Wikifiltraciones: Desenmascarando los crímenes de
guerra de una guerra criminal
Revolución #209, 15 de agosto
de 2010
Wikifiltraciones (WikiLeaks) ha puesto en la red más de 90 cuartillas de
documentos clasificados del gobierno estadounidense que detallan incidentes en
la guerra de Afganistán de 2004 a 2009.
Los militares redactaron estos materiales, y por ende es posible que
sesgaran, omitieran, censuraran, encubrieran, etc., los hechos y descripciones
de lo sucedido. Pero claramente los materiales señalan la profundidad y la
magnitud de los crímenes de guerra que están cometiendo las fuerzas de Estados
Unidos y de la coalición en Afganistán. Julian Assange, el director en jefe de
Wikifiltraciones, le dijo a la BBC: “Nuestro material documenta y revela la
pérdida de 20 mil vidas en Afganistán”.
Wikifiltraciones, una organización internacional que publica aportes anónimos
y filtraciones de documentos que no están disponibles en otra parte a la vez que
protege el anonimato de las fuentes, divulgó estos documentos por primera vez al
diario The Guardian en Inglaterra, a la revista Der Speigel en
Alemania y al diario New York Times en Estados Unidos. Estas bitácoras
de la guerra están en wikileaks.org y existen más de 15 mil documentos que
Wikifiltraciones aún no ha publicado.
Aún queda por analizarse mucho material en estos documentos que cubren
distintos aspectos de la guerra de Afganistán. Pero algo queda claro. Estas
bitácoras registran los detalles de muchos cientos de muertes de civiles que no
se reportaron en su momento, de los cuales no hay responsables o los cuales son
objeto del encubrimiento deliberado.
El poder del material, dice Assange, estriba en la acumulación de pequeños
detalles previamente desconocidos y no ninguna divulgación de un acontecimiento
grueso. Dijo: “La verdadera historia de este material es que es una guerra, es
una maldita cosa tras otra. Son los constantes sucesos pequeños, la constante
muerte de niños”.
Sanguinarios incidentes de “azul sobre
blanco”
|
El punto de vista sobre la diversión de un general yanqui
El general James Mattis está a punto de reemplazar a Petraeus como jefe de
Centcom, con una responsabilidad general para las fuerzas armadas de Estados
Unidos en el Medio Oriente y Afganistán. En su audiencia de confirmación ante el
Comité Senatorial de Servicios Armados el republicano por el estado de Arizona
John McCain le preguntó qué efecto tendrán los documentos de Wikifiltraciones
sobre el “grado de franqueza” entre los oficiales y altos suboficiales militares
en el campo. Mattis replicó:
“Señor: Yo especularía que debido a la urgencia de las operaciones en una
zona de combate, probablemente no tendrán mucho efecto, porque respecto al
momento del cual ellos están informando, probablemente estén más interesados en
hacer que la verdad suba por la cadena de mando. Dicho esto, nada más pensé que
era un, que simplemente era un acto terriblemente irresponsable divulgar esta
información. Ésta no nos dice nada, de lo que yo he visto hasta ahora, de lo que
nosotros no fuéramos ya conscientes. No he visto grandes revelaciones. Uno de
los encabezados de la prensa era que es una, que la guerra es algo tenso y
peligroso. Bueno, si eso es noticia, yo no conozco para quién eso sea noticia
sobre este planeta”.
Nota: Éste es el mismo general James Mattis quien dijo en 2005: “Allá en
Afganistán, hay tipos que abofetean a las mujeres durante cinco años porque
éstas no usan el velo. Se sabe que los sujetos como ésos de todos modos ya no
tienen nada de hombría, así que por ende es muy divertido tirotearlos” (citado
en el New York Times, 19 de julio de 2010).
|
Los documentos contienen relatos de lo que en la jerga militar se llaman
incidentes de “azul sobre blanco”, en que los soldados lesionan o matan a
civiles. Por ejemplo:
- Los soldados de la coalición disparan hacia un autobús lleno de niños y
dejan ocho lesionados. Una patrulla estadounidense rocía con ametralladoras a un
autobús o lesiona a 15 de los pasajeros. Otros soldados atacan con morteros a
una aldea y matan gente en una fiesta de bodas, incluso una mujer embarazada, en
un aparente ataque vengativo.
- Un grupo de marines yanquis se desbocaron a puro balazo después de caer bajo
ataque cerca de Jalalabad. Matan a 19 civiles no armados y lesionan a 50.
Registraron información falsa sobre el incidente.
- Las fuerzas especiales yanquis sueltan seis bombas de 900 k sobre un
complejo donde creían que se escondía un “individuo de alto valor” después de
presuntamente “cerciorarse de que no hubiera afganis inocentes en los
alrededores”. Un alto comandante estadounidense reportó que 150 talibanes se
encontraron con la muerte. Pero los aldeanos informan que hasta 300 civiles se
encontraron con la muerte.
Y esos son solamente unos cuantos ejemplos de lo que se halla en los miles de
cuartillas de documentos.
Encubrimientos criminales
Las bitácoras también documentan cómo se están encubriendo estos crímenes de
guerra:
- En marzo de 2007, un convoy de marines yanquis, después de sufrir un ataque
proveniente de de una pequeña furgoneta cargada de explosivos, abren fuego con
armas automáticas al recorrer a todo vapor un trecho de diez k de la carretera.
Balacean a casi cualquiera en el camino, incluso muchachas adolescentes en los
campos, conductores en sus carros, señores grandes que caminan por el rumbo.
Resultan muertos 19 civiles no armados y 50 lesionados. No obstante, no se
informó de nada de eso en el reporte militar inicial redactado por los marines
involucrados. La Comisión Afgani de Derechos Humanos publicó un informe sobre la
balacera que dice que entre las víctimas había una muchacha recién casada de 16
años de edad que cargaba un bulto de pasto y un hombre de 75 años de edad que
caminaba de regreso de la tienda. Se realizó una audiencia de averiguación en
que 50 testigos, incluidos afganis, dieron testimonio. Pero los cuatro soldados
que dispararon no dieron testimonio porque la fiscalía no les había concedido
inmunidad. Al final, no levantaron cargos criminales contra ningún oficial,
aunque algunos recibieron una “reprimenda administrativa”.
- Una unidad "negra" de las fuerzas especiales, Fuerza Operativa 373, caza a
individuos para asesinar o detener sin juicio. El 20 de octubre de 2007, según
se informa, confrontaron a combatientes del Talibán en la aldea de Laswanday, a
sólo 10 km de una aldea en que la Fuerza Operativa había matado a siete niños
cuatro meses antes. Parece que los talibanes ya se habían retirado antes de que
la FO 373 pidiera apoyo aéreo para lanzar bombas de 225 k sobre la casa desde la
cual los combatientes habían disparado. Al final de la bitácora filtrada se
encuentra: 12 lesionados estadounidenses, dos muchachas adolescentes y un
muchacho de 10 años lesionados, una muchacha muerta, una mujer muerta, cuatros
hombres civiles muertos, un burro muerto, un perro muerto, varias gallinas
muertas, ningún enemigo muerto, ningún enemigo herido, ningún enemigo detenido.
La coalición estadounidense lanzó una declaración falsa de que había matado a
varios militantes sin mencionar ninguna muerte de civiles; y luego agregó que
"se encontraron a varios no combatientes muertos y a varios otros muertos" sin
dar cifras ni detalles.
- En septiembre de 2009, en Kunduz en el norte de Afganistán, las fuerzas de
la OTAN lanzan bombas sobre una multitud alrededor de dos camiones cisternas de
combustible atascados en el lecho de un río. El informe militar dice que se
autorizó el ataque aéreo "después de cerciorarse que no hubiera civiles en las
inmediaciones" y el "resumen de daños de la batalla" afirmó que las 56 muertes
fueron de "insurgentes enemigos". Informes de los medios seguidos de
investigaciones oficiales, sin embargo, establecieron un número de muertes más
cerca de la verdad, incluidos de 30 a 70 civiles.
Para repetir, esos constituyen sólo unos pocos ejemplos en los miles de
cuartillas de documentos. Los informes de bajas civiles en los documentos
subrayan un hecho básico acerca de la naturaleza de la guerra yanqui en
Afganistán. Es una guerra para promover y proteger los intereses del
imperialismo estadounidense y no para liberar al pueblo afgani. Es una guerra
por imperio en que Estados Unidos pretende dominar a una región estratégicamente
crucial del mundo por medio del poderío militar y político sin rival. Y con esos
objetivos estratégicos, la ocupación e intervención yanqui se está
atrincherando, extendiendo y siguiendo sosteniendo y expandiendo
operaciones militares en países por toda la región. Un objetivo central de la
guerra es someter, a como dé lugar, a una población de la que la mayoría no
quiere estar bajo dominación extranjera. La misión de la ocupación yanqui es
por definición brutal y asesina, no importa cuánto intente justificar
la guerra como “traer la democracia”, “liberar a las mujeres afganis” u otras
mentiras.
La respuesta del comandante a cargo de los
crímenes de guerra
¿Y qué ofreció Barack Obama, el comandante en jefe de esos crímenes de
guerra, respecto a esta evidencia condenatoria?
En su rueda de prensa sobre los documentos de Wikifiltraciones Obama dijo:
"La verdad es que estos documentos no revelan ninguna cuestión que ya no ha sido
parte del debate público sobre Afganistán. De hecho, revelan los mismos retos
los que me condujeron en el otoño pasado a realizar un estudio detallado de
nuestra política. Así que permítame recalcar lo que he dicho muchas veces:
durante siete años no implementamos una estrategia a la altura del desafío en
esta región, desde la cual se libraron los ataques del 11 de septiembre de 2001
y se han planeado otros ataques contra Estados Unidos y nuestros amigos y
aliados. Por eso hemos aumentado de manera sustancial nuestro compromiso allí,
pedido más responsabilidad de parte de nuestros socios en Afganistán y Pakistán,
desarrollado una nueva estrategia que puede funcionar y establecido un equipo,
incluido uno de nuestros mejores generales, para ejecutar ese plan. Ahora
tenemos que seguir esa estrategia hasta que se cumpla".
En primer lugar, Obama le está restando importancia a estos documentos. Al
mismo tiempo, existen en estos documentos filtrados muchas cosas que revelan
verdaderos problemas de Estados Unidos en Afganistán, como la confiabilidad de
las fuerzas gubernamentales de Pakistán y la creciente fuerza del Talibán. Así
que lo que Obama dice es que en la medida en que exista información pertinente
en los documentos, ésta sólo justifica la continuación de más de lo
mismo y recalca la necesidad de aumentar la cantidad de soldados y perseverar en
la actual estrategia contrainsurgente de Estados Unidos. La Casa Blanca también
desprecia los documentos, diciendo que sólo cubren las fechas hasta diciembre de
2009, el mes en que Obama ordenó el "aumento" de soldados en Afganistán. ¿Pero
es posible argumentar en serio que ha terminado la clase de crímenes revelados
en los documentos filtrados? ¿Y qué del hecho de que el lunes 26 de julio,
el mismo día en que las noticias de los documentos de Wikifiltraciones
salieron en primera plana, se informó que durante la semana anterior al menos 45
civiles, entre ellos muchas mujeres y niños, habían muerto en un ataque de
cohetes de las fuerzas al mando de la OTAN en la provincia de Helmand en el sur
de Afganistán? Y la cantidad de bajas civiles en Afganistán a manos de las
tropas al mando de Estados Unidos ha sido más alta que nunca en los últimos
meses.
Criminales de guerra contra aquellos que
denuncian los crímenes de guerra
Mientras tanto el gobierno de Estados Unidos no se enfoca sobre la
investigación de los crímenes de guerra revelados en los documentos sino sobre
encontrar y acusar aquellos responsables por decirle al mundo sobre esos
crímenes.
El representante Peter King, el republicano de peso del Comité de Seguridad
Nacional de la Cámara de Representantes llamó una “vergüenza” la publicación de
los documentos y llamó a juzgar a cualquiera que sea responsable, diciendo que
la filtración equivale a un acto de traición. Desde “el otro lado del pasillo”,
el senador demócrata Ben Nelson, un miembro del Comité Senatorial de Servicios
Armados, dijo que quienquiera que sea el que filtró los documentos “es un
traidor y debe ser juzgado por esa razón”.
El almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, atacó a Assange en
una conferencia de prensa diciendo que él y sus fuentes “ya podrían tener en sus
manos la sangre de algún soldado joven o la de una familia afgani”.
Recordatorio: Mullen quien ha sido el jefe del Estado Mayor Conjunto desde
octubre de 2007, estaba a cargo de un ataque aéreo estadounidense de julio de
2008 contra una fiesta matrimonial afgani de 70 a 90 personas, mayormente
mujeres. La novia y al menos otros 27, incluyendo los niños, fueron asesinados.
Mullen también estuvo al mando en agosto de 2008, cuando un servicio
conmemorativo para un líder tribal en la aldea de Azizabad en la provincia de
Herat de Afganistán fue blanco de repetidos ataques aéreos estadounidenses que
dejaron al menos 90 civiles muertos, incluyendo mujeres y niños. Y la lista
continúa. (Vea: "Whose Hands? Whose Blood? Killing Civilians in Afghanistan and
Iraq", de Tom Engelhardt, 5 de agosto de 2010.)
Claramente Estados Unidos, y no aquellos que denuncian tales crímenes de
guerra, tiene sangre en las manos. Y aquellos responsables de tales crímenes
siguen tratando de encubrir sus huellas sangrientas. Obama no sólo continúa sino
en realidad intensifica los esfuerzos que se llevaron a cabo bajo Bush para
perseguir a las personas responsables de las filtraciones de documentos del
gobierno.
Hace poco, el Departamento de Justicia levantó una acusación contra un
denunciante de la Agencia de Seguridad Nacional, Thomas Drake, que denunció
graves derroches, abusos y posibles ilegalidades. El Departamento de Justicia
expidió de nuevo un citatorio de los años de Bush contra Jim Risen del New
York Times, en que se exige la identidad de su fuente que destapó un
esfuerzo extremadamente inepto y perjudicial de la CIA para infiltrar el
programa nuclear iraní. Y un lingüista del FBI que filtró lo que creía que era
evidencia de una violación de la ley está a punto de ir a dar a la prisión por
un plazo que podría convertirse en el más largo jamás cumplido por un empleado
del gobierno acusado de entregar secretos de seguridad nacional a una persona de
los medios. Steven Aftergood de la Federación Americana de Científicos quien es
un crítico de la política de clasificación del gobierno dijo: “Ellos van sobre
esto en cada oportunidad y con un vigor sin precedentes”. (Ver: Glenn Greenwald,
“War on Whistleblowers Intensifies,” 25 de mayo de 2010.)
En el nombre de “la seguridad del estado” y de “la seguridad del personal
estadounidense” la administración de Obama pretende intimidar, amordazar y
criminalizar a aquellos que desenmascararían, criticarían y denunciarían la
política y operaciones militares de Estados Unidos. Al mismo tiempo la
administración de Obama se opone a las leyes de protección de fuentes
periodísticas que se supone protegen a los reporteros de ser encarcelados si
rechazan revelar fuentes confidenciales que filtran material sobre la seguridad
nacional.
Cuando Obama dice no hay nada “nuevo” en los documentos de Wikifiltraciones,
que no hay nada que no haya estado moldeando la política estadounidense en
Afganistán, está diciendo algo de verdad. Él y su gobierno han sabido sobre esos
crímenes de guerra y más que eso, la verdadera naturaleza de esta guerra dicta
que tales crímenes continuarán siempre y cuando los soldados yanquis estén en
Afganistán.
Todas las personas participantes en la divulgación de esos documentos de
Wikifiltraciones están tomando acciones heroicas para decirle al mundo sobre los
crímenes que el imperialismo yanqui está cometiendo en Afganistán. Literalmente
se están arriesgando la vida. Y le toca a cualquier persona con un
sentido de responsabilidad moral para la humanidad actuar con verdadera
resolución para poner un fin a esos crímenes, y no voltear la mirada, no cambiar
el canal.
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|