Obama se va a jugar al golf para esquivar el aniversario del golpe de estado en Argentina
El ganador del premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel, junto con otros activistas, había pedido al
presidente estadounidense que no viniera a Buenos Aires el 24 de marzo
En 1976 las Fuerzas Armadas instauraron un régimen de terror con el apoyo de EEUU que dejó unos
30.000 desaparecidos
Uki Goñi - Buenos Aires
The Guardian
06 de marzo de 2016
EEUU niega que viaje
de Obama a Argentina tenga que ver con el aniversario del golpe. EFE
|
MÁS INFO
Barack Obama ha cambiado la fecha de su viaje a Buenos
Aires, a raíz de las críticas que recibió por la visita que había planeado a la
capital argentina este 24 de marzo. Ese día se conmemora el 40 aniversario del
brutal golpe de estado de 1976 que instauró la dictadura militar con el apoyo
inicial de Estados Unidos.
Obama no estará en Buenos Aires el 24 de marzo pero sí en
Argentina: estará jugando al golf en Bariloche, un centro turístico del sur
argentino, a unos 1.600 kilómetros de la capital.
El cambio de planes tuvo lugar después de que varios
defensores de los derechos humanos pidieran a Obama que cancelara o, por lo
menos, cambiara la fecha de su visita. Según el nuevo plan, el mandatario
estadounidense llegará a la capital argentina la noche del 22 de marzo. Al día
siguiente, se encontrará con el presidente de Argentina Mauricio Macri. Luego
partirá rumbo a Bariloche [donde se alojará en un lujoso resort de golf].
El 24 de marzo de 1976, una junta militar implementó la
ley marcial y dio inicio a la matanza de miles de opositores al régimen, en su
mayoría jóvenes, que prosiguió hasta el retorno de la democracia en 1983.
Las madres y abuelas de Plaza de Mayo siguen peleando por
identificar a los desaparecidos y a los niños robados durante la dictadura.
|
Adolfo Pérez Esquivel, ganador del premio Nobel de la paz
por su trabajo como defensor de los derechos humanos durante la dictadura,
había advertido que la llegada de Obama coincidiría con las multitudinarias
marchas en conmemoración de las víctimas del golpe de estado y que incluso
podría provocar enfrentamientos.
"Obama representa al país responsable de varios
golpes militares en Latinoamérica, incluidos los de Chile y Argentina", ha
asegurado Pérez Esquivel a the Guardian. Aunque se desconoce el número exacto
de víctimas, se estima que unos 30.000 opositores de izquierda, en su mayoría
jóvenes, fueron "desaparecidos" durante la dictadura que sufrió
Argentina entre 1976 y 1983.
Pérez Esquivel, que fue torturado y detenido sin juicio
durante 14 meses a finales de la década del 70, escribió una carta abierta a
Obama para pedirle al presidente de EEUU que retrasara su visita a la Argentina.
"En 1976, mientras tú tenías tan solo 14 años,
nosotros comenzábamos el período más trágico de nuestra historia, con la
instauración de un terrorismo de Estado que sometió a nuestro pueblo a la
persecución, la tortura, la muerte y la desaparición de personas. Le escribo
como sobreviviente de ese horror, que contaba con financiamiento,
adoctrinamiento y coordinación de Estados Unidos", escribió Pérez Esquivel.
Las acciones del régimen militar todavía son tema de
feroz debate en Argentina. Mientras que la expresidenta de Argentina Cristina
Fernández de Kirchner mantenía una relación muy cercana con las organizaciones
de derechos humanos, el nuevo gobierno de centroderecha de Macri ha mostrado
poco entusiasmo con los activistas desde que asumió el pasado 10 de diciembre.
A principios de año, el ministro de Cultura de Buenos
Aires, Darío Lopérfido, provocó el enfado de muchos al sugerir que se había
exagerado el número de personas "desaparecidas", con el objetivo de
aprovecharse de los subsidios que el gobierno otorgaba a los familiares de las víctimas.
"No hubo 30.000 desaparecidos en Argentina. Esa es
una mentira que se barajó en una mesa de negociaciones para obtener
subsidios", aseguró Lopérfido en una conferencia reciente. Las palabras
del ministro encendieron un amargo debate y generaron que se lo abucheara
estruendosamente durante un concierto de Rufus Wainwright en Buenos Aires.
El apoyo brindado por los Estados Unidos a los regímenes
militares durante la década de 1970 sigue siendo fuente de discordia en toda
Latinoamérica. Durante la administración de Gerald Ford, Henry Kissinger, en
ese entonces secretario de Estado, dio su consentimiento apenas velado para que
las fuerzas militares argentinas usaran métodos extremos contra los activistas de izquierda.
El apoyo de Kissinger
El Gobierno de EEUU desclasificó documentos que describen
dos reuniones de 1976 entre Kissinger y el ministro de Relaciones Exteriores de
la dictadura, César Guzzetti, que le pedía "entendimiento y apoyo"
para vencer al "terrorismo".
Según el memorándum de una conversación que tuvo lugar en
Santiago de Chile en junio de ese mismo año, Kissinger le dijo al ministro:
"Si hay cosas que tienen que hacerse, es mejor que se hagan rápido. Pero
se deben retomar inmediatamente los procedimientos normales". En una
reunión posterior en Nueva York, Kissinger volvió a repetir su apreciación:
"Cuanto más rápido tengan éxito, mejor".
Las palabras de Kissinger debilitaron los esfuerzos del
entonces embajador de EEUU en Buenos Aires, Robert Hill, para convencer a los
militares argentinos de respetar los derechos humanos.
"Guzzetti fue a EEUU completamente convencido de que
tendría que oír fuertes llamados de atención, firmes y concretos, acerca de las
prácticas contra los derechos humanos de su Gobierno; en vez de eso, el
ministro regresó en un estado de júbilo", informó Hill al Departamento de Estado.
Cuando Jimmy Carter asumió el cargo como presidente de
Estados Unidos en 1977, la tolerancia de ese país a los abusos de los militares
argentinos llegó a su fin. Carter había prometido que los derechos humanos
serían la piedra angular de su política exterior.
El punto más controvertido del itinerario de Obama es la
visita a la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), un antiguo centro de
detención clandestino que ahora funciona como museo de la memoria.
Para Nora Cortiñas, una de las líderes de las Madres de
Plaza de Mayo (una organización que ha luchado durante décadas para localizar e
identificar los restos de hijos e hijas de desaparecidos), "es una ofensa
para el pueblo argentino, las víctimas, los familiares, es una ofensa, es una
provocación que este señor esté el 24 de marzo".
Algunos activistas creen que el gobierno de Macri eligió
a propósito la fecha de la visita de Obama con el fin de desviar la atención de
las declaraciones poco entusiastas del presidente acerca de los derechos
humanos. "Es una decisión política", dijo Pérez Esquivel antes del
cambio de fecha en la agenda de Obama. "Podría visitar la Patagonia al sur
de Argentina, que es muy hermosa y podría regresar después, el 25 de marzo".
Traducción de Francisco de Zárate
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|