Médicos sin Fronteras: "Las guerras actuales nos devuelven a tiempos de barbarie"
Tras el bombardeo de un hospital, la responsable de la organización, Joanne Liu, señala que
la lucha contra el terrorismo amenaza el derecho internacional humanitario en tiempos de guerra
The Guardian
08 de marzo de 2016
Imágenes tras el bombardeo por parte de Estados Unidos de un hospital de Médicos Sin Fronteras.
/ @MSF_espana
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La responsable de Médicos sin Fronteras ha lamentado el
enfoque "miope" de las grandes potencias mundiales, que conlleva un
auge de los ataques contra la población civil en el contexto de la lucha contra
el terrorismo.
En una entrevista con The Guardian, Joanne Liu, la médico
canadiense que preside MSF, denuncia las estrategias de las guerras modernas y
señala que las grandes potencias mundiales han incumplido su obligación de
respetar el derecho internacional humanitario en tiempos de guerra, con el
consiguiente riesgo de regresar "a las invasiones bárbaras".
"Vemos que se han inventado unas reglas
completamente diferentes", ha explicado durante un viaje a Beirut. Asimismo
ha subrayado que "todavía tengo el profundo convencimiento de que el gran
logro de las Convenciones de Ginebra y del derecho internacional humanitario es
precisamente que reducen el impacto que la guerra tiene sobre la población
civil, y cuando vulneramos estas normas retrocedemos un siglo. Regresamos a los
tiempos de barbarie. Y creo que no deberíamos permitir que algo así suceda en
el siglo XXI". "Si van a cambiar las reglas, queremos que nos
lo digan abiertamente", ha indicado.
En los últimos meses muchas instalaciones médicas se han convertido en blanco de
descarnados ataques, especialmente en Oriente Medio. El mes pasado, un hospital supervisado por MSF
en una zona de Siria controlada por las fuerzas de la oposición fue bombardeado y once personas
murieron en el ataque. Se trata del décimo cuarto ataque contra un centro
médico desde el inicio de la guerra. Solo en Siria, en 2015 se registraron 94
bombardeos contra instalaciones supervisadas por esta organización.
Joanne Liu, la líder de Médicos sin Fronteras. / Foto
Fernando Calero
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En los últimos cinco meses, dos hospitales de MSF en
Yemen fueron atacados así como una clínica móvil y una ambulancia de la
organización, que intenta prestar asistencia médica en el contexto de una
guerra entre una coalición liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutíes
apoyados por Irán.
El pasado octubre, un hospital de MSF en la provincia de
Kunduz en Afganistán quedó completamente devastado tras ser bombardeado durante
una hora por Estados Unidos, pese a que la organización había informado a la
colación liderada por este país de la naturaleza de las instalaciones y de la
localización exacta de las mismas.
"Creo que lo que resulta alarmante del último ataque
(en Siria) y lo que pasó en Kunduz es la precisión del ataque, la intensidad
del ataque y la persistencia del ataque", ha indicado.
MSF ha remarcado la necesidad de llevar a cabo una
investigación independiente de los bombardeos de Kunduz. Liu indica que la
precisión del ataque es evidente ya que los árboles que rodean el complejo
médico quedaron intactos mientras que las instalaciones fueron completamente destruidas.
También ha subrayado que sospecha que el ataque está
relacionado con el hecho de que el hospital se encuentra en una zona que
recientemente ha quedado bajo control de los talibanes y presta atención médica
a combatientes heridos, de ambas partes del conflicto, y a civiles.
El doctor de tu enemigo no es tu enemigo
"De lo que nadie habla, el elefante en la
habitación, es la guerra contra el terrorismo, que lo está contaminando
todo", ha señalado. "Nadie se atreve a preguntarnos si estamos
curando a talibanes en nuestro hospital de Kunduz. Lo cierto es que
proporcionamos atención médica a cualquier persona que lo necesite, sea un combatiente
de las fuerzas especiales afganas, sea un talibán. Sí, ayudamos a todo el mundo".
También ha querido subrayar que "parece que a todos
les cuesta aceptarlo pero lo cierto es que estamos hablando de la esencia de la
profesión médica, nuestra responsabilidad ética como médicos, nuestro deber es
curar. Si estamos en el campo de batalla y nos negamos a curar a un herido, eso
constituye un crimen de guerra. Cuando terminé medicina hice un juramento y
debo curar a cualquier persona, con independencia de quien sea". La
última campaña de relaciones públicas de la organización ha apostado por el
lema "el doctor de tu enemigo no es tu enemigo".
Liu indica que la vulneración de las normas en tiempos de
guerra es una consecuencia de la participación de miembros del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas en conflictos alrededor del mundo, y del hecho
de que estas guerras se ven bajo el prisma de la lucha contra el terrorismo.
Al menos doce muertos por un bombardeo durante la tregua en el norte de Siria EFE
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"En la actualidad, cuatro o cinco miembros
permanentes del Consejo de Seguridad forman parte de la coalición que lucha en
Afganistán, Yemen o Siria" ha indicado. "Tienen el mandato de
preservar la paz mundial. Lo que diré puede parecer un poco ingenuo pero se
supone que deben velar por la paz mundial y lo cierto es que desempeñan un
papel muy activo en estos conflictos".
"En relación a Siria, hace cinco días aprobaron una
resolución relativa al cese de la violencia y antes ya habían aprobado cuatro
resoluciones parecidas y lo cierto es que nunca las han ejecutado", ha
lamentado. "¿Cómo las podrían implementar cuando ellos participan en el
conflicto y son parte interesada?".
Los ataques cada vez más aleatorios contra hospitales en
Siria así como el hecho de que las fuerzas de Bashar al-Asad indicaron cuando
comenzó el conflicto que las instalaciones médicas que se encuentran en el
territorio controlado por las fuerzas de la oposición son ilegales y, por
tanto, un blanco de ataque legítimo han hecho que los responsables de los
hospitales no quieran compartir sus coordenadas de GPS. MSF informó de esta
decisión el mes pasado.
"Hasta ahora, la tendencia siempre fue compartir
nuestras coordenadas de GPS pero vamos a respetar la decisión de los directores
de los hospitales que apoyamos", ha explicado Liu. "Hasta ahora
nuestro consejo fue que informaran sobre su localización exacta, y tal vez nos
equivocamos porque compartir las coordenadas de GPS no consiguió evitar el
bombardeo de Kunduz y todos los ataques que hemos sufrido en Yemen".
"Cuando dimos nuestras coordenadas a los saudíes nos
respondieron con un: ah, muy bien, eso no quiere decir que os vayamos a
proteger", ha explicado.
También ha dicho que los ataques contra civiles y las
crisis mundiales se perpetuarán si la comunidad internacional sigue tomando
decisiones desde el prisma de la seguridad nacional.
Las ruinas de un hospital destruido en Yemen MÉDICOS SIN FRONTERAS
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"Si nuestra respuesta a las crisis solo atiende a
los intereses de seguridad nacional, los hospitales seguirán siendo blanco de
ataque y el mar seguirá arrastrando cuerpos de refugiados hasta nuestras
playas", ha advertido.
También ha dicho que es urgente parar los ataques contra
los hospitales. "Todo aquel que haya estado ingresado en un hospital
o haya tenido un familiar en un hospital sabe que un paciente es extremadamente
vulnerable y que lo último que necesita es que una bomba caiga sobre su
cabeza", ha indicado: "Cuando estás intentando recuperarte y salvar
la vida o a tu abuela le están poniendo un triple bypass lo último que quieres
es ser atacado por un misil".
Y ha concluido con la siguiente afirmación: "Creo
que cualquier persona, en Beirut, en Montreal, en Homs o en Madaya, piensa como
yo. Esta es la humanidad que compartimos".
Traducción de Emma Reverter
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