La masacre del 11 de septiembre que nunca mencionan
11 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución |
revcom.us
El 11 de septiembre de 2013 se cumple el 40 aniversario del golpe de estado
orquestrado por Estados Unidos en Chile que instauró el régimen fascista del
general Augusto Pinochet, el que masacró y torturó a muchos miles de personas.
Se trata de uno de los innumerables crímenes horrorosos que Estados Unidos ha
cometido por todo el mundo. Este aniversario se cumple un día después de que
Barack Obama, en un discurso televisado a todo Estados Unidos, dijo que "el
mundo es un lugar mejor" porque "durante casi siete décadas, Estados Unidos ha
constituido el ancla de la seguridad mundial".
El 11 de septiembre de 1973 el gobierno estadounidense organizó un golpe
militar en Chile que tumbó al gobierno de Salvador Allende (elegido por la
ciudadanía) y puso en el poder a la dictadura fascista del general Augusto
Pinochet. Con motivo del 30 aniversario del golpe, el Servicio Noticioso Un
Mundo que Ganar escribió: "Nadie puede decir con seguridad cuántas personas
murieron. En esa época, los revolucionarios chilenos hablaban de decenas de
miles de víctimas. El actual gobierno habla de tres mil, pero las fuerzas
armadas que cometieron ese crimen todavía tienen la última palabra acerca de los
sucesos políticos de los que no quieren hablar. Según algunas estimaciones,
torturaron a 400,000 personas. La generación de intelectuales y otros sectores
que logró escapar, tuvo que exilarse". Muchos de los muertos "desaparecieron", o
sea, el gobierno los secuestró y nunca volvieron a aparecer.
A un sinnúmero de personas las llevaron a cámaras de tortura clandestinas,
por ejemplo, en barcos de la Marina como el Esmeralda, donde "se usaban
picanas eléctricas, se aplicaban descargas eléctricas de alto voltaje en los
testículos de la víctima, se suspendía a la víctima de los pies o se la sumergía
en un cubo lleno de agua o de excremento". (Santiago Times, 7 de
septiembre de 1999) En muchos casos, la verdad sobre la muerte de los
desaparecidos solo salió a flote porque entre los muertos figuraban un sacerdote
inglés, un funcionario de la ONU o Charles Horman, un cineasta estadounidense
muerto poco después del golpe militar. La película galardonada Missing
cuenta la historia de Horman.
El golpe, que desató 17 años de terror y muerte contra el pueblo chileno, fue
dirigido por el gobierno estadounidense. El secretario de Defensa, Melvin Laird,
le dijo al Consejo de Seguridad Nacional: "Queremos hacer todo lo posible para
perjudicarlo [Allende] y tumbarlo". Un memorando de la CIA sobre los
preparativos del golpe describe las actividades de un aliado clave
estadounidense en Chile para "aumentar el nivel de terrorismo en Santiago" (Ver:
"The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability",
compilado por Peter Kornbluh)
Las transcripciones de conversaciones entre el presidente Richard Nixon y el
asesor de seguridad nacional Henry Kissinger poco después del golpe de estado
demuestran el papel directo pero oculto de Washington. Cinco días después,
Kissinger se quejó a Nixon de que "en tiempos de Eisenhower habríamos sido
héroes". Nixon le contesta: "Pues no —como lo sabes— nuestra mano no se revela
en esta, pues". Kissinger continúa: "Nosotros no lo hicimos. Quiero decir, los
ayudamos" y "[nombre borrado de las transcripciones] creó las mejores
condiciones posibles" para el golpe. Nixon: "Cierto y eso es lo que vamos a
decir". ("New
Transcripts Point to U.S. Role in Chile Coup", Reuters, 17 de mayo de 2004)
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