Faluya, asediada y sin
reconstruir
Unas 65.000 personas siguen desplazadas de
Faluya
Dahr Jamail y Ali Fadhil*
IPS, 24 de junio,
2006 IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org), 6 de julio, 2006 Traducido
del inglés para IraqSolidaridad por Beatriz Morales
"La ciudad sigue sometida a
draconianas medidas de segusridad biométricas: cualquier persona que entre en
ella se tiene que someter al escáner de retina, toma de huellas dactilares y
rayos X. Faluya sigue siendo una isla: ni siquiera se permite la entrada a los
residentes de los pueblos y ciudades vecinas, como Karma, Habaniya y Jalidiya,
que están bajo jurisdicción administrativa de Faluya."
Un control a la entrada de Faluya, sitiada por
fuerzas estadounidenses desde el asalto de 2004
Un año y medio después del asalto militar
estadounidense de noviembre de 2004 contra Faluya, los residentes hablan sobre
el actual sufrimiento, la falta de trabajo, la escasa reconstrucción y la
continua violencia [1]. La operación Furia Fantasmal emprendida
por el ejército estadounidense contra la ciudad de Faluya destruyó
aproximadamente un 70% de los edificios, casas y tiendas, y mató entre 4.000 y
6.000 personas, según la ONG Centro de Estudios para los Derechos Humanos y la
Democracia con sede en Faluya (SCHRD, en sus siglas en inglés)
[2].
La ciudad sigue sometida a draconianas medidas de
seguridad biométricas: cualquier persona que entre en ella se tiene que someter
al escáner de retina, toma de huellas dactilares y rayos X. Faluya sigue siendo
una isla: ni siquiera se permite la entrada a los residentes de los pueblos y
ciudades vecinas, como Karma, Habaniya y Jalidiya, que están bajo jurisdicción
administrativa de Faluya.
Cualquier persona que quiera visitar la ciudad
necesita una chapa de seguridad. Para conseguir la chapa hay que ser un oriundo
de Faluya de una cierta clase. Es decir, si uno es de Faluya y funcionario del
gobierno, se le entrega una chapa de clase alta de grado G. Se permite la
entrada a los periodistas que tienen una chapa de grado X. A continuación hay
chapas de grado B para los hombres de negocios y C para aquellas personas que
tienen contratos con el ejército estadounidense en la ciudad. Por último, hay
chapas de grado R, con las que no se puede pasar por el control militar
principal, situado al oeste de la ciudad, pero que sirven en los controles
militares de "segunda clase" de cualquier otra parte de la ciudad.
Casas destruidas
Tras entrar en la ciudad por el control militar
principal, lo primero que se ve son las casas destruidas del distrito de
al-Askari. Prácticamente todas y cada una de las casas en esta zona están
totalmente destruidas o seriamente dañadas. "No pude reconstruir mi casa porque
actualmente la reconstrucción es muy cara", afirma a IPS Walid, de 48 años, un
oficial del antiguo ejército iraquí. Con tristeza en los ojos cuenta cómo
construyó su casa seis años antes. Después de la destrucción, "[...] los
estadounidenses nos pagaron el 70% [de la indemnización por] compensación y con
el desempleo que hay en la ciudad gastamos la mayor parte de ese dinero en
comida y medicamentos. Ahora todo el mundo espera el 30% restante".
Versiones a penas diferentes de esta misma
historia cuentan los cientos de personas que perdieron sus casas en los
bombardeos de abril y noviembre de 2004.
Al otro lado del río Éufrates está el Hospital
General de Faluya [3]. Construido en 1964, el hospital no pudo funcionar
durante el asedio porque estaba ocupado por el ejército estadounidense. Los
médicos eran reticentes a hablar con IPS a no ser que se les prometiera el
anonimato. "Es más un establo que un hospital y no nos sentimos honrados de
trabajar en él", afirmó un médico. "Hay una falta de material y equipamiento
médico espantosa, y el ministerio de Sanidad no está haciendo mucho al
respecto", añade otro médico, que también habla anónimamente.
Cuando IPS mencionó el nuevo hospital que se esta
construyendo en la ciudad, uno de los médicos replicó con ironía que la mitad de
los habitantes de Faluya estarían muertos antes de que se terminase el proyecto.
Declaró que es esencial un plan de emergencia para el hospital ya existente,
sobretodo porque la gente tiene mucho miedo de ir a cualquiera de los hospitales
de Bagdad para buscar ayuda médica por temor a ser secuestrados y asesinados por
los escuadrones de la muerte. La situación se complica aún más por el hecho de
que el Hospital General de Ramadi, utilizado a menudo por los residentes de
Faluya, ya no es accesible debido al asedio militar estadounidenses que se está
produciendo sobre esa ciudad [4].
Mientras entrevistábamos a los médicos, se unieron
pacientes y otros médicos y empezaron a quejarse de "la falta de todo" en el
hospital. "Vosotros, los periodistas, siempre venís aquí y habláis con nosotros,
pero sin resultado", dijo una mujer mayor en tono desafiante. "Si me saca en la
televisión le contaré al mundo entero lo mala que es la situación en esta
ciudad". Con todo, los médicos entrevistados alabaron el papel de algunas ONG
locales e internacionales que en algún momento habían ofrecido su ayuda al
hospital.
Faluya, destruida en un 70% durante el asalto de
2004 (en la imagen), permanece sin reconstruir
Lucha por la
supervivencia
Los habitantes de Faluya están luchando por
sobrevivir en medio del desempleo galopante, la falta de suministros y la actual
violencia de la ciudad [5]. En un mercado de alimentación, encontramos
otra faceta de la historia. Haji Majeed al-Jumaily, de 64 años, era herrero
antes de que se le debilitaran las manos. Le preguntó al tendero una docena de
veces cuánto costaba un producto antes de decirle: "Sólo puedo gastar 2.000
dinares [menos de un dólar y medio] y no sé qué comprar. Todo es tan caro y
tengo que alimentar a los nueve miembros de mi familia". Al-Jumaily contó a IPS
que hace dos años asesinaron a sus dos hijos con balas perdidas del nuevo
ejército iraquí. "Ahora tengo que ocuparme de sus dos viudas y de seis niños,
así como de mi esposa", afirma. El mercado estaba lleno de gente pero la pobreza
es obvia por la manera como la gente deambulaba de un lado a otro tratando de
sopesar qué comprar con el dinero que lleva.
"El desempleo en Faluya es el principal problema
que hay que abordar", comenta Jassim al-Muhammadi, abogado: "La situación
económica se desmorona cada día y la gente no sabe qué hacer. El asedio está
empeorando mucho este problema".
Ali Ahmed, un estudiante de 17 años,
interrumpe:
"En esta ciudad no necesitamos comunicados de
prensa, señor. Lo que realmente necesitamos es una solución para el eterno
problema de esta ciudad [...] Los estadounidenses e iraquíes en el poder nos
acusaron de terroristas, mataron a miles de los nuestros y ahora se limitan a
hablar de reconstrucción. Bien, todos ellos son unos ladrones a los que sólo les
preocupa lo que pueden atrapar de las fortunas iraquíes. Dígales únicamente que
nos dejen en paz porque no queremos su fraudulenta
reconstrucción."
Ahmed añadió que los soldados estadounidenses
siguen asesinado y deteniendo personas con cualquier motivo y, a veces, sin
motivo alguno.
Las infraestructuras en Faluya son sencillamente
tan malas como en cualquier otra parte de Iraq. Los suministros de agua,
electricidad, gas doméstico, gasoil, teléfono y telefonía móvil son muy malos.
Todos los residentes entrevistados se quejaron de la actitud indiferente del
gobierno respecto a ellos. La mayoría creía que era por razones sectarias,
aunque algunos pensaban que estaba ocurriendo lo mismo por todo Iraq.
El alcalde de Faluya no estaba disponible para la
entrevista, pero en su última aparición en la televisión anunció su dimisión. En
su declaración televisada del 14 de junio, declaró firmemente: "Los
estadounidenses no cumplieron lo que me habían prometido y por eso dimito". El
21 de mayo, la Red de Naciones Unidas de Información Regional Integrada (IRIN,
en sus siglas en inglés) emitió un informe de similares conclusiones sobre la
situación en Faluya: "Según funcionarios locales, los progresos en los temas
humanitarios siguen siendo lentos". El informe afirma que dos tercios de los
residentes de la ciudad han retornado, pero el 15% sigue desplazado por los
alrededores de Faluya, "[...] y viven en escuelas abandonadas y en edificios del
gobierno".
"Aproximadamente unas 65.000 personas siguen
desplazadas de Faluya", informó Bassel Mahmoud, director de los proyectos de
reconstrucción de la ciudad.
El informe de IRIN, similar a lo que IPS averiguó,
afirma:
"A pesar de que Bagdad destinó 100 millones de
dólares para la reconstrucción de la ciudad y 180 millones de dólares en
compensaciones por las viviendas [destruidas], se ve muy poco a simple vista en
las calles de Faluya en cuanto a la reconstrucción. Hay edificios destruidos
prácticamente cada calle. Las autoridades locales afirman que en torno al 60% de
todas las casas de la ciudad quedaron totalmente destruidas o gravemente
dañadas, y hasta el momento se han reparado menos del 20% de ellas [...] Los
sistemas eléctrico, de tratamiento del agua y el alcantarillado siguen sin
funcionar adecuadamente y muchos distritos de la ciudad están sin agua
potable."
Los habitantes se quejaron a IPS de que tenían
menos de cuatro horas al día de electricidad y de que había una gran frustración
por el hecho de que al menos el 30% de los fondos destinados a la reconstrucción
se hubieran desviado para pagar más controles militares y patrullas de seguridad
en la ciudad.
Y mientras los ciudadanos siguen esperando los
prometidos fondos de compensación, de los 81 proyectos de reconstrucción
aprobados para la ciudad, se han terminado menos de 30 y muchos otros muy
posiblemente se cancelarán debido a la falta de fondos, según afirma un miembro
del Ayuntamiento de Faluya, que habló con IPS manteniéndose en el
anonimato.
¿Reconstrucción?
Actualmente se estima que la cantidad necesaria
para reconstruir Iraq está entre los 70.000 y 100.000 millones de dólares. Solo
el 33% de los 21.000 millones de dólares inicialmente destinados por EEUU para
la reconstrucción no se han invertido. Según un informe del inspector general
estadounidense para la reconstrucción en Iraq, los funcionarios fueron incapaces
de decir cuántos de los proyectos programados podrían acometer, ni tampoco hay
una fuente clara de financiación para los miles de millones de dólares anuales
necesarios para el mantenimiento de los proyectos que se han
terminado.
Y respecto a Faluya en particular, la seguridad se
ha comido hasta el 25% de los fondos de reconstrucción, pero se dice que incluso
más ha sido desviado por la corrupción y el sobreprecio de los
contratistas.
El año pasado se estableció un grupo de inspección
del Congreso de Estados Unidos para controlar la reconstrucción en Iraq. El 1 de
mayo este grupo publicó un cáustico informe sobre el fracaso de los
constructores estadounidenses para llevar a cabo proyectos por valor de cientos
de millones de dólares. El informe indicaba también que se habían perdido
cerca de nueve mil millones de dólares en ingresos del petróleo iraquí que
desembolsaron a los ministerios.
Notas de
IraqSolidaridad:
1. Sobre Faluya, el asalto
estadounidense de 2004 y la visita de la delegación de la CEOSI en abril de 2005
a la ciudad puede leerse en IraqSolidaridad: Faluya: uso por
EEUU de bombas de fósforo y de fragmentación durante el asalto de noviembre de
2004 | Carta de un
'marine' desde Faluya: "Esto no era una guerra, ¡era una
masacre!" | La delegación de la
CEOSI se entrevista con su director y entrega una primera partida de ayuda
sanitaria. Faluya (I): Visita al Hospital General | Informe sobre la actual
situación en la ciudad de Faluya durante el período del 1 de enero al 25 de
marzo de 2005 - Report on the current situation in the city of Fallujah for the
period of 1st January to 25th March 2005 | Las organizaciones de Faluya
remiten sendos informes sobre la violación de derechos humanos durante el asalto
y ocupación de Faluya y la situación de los refugiados de esta
ciudad | Informe
sobre la violación de los Derechos Humanos en Iraq bajo la ocupación - Report on
Violations of Human Rights in Iraq under occupation 2. Su director Mohamad Tareq al-Darraji
ha visitado el Estado español en 2005 invitado por la CEOSI en dos ocasiones,
con motivo del Tribunal Internacional de Barcelona (Barcelona: Tribunal
Internacional de Iraq) y en
una nueva gira en noviembre y diciembre para denunciar el uso de armamento
prohibido por parte de EEUU contra Faluya ('Faluya, Crimen de
Guerra': Gira por el Estado español de Muhamad Tareq al-Darraji). 3. Sobre la ayuda de la CEOSI librada
al Hospital General de Faluya, véase en IraqSolidaridad: La CEOSI ha destinado 47.000
euros a hospitales y refugiados de al-Anbar. Completada la entrega de material
sanitario donado por Asturias al Hospital de Faluya y enlaces relacionados. 4. Véase en
IraqSolidaridad: Dahr Jamail y Ali Fadhil: Ramadi: La lucha por la
supervivencia de sus habitantes. Francotiradores estadounidenses disparan contra
civiles | Mohamed Tareq al-Darraji:
'Ramadi: Crímenes de Guerra'. Los 'marines' han forzado la salida de 1.500
familias de la ciudad - Ad-Duluiyah, ocupada por tropas
estadounidenses |
Salam T. Ismael:
Graves carencias sanitarias afectan a la ciudad de Ramadi y a los
refugiados | Noticias relacionadas con las
tropas de ocupación en Iraq 5. El pasado 4 de julio era asesinado un miembro de la
Asociación de Ulemas Musulmanes (AUM) en Faluya, el sheij Mohamad
al-Jimaili por hombres armados. La AUM ha acusado a EEUU y las tropas iraquíes
de la inseguridad que vive la ciudad (Kuna, 4 de juli, 2006).
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