Los Crímenes de Guerra Empiezan Desde Arriba
El Profesor John Yoo Debería Ser Despedido de la Escuela
de Leyes de Boalt -- y Procesado
Por CARLOS VILLARREAL
Los crímenes de guerra empiezan desde arriba. Así como la tortura y muertes
en Abu Ghraib y Guantánamo; la humillación de prisioneros iraquíes y afganos en
el campo; la rendición extraordinaria; la matanza indiscriminada usando rifles y
bombas de tipo clúster; estos se han transformado en nuevas normas de la guerra
de las cuales los líderes de los EEUU son responsables. Y como los crímenes de
guerra del pasado, el derramamiento de sangre empezó con el derramamiento de
tinta. Los más culpables no son los soldados rasos en traje de faena que
prenden a un prisionero desnudo con una correa para perros, sino los hombres y
mujeres en trajes que articulan las políticas.
John Yoo es uno de esos hombres de traje, y es insultante que sea pago por
los ciudadanos de California para modelar las leyes y mentes jóvenes en una de
nuestras más prestigiosas escuelas de leyes. Como organización, el Gremio
Nacional de Abogados distribuyó un informe de prensa en abril afirmando que Yoo
debería ser procesado como criminal de guerra y despedido de la Universidad de
California en Berkeley – Boalt Hall, donde es actualmente profesor de
abogacía.
La libertad académica es un asunto serio y debe ser abordado en este debate.
Todos hemos visto como las universidades han usado la ideología y otros medios
para despedir o por lo menos tratar de silenciar a los académicos izquierdistas.
Pero solo porque los directores de la Universidad han tenido un récord malo en
relación a la contratación, despido y promoción de profesores, eso no significa
que no debamos obligarlos a que hagan lo correcto, cuando las circunstancias así
lo demanden. En este caso, todos debemos reconocer que la Universidad debería
asignarle un proceso legal, a pesar que las víctimas de Yoo no tenían esa
protección. Sin embargo, debemos urgir a los directores de la Universidad para
empezar los procedimientos normales para despedir a un profesor, considerando la
seriedad del mal causado y el poder que tuvo Yoo cuando escribió su
memorando.
De acuerdo con el Rector Christopher Edley, ni el mal causado ni el poder y
la responsabilidad ejercidos por un profesor constituyen motivo para tomar
medidas contra Yoo. Como escribió Edley en la página de Internet de Boalt:
“Como asunto legal, lo que interesa aquí es un extracto relevante de la
“Política General de la Universidad en Relación a los Académicos Contratados”,
adoptada de forma amplia y generalizada en los 10 campus de la Universidad de
California tanto por el Senado Académico y la Junta Directiva de Regentes.
Tipos de conducta inaceptable: “Perpetración de un acto criminal que haya
llevado a ser declarado culpable por una corte judicial y que claramente
demuestre que la persona está descalificada para seguir siendo miembro del
cuerpo docente”. En este caso, Yoo claramente violó la segunda parte del padrón
referido por Edley, pero aún no ha sido condenado de un crimen por corte
judicial alguna. Eso no tiene importancia. El mismo Manual de Personal citado
por Edley dice que “Otros tipos de mala conducta, no citados específicamente
aquí, pueden ser sin embargo causa para acciones disciplinarias…” También
expresa específicamente que una de las objeciones disciplinares sería:
“Violación grave de políticas Universitarias que gobiernen la conducta
profesional del cuerpo docente, incluyendo pero no limitado a políticas
aplicadas a la investigación, actividades profesionales externas, conflictos de
interés, prácticas clínicas, violencia en el lugar de trabajo, y protección a
los delatadores”.
Hay varios hechos para que Boalt Hall considere cursar un juzgamiento justo.
Sus memorandos y otras evidencias son de dominio público y Yoo no se ha
distanciado de esos hechos. Con suerte, una corte judicial llegará
eventualmente a la conclusión que él (y Rumsfeld, González, Bush, Cheney,
et.al.) son culpables de un crimen, pero no queda claro si el sistema judicial -
que se inclina hacia la derecha en este país – tomará alguna actitud sin que
ocurra mucha presión para ello, eso si la llegan a tomar. Independientemente,
la ley es bastante clara sobre la forma en que deben ser tratados estos
prisioneros. Y lo que es más importante, el hecho que Yoo haya ignorado
principios morales importantes y universales en los argumentos de sus
memorandos, y la decisión misma de someter sus memorandos aún sabiendo cuáles
serían las consecuencias, ya es suficientemente horripilante. Si la Universidad
de California descubriese que un profesor de Medicina de UCSF participó en una
investigación ilegal que fuera dañina a los seres humanos, ¿lo dejaría seguir
enseñando? Espero sinceramente que no, y dependiendo de la extensión de los
hechos, yo los urgiría a que tomaran una actitud, aún cuando ese profesor
hipotético no haya sido juzgado o condenado por cualquier crimen.
La Escuela Boalt también debería tomar en consideración el poder y la
responsabilidad que tenía Yoo cuando escribió sus memorandos. No estaba
escribiendo sobre su opinión para una pequeña empresa o un gobierno municipal.
Estaba haciéndolo para la fuerza militar más poderosa del mundo, del gobierno
más poderoso del planeta mientras los últimos estaban manteniendo una guerra
global. Estaba escribiendo sobre prisioneros que ya habían sido capturados y
que se encuentran en cárceles de seguridad. La otra pregunta que se están
haciendo los abogados y académicos de la justicia es si los abogados deberían
enfrentar consecuencias criminales por su conducta cuando ésta sea puramente
profesional. Pero esto presume que un asunto se reduce a consejos legales malos
o erróneos o que el acto sea uno que recaiga plenamente dentro de la conducta
profesional de Yoo. En ese caso, la analogía es más la de un abogado
aconsejando a su cliente que cometer un asalto es perfectamente legal, cuando
asaltar a alguien es tanto ilegal como inmoral, y el abogado está tratando de
exprimir los límites legales para encubrir el hecho de que su cliente ha dado
una paliza a alguien.
Hay un precedente de responsabilidad criminal contra abogados en
circunstancias parecidas al caso Yoo. Philippe Sands, entre otros, ha
recientemente revisto el caso Nuremberg de los Estados Unidos contra
Altstoetter, en una cáustica historia en dos partes publicada en la revista
Vanity Fair llamada “La Luz Verde”. Sands escribe que el caso “fue llevado a
juicio por los Aliados para establecer el principio que los abogados y jueces
del régimen Nazista tuvieron una responsabilidad concreta por los crímenes del
régimen”. El principal acusado en ese caso fue encarcelado por 5 años,
principalmente por actuar como abogado – dando consejos legales (o para ser más
exacto, encubrimiento legal) a los opositores políticos “desaparecidos” del
régimen nazista.
John Yoo creó el marco legal para permitir la tortura. Y como el trabajo
legal realizado por Altstoetter que llevó a su condena, éste no fue realizado
meramente como un ejercicio académico o filosófico. Yoo creó ese marco para
legalizar a los torturadores, para encubrir sus actos y permitir políticas que
directamente traerían dolor, sufrimiento y muerte a los prisioneros mantenidos
por los EEUU y en contra de las leyes internacionales reconocidas. Ese es el
motivo por el cual Yoo debería ser despedido de Boalt, impedido de ejercer su
profesión y juzgado por crímenes de guerra.
Carlos Villarreal es Director Ejecutivo de la filial de la
Bahía de San Francisco del Gremio Nacional de Abogados. Puede ser contactado en
carlos@nlgsf.org
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