Una carga sobre las mujeres inmigrantes
- Jessica González-Rojas / Subdirectora del Instituto Nacional de Latinas para
la Salud Reproductiva.
- 2009-02-08
- | El Diario NY
Los que luchamos por los derechos de las mujeres inmigrantes estamos
trabajando para revocar un requisito nuevo que obliga que las mujeres jóvenes
reciban una cara y controvertida vacuna.
Este julio pasado, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados
Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) anunció que los que quieren cambiar su
estatus migratorio tendrán que recibir unas nuevas vacunas.
Una de estas es Gardasil, la vacuna contra el virus de papiloma humano (HPV,
por sus siglas en inglés), el cual previene el cáncer del cuello de útero. El
Gardasil es la única vacuna contra el HPV disponible en los Estados Unidos y es
la vacuna más cara que está de venta. Cuesta por lo menos $360 para el régimen
de tres inyecciones. En 2007 los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomendaron la vacuna y esta
decisión provocó por ley el mandato por parte del USCIS de requerirla para
procedimientos de inmigración.
Las nuevas reglas que requieren la vacuna de HPV aplican a solicitantes que
son mujeres entre 11 y 26 años de edad. Es el único requisito de vacunación que
afecta solamente a las mujeres, y por eso representa una carga sobre las mujeres
inmigrantes que solicitan una visa o un cambio de estatus migratorio.
Esta carga logra marginar aun más un grupo que ya tiene acceso reducido a
información y servicios de salud en términos de no sólo costo sino también
idioma y cultura. Para las mujeres que quieren cambiar su estatus, los
requisitos adicionales de vacunación crean barreras tremendas para cumplir uno
de los muchos pasos hacia la ciudadanía.
Las mujeres Latinas experimentan una tasa de cáncer del cuello de útero dos
veces más alta que las mujeres blancas. Por eso se deben hacer esfuerzos de
aumentar la educación sobre el HPV y el acceso a la vacuna, en vez de crear más
obstáculos en el proceso oneroso de inmigración.
La falta de seguro de salud, con el costo alto de la vacuna, limita el acceso
a la vacuna para las mujeres inmigrantes de bajos
ingresos.
En vez de dictar vacunas para los cuerpos de las mujeres inmigrantes, el
gobierno de los Estados Unidos debe aumentar el acceso a la información y los
servicios de salud sin sesgo, sin coacción, y que son competentes culturalmente,
y apropiados para la edad de la persona que los recibe.
Un mandato de vacunación dirigido solamente a mujeres jóvenes y no-ciudadanos
es sexista y xenófobo y sólo logra aumentar las ansiedades experimentadas por
muchas comunidades de personas de color sobre esta vacuna.
Únase a los activistas en pedir al CDC para quitar la vacuna de la lista de
vacunas requeridas. Firma la petición en nuestra blog aquí:
latinainstitute.wordpress.org
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