Es tiempo de incluirnos a todos
En la reciente campaña sobre la Proposición 8 en California, algunas iglesias
donaron más de la mitad de las contribuciones que ayudaron a pasar una enmienda
constitucional que eliminó el derecho fundamental al matrimonio para las parejas
del mismo sexo.
En un mundo con tantos retos, ¿estas iglesias verdaderamente quieren
quitarles los derechos a dos personas que se aman lo suficiente como para
casarse? En un mundo en que tantos niños viven en desgracia y sin un techo sobre
sus cabezas, ¿estas iglesias quieren quitar las protecciones familiares que
vienen con el matrimonio? En un mundo en el cual tantas vidas se pierden a causa
del odio y la violencia, ¿estas iglesias quieren usar sus recursos para evitar
que las personas actúen por amor y compromiso?
La triste realidad es que las familias lideradas por personas lesbianas,
gays, bisexuales y transgéneros (LGBT) se hacen más vulnerables en estos
momentos de crisis por la falta de protecciones y derechos para asegurar a sus
seres amados.
Cuando no puedes tomar decisiones médicas por tu pareja en un momento de
crisis, tú y tu familia están más vulnerables. Cuando no puedes acceder
beneficios de cuidados de salud debido a tu orientación sexual o identidad de
género, tú y tu familia están más vulnerables. Cuando tienes que incurrir en
costosos arreglos legales para proteger a tu relación y a tu familia, tú y tu
familia están más vulnerables.
Sin el derecho al matrimonio, las parejas del mismo sexo están más
vulnerables y se ven obligadas a construir una complicada red de documentos
legales que todavía no le proveen con la seguridad y las protecciones que sus
familias necesitan.
La verdad es que las personas LGBT y nuestros aliados continuaremos
insistiendo en el reconocimiento de nuestra humanidad, de continuar luchando por
las vidas con las que soñamos, así como por la seguridad y el bienestar de
nuestras familias — familias que sostenemos y protegemos en contra de todo
obstáculo cada día.
Mientras marchamos hacia la justicia y la igualdad — y en este momento que
nos define — las comunidades LGBT continuaremos haciendo lo que hacemos siempre.
Continuaremos viviendo nuestras vidas, contribuyendo a nuestras comunidades y
desarrollando el apoyo que necesitamos para fortalecer nuestras alianzas,
nuestras familias y nuestro caso por la igualdad.
En los tiempos difíciles que vivimos, estas iglesias — que invirtieron
millones de dólares para eliminar derechos fundamentales a las parejas del mismo
sexo y sus familias — deben repensar cómo usar sus recursos para beneficiar al
bien común.
La enorme cantidad de dinero donado por algunas iglesias y sus miembros para
apoyar la Proposición 8 en California se pudo haber invertido mejor en ayudar a
familias y personas que sufren por la enorme crisis económica que existe en el
país.
Ahora, es tiempo de que estas iglesias hagan su parte.
Es tiempo de amar, respetar e incluir a las personas lesbianas, gays,
bisexuales y transgéneros en todos los aspectos de la sociedad. Es tiempo de que
todos seamos incluidos. Sí, todos nosotros.
Pedro Julio Serrano es el coordinador de comunicaciones del National Gay and
Lesbian Task Force.
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