La acción diferida
Interesantemente, algunos de los participantes dijeron a la prensa que una
de las ideas planteadas en el encuentro es que hay que lograr que la comunidad
hispana tenga una mejor imagen para ganar más adeptos a la
reforma. |
Para Mariano Cardoso la tierra dejó de temblar, por ahora. Por casi tres años
batalló para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) suspendiera su
deportación.
Fue necesaria una intensa campaña del joven, de otros Soñadores, de grupos de
presión y la intervención del gobernador de Connecticut, el demócrata Dannel
Malloy, y del senador federal Joe Lieberman, entre otros, para que el DHS
hiciera lo que debió hacer desde un principio: suspender la deportación del
estudiante de 23 años de edad, traído por sus padres desde México cuando no
tenía ni dos años de edad.
Tras la intervención del gobernador, el joven estudiante de matemáticas que
aspira a ser ingeniero, me dijo que "parece que ahora existe la forma de que el
trozo de tierra sobre el cual estoy parado deje de temblar".
Días después el DHS le concedió acción diferida, es decir, la suspensión
temporal de su deportación.
Esa acción diferida, que no requiere de la intervención del Congreso, es la
que el presidente Barack Obama puede aplicar a todos los jóvenes que llenen los
requisitos del DREAM Act y que como Mariano, enfrentaron, enfrentan o
enfrentarán la deportación.
Pero esta administración no sólo ha roto el récord de deportaciones sino que
ha concedido menos acciones diferidas que el gobierno del republicano George W.
Bush.
La Opinión reportó que el DHS concedió 542 acciones diferidas en el 2010
aunque no se especifica cuántas fueron concedidas a Soñadores.
El diario cita además las estadísticas de acciones diferidas desde 2005,
cuando Bush era presidente, hasta 2010. "Las cifras marcan ascensos y descensos,
sin tendencias sostenidas: 891 casos en 2005;640 en 2006; 604 en 2007; 1,029 en
2008 y 780 en 2009".
Entre los años fiscales 2009 y 2010 más de 800,000 personas fueron
deportadas.
Al comparar las estadísticas del gobierno de Obama con el de Bush, vemos que
la administración Bush promedió 771 acciones diferidas y 301,418 deportaciones
entre los años 2005 al 2008, mientras que la administración Obama promedió 661
acciones diferidas y 391,348 deportaciones en sus primeros dos años de gestión.
Menos acciones diferidas y más deportaciones.
Pero en lo que respecta a conceder la acción diferida a todos los jóvenes que
llenen los requisitos del DREAM Act, la Casa Blanca se mantiene firme en que
seguirá considerando los casos de manera individual porque las acciones
administrativas no son viables a gran escala.
Son viables, pero políticamente incómodas. El presidente no puede crear un
nuevo estatus migratorio para estos jóvenes, pero sí puede ampararlos de la
deportación, como grupo, en tanto haya una resolución legislativa.
Lo que sí es viable son las reuniones y confirmando lo que dije la semana
pasada, sí se pudo hacer otra reunión en la Casa Blanca para hablar de reforma
migratoria con celebridades y varios comunicadores hispanos.
Soplan vientos electorales y el presidente Obama quiere comunicarle a los
votantes latinos que vuelvan a apoyarlo en el 2012 aunque haya deportado a media
humanidad.
Interesantemente, algunos de los participantes dijeron a la prensa que una de
las ideas planteadas en el encuentro es que hay que lograr que la comunidad
hispana tenga una mejor imagen para ganar más adeptos a la reforma.
O sea, ¿que la falta de una reforma migratoria se debe a un problema de
imagen de la comunidad hispana? Que yo sepa, quien tiene un problema de imagen
entre un sector de la comunidad latina es el presidente por sus políticas
migratorias.
Para mejorar esa imagen del presidente probablemente se renueven los
esfuerzos de tratar de impulsar el DREAM Act en el Congreso, algo poco viable en
una Cámara Baja de mayoría republicana. O se intente mejorar el proceso de
adjudicación de esas acciones diferidas caso por caso para que sea más uniforme
y expedito y no se torne literalmente en un vía crucis para estos jóvenes.
Esto sería bienvenido pero no le quita méritos a la petición de que se ampare
de la deportación a todos los jóvenes elegibles al DREAM Act.
Porque mientras no ocurra, miles de Marianos, jóvenes productivos y
talentosos que no tienen un problema de imagen, siguen en un limbo migratorio y
el suelo que pisan puede temblar en cualquier momento.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva y analista de America's Voice
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