El Asesinato de Obama, SA
Por Margaret Kimberley 10 de febrero de 2010
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar
“No hay garantías o acusaciones o jurados de investigación para que
Obama decida asesinar a cualquier individuo que escoja.”
Nadie tiene el derecho de asesinar, o se nos ha dicho eso. Sin importar el
motivo, el asesinato es ilegal, y el sistema legal legítimamente pone el listón
muy alto antes de excusar este acto. No sucede lo mismo cuando el gobierno es el
involucrado. Nuestro profesor presidente de ley constitucional, Barack Obama,
como su anterior predecesor George W. Bush, reclama el derecho de asesinar a
ciudadanos americanos.
Después de los ataques del 11 de Septiembre del 2001, Bush le dió a la CIA y
más tarde a la fuerza militar, permiso para asesinar americanos ciudadanos en el
extranjero si esas personas eran declaradas amenazas a los Estados Unidos, su
gente o sus intereses. El presidente Obama considera que él también puede
decidir el asesinar americanos si los declara terroristas. Esto no es una
afirmación hecha por la conspiración de teóricos de sombrero de estaño. El
Director del Presidente de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, declaró bajo
juramento ante un comité congresional, que el presidente puede dar “permiso
especial” para señalar ciudadanos americanos para la muerte.
En palabras que harían a George Orwell orgulloso, Blair explicó que la
justificación para asesinar es el tomar acciones contra la amenaza de vidas
americanas. “Si esa acción directa – creemos que esa acción directa involucrará
el asesinato de un americano, tenemos permiso especial para hacer eso.” Así que,
si un americano fuera de los Estados Unidos está considerado una amenaza para
otras vidas americanas, el americano sospechoso puede ser asesinado con órdenes
del presidente. Si esa lógica circular fuera seguida consistentemente, entonces
los asesinos sospechosos de terror también serían asesinados por tomar una vida
americana. Por supuesto, eso nunca sucedería porque actuar a favor del gobierno
absuelve cualquier comportamiento criminal.
“Si un americano fuera de los Estados Unidos es
considerado una amenaza para las vidas americanas, el americano sospechoso puede
ser asesinado con órdenes del presidente.”
Las aseguraciones de Brown no son muy recomfortantes y no tienen valor de
todas maneras. No hay chequeos ni equilibrio gobernando cómo se puede otorgar
este permiso para asesinar. No hay necesidad de probar al congreso o a otros
ciudadanos americanos cuando este acto se considera justificable. No hay
garantías o acusaciones o jurados de investigación para que Barack Obama decida
asesinar a cualquier individuo que escoja.
La política de esta administración Obama salió originalmente a la luz en un
artículo del Washington Post sobre la
señalación de Yemen como un supuesto territorio terrorista. De acuerdo al
Post, la administración Obama ha tratado de asesinar al americano-yemen anwar
al-Awlaki. Al-Awlaki es un clérigo musulmán, de tendencias “radicales” y un
“terrorista” pero además es inconvenientemente un ciudadano americano, pues
nació en New Mexico. El salió a relucir después de los asesinatos del Fuerte
Hood cometidos por el comandante Nidal Hasan, con quien él había estado
correspondiendo. El atacante del avión en Navidad, Umar Farouk Adbulmutallab
supuestamente se reunió con Awlaki en Yemen.
“Los derechos de un proceso adecuado no deben terminar en
la Oficina Ovalada o en las fronteras de los Estados Unidos.”
No se ha presentado evidencia probando cualquiera de estas reclamaciones
gubernamentales o el involucramiento de al-Awlaki en cualquiera de estos actos.
Sin embargo, miembros del gabinete Obama le pueden decir al Congreso, los medios
y al público que tenemos un gobierno dirigido por sicarios. La Quinta Enmienda
de la Constitución garantiza que nuestra vida y libertad no pueden ser
arrebatadas sin su debido proceso. Esos derechos de proceso adecuado no deben
terminar en la Oficina Ovalada o en las fronteras de los Estados Unidos y no se
le debe permitir a nuestro gobierno deshacerse de nosotros porque
desgraciadamente estemos en Yemen o en cualquier otra parte del mundo.
Tenemos una presidencia de “delincuentes” y un Congreso que no es mejor.
Solamente el congresista Dennis Kucinich estaba deseoso de estar
en el registro al oponerse a estos crímenes. “Incluso la lectura más
superficial del Artículo XIV claramente indica que asesinatos extrajudiciales de
ciudadanos americanos por el gobierno de Estados Unidos o sus agentes son por
definición fuera de la ley.” Los cólegas de Kucinich, muchos de los cuales son
abogados, aparentemente no pueden desempeñar incluso una lectura superficial del
documento que han jurado defender.
Los extra asesinatos judiciales se esperan en las repúblicas de bananas y
dictaduras comunistas y teocracias Musulmanas, o bien, por Israel. Ellas no
suponen ser cometidas como una violación a los proyectos de ley. Solo hay forro
metálico en esta nube. Ahora sabemos lo que Sarah Palin quería decir cuando
hablo sobre “los paneles de muerte de Obama.” Tal vez no sea tan estupida
después de todo.
Este artículo apareció originalmente en el sitio Reporte de la Agenda
Negra. Columna del Piloto Libre de Margaret Kimberley que aparece
semanalmente en el Reporte de la Agenda Negra. Ms Kimberley viven en la ciudad
de New York, y puede ser contactada vía correo electrónico en
Margaret.Kimberley@BlackAgendaReport.com
Fuente: Obama’s Murder Inc.
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