IRAK:
Más crímenes ocultos de EEUU salen a la luz
Por Dahr Jamail y Arkan Hamed
BAGDAD, 12 jun (IPS) - Tras la revelación de la masacre de civiles
perpetrada en la occidental ciudad iraquí de Haditha, más crímenes ocultos de
las fuerzas de ocupación estadounidenses empiezan a conocerse. Ahora muchos
hablan del caso de dos mujeres asesinadas cuando se dirigían a un hospital.
Según se informó en un principio, Nabiha Nisaif Jassim, de 35 años y
madre de dos niños, y su prima Saliha Mohammed Hassan, de 57 años, murieron en
medio de disparos el 30 de mayo, cuando eran llevadas al Hospital General de la
septentrional ciudad Samarra, adonde la primera iba a dar a luz.
Pero lo
que no se dijo, de acuerdo con un investigador de violaciones a los derechos
humanos iraquí que habló con IPS a condición de mantenerse en el anonimato, es
que las dos mujeres recibieron balazos en la nunca de parte de francotiradores
estadounidenses.
"Investigué yo mismo el caso. Las dos mujeres
recibieron los disparos desde atrás. Restos del cerebro de Nabiha salpicaron a
su hermano, quien manejaba el coche, ya que ella estaba en el asiento trasero",
indicó.
El ejército estadounidense informó que los soldados dispararon
contra el automóvil luego de que éste ingresó en un "área claramente marcada
como prohibida cerca de un puesto de observación" y no se detuvo aun después de
"repetidas alertas visuales y auditivas". Según las fuerzas de la ocupación "se
hicieron disparos para inutilizar el vehículo".
Sin embargo, el hermano
de la mujer embarazada, Redam Nisaif Jassim, quien manejaba el automóvil,
aseguró a IPS que ni oyó ni vio ningún tipo de alerta. Por su parte, dos hombres
que presenciaron lo ocurrido desde una casa cercana coincidieron en que no hubo
advertencias de parte de los soldados estadounidenses.
"Este tipo de
asesinatos a manos de los estadounidenses ocurren todos los días en Irak. No
dieron ninguna advertencia antes de matar a mi prima y a mi hermana. Por
supuesto, nosotros sabemos que no tienen ningún respeto por la vida de los
iraquíes", dijo Jassim.
Las fuerzas de Estados Unidos afirman que el
caso está siendo investigado.
El Departamento de Estado (cancillería)
estadounidense reconoció a inicios de este mes que infantes de marina (marines)
asesinaron en noviembre a 24 civiles --incluida una mujer de 66 años y un niño
de cuatro-- en Haditha, en el occidente de Irak
Ahora se investiga lo
ocurrido en Haditha y la manera en que los militares ocultaron los hechos. El
informe inicial dado por los marines fue que solo 15 civiles habían muerto al
estallar una bomba instalada en una carretera y en enfrentamientos con
insurgentes.
En el caso de las dos mujeres asesinadas en Samarra todo
indica que también hubo un ocultamiento de los hechos.
"El área en la
que fueron asesinadas por los estadounidenses estaba sin marcar", dijo a IPS el
investigador iraquí, y añadió que una señal de advertencia fue colocada después
del incidente.
Como en el caso de Haditha, se debe investigar tanto lo
ocurrido como la forma en que se ocultaron los hechos, sostuvo.
Según el
investigador, los soldados estadounidenses no hicieron ningún intento de asistir
a las mujeres luego de haberles disparado.
Al día siguiente, Redam
Jassim fue citado a la estación de policía local.
"Los estadounidenses
me ofrecieron 5.000 dólares, y me dijeron que no era una compensación, sino
parte de una tradición", contó Jassim a IPS.
El ejército de Estados
Unidos por lo general ofrece 2.500 dólares en compensación por matar a un
iraquí. Jassim dijo que rechazó el pago.
Las fuerzas de ocupación
estadounidenses reconocieron en un informe del Departamento de Defensa entregado
al Congreso legislativo que pagaron 19 millones de dólares en compensaciones a
iraquíes el año pasado, la mitad de los cuales fueron entregados por los marines
en la provincia de Al Anbar, al oeste de Bagdad.
Jassim contó a IPS y al
investigador de derechos humanos que el traductor de las fuerzas estadounidenses
le pidió que firmara un papel escrito en inglés. Luego de hacerlo, le ofrecieron
otra vez el dinero, pero él lo volvió a rechazar.
Este iraquí vive con
su familia en una aldea llamada Al Muta'assim, a 40 minutos de automóvil del
hospital de Samarra. La mayoría de las personas allí no hablan ni leen inglés.
"Es claro que los estadounidenses intentaron engañarlo y tapar sus
huellas al mismo tiempo. Como en Haditha, este caso, así como muchos otros que
no podemos seguir, requieren una investigación verdaderamente independiente, y
no una sola hecha por los soldados estadounidenses", dijo el investigador.
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