11-02-2007
El número de víctimas es diez veces mayor a las
que provocó en 28 años el muro de Berlín La migración
deja más de 2 mil muertos en la frontera suroeste de EE.UU.
David Brooks La Jornada
Entre 2 mil y 3 mil cadáveres de hombres, mujeres y niños han
sido encontrados a lo largo de la frontera suroeste desde 1995, incluyendo por
lo menos mil en el sur de Arizona, lo cual según un experto es 10 veces más el
número de víctimas que el total provocado por el muro de Berlín durante sus 28
años de existencia, informa hoy la American Immigration Law Foundation (AILF).
En un informe, que resume una serie de estudios académicos y
gubernamentales, se ofrecen nuevos cálculos sobre las muertes de indocumentados,
cifra que ha aumentado de manera sin precedente durante casi una década, sobre
todo en Arizona.
Varios expertos y hasta agencias de investigación oficiales,
como la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés),
concluyen que esta crisis es consecuencia directa de las políticas de control de
migración instrumentadas desde mediados de los noventa.
En particular, el informe se enfoca en el sector del sur de
Arizona, donde investigaciones del Instituto Binacional de Migración (BMI, por
sus siglas en inglés) de la Universidad de Arizona demuestran un incremento
dramático en el número de cuerpos de migrantes indocumentados que cruzaron la
frontera entre 1990 y 2005, lo cual creó "mayor crisis de salud pública y
humanitaria en los desiertos" de esta área.
Efecto colador
La consecuencia de las políticas de control y militarización
fronteriza es un efecto colador que no ha reducido el flujo migratorio,
sólo lo ha desviado de zonas urbanas a terreno mucho más remoto y peligroso.
Entre 1990 y 2005 el servicio forense del condado de Pima, en el sur de Arizona,
ha examinado los cuerpos de 927 "cruzadores de frontera no autorizados", los
cuales, según la GAO, representan 78 por ciento del incremento sin precedente en
las muertes reportadas de estos indocumentados a lo largo de toda la frontera
del suroeste estadunidense entre 1990 y 2003.
La investigación de BMI de manera "no ambigua confirma pruebas
de que las políticas de control fronterizo de Estados Unidos crearon el
efecto colador y que eso es, de hecho, la causa estructural primaria de
la muerte de miles de hombres, mujeres y niños no autorizados (a cruzar,
provenientes) de México, Centroamérica y Sudamérica", concluye la AILF.
En los años previos al efecto colador (1990-1999),
agrega, el servicio forense de Pima manejaba en promedio unos 14 cuerpos de
indocumentados recuperados cada año, pero en el periodo entre 2000 y 2005 esa
cifra se elevó a 160 anuales; 80 por ciento de estos cadáveres corresponden a
menores de 40 años de edad, y hay una creciente tendencia en cuerpos de menores
de 18 años.
El informe cita investigaciones del profesor Wayne Cornelius, de
la Universidad de California en San Diego, uno de los expertos más reconocidos
en migración, quien calcula que 2 mil 978 cuerpos de indocumentados han sido
recuperados en territorio estadunidense entre 1995 y 2004.
Cornelius considera este conteo así: "Para poner esta tasa de
mortalidad en perspectiva, la frontera fortificada de Estados Unidos con México
ha sido más de 10 veces más mortal para migrantes de México durante los
recientes nueve años que lo que fue el muro de Berlín para los alemanes
orientales durante sus 28 años de existencia".
Aumenta número de decesos en 2006
La AILF advierte que no hay señales de que estas cifras se
reducirán en un futuro próximo, y señala que la GAO ha informado que hubo más
muertes a lo largo de la frontera en los primeros nueve meses de 2006 (291) que
durante los primeros nueve meses de 2005 (241).
La fundación informa también que las cifras oficiales de las
muertes de migrantes reportadas por la Patrulla Fronteriza son poco confiables,
ya que investigaciones recientes han detectado conteos que discrepan entre 33 y
hasta 40 por ciento menos que el real. La organización señala que investigadores
independientes que han intentado calcular el número real de muertos al cruzar la
frontera han concluido que no es posible conocer la cantidad exacta, pero
suponen que hay muchos más muertos de los identificados.
La AILF concluye que estas investigaciones comprueban que la
lógica de las políticas y medidas de control fronterizo no funcionan. "Muchos
años de investigación dejan claro ahora que la lógica debajo del sistema actual
de control fronterizo es eventualmente intimidar a potenciales cruzadores de
frontera no autorizados, mediante predecibles, pero inaceptables, niveles de
daños, sufrimiento y muerte para aquellos que se atreven a intentarlo. La
solución es una reforma migratoria integral enraizada en una evaluación honesta
del papel de la mano de obra migrante en Estados Unidos, como también las
fuerzas de globalización en América del Norte, Centroamérica y América del
Sur".
La AILF es un centro independiente de información para asuntos
relacionados con leyes migratorias. Más información sobre su proyecto en
Immigration Policy Center y la fundación está disponible en www.ailf.org.
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