Llama el gobernante estadunidense a "cerrar filas contra la ideología islamita"
"Mientras yo sea presidente no saldremos de Irak", sostiene Bush
Aunque admite sentirse "frustrado por momentos", insiste en que el repliegue
sería "un error"
Urge al Consejo de Seguridad de la ONU a imponer sanciones a Irán por su
proyecto nuclear
AFP, REUTERS Y DPA
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El presidente George W. Bush, en un momento de la
rueda de prensa que ofreció ayer en la Casa Blanca Foto
Reuters |
Washington, 21 de agosto. En una conferencia de prensa marcada por las
noticias provenientes de casi todos los frentes de guerra en el mundo, el
presidente George W. Bush reconoció hoy que en los próximos dos años y medio que
restan de su administración no retirará a las tropas de Irak, hizo un llamado a
cerrar filas contra lo que llamó "la ideología islamita", urgió al Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas (ONU) a imponer sanciones a la República Islámica
de Irán -si no cesa la producción independiente de combustible nuclea- y a
formar una zona de seguridad al norte de Israel, que facilite el desarme de la
guerrilla chiíta de Hezbollah.
Sobre el viejo conflicto con Corea del Norte -descrito casi cuatro años como
el tercer miembro del eje del mal, junto a Irán y el Irak de Saddam Hussein-, el
mandatario estadunidense informó haber telefoneado al líder chino, Hu Jintao,
para pedirle que interceda ante el presidente Kim Jong Il y le envíe "un claro
mensaje" para que detenga el desarrollo de armas nucleares.
"No nos iremos mientras yo sea presidente", manifestó Bush contundente,
cuando respondía a una pregunta sobre la creciente presión de la opinión pública
de su país, que reclama el retiro de la fuerza de ocupación de Irak, actualmente
con alrededor 130 mil uniformados en el terreno y una lista de dos mil 608
muertos.
La sique desgastada
Los temas vinculados a las guerras que Estados Unidos directamente libra -con
énfasis en Irak- han cobrado fuerza en las últimas semanas en la medida en que
se aproximan las elecciones legislativas de noviembre, razón por la cual el
republicano dijo hoy que el tema de Irak desgasta la sique de los
estadunidenses.
"Hay una diferencia fundamental entre numerosos demócratas y mi partido.
Ellos se quieren ir antes de que el trabajo esté terminado en Irak", dijo Bush
al entrar de lleno en el tema electoral, para luego señalar: "Hay muchas
personas, personas de bien, que reclaman un retiro ahora. Es un error. Sería una
catástrofe antes de concluir la misión" en Irak.
Una encuesta de la cadena CNN que se conoció este lunes mostró que el grado
de aprobación de Bush sigue siendo débil, a pesar del aumento de dos puntos
desde un sondeo a principios de agosto.
CNN indicó que su encuesta más reciente mostró que 42 por ciento de
estadunidenses aprueba el desempeño del republicano, comparado con un 57 por
ciento que desaprueba su manejo de la presidencia.
Bush fue presionado por los reporteros a hablar sobre la amenaza de guerra
civil en el país invadido, luego de un año de incesantes agresiones entre la
mayoría chiíta y la minoría sunita, que ha causado el desplazamiento forzoso de
cientos de familias y la muerte de miles de personas, en hechos dramáticos como
la estampida de agosto de 2005 en Bagdad -con saldo de 965 fallecidos- o el
atentado contra el templo chiíta del domo dorado, en febrero pasado.
"Escucho hablar de guerra civil. Estoy preocupado por ello, obviamente", dijo
Bush sin reconocer el término que cada vez suena más fuerte en las audiencias
del Congreso estadunidense, con la participación de los mandos castrenses que
dirigen al ejército de ocupación en Bagdad.
La administración Bush se muestra reticente a utilizar el término "guerra
civil" y prefiere hablar de "violencia interconfesional" o "sectaria", pero
durante una audiencia ante un comité del Senado, el jefe del comando central
(Centcom), que supervisa las operaciones estadunidenses en Irak, el general John
Abizaid, y el jefe del estado mayor conjunto, el general Peter Pace, debieron
abordar el asunto con las palabras precisas, aunque sólo como una posibilidad
futura.
"Es posible que Irak se dirija a una guerra civil" si la violencia no es
detenida, afirmó Abizaid. "Esto puede transformarse en una guerra civil", dijo
Pace a su vez.
Pero Bush, quien dijo sentirse "frustrado" en algunas ocasiones por los
acontecimientos en Irak, aprovechó este lunes los continuos reportes sobre
situaciones de "violencia" y la "amenaza terrorista" para justificar el
mantenimiento de las tropas en ese país.
"Un Irak debilitado en el corazón de Medio Oriente suministraría un lugar
seguro a los terroristas y extremistas. Fortalecería a los que intentan
contrarrestar las ambiciones de los reformistas", destacó Bush.
"Eso fortalecería a Irán", añadió el gobernante, quien en otro momento de la
conferencia de prensa sugiró a Teherán el cumplimiento de fechas límite
establecidas por la ONU para que desista de producir combustible nuclear
mediante el enriquecimiento de uranio.
"Si la gente se burla del Consejo de Seguridad de la ONU, eso debe tener
consecuencias", dijo Bush en alusión al plazo fijado para el 31 de agosto.
Terrorismo contra democracia
En relación con los temas de Medio Oriente, el republicano dijo que "lo que
resulta interesante con la violencia en Líbano, Irak y Gaza, es que se trata de
grupos terroristas que intentan frenar los avances de la democracia", y afirmó
que en esta región, la comunidad internacional se enfrenta a "una ideología
islamita" -término que ha utilizado previamente-, que sólo puede ser derrotada
"a largo plazo", mediante "otra ideología que compita con un gobierno que
responda a la vountad del pueblo".
En cuanto a Líbano, Bush señaló que Washington no contribuirá con tropas para
la Fuerza Interina de Naciones Unidas, pero prometió una "ayuda humanitaria" del
orden de los 230 millones de dólares -que incluye 25 toneladas de trigo-, tres
días después de que Hezbollah comenzó a repartir dinero en efectivo a las
personas que perdieron sus casas, lo que significaría entregas por un total de
150 millones de dólares, según se informó en Líbano el viernes pasado.
La Casa Blanca anunció poco después de la conferencia de Bush la liberación
inmediata de 13 millones y medio de dólares en "ayuda de emergencia" para
Líbano, luego de 34 días de devastadores ataques israelíes, que según el
gobierno libanés dejaron daños calculados -hasta ahora- en 3 mil 600 millones de
dólares.