Crece temor por redadas
Son casi 600 los inmigrantes indocumentados detenidos en
Mississippi
LAUREL, Mississippi.— La gran redada realizada en una planta de
manufactura en el sur de Mississippi, que causó pánico entre las familias
hispanas del pequeño poblado de Laurel, tuvo como resultado la detención de casi
600 inmigrantes, y no 350 como se había dicho en un principio.
Un trabajador detenido en la operación del pasado lunes realizada en Howard
Industries Inc., una productora de transformadores eléctricos, dijo que sus
colegas aplaudieron mientras los inmigrantes eran puestos bajo custodia.
Los detenidos son originarios de Brasil, El Salvador, Guatemala, Honduras,
México, Panamá, Perú, y Alemania, afirmó Bárbara González, portavoz de la
Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Aproximadamente cien de los arrestados fueron liberados por razones
humanitarias. Muchos de ellos eran madres a las que se les colocaron brazaletes
electrónicos para vigilarlas y se les permitió volver con sus hijos, informaron
las autoridades.
Elizabeth Alegría, mexicana inmigrante de 26 años, se encontraba trabajando
en el momento que los agentes de ICE realizaron la operación. Cuando los agentes
supieron que era madre de dos hijos, de 4 y 9 años, le colocaron un brazalete y
le indicaron que debía presentarse en la corte el próximo mes. Su esposo no tuvo
tanta suerte.
"Estoy muy asustada porque no sé si van a dejar ir a mi esposo y cuándo lo
voy a ver", afirmó Alegría a través de un traductor, al tiempo que regresaba a
Howard Industries para recuperar su auto.
Otros 475 empleados fueron trasladados a una instalación federal de la ICE,
en Jena, Louisiana. Nueve de los detenidos que eran menores de 18 años fueron
puestos bajo custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados.
Las autoridades federales afirmaron que un trabajador sindicalizado
proporcionó la información con la que se comenzó la investigación a la fábrica
hace varios años.
John Foxworth, el abogado que representa a algunos de los inmigrantes
detenidos, afirmó que el martes ocho de ellos se habían presentado en la corte
federal en Hattiesburg, Mississippi, acusados por el supuesto uso de números de
seguro social falso e identificaciones de residencia fraudulentas.
Tantos trabajadores fueron capturados en la redada que la planta fue cerrada
por un día.
"Esta es una operación policial con un objetivo específico, la cual forma
parte de una investigación en curso de ICE que ha demostrado que en Howard
Industries se contrata a inmigrantes ilegales", afirmó González.
En una declaración al diario The Laurel Leader-Call, Howard Industries dijo
que la compañía "realiza toda verificación permitida para asegurarse del estatus
migratorio de quienes solicitan empleo".
"Es política de la compañía contratar solamente a ciudadanos estadounidenses
e inmigrantes legales", dijo la declaración.
Pánico
Por otro lado, apenas los agentes de inmigración habían abandonado Postville
cuando circularon rumores de que en Perry, a unos 200 millas (320 kilómetros) al
suroeste, se preparaba otra redada de hispanos.
El rumor era falso, pero se diseminó como un fuego en la pradera a través de
la comunidad hispana de esta ciudad de la región central de Iowa, reflejando una
nueva realidad para muchas poblaciones.
En sitios como Perry, donde los hispanos constituyen ahora, al menos una
cuarta parte de la población, los residentes han comenzado a preguntarse: "Nos
tocará ahora a nosotros?".
"Nos sentimos ahora más vulnerables", dijo Angélica Cárdenas, de 28 años, que
trabaja en el sistema escolar de Perry. "Siempre existen temores de algo como
esto, pero con estas redadas ahora sabemos que se trata de algo real".
La decisión del gobierno federal de lanzar redadas contra indocumentados en
vasta escala — 389 personas fueron arrestadas en la planta Agriprocessors Inc.
de Postville, el 12 de mayo, y casi 600 en la empresa Howard Industries Inc. de
Laurel, Mississippi, el lunes — ha causado temor en poblaciones hispanas de todo
el país.
"Estas redadas han subrayado las dificultades que enfrentan las poblaciones
en esta situación", dijo Ana María García Wahl, profesora adjunta de sociología
en la universidad Wake Forest que estudia temas de inmigración en las planicies
centrales de Estados Unidos y en el sur. "No estoy segura que todas esas
poblaciones tengan la capacidad de lidiar y proporcionar una intervención en
épocas de crisis", añadió.
Postville ha perdido más de una cuarta parte de su población, que antes de
las redadas alcanzaba a los 2,300. Además de los trabajadores detenidos, decenas
huyeron o se ocultaron.
Muchas personas perdieron no sólo sus trabajos, sino también sus viviendas.
Niños fueron separados de sus padres. Algunos negocios estuvieron a punto de
colapsar.
Como Postville, Perry ha estado sujeto a vastos cambios demográficos causados
por una planta frigorífica en los suburbios de la población.
La comunidad hispana en la ciudad, que contaba con unos 7,600 residentes, ha
crecido de manera gradual durante los últimos 20 años, dijeron las
autoridades.
"Es una comunidad diferente que cuando era niño, eso hay que darlo por
seguro", dijo Brett Roberts, que trabaja en una empresa de seguros en Perry. "No
es algo malo, pero es un hecho".
La diversidad de la población puede observarse en las calles, donde en el
centro, unas seis cuadras, hay media docena de negocios hispanos. Eso incluye un
popular restaurante mexicano y una panadería a algunos metros de distancia.
La planta que atrajo a la mayoría de los hispanos se halla alrededor de un
kilómetro y medio (una milla) del centro. Fue construida por Oscar Meyer hace
varias décadas, aunque ha cambiado de dueño en varias ocasiones.
Tyson Foods Inc., que asumió el control de la planta en 2001, la usa para
procesar productos derivados del cerdo. Es también la principal empleadora de
Perry, pues allí trabajan unas 1,200 personas.
Cuando la alcaldesa Viivi Shirley observó informes periodísticos por
televisión sobre la redada en Postville, de inmediato pensó, "Gracias a Dios, no
fue Perry".
Poco después de enterarse de la redada en Agriprocessors, donde más de la
mitad de los empleados eran indocumentados, Shirley habló con el gerente de la
planta de Tyson para preguntarle acerca del estatus legal de sus
trabajadores.
Ella abandonó la reunión satisfecha de que la planta de Tyson estaba en
orden, aunque aún preocupada por la posibilidad de una redada en la población.
Shirley dijo que estaba orgullosa de la forma en que los nuevos residentes
hispanos se han fusionado con los residentes más viejos de Perry, y teme que una
redada ponga fin a años de progreso.
Por su parte, funcionarios de Tyson dijeron que están convencidos de que la
mayoría de sus empleados se hallan en Estados Unidos de manera legal.
Gary Mickelson, vocero de Tyson, dijo que "tenemos tolerancia cero para
emplear a trabajadores que no están autorizados a trabajar en Estados
Unidos".
Pero Shirley y otros en la población no son tan ingenuos.
Cuando se preguntó a Dan Brickner, jefe de policía, si hay indocumentados en
la población, respondió sin vacilar, "Sí, estoy seguro que los hay".
Luego de enterarse de las dos grandes redadas en Iowa en poco más de un año
—la planta de Agriprocessors y un frigorífico en Marshalltown — funcionarios de
Perry hicieron en fecha reciente preparativos para lidiar con una redada similar
en esta zona.
El director del sistema escolar, Randy J. McCaulley, dijo que se ha preparado
un plan de emergencia en caso de una incursión de los agentes de inmigración,
del mismo modo en que se hacen preparativos para calamidades tales como un
tornado, o un incendio.
Los padres han recibido una nota donde se les pide que proporcionen
información sobre a quien se debe contactar en caso de emergencia, y
asegurándoles que los alumnos estarán seguros en caso de una redada.
Pero aún así, persisten los temores en la comunidad hispana de Perry.
"Usted puede observar que las personas están en general más asustadas", dijo
Rosa González, de la organización Grupo de Hispanos Unidos por Perry. "Algunos
de ellos, ni siquiera se animan a salir a la calle como hacían antes".
Wendy Goodale, directora de la Cámara de Comercio de Perry, dijo que los
hispanos han ayudado a revivir la comunidad y que si esta es desalojada como
resultado de una incursión de las autoridades de inmigración, "Será un duro
golpe para nuestra comunidad, tanto a nivel cultural como económico".
¡Hazte voluntario para traducir al español otros artículos como este! manda un correo electrónico a espagnol@worldcantwait.net y escribe "voluntario para traducción" en la línea de memo.
E-mail:
espagnol@worldcantwait.net
|