Otro ratón más abandona el barco: La renuncia de Karl Rove
Michael Thiesen
14 de agosto de 2007
El lunes, 13 de agosto, el funcionario de la Casa Blanca Karl Rove anunció
que saldrá del gobierno de Bush a finales del mes. Rove ha sido el principal
estratego político de Bush desde el comienzo de su carrera política. Ha sido tan
amigo del presidente que se le llamó “el cerebro de Bush”. Bush estaba a su lado
mientras Rove hizo su anuncio.
Bush dijo: “Karl Rove se va más adelante en el camino. Hemos sido amigos por
mucho tiempo y vamos a seguir siendo amigos. Le llamaría un muy buen amigo mío.
Nos hemos conocido desde que éramos jóvenes interesados en servir a nuestro
estado. Trabajamos juntos para estar en la posición de servir al país. Así que
te agradezco a mi amigo. Te seguiré en un ratito más”. Con toda probabilidad
Bush se refería al período después del 20 de enero de 2009, pero no podemos
esperar hasta entonces para mandarle por ese camino ya. Después del anuncio,
Bush y Rove salieron juntos para una vacación en Texas.
En este momento no está del todo claro por qué Rove se va (dice que es para
pasar más tiempo con su familia), pero sale bajo una oscura sombra política y
judicial. Logró evitar acusaciones en el escándalo de Valerie Plame/Wilson/CIA,
mientras Scooter Libby se sacrificó, y más recientemente ha estado esquivando la
investigación del Congreso sobre los despidos de abogados federales. Se negó a
acatar a un citatorio y tampoco fue a una audiencia del Congreso que investigaba
su uso indebido de cuentas de correo electrónica del Comité Republicano
Nacional. Dijo que el privilegio ejecutivo lo justifica. Ahora encara la
posibilidad de otro citatorio por contumacia ante el Congreso.
Rove es uno de varios ratones que en los últimos meses han abandonado el
gobierno de Bush por su conexión con los despidos de abogados federales. También
lo hizo Harriet Miers, la principal abogada de la Casa Blanca, quien se negó a
dar testimonio sobre el escándalo de los abogados despedidos y ya ha recibido un
citatorio por contumacia ante el Congreso. Sara Taylor, sub ayudante al
presidente y directora de asuntos políticos, también dejó el gobierno a raíz del
escándalo. Ella reportaba directamente a Rove. Obligaron renunciar a varios
abogados del Departamento de Justicia que tenían conexión con los despidos. Es
más, aumenta la presión para la renuncia del secretario de Justicia, Alberto
Gonzáles, debido a su papel en el asunto.
El Congreso también investiga a Rove por el papel destacado que desempeñó en
una serie de informes políticos que altos funcionarios de la Casa Blanca dieron
a varias dependencias de la rama ejecutiva y a su personal. Parece que los
informes violaron la Ley Hatch, que prohíbe que los funcionarios políticos
utilicen recursos gubernamentales para fines partidistas. Los que critican a
Rove dicen que esos informes servían para ayudar a candidatos republicanos en
elecciones por todo el país.
Para todos los que odian al gobierno de Bush y todo lo que representa, la
salida de Rove, como la salida de Rumsfeld, es una noticia bienvenida. Pero no
podemos conformarnos con la salida del cerebro de Bush. Tenemos que acelerar la
salida de Bush, Cheney y todos sus esbirros, para el bien de los pueblos del
mundo.
El Mundo no Puede Esperar seguirá informando sobre esta noticia y los demás
escándalos en que Rove haya participado. Su renuncia no hará que todo se olvide
ni tampoco protegerá a los demás altos funcionarios involucrados.
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