Respaldar a ocupar Wall Street
Del sitio de web Revolución
Ciudad de Nueva
York Union Square 4 pm–A reunirse 5 pm–Mitin 6
pm–Marcha |
Chicago 4 pm a 6 pm Mitin en LaSalle y
Jackson, 4 pm Marcha, 5 pm |
Cleveland 3 pm, a reunirse en Public Square
4 pm Marcha |
Minneapolis/St. Paul 4:30 pm, mitin, The
People's Plaza, 300 South 6th Street en Minneapolis De ahí, una
marcha |
Hollywood 4:00 pm, mitin Holllywood & Vine Metro Marcha |
HOUSTON Hermann Square Park 4pm reunirse 6pm Mitin |
¡A través del país, que el 28 de febrero sea un día de acción en
masa para respaldar al Movimiento Ocupar contra la
represión!
#F28 #dontsuppressows dontsuppressows.org dontsuppressows@yahoo.com |
Manifestación: 28 de
febrero Alto a la represión de
Ocupar |
Un llamado a la acción de masas contra la represión del Movimiento
Ocupar
Lista parcial de
firmantes:
Gbenga Akinnagbe, actor de la serie de HBO “The
Wire” Carole Ashley Padre Luis Barrios Lenni
Brenner, historiador Renate Bridenthal, profesora
de Historia, Brooklyn College, CUNY, jubilada Elaine Brower,
El Mundo no Puede Esperar y Military Families Speak
Out Cynthia Carlson, artista Lisa Clapier,
Ocupar Los Ángeles Nina Felshin, curadora
independiente Glen Ford, director ejecutivo, Black Agenda
Report Free Mumia Abu-Jamal Coalition, Nueva
York Harmony Hammond, artista Camille
Hankins, fundadora y directora, Win Animal Rights y No Kill New
York Robert Hass, Universidad de California-Berkeley, ex
poeta laureado de Estados Unidos Ray Hill,
productor/anfitrión de Ray on the Raydio en un programa radial virtual, Houston,
TX Lee Siu Hin, coordinador nacional, Red Nacional de
Solidaridad con los Inmigrantes Rdo. Dr. James Karpen,
Church of St Paul and St Andrew, Nueva York Walda
Katz-Fishman, profesora de Sociología, Universidad
Howard Chuck Kaufman, director ejecutivo, Alianza por la
Justicia Global Rdo. Earl Kooperkamp, St. Mary’s Episcopal
Church, Harlem Jim Long, artista Waqas
Malik, artista Lydia Matthews, decana de Programas
Académicos, decana adjunta de Parsons/profesora Ann Messner,
artista Travis Morales Dorinda Moreno, Fuerza Mundial/FM
Global/Hitec Aztec, Secretariado de enlace estadounidense, Tribunal
Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento /TICPM Nick
Mottern, ConsumersforPeace.org y kNOwdrones.org Alan
Myerson, director de filme y tv Red Nacional de Solidaridad
con los Inmigrantes Alexa O’Brien, U.S. Day of
Rage Scott Olsen, Occupar Oakland Bradley
Olson, psicólogo, activista Rosemary
O’Neill Rdo. George E. Packard, obispo jubilado de
la Episcopal Church for the Armed Services and Federal
Ministries Craig Phipps, ombudsman en la Casa
Esperanza Ann Ratner Joel Ratner Boots Riley, The Coup
& Street Sweepers Social Club Suzanne Ross, PhD,
psicólogo clínico Rdo. Juan Carlos Ruiz, Nuevo Movimiento
Santuario Irving Sandler Donna Schaper, alta ministra,
Judson Memorial Church Cindy Sheehan Alice Slater,
Nuclear Age Peace Foundation Stephen Soldz,
director, Center for Research, Evaluation, and Program Development, Boston
Graduate School of Psychoanalysis*, ex presidente, Psychologists for Social
Responsibility (PsySR)* Rebecca Solnit Bob Stein Rdo. Max
Surjadinata, coordinador de área de los amigos de Sabeel América del
Norte David Swanson, warisacrime.org Debra
Sweet, directora, El Mundo no Puede Esperar Dennis Trainor,
Jr, guionista, productor y anfitrión de Acronym TV Marina
Urbach, curadora independiente, Other Projects, Nueva
York Nancy Vining Van Ness, directora, American Creative
Dance Jim Vrettos, profesor adjunto, John Jay College of
Criminal Justice* Vince Warren, director ejecutivo del
Centro Pro Derechos Constitucionales* Cornel West World Can’t
Wait Coronela Ann Wright, diplomática estadounidense jubilada,
Veteranos por la Paz Andy Zee, vocero, Libros
Revolución-Nueva York David Zeiger, Displaced Films
*Para fines de identificación |
Descargue el
volante de este Llamado con firmantes
En los últimos meses hemos presenciado algo muy distinto en Estados Unidos.
Unas personas de muchos sectores de la sociedad se unieron para ocupar espacios
públicos en casi mil ciudades en Estados Unidos. Se enfrentaron a la despiadada
violencia de la policía, abrieron paso en medio de los confines de "la protesta
acostumbrada" y sobre la marcha, construyeron comunidad. Aun ante los intentos
de los medios de comunicación de poner en ridículo, distorsionar y satanizar las
protestas, su mensaje básico empezó a cundir en el público. Las personas en todo
el país —y aun en todo el mundo— prestaron atención y se animaron por los actos
de esos manifestantes valientes y creativos.
Empezaron a cambiar las condiciones políticas del discurso; el modo de pensar
congelado de los estadounidenses empezó a descongelarse. Plantarse contra la
brutalidad y arrestos injustos se volvió una medalla de honor. La gente empezó a
escuchar y leer las historias de algunas de las víctimas de esta crisis
económica y a compartir las suyas. Sobre todo, al extenderse las protestas a
ciudad tras ciudad, la ocupación de espacios públicos por la gente hizo abrir el
debate y suscitó grandes preguntas entre millones de personas acerca de qué
clase de sociedad es ésta y lo que debería ser. ¿Por qué existe tal pobreza y
necesidad en medio de un pequeño grupo relativo de personas que amasan obscenas
cantidades de riqueza? ¿Por qué parece que las instituciones políticas de la
sociedad sólo sirven a ese grupito? ¿Por qué tantos jóvenes tienen la impresión
de que tienen ante sí un futuro tan incierto? ¿Por qué sigue acelerándose la
demente destrucción del medio ambiente? Al final, ¿qué se necesita para superar
todo eso?
Aquellos que de hecho ejercen el poder en este país consideraron que estas
protestas, y estas preguntas, son peligrosas, y reaccionaron en consecuencia.
Vez tras vez aquellos que ejercen el poder violaron sus propias leyes y
ordenaron que la policía rocíe gas pimienta, golpee con porras y dispare botes
de gas lacrimógeno contra las cabezas de aquellos que no hacían sino de manera
no violenta expresar su disentimiento y buscar comunidad. En las últimas semanas
la situación alcanzó su punto álgido en los ataques coordinados y sistemáticos
contra todas las ocupaciones principales. De hecho, la alcaldesa de Oakland
admitió por la BBC, que había participado en conferencias telefónicas que
coordinaron la estrategia nacional contra los ocupantes. Para colmo, en otra
demostración flagrante de fuerza y poder ilegítimo, procuraron impedir que los
periodistas y fotógrafos cubrieran estos actos de represión, a menos que
estuvieran "encamados" con la policía.
Hablando directamente pero con la verdad, el estado planeó y desató una
violencia y represión franca y sistemática contra unas personas que intentaban
ejercer unos derechos que supuestamente están garantizados. Esta respuesta de
parte de aquellos que ejercen el poder en esta sociedad es pura vergüenza desde
el punto de vista moral y es profundamente ilegítima desde el punto de vista
legal y político.
Hoy, este movimiento está en una verdadera encrucijada. ¿Acabará disperso,
orillado hacia los márgenes o cooptado? ¿O volverá con más fuerza? Esta misma
pregunta se presenta hoy, de manera muy nítida.
Hay algo que ya está claro: si se permitiera que siguiera en pie esta ola
ilegítima de represión… si las autoridades lograran reprimir o marginar a este
nuevo movimiento… si la gente de nuevo resultara "acorralada", en los sentidos
literal y simbólico, la situación sería mucho peor. ES NECESARIO
OPONERSE EN MASA A ESTA REPRESIÓN Y ECHARLA POR TIERRA.
Además, hay algo más que también está claro: los movimientos crecen y
solamente pueden crecer mediante su respuesta a la represión con una
movilización aún mayor y poderosa.
La necesidad de tomar acción es urgente.
Como primer paso en la necesaria repuesta, muy pronto tiene que haber una
enorme movilización política por un día, o días, que diga ¡NO!
a este intento de suprimir con brutalidad y violencia el pensamiento y la
expresión. Ante todo, esta movilización debería darse en Nueva York, donde nació
el movimiento… pero a la vez debería repercutirse poderosamente por todo el país
y sí, todo el mundo. Éste es un llamado a llevar a cabo enormes
manifestaciones, pronto, en espacios públicos en que puedan tener el máximo
impacto y efecto sobre la sociedad y en que las autoridades no puedan acorralar,
reprimir y de otro modo intentar marginar a estas manifestaciones.
Estas manifestaciones tienen que ser lo suficientemente grandes como para
demostrar claramente que la gente no tolerará lo intolerable… que la gente no se
acomodará a lo que es tan manifiestamente injusto. Tales manifestaciones, junto
con las iniciativas para llegar al pueblo y construirlas, pueden sacar a muchas
más personas de la simpatía pasiva hacia el apoyo activo y pueden despertar e
inspirar a otros millones de personas que todavía no han estado tocadas. Tales
manifestaciones pueden responder poderosamente a los esfuerzos del "1%" de
aplastar y/o desviar este movimiento amplio. Los miles y miles de personas en
las calles, en acciones conjuntas, pueden hacerse de nueva iniciativa y cambiar
la ecuación política entera. Las cuestiones urgentes que Ocupar ha planteado, y
otras cuestiones urgentes que están por plantearse en este movimiento, pueden
volver a repercutir, de manera más poderosa que antes.
No puede continuar sin respuesta la represión del
movimiento Ocupar. A actuar.
Las siguientes Asambleas Generales adoptaron por consenso el Llamado a la
acción el 28 de febrero:
NYCGA (Ocupar Wall Street) • Ocupar Chicago • Ocupar Cleveland • Ocupar
Houston • Ocupar Minneapolis • Ocupar St. Paul
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