivel nacional.
En noviembre de 2008, el inmigrante ecuatoriano Marcelo Lucero caminaba con
un amigo cuando fueron enfrentados por unos siete jóvenes que buscaban mexicanos
para golpear, lo cual culminó con el apuñalamiento mortal de Lucero. Hoy,
Jeffrey Conroy, de 19 años, fue declarado culpable de homicidio imprudente como
crimen de odio. Cuatro de sus compañeros han aceptado su culpabilidad en cargos
de crímenes de odio, dos más están en espera de juicio. El juez determinará una
condena de entre 8 y 25 años de prisión para Conroy. El veredicto causó
inconformidad entre la comunidad inmigrante y activistas contra delitos de odio
por no imputar al responsable un cargo más severo.
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