Revolución
#101, 16 de septiembre de 2007
Chertoff, director de Seguridad de la Patria, dice que el
aumento de la represión "será feo"
La intensificación de los ataques contra los migrantes y la nueva
resistencia
Travis Morales
El julio, después de que el Senado no logró aprobar el proyecto de ley de
“reforma migratoria” de Bush, el secretario de Seguridad de la Patria, Michael
Chertoff, advirtió que el aumento de la campaña de arrestos de los migrantes no
documentados se va a “poner feo”.
¿Qué quiere decir con “feo”?
Quiere decir arrebatarle de los brazos de una madre mexicana a su hijo,
deportar a ella y dividir a la familia. Al igual que millones de mexicanos,
Elvira Arellano se vio obligada a venir a Estados Unidos para subsistir, pero
poco después la arrestaron y deportaron por primera vez. Obligada a regresar a
Estados Unidos, consiguió un trabajo de limpieza en el aeropuerto internacional
O’Hare de Chicago, donde superexplotaron a ella como a millones de otros
mexicanos. Durante una redada “contra el terror” después de los sucesos del 11
de septiembre de 2001, la arrestaron y la condenaron de trabajar con un número
de seguro social chueco, al igual que muchos otros que han decidido que no van a
morir de hambre. Condenada y demonizada, no los dejó volver a deportarla y se
refugió en una iglesia con su hijo de 8 años nacido en Estados Unidos, desde
donde abogó por los derechos de los migrantes por un año antes de que la
volvieran a detener y deportar.
El portal de ICE, la Migra, se jactaba: “ICE deporta a México a fugitiva
extranjera criminal prominente. Arresto de la mujer que se refugió en una
iglesia de Chicago cuando fue a Los Ángeles”. ¿Qué diablos quieren decir con
“fugitiva extranjera criminal”? ¿Quiénes saquearon y arruinaron la economía
mexicana e hicieron imposible la vida a millones de personas como ella? ¿Quiénes
superexplotan a ella y a millones más como si fueran esclavos de nuestro tiempo?
¿Quiénes son los cazaesclavos modernos? ¿Quiénes son los verdaderos
criminales?
“Se va a poner feo” quiere decir que los agentes de ICE invaden maquiladoras,
empacadoras y mataderos que chupan la vida para arrestar y deportar a los
migrantes. Hace un par de generaciones, superexplotaban a los nietos de los
esclavos afroamericanos en los mismos mataderos y empacadoras, pero sus salarios
subieron y ellos se volvieron muy rebeldes, así que los reemplazaron con los
migrantes. Para empezar, superexplotan a los migrantes en esos lugares
horribles, en condiciones que se asemejan a las de hace 100 años en este país.
Luego los demonizan en los medios y después mandan a la policía de la Migra para
detenerlos. Quiere decir redadas al azar en los barrios, para detener y deportar
a los que “no tienen papeles”. “Se va a poner feo” quiere decir ordenanzas
municipales y leyes estatales para prohibir alquilar un apartamento o casa a los
que no tienen papeles, contratarlos, darles servicios sociales o dejarlos salir
de la cárcel bajo fianza.
Nueva resistencia importante
En los nuevos ataques los agentes de ICE invaden los barrios, tumban puertas,
sacan a la gente a medianoche y la deportan, y dejan atrás a los niños llorando.
Pero el 6 de septiembre, cuando agentes de ICE invadieron un barrio del sur de
Los Ángeles, entraron a la fuerza a varios apartamentos y arrestaron a por lo
menos dos personas, unos vecinos salieron a la calle con una pancarta que decía:
“¡FUERA ICE!”. Unos fotografiaron a los agentes de ICE y escribieron los números
de las placas. Los agentes los hostigaron, les dijeron que les dieran la cámara
y escribieron los datos de sus tarjetas de identificación. Los agentes les
dijeron que era prohibido estar en la calle. “Pero no nos rajamos”, dijo
Cristina, una de las vecinas. “Por fin ellos se dieron por vencidos. Nosotros
escondimos la cámara y ellos admitieron que teníamos el derecho de tomar fotos y
estar en la calle con nuestra pancarta de protesta. No nos pudieron parar”.
Se empieza a ver brotes de resistencia ante todo eso, y hay que apoyarlos y
generalizarlos. Al momento de escribir estas líneas, en Phoenix, Arizona, hay un
paro laboral y un boicot económico que durarán del 3 al 9 de septiembre. Un
organizador de la Coordinadora 3 de Septiembre me dijo que calculó que entre
20,000 y 40,000 personas no fueron al trabajo como protesta contra la decisión
de Bush de obligar a las compañías a comprobar los números de seguro social. Su
volante pregunta: “¿Qué harías TÚ… si tu hijo llegara a la casa y se enterara de
que te llevaron y no se sabe dónde estás?”. Demandan: “Una auténtica reforma
migratoria que no nos rebaje a nivel de esclavos modernos (trabajadores
huéspedes)".
El 2 de septiembre, unos 5,000 a 10,000 personas, casi todos migrantes,
marcharon por las calles de Woodbridge, Virginia, una ciudad de 32,000 personas
a 30 millas de Washington, D.C. Fue una protesta contra la aprobación de una ley
antimigrante por la Junta de Supervisores del condado Prince William. Los
organizadores han convocado un paro de un día el 9 de octubre. En Houston, el 4
de junio, dos activistas se encadenaron al portal y bloquearon la entrada al
centro de detención de migrantes de la compañía Corrections Corporation of
America para demandar la libertad de los detenidos.
A principios del año se fundó el Nuevo Movimiento de Santuario, compuesto de
judíos, musulmanes, sijes, cristianos y otros. La meta es proteger a las
familias migrantes ante las deportaciones injustas y ampararlas en los hogares
donde ejercen sus servicios religiosos. A principios del año, en Chicago y San
Francisco hubo manifestaciones contra las redadas de ICE.
Todos estos sucesos son importantes. Este movimiento de resistencia tiene que
extenderse rápidamente entre los migrantes y los no migrantes por igual. Piensen
en las consecuencias si en Los Ángeles, en medio de una redada, unos vecinos se
movilizan para proteger a las víctimas. Imagínense si se extiende el movimiento
a las iglesias, mezquitas y sinagogas; si en los estados fronterizos se plantea
un reto político al salvajismo contra los migrantes. Y si todo eso contribuye a
un espíritu más generalizado de desafío en toda la sociedad a la agenda
represiva.
¿En qué clase de mundo quieres vivir?
Para los migrantes, la vida siempre ha sido un infierno. Hasta hace poco, los
indocumentados vivían con el temor constante de ser deportados por algún
percance con las autoridades. Pero, por lo general, una vez aquí los
superexplotaban y los sometían a discriminación y brutalidad policial; pero los
dejaban quedarse. Ahora lo que se está imponiendo es mucho más siniestro. Se ha
declarado “temporada de caza”. Por ejemplo, en algunas partes donde
supuestamente había leyes para separar a la policía de la Migra, las están
cambiando y todos serán agentes de ICE. Todo vale. A quienes “trabajan duro” y
“cumplen las reglas” las pueden secuestrar en cualquier momento y así
arruinarles la vida.
El 10 de agosto, Bush anunció una serie de medias que impondrá por orden
ejecutiva. Muchas estaban parte del proyecto de ley de “reforma migratoria” que
el Senado no aprobó. El Congreso nos las ha aprobado, así que Bush las impone
por decreto. Habrá 8,000 agentes más de la Patrulla Fronteriza, más muros, más
centros de detención, más redadas, una campaña para detener a los trabajadores
cuyo número de seguro social no concuerda con su nombre, la importación de más
“trabajadores huéspedes” para trabajar como esclavos y preparativos para un
sistema de verificar la identidad de todos los solicitantes de trabajo en un
banco de datos nacional.
Miren la clase de sociedad que surge, si no la PARAMOS. En Minnesota, durante
las redadas de la compañía Swift, a los trabajadores los agruparon según el
color de la piel y solo interrogaron a los que no tenían tez blanca. Por todo el
país, los agentes han arrestado a personas simplemente por el parecer racial y
étnico, el acento o por no hablar bien el inglés. Se le considera a una persona
“ilegal” y carente de derechos por su apariencia, el color de la piel y el
idioma que habla.
Los que todavía tienen falsas ilusiones de que los demócratas pelearán por
los derechos de los migrantes deben escuchar lo que dijo Nancy Pelosi,
presidenta de la Cámara de Representantes, después del anuncio de Bush: “La
seguridad de nuestra frontera sigue siendo una alta prioridad para el Congreso
Nueva Dirección”.
Todo esto es malo. Es muy, pero muy malo para la gente.
En la primavera del 2006, millones de migrantes y sus aliados se lanzaron a
las calles de este país, de las ciudades grandes y las pequeñas comunidades
agrícolas del Sur y los estados centrales. Fue una movilización histórica para
derrotar al draconiano proyecto de ley Sensenbrenner (H.R. 4437), que hubiera
convertido en delincuentes a los aproximadamente 20 millones de migrantes
indocumentados y a los que los ayuden de cualquier manera. La gente se lanzó a
las calles para demandar la legalización de todos los migrantes y que los traten
como seres humanos. En muchas ciudades fueron las mayores protestas de la
historia.
Ante esta arremetida que cobra fuerza, es muy importante promover, apoyar y
generalizar la nueva resistencia. Después de que la deportaron, Elena Arrellano
convocó un día de acción nacional el 12 de septiembre y activistas en Los
Ángeles, Chicago, Madison, Wisconsin, y Nueva York se han plegado y están
organizando ruedas de prensa y mítines para anunciar que el 12 de octubre será
un Día Nacional de Acción para los Derechos de los Trabajadores contra las
Cartas No Match, las Redadas y las Deportaciones.
Si no aceptas vivir en un mundo en el que pueden clasificar a la gente
“legales” o “ilegales” según el color de la piel, el idioma que hablan y el
lugar donde nacieron, con consecuencias de vida o muerte, entonces tienes la
responsabilidad de oponer resistencia. Si no aceptas vivir en un mundo en el que
condenan a millones de personas a la superexplotación y la esclavitud moderna,
entonces tienes que movilizarte.
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