06-10-2007
Proyecto Censurado 2008
Impunidad para los criminales de guerra de Estados Unidos
Jeff Stein Congressional Quarterly
Momentos antes de aprobarse en el Congreso, una misteriosa disposición fue
incluida en la nueva ley Military Commission Act (MCA), firmada por el
presidente Bush el 17 de octubre de 2006 (véase la historia nº 1). La norma
redefine la tortura, quitándole lo más riguroso a la mayoría de las técnicas
polémicas que tipifican los crímenes de guerra y exime de proceso judicial a los
interrogadores que hayan cometido tales ultrajes desde noviembre de 1997.
El periodista Jeff Stein preguntó: "¿Quién deslizó en la ley MCA esas
disposiciones que de lejos eximirán de proceso judicial a los torturadores?" La
Casa Blanca niega cualquier implicación o conocimiento respecto a la inserción
de tal normativa, dejando en el misterio el origen del ajuste de esta parte
significativa de la ley MCA.
El motivo para esta provisión, sin embargo, conduce claramente a la cabeza de
la administración Bush, como un pasadizo eficaz en los esfuerzos de EEUU por
reescribir la Convención de Ginebra sobre Crímenes de Guerra, tal como indican
los testimonios bajo juramento del teniente general Randall M. Schmidt, mayor
general Mike Dunlavey y el brigadier comandante general Janis Karpinski, cuando
se debatió la responsabilidad del ex secretario de defensa Donald Rumsfeld, del
vice presidente Dick Cheney y del presidente George Bush en la dirección de los
actos de tortura sobre los detenidos de Guantánamo y Abu Ghraib (ver censura
2007, historia nº 7).
Un portavoz del Centro por los Derechos Constitucionales comentó: "Las
discutibles definiciones restringidas de la MCA eximirían a ciertos funcionarios
de EEUU que han puesto en ejecución técnicas coactivas de interrogación o
tuvieron responsabilidad de comando en el procesamiento de crímenes de guerra".
Esta enmienda se diseñó para proteger a los autores del gobierno de EEUU de los
abusos cometidos durante la prosecución de la 'guerra contra el terrorismo'.
Joanne Mariner, de Human Rights Watch, agregó que el efecto de esta
disposición de la MCA 'es que los perpetradores de diferentes categorías de
variados crímenes de guerra cometidos podrán quedar largamente sin castigo bajo
ley de EEUU”.
En su totalidad, la MCA se desarrolló fuera de la necesidad de eliminar la
declaración del Tribunal Supremo de junio de 2006 sobre la inconstitucionalidad
de las comisiones militares montadas precipitadamente por la administración. Esa
decisión trascendental del Tribunal Supremo confirmó que todos los presos bajo
custodia de EEUU deben ser mantenidos de acuerdo con el artículo 3 de la
Convención de Ginebra, que prohíbe 'ultrajes sobre la dignidad personal, en
particular un trato humillante y degradante”. A través de la aprobación de la
MCA, el Congreso y el presidente negaron el papel correctivo de las cortes en la
comprobación del equilibrio de los actos del poder ejecutivo.
Un ayudante del senado involucrado en el diseño de la versión del proyecto
patrocinado por John McCain, Lindsey Graham y John Warner dijo: 'Nosotros no
teníamos ninguna idea de que [la disposición relativa a la impunidad] vino o
cómo llegó'. La portavoz de la Casa Blanca Dana Perrino dijo que los cambios no
vinieron de la oficina del consejo. 'Pudieron venir de otra parte de dentro de
la Casa Blanca o del departamento de Justicia,' dijo. 'Pero no vino de
nosotros'.
Sea como fuere, la enmendada disposición fue aprobada y ahora forma parte de
la ley de EEUU.
Fuente: Congressional Quarterly, November 22, 2006 Título: “A
Senate Mystery Keeps Torture Alive-and Its Practitioners Free” Autor: Jeff
Stein http://public.cq.com/public/20061122_homeland.html Estudiante
Investigador: Marley Miller Evaluador Académico, James Dean Ph.D.
Traducción: Ernesto Carmona (especial para
ARGENPRESS.info)
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