Washington, D.C.:
Marcha de inmigrantes
Revolución #041, 2 de abril de 2006, se
encuentra en revcom.us
El 7 de marzo entre 30 y 40 mil inmigrantes latinos llegaron al Capitolio de
todos los rincones de Washington, D.C., y sus alrededores en metro y en docenas
de autobuses. Grupos de personas que trabajan en la misma empresa llevaban sus
uniformes puestos. Jornaleros, trabajadores de hoteles, obreros, congregaciones
eclesiásticas, estudiantes de secundaria y preparatoria y familias de Maryland y
Virginia estuvieron ahí. Inundaron el enorme área frente al edificio del
Capitolio para reclamar que se abatiera la cruel ley antiinmigración HR4437.
Llegaron por lo menos 10,000 personas más de las que esperaban los
organizadores. La gran cantidad de gente que acudió a la manifestación
contribuyó sin duda a que unos días más tarde se manifestaran casi medio millón
de personas en la ciudad de Chicago.
Esta manifestación es una expresión patente del profundo descontento que
existe y el creciente deseo de resistencia que se desborda en las comunidades de
inmigrantes. La gente quiere respuestas: ¿están destinados los inmigrantes a ser
siempre cazados y explotados o hay alguna opción distinta? Un grupo de
trabajadores llevaba una manta grande escrita a mano que decía: “¿Por qué atacan
a los trabajadores que hacen el trabajo que otros no quieren hacer?”. Un hombre
dijo “Somos como los judíos de la Alemania nazi, o como los esclavos negros. El
gobierno quiere que seamos esclavos sin derechos. Hacemos el trabajo que nadie
quiere hacer por una bicoca, y encima de una patada nos deportan cuando les
conviene”. Otro hombre comentó acerca de la conexión entre la inmigración y el
dominio imperialista de sus países de origen: “A nuestros países los explotan
enormes corporaciones millonarias. En El Salvador el gobierno dice que esto es
el progreso, ¡pero están fomentando la pobreza! Porque la pobreza es el motor de
las grandes economías. El dinero que podría alimentar a los pobres lo están
absorbiendo las compañías extranjeras. Por eso los más pobres tienen que venir
aquí. Y aquí es la misma situación, los ricos no pueden hacer nada sin el
trabajo de los pobres”. Hubo una intensa búsqueda de respuestas y una gran
apertura hacia las soluciones revolucionarias y al movimiento comunista. Se
repartieron cientos de paquetes de ejemplares de Revolución y se
vendieron docenas de DVDs de Revolución: Por qué es necesaria, por qué es
posible, qué es
En una rueda de prensa antes de la marcha, líderes religiosos y profesionales
de servicios sociales se esposaron las muñecas en señal de protesta contra el
plan de extender la definición de “contrabandear ilegales” a toda persona que
los ayude. Días antes de la marcha, líderes de iglesias católicas, judías,
protestantes y evangélicas sacaron una declaración conjunta contra la HR4437. En
la marcha, un sacerdote católico anunció: “Las iglesias
evangélicas, protestantes y católicas no cerraremos las puertas a ningún
indocumentado ni a ningún ser humano. Si ayudar es un acto de desobediencia,
entonces desobedeceremos las leyes aunque tengamos que ir a la cárcel”.
A su lado, 40 niños tenían camisetas de “No somos criminales”. Si la HR4377
llega a ser ley, esos niños serían criminales por ir a la escuela.
Varios oradores apoyaron el proyecto de ley Kennedy-McCain. Dijeron que es
mejor porque ofrece una ruta a la (posible) legalización para los que cumplan
los requisitos y paguen multas por miles de dólares. Este proyecto de ley
mantiene viva la esperanza de legalización y de reunificación familiar, porque a
sus autores les parece que eso es un elemento necesario para mantener la paz de
la fuerza de trabajo inmigrante, que es de una importancia estratégica. Pero por
otra parte, propone la misma represión de alta tecnología en la frontera que la
HR4437.
Los presentes sabían en carne propia qué es la “seguridad fronteriza”. Un
campesino salvadoreño, arruinado por la dolarización de la economía de su país,
dijo que él fue el único que sobrevivió de un grupo que entró por el desierto
tras una caminata de un mes desde El Salvador. Otro dijo: “No importa cuántos
muros o militares pongan en la frontera, los hambrientos seguirán llegando. No
queremos soluciones que no abarquen a los que vendrán el año entrante”.
Con el actual clima de miedo irracional contra los inmigrantes, las
autoridades están pintando a los albañiles, las empleadas domésticas y los
agricultores como terroristas y pandilleros peligrosos. Pero a pesar de eso,
miles y miles salieron a la manifestación. Un señor de México dijo: “Quieren
meternos más y más en la oscuridad, pero salimos al sol”.
En Virginia, la policía ya se está portando como agentes de la Migra y
detiene y manda deportar por una infracción de tránsito. En Manassas, una ciudad
a unos 50 kilómetros al sur de Washington, los dueños de casa o los que alquilan
departamentos han recibido órdenes de desalojo o de arresto si en la misma casa
viven muchos miembros de la familia. ¡Qué buen ejemplo de “valores familiares” y
qué envidia le daría a Hitler esa maniobra! En diciembre, el consejo municipal
cambió la definición de “familia” y excluyó a primos, tíos y demás. Esto le ha
dado alas a los que quieren sacar a las familias inmigrantes de las colonias
blancas, y también les ha dado los medios judiciales para arrestarlos por el
crimen de vivir cerca de donde trabajan. Esto se ha aplicado inclusive a las
familias que son dueñas de su casa. Debido a las protestas, el consejo tuvo que
anular esa medida, pero la alcaldía sigue distribuyendo folletos que explican
cómo identificar “conglomeraciones ilegales de personas” y tiene una línea
telefónica destinada a recibir quejas anónimas. La edición en español del
volante recomienda dejar encendidas las luces toda la noche para que la policía
pueda ver si se está haciendo algo ilegal, como que un tío entre por la puerta
de atrás. Hace poco la policía fue a arrestar a una familia china a raíz de una
llamada anónima.
En el norte de Virginia también han estado operando las “Patrullas de Defensa
Civil de los Minutemen”: las tropas de choque contra los inmigrantes que tantas
alabanzas han recibido del Congreso y varios gobernadores de ambos partidos por
“valor y patriotismo en defensa de las fronteras”. Han dicho que las actividades
de los Minutemen en la frontera son “un clamor popular” y con eso justifican la
militarización de la frontera. Ahora los Minutemen operan en ciudades y pueblos
lejos de la frontera: se ponen a sacarle fotos a los jornaleros y a los que los
contratan a fin de meterles temor.
En el norte de Virginia la mayoría de la población ha sido de familias de
clase media blancas del ejército, el gobierno, el Pentágono y la CIA. En
Herndon, hubo protestas cuando los Minutemen se pusieron a fotografiar a los
jornaleros latinos que se reúnen en una tienda 7-11, pero han seguido en las
mismas. En el condado Montgomery de Maryland viven muchos inmigrantes y
tradicionalmente les ha ofrecido muchos servicios sociales; unas ciudades, como
Tacoma Park, tienen leyes para proteger a los inmigrantes. Pero aquí también los
Minutemen se han puesto a fotografiar a los jornaleros que esperan que los
contraten en los centros de CASA Maryland, una organización de apoyo a los
inmigrantes que los organiza para luchar por derechos y servicios básicos.
Cuando CASA Maryland recomendó a los inmigrantes fotografiar a los Minutemen
fotografiándolos y protestar donde estos viven y trabajan para que sus vecinos y
colegas se enteraran de sus actividades fascistas, los Minutemen corrieron a
quejarse a la policía y a sus amigachos del gobierno. Pidieron una investigación
de cómo usa la CASA Maryland los fondos públicos y acusaron a su director de
“alevosía” y de ¡poner en peligro a sus niños! En la marcha un señor dijo con
toda razón: “Los Minutemen tienen el apoyo del gobierno y, más que eso, hacen lo
que el gobierno quiere que hagan”.
El pueblo de Gaithersburg, Maryland, financió un centro de contratación de
jornaleros que antes se paraban en el estacionamiento de una iglesia. Los
Minutemen se pusieron a “patrullarlo”. Eso ha movilizado un polo reaccionario de
racistas patrióticos, que de otra forma estaba disperso. Ahora es posible que la
alcaldía cierre el centro de contratación.
En Riverdale, Maryland, muy cerca de Bladensburg, donde golpearon, le
rociaron gas pimienta y arrestaron a Joe Veale y AT por repartir volantes de
“Bush: Lárgate con todo y tu programa” en una prepa, los jornaleros que se
reúnen en una tienda 7-11 dicen que la policía los vigila todo el tiempo, les
agarra la ropa, los golpea y les quita los papeles de identificación. Uno dijo:
“A veces tenemos temor de qué nos pueda pasar mañana, nos han rociado con gas
pimienta, nos mueven del parqueo… suben los carros a la banqueta para
corrernos”. En respuesta, los jornaleros organizaron una rueda de prensa y
denunciaron la conducta de la policía. También formaron un comité para abrir un
centro de contratación.
En vista de este clima de ataques, la ola de resistencia de docenas de miles
de proletarios del fondo de la sociedad en esta ciudad, y de cientos de miles en
el país, es muy positiva y estimulante. Lo que se vio aquí el 7 de marzo, y más
aún en Chicago el 10, es el potencial de crear una polarización y un futuro muy,
muy diferentes de lo que quieren los proponentes de la HR4437.
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