ALKA PRADHAN
Una testigo del terror en Guantánamo
Alka Pradhan es abogada de uno de los seis presos de Guantánamo que vendrían a Uruguay y
trabaja para la organización pro Derechos Humanos Reprieve. Su cliente, Abu
Wa’el Dhiab estuvo en huelga de hambre intermitente por 12 años.
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Narró torturas a las que fue sometido su defendido en Guantánamo. Foto: YouTube.
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Lucía Cohen
elpais.com.uy
19 de octubre de 2014
Mientras el presidente José Mujica dejó claro que el traslado hacia Uruguay de los seis
presos de Guantánamo quedó suspendido hasta que asuma el próximo gobierno, uno
de esos detenidos, Abu Wa’el Dhiab, en huelga de hambre intermitente desde hace
12 años, acaba de estar en juicio con Estados Unidos para que dejen de
alimentarlo a la fuerza.
Justo a principios de mes, Dhiab enfrentó en un juicio a la Administración de Barack Obama por las
técnicas agresivas que ha sufrido en la cárcel. “Yo solo quiero ser tratado como un ser humano”, fue
lo único que dijo Dhiab según Pradhan. “Esperamos obtener algo de este litigio
pero, al mismo tiempo, la mejor manera de tratarlo como un ser humano sería liberarlo de Guantánamo”,
advirtió la abogada.
Una de sus abogadas, Alka Pradhan, nota que el traslado de
los presos de esa cárcel está frenado. "De lo que hemos escuchado en los
informes públicos, la transferencia ha sido totalmente bloqueada, ha sido
retenida por el Departamento de Defensa durante meses", dijo Pradhan a El
País desde Estados Unidos. La abogada identifica que "la Administración no
parece tener claro si quiere cerrar Guantánamo o no".
"Lo que hemos escuchado es que el Departamento de Estado está trabajando muy duro asegurando el reasentamiento de estos hombres
de Guantánamo, sobre todo para aquellos que han estado aptos para ser
libe-rados hace tiempo", contó. Por eso Pradhan afirma que la
Administración tiene que definir quién manda, "¿es el Departamento de
Defensa, el de Esta- do, o la Casa Blanca, que sigue diciendo públicamente que
quiere cerrar Guantánamo?", se pregunta.
Si bien Pradhan no puede ni confirmar ni negar que Dhiab venga a Uruguay, dijo que si así fuera,
desearía que esto se concretara "ya que esos hombres esperaron mucho
tiempo para ser liberados". En diálogo con El País, contó las terribles
torturas que Dhiab soporta desde hace más de doce años pese a las cuales ,
asegura, está en condiciones de ser trasladado. Y advirtió que la mayoría de
las cifras de Estados Unidos sobre reincidencia de los expresos de Guantánamo
son falsas.
¿Cuál es el estado de salud de Abu Wael Dhiab?
—No está muy bien. Ha mejorado
desde que de repente y arbitrariamente le devolvieron su silla de ruedas el mes
pasado, poco tiempo después de que nuestros médicos lo visitaran. No está
siendo sometido a extracciones forzadas de celdas en este momento porque puede
ir a sus alimentaciones en la silla de ruedas. Esto le ayuda un poco a su
espalda. Pero estuvimos absolutamente shoqueados por su aspecto y su salud en
julio, porque había sido sometido a esas horribles técnicas de alimentación
forzada. Se le había caído el pelo, estaba con un dolor atroz por las
extracciones forzadas de las celdas. Su espalda estaba agonizando, sus riñones
causaban problemas, se había documentado sangre en la orina por el problema del riñón. Por eso
fueron los médicos a verlo.
¿Y psicológicamente cómo se encuentra?
—Bien, al margen del hecho de que es desgraciado en
Guantánamo. Pero en términos de problemas sicológicos diagnosticables, nuestro
psiquiatra no encontró ninguno.
¿Dhiab ansía venir a Uruguay?
—Como su abogada, sé que ha habido informes publicados sobre Dhiab potencialmente
yendo a Uruguay pero temo que no estoy en posición de confirmar estos informes.
Pero, ¿está en condiciones físicas y psíquicas para ser trasladado?
—Sí, nuestros doctores encontraron
que si bien tiene problemas de espalda, está en buen estado para ser
transferido hacia otro país.
¿Cómo describe la experiencia de Dhiab en esa cárcel?
—Horrible. Guantánamo es el lugar más cruel y horrible de la Tierra o uno de los más crueles y horribles. Estuvo
ahí desde el principio: llegó en 2002 y ha sido maltratado desde el momento en
que estuvo bajo custodia de los Estados Unidos en Afganistán. Ha estado
haciendo huelga de hambre y dejándola reiteradamente durante doce años. La peor
parte es que es considerado completamente apto para ser liberado desde hace
cinco años. Y sigue ahí, no por una falta propia, sino porque los Estados
Unidos no han hecho el esfuerzo de transferirlo.
Además de ser alimentado a la fuerza, ¿qué otras torturas ha sufrido recientemente?
—Una de ellas es la extracción forzosa de la celda, que ocurría no solo para la alimentación forzada sino para
muchas de sus citas. En cualquier momento que quisiera irse de su celda, suele
ser extraído por un grupo de extracción forzosa, que es básicamente un grupo de
seis hombres de armadura de pies a cabeza que irrumpen en la celda. Lo atan y
lo llevan a donde quiera que necesite ir. Para alguien con problemas de espalda
esto es absolutamente horripilante, además de ser degradante al hacerte sentir como que sos una cosa. Le
habían sacado su silla de ruedas, por razones no médicas y por mucho tiempo
estuvieron haciéndole búsquedas genitales, que eran extremadamente invasivas.
Uno o dos de los guardas agredían sexualmente a estos hombres cuando iban o
volvían de sus citas. No se les permite tener ningún elemento en su celda,
entonces no tiene sentido que los estén revisando cuando van a una cita. Y, en
ellas, ya sea con sus abogados o en una llamada telefónica, si bien es claro
que no pueden recibir nada a través del teléfono, igual a su regreso son revisados.
¿Dónde está Dhiab ahora?
—En una celda de acero inoxidable que lo único que tiene es una colchoneta muy pero muy finita donde dormir.
¿Cómo puede estar bien psicológicamente tras haber sufrido tanto allí?
—Para mí es increíble cómo muchos de estos hombres están operativos después de doce
años de ser golpeados sin cargos ni causa.
¿Él sabe que sería transferido a Uruguay?
—Es consciente de que ha sido considerado apto para ser liberado hace mucho tiempo. Ha estado deseando ver a
su familia, que tuvo que huir de Siria durante la guerra y está refugiada en
Turquía. Uno de sus cuatro hijos murió cuando él estaba en Guantánamo.
¿Por qué tanta gente —el 58% de los uruguayos según Cifra— se opone a recibir a los presos de Guantánamo?
—EE.UU. ha hecho un trabajo muy pobre en explicarle al mundo exactamente qué ha hecho en Guantánamo, y parte de
eso es por vergüenza. Está avergonzado de haber encerrado a hombres sin razón.
Hubo 750 hombres en Guantánamo. Descendieron a 149, eso debería decir algo
sobre la cantidad de errores que EE.UU. cometió. Incluso entre los 149 que
quedan, como 50 son aptos para ser liberados.
Trascendió que la reincidencia de los expresos de Guantánamo fue del 17%. Esto podría explicar este rechazo.
—Fui miembro de un grupo de tareas que publicó un informe enorme que observaba las operaciones de detención en la
guerra contra el terrorismo y miramos muy de cerca los números y la información
sobre los que EE.UU. dice que volvieron a la lucha. Y encontramos que la
mayoría de estos números eran falsos.
¿Cree que hacen esto para justificar la apertura de la cárcel de Guantánamo?
—Estoy segura de que ese es el caso. Algunos de los informes que estudiamos con detenimiento contaba entre los
que reincidieron y volvieron a la lucha a los hombres que dejaron Guantánamo y
escribieron un libro. No creo que haya habido ninguna inteligencia capaz de
decir que estos hombres estaban en lucha. No han reincidido, y ninguno de mis
clientes lo hizo.
Asegura traslados exitosos de exdetenidos
"No puedo confirmar ni negar que haya sido seleccionado para ser transferido a Uruguay o a ningún otro país",
dijo Pradhan a El País sobre Dhiab. "Él ha estado apto para ser liberado
por un largo tiempo y he visto los informes de que él y los otros cinco están
pensados para ir a Uruguay", agregó. "Si eso fuera verdad, desearía que eso tuviera lugar porque estos
hombres han estado aptos para ser liberados por mucho tiempo", dijo. En
cuanto al hecho de que los presos se trasladen con sus familias, la abogada
declaró que cree que cada país ha hecho diferentes arreglos con los
exdetenidos.
Pradhan trabaja en la Organización pro Derechos Humanos Reprieve. Contó que esta tiene una sección "muy
activa" que se llama "La vida después de Guantánamo".
"Nuestros clientes que han sido reasentados en el exterior, han sido reasentados muy bien sin importar que
haya o no una población árabe significativa en el área".
"La mayoría de estos hombres, no estuvieron involucrados en hostilidades en contra de los EE.UU.",
advierte.
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