Activistas a bordo del Mavi Mármara hablan del impacto ante los
rápidos asaltos y niegan haber atacado a los comandos israelíes
“Oímos disparos y nuestro barco se convirtió en un baño de sangre”
Robert Booth, Kate Connolly, Tom Philips y Helena Smith The Guardian/Al
Jazeera 3 de junio de 2010
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Algunos formaron escudos humanos, otros se defendieron con armas
improvisadas, mientras algunos de los más vulnerables se ocultaban bajo cubierta
y rezaban por un fin a la violencia y a los asesinatos.
Pero lo que unió a todos los sobrevivientes que se pronunciaron hoy sobre el
ataque al alba de comandos israelíes contra la flotilla de ayuda pro palestina a
Gaza, fue un sentido de profundo choque ante la velocidad, la agresión y la
fuerza letal de la reacción israelí ante lo que reiteraron no era nada más que
un esfuerzo de ayuda humanitaria.
Hablando al llegar de vuelta a Berlín, envuelto en una frazada de la línea
aérea nacional israelí El Al, Norman Paech, un activista pro palestino alemán de
72 años, describió cómo se despertó al oír “impresionantes explosiones” cuando
el ataque comenzó contra el Mavi Mármara, el buque insignia informal de
la flotilla.
“Me apuré y me vestí y colegas me dijeron ‘nos están atacando, los israelíes
están aquí’” dijo. “La agresión llegó desde el cielo, de helicópteros de los que
los soldados bajaron mediante cuerdas. Esperamos en la sala delantera y los
vimos llevando a un soldado israelí que me pareció como si hubiera tenido un
colapso. Luego llegaron el segundo y el tercero, pero después de esos tres
soldados heridos vi a numerosos –tal vez diez– pasajeros que estaban muy
lastimados, heridos, cubiertos de sangre. Los trataron en el salón de al lado.
Uno estaba tan gravemente herido que estoy seguro de que murió poco después. Ni
siquiera me planteé subir porque era demasiado peligroso.”
Una de las condenas más enérgicas de las acciones de Israel provino del
novelista sueco Henning Mankell, quien había estado a bordo del barco sueco de
ayuda Sofia. Mankell, autor de la serie Wallander, pidió sanciones
globales contra Israel para presionarlo a levantar el bloqueo de Gaza. “Pienso
que deberíamos utilizar la experiencia de Sudáfrica, donde sabemos que las
sanciones tuvieron un fuerte impacto. Tomó su tiempo, pero tuvieron impacto”
dijo Mankell. También negó que hubiera ninguna arma a bordo de los barcos de
ayuda. “Puedo prometer que no había una sola arma a bordo de los barcos” dijo a
un periodista que volvía a Suecia con él después que el escritor fuera deportado
por Israel.
Nilufer Cetin, una activista turca, y su bebé se ocultaron en un baño bajo
cubierta, mientras granadas de estruendo, munición de guerra y gas lacrimógeno
estallaban arriba. Hablando al volver a Estambul, describió cómo “el barco se
convirtió en un baño de sangre”.
“Nos quedamos en nuestra cabina jugando en medio del ruido de los tiros”
dijo. “Lo protegí quedándome en mi cabina, luego fui al baño. Le puse una
máscara de gas y un chaleco salvavidas. Utilizaron bombas de humo seguidas por
granadas de gas. Comenzaron a descender al barco desde helicópteros”. Agregó que
los enfrentamientos fueron “extremadamente malos y brutales”.
Iara Lee, cineasta brasileña que también estaba en el Mavi Mármara,
afirmó que los soldados israelíes habían invadido el barco después de cortar
todas las comunicaciones y “comenzaron a disparar a la gente”. Habló a TV
Globo de Brasil desde la prisión en el sur de Israel donde estaban detenidos
unos 600 activistas extranjeros, incluyendo a 40 británicos. Funcionarios
israelíes dijeron esta noche que todos serían liberados de inmediato.
Lee dijo: "[El ataque] fue una sorpresa, porque ocurrió en medio de la noche,
en la oscuridad, en aguas internacionales, porque sabíamos que habría una
confrontación pero no en aguas internacionales. Su primera táctica fue cortar
todas nuestras comunicaciones satelitales y luego atacaron. Todo lo que
presencié personalmente fueron los disparos. Llegaron a bordo y comenzaron a
disparar a la gente”.
Dijo que luego los comandos enviaron a las mujeres a un nivel más bajo del
barco.
“Dijeron que éramos terroristas, era absurdo. Llegaron al sitio en el que
estaban las mujeres, muchos, muchos de ellos, vestidos de negro y con armas
gigantescas como si estuvieran en una guerra. Confiscaron todos nuestros
teléfonos y todo nuestro equipaje y sacaron todo de las bolsas y lo colocaron en
el suelo.”
“Esperábamos que dispararan a las piernas de la gente, que dispararan al
aire, sólo para asustar a la gente, pero fueron directos” dijo, en una
entrevista separada con el periódico Folha de São Paulo. “Algunos de
ellos dispararon a las cabezas de los pasajeros. Asesinaron a muchas personas;
fue inimaginable.”
Los activistas liberados dieron diversos relatos sobre el nivel de
resistencia por parte de los pasajeros.
Annette Groth, política alemana, describió en una conferencia de prensa cómo
había visto a unos soldados israelíes fuera de su cabina, después de que
abordaron el barco.
“Disparaban sin advertencia alguna” dijo. “Era como en la guerra… Tenían
fusiles, armas Táser, algún tipo de gas lacrimógeno y otras armas, en
comparación con los dos y medio palos de madera que teníamos en total. Hablar de
autodefensa es ridículo.”
Secuencias del asalto mostradas en la televisión turca e imágenes publicadas
por los militares israelíes muestran claramente a algunos comandos que eran
golpeados con palos por pasajeros.
Sin embargo, Paech dijo que no vio armas utilizadas por los activistas.
“Había sólo dos hombres con palos cortos pero no cuchillos, ni barras de hierro,
pistolas o algún arma real” dijo. “Durante toda la planificación de la misión
dijimos: ‘ninguna arma, ningún explosivo’; dijimos que sólo resistiríamos
políticamente, con medios normales.”
Una miembro árabe de la Knéset [parlamento] israelí, Hanin Zoabi, que estaba
a bordo del Mavi Mármara, dijo que “ni un solo pasajero… levantó un
garrote”.
En una conferencia de prensa en Nazaret dijo: “Nos estaban enviando un
mensaje claro: que supiéramos que nuestras vidas estaban en peligro. No
estábamos interesados en una confrontación. Lo que vimos fueron cinco cuerpos.
Éramos sólo civiles y no había armas… Israel habló de una provocación, pero no
hubo ninguna provocación.”
Según una portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) [ejército
israelí, N.del T.], Avital Leibovich, sus barcos de guerra dieron varias
advertencias a los activistas antes de que comandos descendieran de helicópteros
sobre la cubierta del Mavi Mármara.
“Nos vimos en medio de un linchamiento” dijo a los periodistas en el puerto
israelí de Ashdod. "Unos 10 activistas habían atacado a los comandos,
apoderándose de sus pistolas" dijo. “Fue un ataque masivo. Lo que sucedió fue un
último recurso.”
La violencia no se limitó al Mavi Mármara. Hablando en el aeropuerto
de Atenas, Mijalis Grigorópulos, tripulante de uno de los otros cinco barcos,
dijo que los israelíes bajaron de helicópteros y lanzaron cuerdas desde botes
inflables, utilizando gas lacrimógeno y munición de guerra.
“No pusimos resistencia alguna, no podíamos, incluso si hubiésemos querido”
dijo. “¿Qué podríamos haber hecho contra los comandos que subieron a bordo? Lo
único que algunos trataron de hacer fue demorarlos en camino al puente, formando
un escudo humano. Les dispararon usando balas de plástico y los aturdieron con
artefactos eléctricos.”
El activista griego Dimitris Gielalis, a bordo de un tercer barco, el
Sfendoni, presentó una descripción semejante. “De repente vimos que por
todas partes se nos acercaban embarcaciones inflables, y segundos después
comandos completamente equipados subieron al barco. Subieron y utilizaron balas
de plástico, sufrimos golpizas, choques eléctricos, utilizaron todos los métodos
imaginables.”
Los maltratos no terminaron después que fueron detenidos en Israel, dijeron
otros. “Durante su interrogatorio, muchos fueron golpeados alvajemente frente a
nosotros” dijo Aris Papadokostópulos.
“Hubo considerables maltratos después de nuestro arresto” agregó
Grigorópulos.
Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2010/jun/02/gaza-flotilla-raid-gunfire-ship-blood
Los pasajeros hablan de horror en el mar
Al Jazeera y agencias
Israel ha comenzado a liberar a los 700 activistas que capturó después que
sus soldados tomaran por asalto a una flotilla de barcos que llevaban ayuda
humanitaria a los palestinos en Gaza.
Turquía envió tres aviones, incluidos dos aviones de ambulancia militares,
para transportar a sus ciudadanos de vuelta al país.
Seis pasajeros griegos volvieron el martes a Atenas después de ser expulsados
de Israel.
El miércoles por la mañana, otros 124 pasajeros llegaron a Jordania después
de ser liberados.
Lo que sigue son algunos pasajes de lo que contaron algunos de los pasajeros
liberados:
Mohamed Vall, periodista de Al Jazeera
El ataque israelí nos sorprendió por completo a los que íbamos en el
barco.
Durante esa hora y media en la alborada todos los que íbamos a bordo del
barco pensamos que nadie sobreviviría el ataque israelí porque vimos unos 30
barcos de guerra rodeando el barco y helicópteros que atacaban con bombas muy
luminosas, cuyo ruido te hace pensar que estás muerto.
Fue el temor a la guerra, guerra total, contra un barco que iba repleto de
hombres, mujeres e incluso niños.
Los primeros soldados sobre el barco no fueron muertos, no se les disparó,
fueron capturados por los defensores del barco.
Momentos después otro helicóptero más grande depositó más soldados y esta vez
dispararon inmediatamente a la gente y mataron a todos los que podían para poder
llegar a la cabina y tomar control del barco.
Vi sangre derramada en el barco y todos sabían que no había armas. Todos
sabíamos que los israelíes nos interceptarían y tratarían de detenernos, pero no
pensamos que abrirían fuego desde el primer momento.
Me han mostrado la foto de un hombre yemení, y es ridículo, quien iba en el
barco y la mayoría de la gente sabe que todo yemení en el mundo tiene un
cuchillo de estilo yemení, que es algo cultural y que no tiene nada que ver con
violencia.
Sé que ahora en Israel están tratando de presentarlo como algo sensacional,
diciendo que el bote estaba repleto de gente violenta, y todo por ese
hombre.
Othman Battiri, miembro del equipo de Al Jazeera
A las 4.15, decenas de embarcaciones de la Armada, con decenas de soldados
trataron de abordar los barcos. Se les opuso resistencia. Resistencia pacífica.
Llegaron helicópteros y trataron de descargar soldados. No pudieron hacerlo.
En ese momento, comenzaron a disparar con munición de guerra.
Primero, dispararon bombas de estruendo y lacrimógenas y balas de goma.
Algunas personas fueron heridas por las balas de goma. Entonces, utilizaron
balas de guerra. Vi que hirieron a varios hombres. Tratamos de ayudar a algunos
de los heridos. Vi que cuatro personas fueron muertas.
Vi a dos hombres que murieron ante mis ojos. Uno de ellos tenía una bala en
el pecho. El otro sangraba pero no supe dónde fue alcanzado por las balas.
Bajamos a ver a los otros muertos. Uno tenía una bala en su cabeza como si
hubiera sido alcanzado por un francotirador. Había balas de guerra por todas
partes.
No respetaron el que todos los que iban en los barcos eran civiles. No había
armas.
No hubo disparos de los activistas contra los soldados. Como medio somos
testigos de que así fue.
Los cuatro muertos que vi eran todos turcos. Dos eran hombres de edad. Los
otros dos eran más jóvenes. Uno de los jóvenes era coordinador en la sala de los
medios. Su nombre es Juwdat.
Oímos que más personas fueron muertas. Yo sólo vi cuatro. La mayor parte de
los enfrentamientos tuvieron lugar en el nivel superior, alrededor de la cabina
del capitán del barco, donde los activistas trataron de impedir que los soldados
llegaran a controlarla. Es donde utilizaron munición de guerra.
El ataque comenzó a las 4 y cuarto y terminó alrededor de las 5 y media
cuando oímos que el barco estaba controlado por los israelíes.
Cerca de las 7 de la mañana nos hicieron abandonar nuestras habitaciones y
comenzaron a atar nuestras manos.
Hazem Farouq, parlamentario egipcio de la Hermandad
Musulmana
Helicópteros volaban sobre nosotros. Cuatro barcos militares y 10 botes de la
Armada nos rodearon. Hicieron llover bombas de estruendo y lacrimógenas sobre
nosotros como si estuviéramos en una guerra real.
Cuatro personas murieron ante mis ojos y en mis manos. No podíamos encontrar
ningún material de primeros auxilios. Lo que sucedió requería un hospital de
campaña para tratar a los heridos. No teníamos el material necesario para tratar
sus heridas sangrantes.
Cuando tratamos de transportar a los heridos, los soldados israelíes se
negaron a permitir que los hombres llevaran a los heridos. Apuntaron sus fusiles
con luz láser hacia sus cabezas. Pidieron a las mujeres que llevaran a los
heridos. Algunas mujeres no podían hacerlo.
Los heridos fueron muy afectados porque no podían ser transportados de modo
adecuado por las escaleras y las puertas estrechas.
Farouq es un dentista que estaba a bordo del Mavi Mármara, el barco
insignia de la flotilla. Habló con Al Jazeera después de llegar a El
Cairo.
Issam Zaatar, cámara de Al Jazeera
Yo estaba filmando cuando él [un soldado israelí] me persiguió con un fusil
de estruendo. Mi cámara se cayó. Corrió para aplastar la cámara con sus
pies.
Le dije, no rompa mi cámara. Si quiere las cintas, se las daré. Le dije que
se trata de equipo mediático. No conocían límites.
Usaron balas de goma. Usaron bombas de gas lacrimógeno. Era una escena
increíble.
Haneen Zubi, miembro palestina de la Knéset
Esperábamos que el ejército israelí nos detendría, que nos impediría llegar
pero definitivamente no esperábamos una guerra semejante en contra nuestra.
Fueron 14 embarcaciones que se nos acercaron, aproximadamente a las 4.30 de
la mañana. Catorce embarcaciones que pude contar y un helicóptero. Tal vez más
de 10 soldados. No pude decir exactamente [cuántos] salían del helicóptero.
En el segundo piso del barco había sólo pasajeros: periodistas, una enfermera
y organizadores de la flotilla que no tenían nada en sus manos.
Después de 20 minutos, tal vez 15 minutos, había tres cuerpos muertos.
Terminó a las seis, cuando una voz dijo por el micrófono que el buque estaba
controlado por los israelíes, “por favor entren a sus habitaciones”.
Norman Paech, ex miembro del parlamento alemán
No fue un acto de autodefensa [del ejército israelí], sino más bien fue
completamente desproporcionado –aunque contábamos con que nuestro barco sería
bloqueado y tal vez controlado.
Fue una ofensa muy seria, fue un crimen de guerra.
Personalmente vi dos y medio palos que fueron usados [por activistas]-
No estábamos preparados de ninguna manera para combatir. Ni siquiera lo
consideramos.
Ninguna violencia, ninguna resistencia – porque sabíamos perfectamente que no
tendríamos absolutamente ninguna posibilidad contra soldados semejantes.
Mihalis Grigoropoulos, Grecia
Iba conduciendo el barco, cuando los vimos [soldados israelíes] capturando
otro barco frente a nosotros, que era el barco de pasajeros turco con más de 500
personas a bordo y oímos los disparos.
No resistimos en absoluto, ni siquiera hubiéramos podido hacerlo si
hubiésemos querido. ¿Qué podíamos hacer contra los comandos que abordaron el
buque?
Lo único que algunos trataron de hacer fue demorar su llegada al puente,
formando un escudo humano. Les dispararon balas de plástico y los aturdieron con
artefactos eléctricos.
Hubo considerables maltratos después de nuestro arresto. Esencialmente éramos
rehenes, como animales por el suelo.
No nos permitieron que utilizáramos los lavabos, no nos dieron alimentos ni
agua y tomaron vídeos de nosotros a pesar de convenciones internacionales que lo
prohíben.
Youssef Benderbal, Francia
Las instrucciones eran claras. No provoquéis, permaneced tranquilos e id a
encontrarlos [a los comandos] diciendo ‘somos pacifistas y no terroristas’.
Comandos enmascarados se apoderaron del barco. Iban a la cabina del
capitán.
Benderbal no iba a bordo del Mavi Mármara, el buque insignia de la
flotilla, sino en uno de los cinco barcos. Dio su relato a la radio Europe
1 después de llegar a un aeropuerto parisién.
Dimitris Gielalis, Grecia
Repentinamente vi por todas partes embarcaciones inflables que se nos
acercaban, y dentro de segundos comandos con equipo completo subieron al
barco.
Subieron y utilizaron balas de plástico, sufrimos golpizas, nos dieron
choques eléctricos, cualquier método en el que se pueda pensar, lo usaron.
Gielalis estaba a bordo del barco Sfendoni.
Mutlu Tiryaki, Turquía
Cuando subimos a cubierta, salieron de helicópteros y embarcaciones militares
y nos atacaron.
Se acercaron a nuestro barco con embarcaciones militares después de lanzar
una advertencia. Les dijimos que no estábamos armados. Nuestra única arma era el
agua.
Fuente: http://english.aljazeera.net/news/2010/06/20106193546785656.html
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|