Mueren tres presos de la huelga de hambre —
Autoridades mantienen oculta información
Revolución
#251, 27 de noviembre de 2011
El 17 de noviembre, el sitio de web de Prisoner Hunger Strike Solidarity,
PHSS (Solidaridad con la Huelga de Hambre de Presos) informó que en el mes
después de la segunda fase de la huelga de hambre de presos en California que
terminó el 22 de septiembre, se suicidaron tres presos participantes en la
huelga. Johnny Owens Vick y otro preso fueron recluidos en la Security Housing
Unit (SHU — Unidad Habitacional Segura) de Pelican Bay. Hozel Alanzo Blanchard
fue recluido en la Administrative Segregation Unit (ASU – Unidad de Segregación
Administrativa) de la penitenciaría Calipatria. PHSS informó:
"Según informes de presos recluidos en las celdas alrededor que presenciaron
las muertes, los guardias no acudieron para asistir a uno de los presos en
Pelican Bay ni a Blanchard, y en el caso del preso en Pelican Bay (cuyo nombre
no ha sido revelado por el momento), aparentemente los guardias deliberadamente
hicieron caso omiso de sus gritos que pedían ayuda durante varias horas, hasta
que por fin fueron a su celda, pero ya había muerto. 'Es completamente
despreciable que las autoridades penitenciarias hayan permitido sde adrede que
una persona se suicidara,' dijo Dorsey Nunn, Director Executivo de Servicios
Legales para Presos con Niños. 'Estas personas estaban pidiendo ayuda, sus
compañeros en la prisión estaban pidiendo ayuda, y los guardias literalmente se
quedaron con los brazos cruzados y permitieron que ocurriera'".
La valerosa huelga de hambre de presos, en la cual participaron, durante un
período, por lo menos 12.000 presos en por lo menos 13 penitenciarías estatales,
reclamó cinco demandas centrales relacionadas con un alto al castigo colectivo,
el aislamiento de largo plazo, y los procesos de "validación de pandillas" y
rendir información en que las autoridades tachan de pandilleros a los presos y
les obligan a denunciar a otros como "pandilleros".
A los familiares se les dificulta conseguir información sobre las
circunstancias de esas muertes y dicen que sus seres queridos, igual como muchos
otros presos que participaron en la huelga de hambre, sufrieron severas
represalias, medidas disciplinarias y amenazas.
Una carta de Yolanda Moore, publicada en el periódico San Francisco Bay
View, dijo:
"Recientemente leí un artículo noticioso sobre 'Huelga de hambre de presos
ahora en su undécimo día' con fecha del 9 de octubre de 2011. Con mucho dolor
quisiera informarles del fallecimiento del Sr. Hozel Blanchard. Hozel es el
padre de mi hija de 23 años, Morgan Blanchard. Él es originario de Oakland,
California. El jueves 10 de noviembre del año en curso, me informaron en una
llamada telefónica breve que el padre de mi hija, el Sr. Hozel Blanchard, había
fallecido encarcelado en la Prisión Estatal Calipatria. Recibimos el aviso
telefónico de su fallecimiento, pero sin ninguna información sobre lo que pasó.
Hozel nos había explicado en sus cartas que participó en la huelga de hambre, y
sus razones por hacerlo eran unas acusaciones falsas por las cuales le habían
acusado recientemente de dos cargos adicionales. Hozel ha estado preso durante
los últimos diecisiete años. Tenemos información importante sobre las
circunstancias y acontecimientos previos a su muerte, en las cartas que
escribió. Esta información se debe publicar. Hozel temía por su vida y nos hizo
saber que ya no se sentía seguro. Escribió una carta que nos informó que había
presentado una petición a la Corte Suprema de California; no una vez, sino dos
veces, pidiendo una apelación de emergencia. Nos dio los números del caso y las
fechas. Básicamente nos dio a entender que su vida estaba en peligro y que temía
por ella. La familia del Sr. Hozel Blanchard pide su ayuda para descubrir lo que
le pasó, para asegurar que se conozca su historia, y de que no haya muerto en
vano. Mi familia está desolada y necesitamos saber lo que le pasó bajo estas
circunstancias inhumanas…".
SF Bay View también publicó una carta de la activista en pro de los
derechos de los presos Kendra Castaneda sobre la muerte de Blanchard, en la cual
dijo:
"Yo personalmente he recibido cartas de los hombres en la Unidad de
Segregación Administrativa (ASU) de Calipatria que estaban en celdas cerca de
Hozel Blanchard. La prisión dice que murió el 9 de noviembre pero los hombres
dicen que murió el 8 de noviembre. Explican que los guardias, al describir la
muerte como un suicidio, están 'encubriendo' la muerte del preso Blanchard que
estaba solo en la celda #159 en la ASU en la Prisión Estatal de Calipatria. Los
compañeros de celda unas pocas celdas de distancia de la #159 dicen que
presenciaron que los guardias nunca pidieron ayuda, nunca sonaron la alarma
presionando el botón de 'ayuda' que tienen en las unidades de segregación, y que
salieron de la celda del preso Blanchard como si no pasara nada. También me
explicaron que los presos presenciaron que los guardias dijeron al sargento que
habían pedido ayuda pero que nadie vino, el cual es una mentira según los
presos. Si alguien quiere saber la historia completa, tenemos que escuchar a los
hombres que observaron lo que ocurrió. Ya que el preso Blanchard estaba solo en
la celda, y los presos son extremadamente aislados ahí, dicen que es fácil
encubrir una muerte como si no pasara nada. También indican que a partir de la
huelga de hambre y de que están intentando hacerse oír sobre sus condiciones
inhumanas extremas, los guardias andan 'echando habladas' y 'amenazándolos' como
si fueran a matar a los presos, porque los guardias les echan la culpa de haber
'causado un lío' al hacerse oír que necesitaban ayuda. Hay más de un preso
(aparte de las cartas anteriores de Blanchard a su familia) que explican eso y
que los presos temen por sus vidas. Dicen que se ha empeorado mucho esa unidad
de segregación hasta tal punto que ahora los presos dicen que la muerte de
Blanchard fue 'encubierta'".
Presos en las SHUs y otras formas de aislamiento se suicidan en un porcentaje
mucho más alto que los presos en general. Como dijo Laura Magnani, Directora
Regional del American Friends Service Committee: "El hecho de que tres personas
se hayan suicidado en el mes pasado atestigua las condiciones extremas en que
viven los presos incomunicados".
Hay que entender estas muertes en el contexto de las represalias muy serias
que están tomando las autoridades penitenciarias contra los huelguistas — así
como las condiciones crueles, inhumanas y torturadoras que sufren estos presos
día tras día.
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