22 de abril del 2008
Reclutan soldados con pasado delictivo
LOLITA C. BALDOR / AP WASHINGTON
AP Photo/Saurabh Das
Tanto el Ejército como la Infantería de Marina han
tenido problemas para reclutar efectivos como parte de esfuerzo más amplio para
satisfacer las necesidades de combate de unas fuerzas armadas que luchan en dos
frentes. |
Las fuerzas armadas están buscando personal a como de lugar,
incluso si tienen antecedentes penales.
Bajo presión para satisfacer las necesidades de los frentes de guerra, el año
pasado entraron al Ejército y la Infantería de Marina muchos reclutas culpables
de delitos, incluso de homicidio y sexuales.
La información dada a conocer por una comisión del Congreso indica que el
número de soldados con antecedentes penales que han sido admitidos al Ejército
aumentó de 249 en el 2006 a 511 en el 2007, mientras que en la Infantería de
Marina la cifra subió de 208 a 350.
Estos números representan una pequeñísima fracción de las 180,000 personas
que se han incorporado al servicio activo en el Ejército, la Marina, la Fuerza
Aérea y la Infantería de Marina durante el año fiscal que terminó el 30 de
septiembre del 2007. Sin embargo, señalan una tendencia que ha causado
preocupación en los mandos militares y el Congreso.
La mayor parte de los delitos cometidos por los soldados que se mencionan en
el informe fueron allanamiento de morada, robos y delitos de drogas, pero hubo
nueve por delitos sexuales y seis por homicidio involuntario o vehicular. Varias
docenas de reclutas del Ejército y la Marina tenían condenas por agresión con
agravantes y robo, entre ellos delitos con armas de fuego.
Tanto el Ejército como la Infantería de Marina han tenido problemas para
reclutar efectivos como parte de esfuerzo más amplio para satisfacer las
necesidades de combate de unas fuerzas armadas que luchan en dos frentes. Por
ello la cantidad de reclutas que necesitan exenciones por delitos ha aumentado
en los últimos años, al igual que la cantidad que necesitan exenciones por
razones médicas o de aptitud.
El representante Henry Waxman, presidente de la Comisión de Supervisión y
Reforma de Gobierno de la Cámara, que dio a conocer la información, dijo que
podría haber razones válidas para justificar las exenciones y dar a los reclutas
una segunda oportunidad.
Sin embargo, agregó: "Hay preocupaciones de que el notable aumento en el
reclutamiento de personas con antecedentes penales es resultado de la presión de
las fuerzas armadas por la guerra en Irak, que puede socavar la disposición
combativa''.
Muchos de los reclutas cometieron los delitos cuando eran muy jóvenes.
Por ejemplo, varios de los casos de delitos sexuales entre los reclutas de la
Infantería de Marina eran adolescentes que tuvieron relaciones sexuales
consensuales con otras adolescentes menores de edad. En un caso del Ejército, un
chico de 13 años que lanzó un fósforo en el armario de su escuela fue acusado de
incendiario y recibió una exoneración seis años después.
"Las exoneraciones se otorgan después de una revisión completa del caso'',
dijo el teniente coronel Jonathan Withington, portavoz del Pentágono.
Withington agregó que el "desempleo, la prolongada guerra contra el
terrorismo, menos inclinación a servir [en las fuerzas armadas]'' y la renuencia
cada vez mayor de padres, maestros y otros adultos a recomendar a los jóvenes
que se alisten en las fuerzas armadas ha hecho que el reclutamiento se convierta
en un verdadero reto.
Según el Ejército, 18 por ciento de sus reclutas necesitó exoneraciones en el
año fiscal que terminó el 30 de septiembre, en comparación con 15 por ciento en
el año anterior. "En el Ejército crecemos con gran rapidez y hay algunas
exenciones, lo sabemos'', dijo el teniente general James D. Thurman, subjefe de
Operaciones del Estado Mayor. "Todavía no nos hemos alarmado''.
Thurman añadió que "lo mejor de entrenar a los soldados es darles liderazgo.
Alguien invirtió en mí. Eso es lo bello del Ejército de Estados Unidos, el
liderazgo... Hay que darle a la gente la oportunidad de servir''.
A finales del otoño pasado el Pentágono comenzó discretamente a buscar
alternativas para facilitar a las personas con antecedentes penales menores que
se alisten en las fuerzas armadas. El objetivo de esa revisión es lograr que las
exigencias de exoneraciones sean uniformes en todas las armas --el Ejército, la
Infantería de Marina, la Marina y la Fuerza Aérea-- y reducir el número de
delitos menores que ahora dispara el sistema.
Según información dada a conocer ayer, un poco más de la mitad de las
condenas de los 511 reclutas del 2007 fueron por robos, desde allanamiento de
morada hasta emitir cheques sin fondo y robar automóviles. Otros 130 fueron por
delitos relacionados con drogas.
Sin embargo, en el resto de los reclutados en el 2007 había dos homicidios
involuntarios, en comparación con uno en el 2006; cinco delitos sexuales --entre
ellos violación, incesto o agresión sexual--, en comparación con dos en el 2006,
y tres por homicidio con negligencia o vehicular, en comparación con dos 2006.
Dos reclutas fueron exonerados por amenazas terroristas, como amenazas con
bomba, en comparación con sólo uno en el 2006.
Por lo menos 235 de las 350 exenciones que otorgó la Infantería de Marina en
el 2007 fueron por robo y 63 por asalto o robo que podrían haber incluido el uso
de un arma. El resto incluyó una exención por homicidio involuntario en el 2007,
comparado con ninguna en el 2006; cuatro por delitos sexuales, en comparación
con uno en el 2006, y cinco por amenazas terroristas, como amenazas con bomba,
mientras que en el 2006 hubo sólo dos.
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