Edward Snowden y la vigilancia en masa de EE.UU.: ¿Quiénes son los
verdaderos criminales?
23 de junio de 2014 | Periódico Revolución |
revcom.us
9 de junio de 2014. El 28 de mayo, Edward Snowden habló directamente a una
audiencia muy amplia por primera vez, en una entrevista en horario de máxima
audiencia de la televisión en cadena. (La entrevista, en NBC, puede verse en
línea, en inglés.) Hace casi un año desde que Snowden —quien había trabajado
por una década en “la comunidad de inteligencia” en la Agencia de Seguridad
Nacional (NSA, por las siglas en inglés), la CIA y la Agencia de Inteligencia
del Departamento de Defensa— había sacado a la luz y denunciado la vigilancia
masiva, ilegal e ilegítima que EE.UU. había llevado a cabo sobre las
comunicaciones telefónicas y del internet a literalmente miles de millones de
personas en Estados Unidos y alrededor del globo. (Siguen saliendo extensas
revelaciones derivadas de los documentos secretos que Snowden ha filtrado, entre
ellas un nuevo libro del reportero Glenn Greenwald, No Place to Hide: Edward
Snowden, the NSA and the US Surveilance State [Ningún lugar donde
ocultarse: Edward Snowden, la NSA, y el estado de vigilancia de EE.UU.].)
No se trata de un “estado de seguridad nacional” —
sino que es la dictadura de la clase dominante
capitalista-imperialista. |
Las revelaciones de Snowden escandalizaron al mundo — y el gobierno de EE.UU.
lanzó un ataque furioso, acusando a Snowden de haber “traicionado a su país” y
levantándole cargos de delitos graves bajo el Espionage Act (la Ley de
Espionaje), los que pueden encarcelarlo de por vida. Los cargos y la anulación
de su pasaporte por parte de EE.UU. han forzado a Snowden a exiliarse en Rusia —
en cual país tuvo lugar la entrevista. En la entrevista, ante las circunstancias
difíciles que él está soportando actualmente, hizo claro que no ha desviado del
curso valiente y determinado que tomó para revelar y denunciar la masiva
vigilancia de parte de EE.UU. “Creo que la idea más importante es recordar que
ha pasado períodos en la historia de EE.UU. cuando lo correcto no es igual a lo
legal. A veces para hacer la cosa correcta tienes que romper una ley”.
En un momento de la entrevista, el entrevistador de NBC Brian Williams le da
a Snowden un “burner” — un celular para usar temporalmente para evitar que se le
monitorizara. Dice Williams que había buscado por Google el resultado de un
juego de hockey sobre hielo durante su viaje a Rusia, y le pregunta a Snowden
“¿Que puede hacer la NSA con el dispositivo y con mi vida?” Snowden responde que
la NSA puede encender el dispositivo a distancia, usarlo como un micrófono y
sacarle datos — pero lo que la NSA puede hacer con la información sacada de la
búsqueda en Google “es asimismo bastante alarmante”. Explica Snowden, “Podrían
descifrar algo que se llama su ‘patrón de vida’. ¿Cuándo hace usted esta clase
de actividades? ¿Cuándo se despierta? ¿Cuándo se acuesta? ¿Qué otros teléfonos
están presentes cuando usted se despierta o se acuesta? ¿Está con alguien que no
es su esposa? ¿Se encuentra usted en algún lugar donde el gobierno ha decidido
—de modo arbitrario— que no debe estar? ¿Está involucrado en cualquier actividad
que no aprobamos, aunque técnicamente no sea ilegal? Estas cosas pueden elevar
su nivel de escrutinio aunque a usted le parezcan completamente inocentes,
aunque usted no tenga nada que esconder, aunque no haga nada malo”.
Cuando un monopolio del poder político —y, de una manera concentrada, el
monopolio de la fuerza armada "legítima"— está en manos de un grupo de la
sociedad, y este grupo excluye a otras personas de tener ese monopolio de poder
y fuerza, pues esto es una dictadura del grupo —o clase— en el
poder, no importa si ese grupo en el poder permite que los que excluye del
poder, y que domina en los hechos, participen en elecciones para escoger entre
diferentes representantes de la clase dominante, como ocurre en Estados Unidos y
varios otros países. El dominio político en Estados Unidos, no importa si hay
una tiranía abierta e indisimulada o no, es y siempre ha sido una dictadura
burguesa, una dictadura de la clase dominante capitalista (o antes de la
derrota y abolición del sistema de esclavitud en Estados Unidos, por medio de la
guerra de Secesión, existía una dictadura de las clases dominantes: los
esclavistas y los capitalistas, o la burguesía).
Bob Avakian, Lo BAsico 1:23 |
Justo antes de que saliera la entrevista completa en televisión, John Kerry,
el Secretario de Estado de Obama, apareció en un número de programas de noticias
para llamar a Snowden un “traidor” y para acusarlo de hacerlo más difícil
“proteger” a la gente de los terroristas. Kerry y las otras voces que están
atacando a Snowden sirven y representan un sistema que ha creado y se nutre de
un planeta de barrios marginales y fábricas de la superexplotación, machacando
innumerables millones de vidas como parte de su funcionamiento normal... un
sistema que ha ocasionado vastos desastres ecológicos y amenaza con una
catástrofe ambiental global... que constantemente libra guerras contra cualquier
fuerza que obstaculiza sus intereses — y esta clase dominante impone la mano
duro de represión y terror contra la protesta y oposición legítima que amenace
su poder en cualquier forma.
Por eso la clase dominante considera a la vasta mayoría de la gente
—aquí en EE.UU. y en todo el mundo— como amenazas en potencia a su poder.
Por eso, aunque siempre están hablando palabrería sobre la democracia y
los derechos, son impelidos a construir y mantener esta red tan vasta de
vigilancia. Programas como la recolección a granel de los metadatos de
virtualmente todas las llamadas telefónicas en EE.UU. (información sobre la
duración de las llamadas, a quien se les hicieron, detalles sobre el teléfono
usado, etc.) no son las consecuencias de un “estado de seguridad nacional”
volviéndose loco ni de burócratas ebrios de poder. La NSA y otras agencias de
inteligencia constituyen una parte crucial del aparato estatal en conjunto — la
dictadura de la clase dominante capitalista-imperialista.
Estos gobernantes ordenan ataques asesinos con aviones sin tripulación contra
individuos y aldeas enteras miles de millas de las fronteras de EE.UU. y
encarcelan a su propia población a un índice más alto que cualquier otro país.
No se trata de preocupación sobre la “seguridad” de la gente en EE.UU., mucho
menos la gente en otras partes del mundo, lo que impele a los gobernantes a
llevar a cabo un nivel de espionaje jamás visto en la historia del mundo. La
gente en EE.UU. y alrededor del mundo se enteraron de le realidad gracias a las
filtraciones de Snowden. Esto fue un golpe grave para el estado
capitalista-imperialista. Y eso es el motivo de las acusaciones de parte de
Kerry, Obama y otras figuras de la clase dominante de que Snowden es un
“traidor” y que ha puesto en peligro “los intereses nacionales”. Cuando hablan
de proteger “los intereses nacionales” están hablando de los intereses de
su clase — los cuales no son los intereses de la gran mayoría
de la gente.
Esta vigilancia en masiva no solo se trata de vigilar los pensamientos y
acciones del pueblo, para poder imponer rápidamente la fuerza represiva del
estado — lo cual es horroroso por sí solo. Se trata asimismo de controlar y
restringir el pensar y la actividad del pueblo. Como ejemplo: en su libro, Glenn
Greenwald cita un informe de 2013 del grupo de escritores PEN America con el
título Chilling Effects: NSA Surveillance Drives U.S. Writers to
Self-Censor (Efectos disuasorios: La vigilancia de la NSA empuja a los
escritores a la autocensura), cual informe descubrió que ahora muchos escritores
“suponen que se están monitoreando sus comunicaciones” y han cambiado su
comportamiento en formas que “restringen su libertad de expresión y el libre
flujo de la información”.
“¿Héroe o traidor?” Tal como comentamos poco después de que salieron las
revelaciones de Snowden: “[S]egún cualquier criterio objetivo y desde la
perspectiva de una moral que valora la vida y la libertad, los hechos hablan por
sí mismos”. (“Cinco
puntos de orientación sobre las denuncias del espionaje del gobierno”.)
Después de los ataques de 11-S, Snowden entró de voluntario a las fuerzas
armadas de EE.UU. porque, en sus palabras, “Yo creía en los argumentos del
gobierno — que íbamos a hacer cosas buenas en Irak, que íbamos a liberar a los
oprimidos. Y quería hacer mi parte para compartir la carga nacional, y ayudar a
crear no solo un Estados Unidos mejor sino un mundo mejor”. Pero luego él, como
millones de otros, se dio cuenta que el gobierno había mentido descaradamente
acerca de la guerra. Y mientras Snowden subía en las filas de los “cuerpos de
inteligencia”, se alarmó cada vez más por la inmoralidad, la ilegitimidad y la
criminalidad en las formas en que el gobierno de EE.UU. estaba entrometiéndose
en la vida privada de miles de millones de personas. Decidió que tenía la
responsabilidad de actuar de acuerdo a su consciencia, plenamente consciente de
que estaba arriesgando mucho, hasta la vida.
¡Revelar grandes crímenes NO es un crimen! Toda persona con consciencia debe
oponerse a las ominosas amenazas contra Snowden, y exigir que los cargos en su
contra sean anulados.
Kerry dice “Pórtate como hombre”— Nosotros decimos que ya se ha
acabado el tiempo para este sistema
Como parte de su ataque contra Edward Snowden, John Kerry dijo que debería
“portarse como hombre” y regresar a EE.UU. para un juicio. La lógica detrás de
esta frase es que supuestamente uno tiene que “ser hombre” para ser valiente y
responsabilizarse por su actos — y, de acuerdo a esta
lógica, a las mujeres les faltan estas cualidades. Piense en lo que significa
cuando un alto representante de EE.UU. utiliza tal lenguaje típico del
chauvinismo masculino. Es un reflejo del hecho de que una de las características
que más define este sistema capitalista-imperialista es la profunda opresion y
degradación de la mujer, y una cultura y una moralidad que producen epidemias de
violaciones y otras formas de violencia contra la mujer. Ya se ha acabado el
tiempo para este sistema totalmente podrido — es necesario tirarse al vertedero
de la historia, por medio de la revolución. |
Al atacar a Snowden tras la entrevista, Kerry declaró que Snowden debería
comparecer en juicio en EE.UU. tal como hizo Daniel Ellsberg, él que había
filtrado los famosos Pentagon Papers (documentos del Pentágono) hace unos 40
años sacando a la luz las mentiras del gobierno acerca de la guerra de Vietnam.
Es totalmente embustero e insidioso que Kerry mencione el nombre de Ellsberg. En
los hechos, en el caso de Ellsberg, el gobierno intervino y escuchó ilegalmente
las conversaciones entre Ellsberg y su abogado, así como entró ilegalmente en la
oficina de su psiquiatra a fin de robar información perjudicial. Solamente
cuando todo eso salió a la luz, la corte decidió anular los cargos. De ningún
modo demuestra que Snowden tenga la posibilidad de un “juicio justo”. Y por su
parte, el propio Ellsberg ha dicho que Snowden es el filtrador más importante en
la historia de EE.UU. y debe ser apoyado.
La gran envergadura de la tecnología de vigilancia de EE.UU. revelada por las
filtraciones de Snowden señala la realidad de que las fuerzas dominantes de
represión sí son muy poderosas — pero no todopoderosas. En última
instancia dependen de las personas — y eso es una gran contradicción para el
sistema. Hay gente como Snowden, así como Chelsea Manning y otros, que comienzan
creyendo las mentiras que se les dice que Estados Unidos es “el mejor país del
mundo” — y luego llegan a ver algunas de las amargas verdades acerca de este
sistema monstruoso, y de ahí se ven obligados a actuar para hacer lo correcto,
corriendo riesgos y sacrificios personales.
Se va a requerir una revolución, nada menos, para derrotar y abolir la
dictadura de la burguesía y crear un poder estatal radicalmente nuevo que
permita que la sociedad se organice de manera totalmente distinta — una sociedad
dirigida y movilizada para eliminar la explotación y la opresión en todo el
mundo, y en ese contexto no sólo permita sino promueva un florecimiento del
debate y disentimiento. Para que esta revolución sea real, debe existir una
profunda crisis en la sociedad, un pueblo revolucionario de millones de
personas, y una vanguardia revolucionaria altamente organizada y disciplinada.
SÍ EXISTE un movimiento para la revolución, con el Partido como su núcleo
dirigente, que está trabajando ahora mismo para prepararse para el
momento en que sea posible la lucha para derrotar al viejo poder y forjar un
nuevo poder. Vistas desde esa perspectiva estratégica, las acciones de Edward
Snowden y otros filtradores, y sus reverberaciones por la sociedad, son muy
significativas.
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