Estados Unidos y Gran Bretaña llevaron a cabo maniobras militares con el fin
de prepararse para una posible invasión de Irán en 2004. Los simulacros,
bautizados como "Hotspur", se realizaron en la base estadounidense de
Fort Belvoir, en Virginia, en julio de hace dos años.
oy
se sabe que el Reino Unido tomó parte en estos ejercicios militares, pese a que
el ministro de Exteriores británico, Jack Straw, había
reiterado en numerosas ocasiones que un ataque militar contra Irán era
inconcebible.
Un portavoz del Ministerio de Defensa británico restó importancia ayer al
papel de su país en esas maniobras. "Esos ejercicios estaban diseñados para
probar los límites de los altos oficiales en escenarios ficticios. Hemos
utilizado países y situaciones inventadas basándonos en mapas reales",
señaló.
Las revelaciones sobre las maniobras angloestadounidenses coinciden con una
nueva intensificación de la crisis con Teherán por su programa nuclear. También
con la revelación de un informe estadounidense según el que la Casa Blanca está
contemplando un ataque táctico contra Irán.
Los ejercicios angloestadounidenses tuvieron lugar justo un año después del
lanzamiento de la invasión contra el régimen iraquí de Saddam
Hussein por estos dos ejércitos. Se centraron en el Mar
Caspio, con una hipotética fecha de invasión: 2015. Aunque los
diseñadores de la estrategia de las maniobras afirman que el simulacro se basó
en datos ficticios y en un imaginario país de Oriente Próximo llamado "Korona",
su delimitación corresponde exactamente con la de Irán y las características del
enemigo se asemejaban a las de la República Islámica.
Hotspur tuvo lugar en un momento en que EEUU aceleraba sus planes militares,
después de su éxito al derrocar a Sadam Husein en el vecino Irak, para un
posible conflicto con Teherán. William Arkin, un ex funcionario
de la Inteligencia Militar estadounidense, quien fue el primero en escribir
sobre los planes de contingencia para un eventual ataque nuclear contra Irán en
su columna sobre asuntos militares de la edición online del diario The
Washington Post, afirma: "EEUU está realmente preparándose en el campo
militar, construyendo estrategias de guerra y estudiando opciones, mapas,
avanzando en sus pensamientos".
Por su parte, el jefe de los Guardianes de la Revolución de la
República Islámica, el general Yahya Rahim Safavi, ha advertido a EEUU
sobre cualquier ataque contra su país, subrayando que las fuerzas
estadounidenses en Irak y en la región son "vulnerables", informa la agencia
France Presse.
Después del fracaso de la misión esta semana del director del Organismo
Internacional para la Energía Atómica, Mohamed el Baradei,
Rusia ha anunciado una iniciativa diplomática que consiste en albergar una nueva
ronda de negociaciones en su capital, Moscú, el próximo martes, en la que
participarán EEUU, la Unión Europea y China.
Washington ya tiene ideada su estrategia diplomática en esta nueva mesa de
negociación. Presionará a sus aliados para que consideren imponer sanciones
contra Irán, que incluyen el congelamiento de sus activos y restricciones
migratorias para algunos miembros del Gobierno iraní, según anunció el
Departamento de Estado norteamericano. Las opciones se contemplan en el
capítulo 7 de la Carta de la ONU, según el portavoz del
Departamento de Estado, Sean McCormack. "Estas son todas las herramientas a
disposición de la comunidad internacional", dijo.
Alfombras y pistachos
El Consejo de Seguridad de la ONU ha dado a Teherán hasta el 28 de abril para
suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio. Aún así, las autoridades
iraníes anunciaron el martes pasado que habían logrado enriquecer uranio. Sin
embargo, un general ruso, el jefe del Estado Mayor Yuri
Baluyevski, afirmó que las actividades nucleares de Irán no le
permitirán acceder a las armas atómicas ni siquiera a largo plazo, informa
Efe.
El número tres del citado Departamento estadounidense, Nicholas
Burns, será el encargado de encontrar en Moscú un consenso sobre la
iniciativa de EEUU junto a sus colegas europeos, además de Canadá, Rusia, China
y Japón. "Estos encuentros deberán permitir preparar el terreno para nuevas
etapas diplomáticas, acciones concretas tomadas por el Consejo de Seguridad para
acrecentar la presión contra el régimen iraní", indicó McCormack según precisa
France Presse.
El plan que contempla la Casa Blanca también plantea reducir algunas
relaciones comerciales que existen aún con Irán, como la importación de
alfombras y la de pistachos. Sin embargo, por el momento, no se plantea
mencionar el tema de las exportaciones iraníes de petróleo y gas
natural, los sectores cruciales de la economía de la antigua Persia,
según precisó un responsable del Departamento de Estado norteamericano. "Lo que
no queremos hacer es aumentar el sufrimiento del pueblo iraní; sólo queremos
presionar al régimen", señaló.